Quince.

Jungkook y Jimin habían ido a buscarme para pasear un rato.

Jungkook estaba libre de exámenes y Jimin estaba libre hoy en su trabajo, él trabajaba en la misma agencia que Yoongi, como instructor de baile y a veces lo ayudaba con algunas canciones.

Fuimos a comer y luego decidimos dar una vuelta por un parque. Íbamos caminando y hablando, tomando de unos batidos cuando vi a Taehyung, habíamos llegado como a una especie de mirador y él estaba tomando fotos. No me sorprendía para nada verlo aquí, porque él siempre frecuentaba sitios como este para inspirarse en sus trabajos de la universidad.

Los chicos notaron que me quedé callada de repente.

–¿Estás bien, Tami? –Preguntó Jungkook con un deje de preocupación.

Cuando iba a responder, Taehyung se dio la vuelta y cruzamos miradas, parecía sorprendido de verme allí. Bajó la mirada a mi panza, pero enseguida la desvió para seguir caminando, pasándonos por al lado. Lo conocía lo suficiente como para notar la vergüenza en su rostro, no estaba segura de la razón pero habían miles por lo cual debería sentirse así.

–¿Ese era... –Comenzó a decir Jimin, se había dado cuenta de la tensión del momento.

–Si. –Respondí sin dejar que terminara de hablar.

–Efectivamente, parece y es un imbécil. –Comentó Jungkook.

Me encogí de hombros y en ese momento mi celular comenzó a sonar. Lo saqué viendo que era Yoongi quien me estaba llamando.

–Hola, Min Yoongi. –Saludé, olvidando por completo a Taehyung.

–¿En dónde estás, tonta? –Me di cuenta por su voz somnolienta que probablemente estaba en casa.

–¿Estás en casa?

Si, vine a descansar un rato y me pareció raro no encontrarte.

–Estoy con los chicos.

Jimin me agarró la muñeca para que alejara el teléfono de mi oreja y así poder hablar.

–Relájate Min, no la secuestraron. - Habló en tono burlón.

Que idiota. –Escuché cuando me llevé el celular de nuevo a la oreja.

–Volveré en un rato.

Está bien, nos vemos aquí.

Luego de colgar, los chicos y yo decidimos sentarnos en unas de las tantas bancas de madera que habían por todo el lugar. Necesitaba descansar un poco.

–Yoongi te protege mucho. –Dijo el peligris.

–Si, supongo. –Sonreí.

Jungkook se acercó a mi panza, colocando ambas manos sobre ella como si fuera un parlante y comenzó a hacer ruidos, solía hacer eso para que Malú se moviera.

–Lulú te va a odiar tanto cuando nazca, por molestarla y despertarla.

–Está despierta –mencioné– se estaba moviendo hace un rato.

–De igual manera lo va a odiar.

–Ahm, probablemente. –Reí.

–No había visto a Yoongi cuidar de alguien de la manera en que lo hace contigo –Jungkook se enderezó, ignorando lo que había dicho Jimin y continuando con el tema anterior. –Creo que no era tan atento con Jeongsun, como lo es contigo, ¿cierto, Jimin? –Éste asintió estando de acuerdo con su amigo.

–Él me ve como su hermana menor, es por eso. –Me encogí de hombros. Ambos rieron y yo fruncí el ceño sin entender que era lo gracioso.

–Claro, Tami.

–¿Que están queriendo decir?

–Básicamente, que Yoongi quiere ser el padrastro de Malú. –Justo en ese momento le había dado un sorbo a mi batido y cuando escuché esa locura, porque era una locura, escupí y manché el pantalón de Jimin.

–¡Tami! –Chilló el chico y Jungkook soltó una carcajada.

–Lo siento, lo siento –intenté no reír, pero la cara de drama que tenía Jimin era muy graciosa. Saqué de mi bolso un pañuelo y se lo tendí– eso te pasa por decir cosas sin sentido. –Acusé y él chasqueó la lengua, mientras se limpiaba.

–Sólo nos sentaremos a ver. –Comentó Jungkook de forma casual.

–Están locos.

Era raro pensar que Yoongi y yo pudiéramos tener algo más que no fuera una buena y linda amistad, pero al parecer las personas nos percibían de otra manera. Primero Leila y ahora los chicos.

Es decir él era guapo, habría que ser ciega para no notarlo y también tenía un buen corazón, yo le tenía mucho aprecio pero como amigo. Él seguía queriendo a su ex y yo no pensaba en tener otra relación, sólo estaba concentrada en mi bebé.


Cuando llegue a casa, encontré a Yoongi dormido en el sillón, estaba encogido en posición fetal y parecía tener frío. El aire acondicionado estaba muy bajo, se me había olvidado apagarlo al salir y suponía que a él le había dado flojera levantarse a buscar el control para ajustarlo. Le subí un poco a la temperatura y busqué una de mis cobijas para taparlo. Se me ocurrió tomarle un foto porque se veía adorable y con eso podría molestarlo después, tomé varias y guardé mi celular.

Caminé hasta mi habitación, me daría una ducha y dormiría un poco, estaba exhausta. Malú ya estaba comenzando a pesar.









Ambos habíamos terminado de cenar, me levanté de la barra para buscar unas galletas, dejé mi celular –desbloqueado– a su vista, a propósito porque había puesto su foto como fondo de pantalla. Y fue cuestión de segundos para escuchar su queja.

–¿Por qué tienes una foto mía durmiendo? Espera... ¿eso fue hoy? –me reí, dándole la espalda sacando el paquete de galletas– No es gracioso.

–Lo es, eres una ternura, Min Yoongi.

Me volteé y él tenía su teléfono apuntando hacía mi.

–¡No! –Traté de impedir que tomara fotos, colocando mi mano en el medio, pero no sirvió de nada.

–Listo –me mostró la pantalla y yo salía sonriendo mirando en su dirección pero la foto había quedado un poco movida– estamos a mano, la pondré como fondo.





Ya era tarde y no podía dormir, no sabía que a las embarazadas les daba tantas ganas de ir al baño, ya me había levantado varias veces. Al salir del baño me fijé que la luz del estudio de Yoongi seguía encendida.

Di un par de toques en la puerta y a los segundos ésta se abrió. Yoongi tenía puesta su pijama.

–¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? - Preguntó.

–No, pero no logro dormir. ¿Puedo pasar? –Él se hizo a un lado y yo entré.

–¿Malú no te deja dormir? –Se sentó en su silla, frente a la gran pantalla del monitor, mientras yo lo hacía en un pequeño sillón que tenía allí.

–Sorpresivamente, no se ha movido en un rato –sonreí– solo se me hace incómodo al tratar de dormir. ¿Qué hacías?

–Revisando algunas pistas. –Apoyó el mentón en su mano.

–Ayer vi que salió una colaboración tuya con Lee Sora, no me habías dicho nada.

Por la forma tan sencilla de ser de Yoongi, a veces pasaba por alto que él tenía cierta fama, y la verdad es que era uno de los productores y compositores más reconocidos en la actualidad, además de que desde antes ya era conocido como rapero.

–Eso lo grabé hace un tiempo, ¿la escuchaste?

–No, iba a hacerlo pero se me olvidó, últimamente se me olvidan las cosas, creo que es la falta de sueño. –Hice una mueca y él soltó una risita.

–Estás distraída. –Afirmó.

–Quiero escucharla.

–Vas a llorar.

–¿Por qué?

–Es un poco triste.

–No importa, quiero escucharla.

Él la buscó y le subió un poco a los altavoces. Cuando comenzó a reproducirse la canción y escuché la voz de Lee Sora, me gustó mucho, nunca la había escuchado antes. No había pasado ni un minuto cuando ya estaba derramando lágrimas por la letra, Yoongi tenía razón, era triste pero linda al mismo tiempo. De alguna manera me hizo pensar en mi relación con Taehyung.

Presté mucha atención en la parte del rap, la voz de él contrastaba muy bien con la melodía. Tanto la voz de ella como el estilo de él, hacían una combinación increíble.

Por alguna razón la letra del rap me conmovió demasiado, estaba al tanto que Yoongi escribía sus propias letras en las colaboraciones y a pesar de que había escrito eso hace mucho, sentí como si estuviese dedicado a mi.

Me sentí reconfortada, como si de verdad me dijera que él siempre sería mi apoyo y estaría a mi lado sin importar qué.













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:')

Espero les haya gustado, gracias por leer💜

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