Sólo me había levantado de la cama para ir al baño y comer, sentía el cuerpo algo pesado, creo que era por el embarazo. Me encontraba sola en casa, Yoongi había salido, un amigo suyo regresaba de unas vacaciones en Busan por lo que se iban a reunir junto a Namjoon, Jimin y Jin, a éste último no lo conocía aún, pero ya me había hablado de él, aunque no del otro chico. Simplemente me comentó que lo había conocido cuando estuvo en la universidad, pero no había mencionado su nombre.

Tenía días pensando en Taehyung y es que luego de aquél mensaje vinieron otros más, decía que estaba muy feliz con su nueva relación, que le gustaba mucho la chica, mensajes a los cuales yo no respondía, me decía información sobre su relación que yo no quería saber. ¿Por qué tenía que ser tan cruel conmigo? Aquello me afectaba de alguna manera, aunque no quisiera, le estaba dando el poder de hacerlo y me sentía mal por eso. Estaba cayendo en su juego de inmadurez.

Se me hacía un extraño, no era para nada el chico que llegué a amar con locura.

Sólo quería que se mantuviera alejado de mí y de mi bebé, que me dejara en paz.

Yoongi no sabía de esto y no me parecía apropiado decirle.

Me levanté de la cama para ir al baño y cuando lo hice sentí una punzada en la espalda baja, solté un quejido de dolor. Sentí que algo bajaba y me apresuré a entrar al baño, cuando bajé mis bragas vi manchas de sangre. Me asusté, sabía que esto no era normal que pasara, traté de mantener la calma.

Salí del baño, buscando mi celular, sentía una presión en el vientre. A éste punto estaba temblando por el miedo.

Me acosté en el sillón de la sala, con una mano sobre mi vientre, mis mejillas ya estaban empapadas. Yoongi fue la primera persona que se me vino a la mente, marqué su número, repicaba pero no obtenía respuesta, lo volví a intentar hasta que al cuarto tono contestó.

–Dime. –Dijo al responder. Escuchaba otras voces a través de la línea.

–Yoongi... –solté un sollozo– yo... estoy... necesito que... –Me sentía incapaz de decir una frase coherente y era frustrante.

–¿Tami? ¿Ahora por qué estás llorando? Estás viendo una serie, ¿verdad? –mis sollozos eran incontrolables– ¿Qué pasa? ¿Estás bien? –Habló ahora alarmado. –No entiendo lo que dices.

–Estoy... sangrando –respondí con voz temblorosa, pero tratando de que pudiera entenderme– necesito q-que... necesito que vengas.

–¿Qué? Ya voy para allá, tranquila. –Escuchaba ruido mientras decía aquello.

–Por favor, apúrate. –Pedí desesperada.

–Llego dentro de muy poco, estoy cerca de casa... Tranquila, ¿si? Todo estará bien. –Su voz tenía un deje de preocupación, pero aún así se escuchaba serena.

Se mantuvo en la línea, hablándome durante el tiempo que le tomó llegar aquí, fue peligroso porque manejaba y también pudieron haberlo detenido. Pero logró calmarme, y dejé de llorar, aunque seguía muy asustada.

Antes del salir del apartamento tomó un abrigo y me lo puso encima, caminamos lento hasta el ascensor porque aún sentía la presión en mi vientre y también en mi espalda, eran pequeñas punzadas.

Me encontraba en una habitación del hospital, ya me habían practicado una ecografía y hecho otros tipos de exámenes, el bebé estaba bien pero tenía una amenaza de aborto, la Doctora Jung me explicó que eso no quería decir que lo perdería, pero existía el riesgo de que sucediera en los siguientes días si no me cuidaba lo suficiente. Me indicó que debía estar en reposo, y no experimentar emociones fuertes, debía estar lo más tranquila y relajada posible, además de mantener una dieta saludable. El sangrado, por suerte, no era abundante por lo que ella esperaba que dejara de sangrar en unos días, si seguía las indicaciones claro. Me habían inyectado un medicamento, que según, ayudaría al bebé. Debía tomarlo por mi cuenta también.

Me sentía aliviada de que no le hubiese pasado nada malo a mi bebé, pero a la vez tenía un sentimiento de culpa.

Yoongi entró, había salido hace unos minutos a atender una llamada, se sentó en la silla que estaba a un lado de la cama.

–Es mi culpa, ¿verdad? –Hablé, mirando mis manos que las tenía sobre mi abdomen.

–¿Qué dices? Lo que pasó no es tu culpa, Tami.

–Lo es, yo... en un principio pensé en abortar –confesé– no lo quise, es el karma, Yoongi. –Lo miré, se me escapó una lágrima y la sequé rápidamente.

–Escucha –me tomó de la mano– quedar embarazada era algo que no esperabas, tenías mucho miedo y más por lo que estabas pasando en ese momento, creo que es normal que esa opción haya pasado por tu cabeza. No debes sentirte mal por eso, lo que pasó ahora lamentablemente es algo que realmente puede llegar a suceder, no debes culparte por nada. –Alzó su otra mano, pasándola por mis mejillas secando las lágrimas que se me escapaban. –No te atormentes, todo estará bien ¿si? Recuerda que debes mantener la calma.

Cuando él decía que todo estaría bien, a pesar de que no tuviera certeza de ello, yo le creía. Tenía la habilidad de calmarme y de hacer que me sintiera mejor.

–Lamento que dejaras a tus amigos.

–Eso no importa ahora, los puedo ver cualquier otro día.

Yoongi se acostó conmigo en la cama, ésta era suficiente grande para que estuviéramos cómodos, y sacó su celular para comenzar a ver vídeos graciosos en YouTube. Me darían el alta al día siguiente, ellos querían pasara la noche aquí por precaución.

Al rato de haber visto varios vídeos, se escucharon unos toques en la puerta y Yoongi se reincorporó para ir abrir, pero la puerta cedió antes de que se levantara. Era el Doctor Jung.

–Hola, Tami. –Me saludó alegremente, mientras se colocaba frente a la cama.

–Hola, Doctor Jung. –Sonreí. Él se fijó en el pelinegro, le tendió la mano y éste la aceptó.

–Jung Hoseok. –Se presentó.

–Min Yoongi.

–Tú debes ser el...

–Somos amigos. –Hablamos al mismo tiempo, era gracioso porque siempre debíamos aclararlo y creo que ya era una respuesta automática de parte de ambos.

–Oh, entiendo. –asintió y volvió a centrarse en mi– ¿Cómo te sientes? Mi hermana me contó lo que sucedió. –Frunció un poco el ceño en señal de preocupación. Suponía que él le había comentado que me conocía.

–Los dolores han disminuído un poco, pero siguen ahí. –Hice una mueca.

–Debes estar tranquila, Tami. Estoy seguro que todo saldrá bien y el embarazo continuará sin problemas. –Me regaló otra de sus sonrisas radiantes.

Después de unos minutos se retiró, despidiéndose.

–¿Es el hermano de tu Ginecóloga?

–Si, lo conocí cuando vine a la cita pasada. Es muy amable. –Él asintió.

–Deberías dormir un poco, ya es tarde. –Sugirió.

–Tienes razón, estoy cansada.

Después de hablar un rato más y que Yoongi apagara la luz de la habitación, se acostó en el sillón que estaba pegado a la pared, era grande así que podría dormir cómodamente allí.

–Lo siento mucho, bebé. –Susurré, acariciando mi vientre antes de cerrar los ojos.

Habíamos llegado a casa, Yoongi me dejó sola un momento para venir a buscar mis cosas, y así poder salir del hospital. La Doctora Jung fue temprano a revisarme, dijo que debía ir a verla constantemente para monitorear el desarrollo del embarazo, mientras existiera la amenaza, y me volvió a reiterar que debía estar en reposo y tranquila.

–¿Irás al estudio? –Le pregunté a Yoongi.

–No, trabajaré aquí. Ve a acostarte.

–Como ordenes, Min Yoongi. –Dije con una sonrisa. No quería deprimirme, ni pensar demasiado en la posibilidad de que podría perder a mi bebé, eso no era bueno para ninguno de los dos.

Él me siguió por el pasillo llevando el bolso en dónde había metido mi ropa, me senté en la cama y sentí algo. Fue como un revoloteo. ¡Había sentido a mi bebé por primera vez!

Sabía que podía llegar a sentirlo pronto, pero nunca imaginé que pasaría justo ahora.

–Yoongi. –Lo miré, imaginaba que tenía una expresión de completo shock en mi rostro, porque se acercó de inmediato.

–¿Qué pasa? –Su ceño estaba fruncido.

–Lo sentí. –Dije, con una sonrisa.

Él bajó la mirada a mi panza, mucho más notoria, y volvió la vista a mis ojos. Cuando volví a sentir que se movió, tomé la mano de Yoongi llevándola a lugar dónde sentía que estaba.

–Te está avisando, Tami, que está bien y no se va a ir. –Asentí, mis ojos se llenaron de lágrimas. Porque a lo mejor Yoongi tenía razón, podía ser una señal de que no se iría.

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Lloro :'c

Espero les haya gustado, gracias por leer💜