Extra #6
–Mami, no me quiero ir.
–Mi amor, tienes que descansar.
–Pero quiero quedarme con mi hermanito. –Sonreí enternecida.
Ahora que al fin Dongju estaba aquí no se quería despegar ni un momento de él.
–Lo verás mañana, cariño. –Le dijo mi madre.
Ella no le quedó más que aceptar.
Mis padres se llevarían a Malú a casa para que descansara y ellos también debían hacerlo después de un día largo.
Mi labor de parto inició al mediodía y Dongju nació a las ocho de la noche, fue casi el mismo tiempo que tardó Malú en nacer. Todo había salido bien y sin complicaciones, mi bebé era fuerte y sano.
–Despídete.
Ella se encontraba junto a mi en la cama mientras yo sostenía a un dormido Dongju, se inclinó con cuidado para darme un beso en la mejilla y yo le acaricié la espalda.
–Te quiero mucho, mommy.
–Y yo a ti, mi amor. Mañana nos vemos ¿si? –Ella asintió, miró a Dongju y besó su cabecita cubierta por el gorrito de algodón de color negro con detalles en amarillo. Luego se bajó de la cama para despedirse de Yoongi.
Mis padres también se despidieron de mi y quedaron en venir apenas Malú se despertara, pero como estaba de emocionada seguramente lo haría más temprano que de costumbre.
Los tres se fueron así que quedamos solos. Nuestros amigos habían estado aquí hasta no hace mucho, ahora mismo era muy tarde y mis padres con Malú decidieron quedarse hasta donde más podían, pero mi pequeña comenzó a bostezar. Aunque se negaba a aceptar que ya tenía sueño.
Me causaba mucha ternura ver como ella estaba tan al pendiente de su hermanito. Lo amaba mucho.
Dongju se despertó y comenzó a quejarse señal de que tenía hambre, así que me bajé un poco la bata para así amamantarlo; esta sería la segunda vez. La diferencia ahora con Dongju es que me sentía más segura al tenerlo en brazos porque ya tenía la experiencia, pero al mismo tiempo era una experiencia nueva por ser varón.
Yoongi se acercó y se recostó a mi lado viendo a nuestro bebé.
A pesar de haber pasado por esto ya, igual tuve un poco de miedo antes de dar a luz. Yoongi también aunque no lo demostró mucho, pero así cómo sucedió con Malú, su presencia y que estuviese a mi lado en todo momento me transmitió mucha calma.
Acaricié la frente de Donie, ahora tenía los ojos cerrados pero no dejaba de mover su boca.
Era una pequeña bolita tierna y yo estaba completamente enamorada.
Yoongi quitó el gorro así dejando expuesto el cabello lacio de color negro y peinó los cortos mechones hacia un lado.
–¿Estás cansado? –Lo miré.
–No, tú si debes estarlo.
–Un poco.
–Así como con Malú, esta vez también lo hiciste increíble. Yo no creo poder soportar tantas horas de dolor. –Dejó un beso en mi pelo, sonreí.
–Es hermoso. –Dije, volviendo a ver a nuestro pequeño.
–Como tú.
–Por favor, Yoongi, es igual a ti. –Exclamé divertida.
–Pues... No te quería hacer sentir mal. –Rodé los ojos. Pero si, tenía rasgos de él, totalmente hermoso. Aun si los bebés cambiaban físicamente mientras crecían, de todas maneras ya estaba resignada a que no sacara mucho de mi o absolutamente nada. –Este pequeño en unos pocos años se le unirá al tornado que tenemos en casa.
–Quizás sea un poco más tranquilo.
–O más controlable.
Reímos.
Después de un rato Yoongi se encontraba en el sillón que había a un lado de la cama, recostado del respaldo, con el bebé sobre su pecho que se veía tan pequeñito contra él. Tenía el cabello revuelto y se había despojado de su chaqueta hacía un rato para quedar solo en una camisa negra de algodón, sus ojos estaban cerrados mientras sostenía bien a Donie envuelto en su manta.
Esa imágen era simplemente indescriptible y fue lo último que vi antes de quedarme dormida.
–Efectivamente, es igual a Yoongi. –Opinó Tae.
–Si, míralo como frunce el ceño. –Añadió, Jimin.
–Es que ya está cansado de escuchar sus estupideces. –Dijo, Yoongi quien sostenía a Donie, mientras Tae lo veía.
–Mmm... Probablemente tenga mal genio como él. –Continuó el primero.
–Opino lo mismo.
Ambos hablaban como si Yoongi no estuviese en el medio. Hayi, Leila y yo reímos.
Me encontraba desayunando lo que me trajo una de las enfermeras y conversando con las chicas. Me sentía lista para irme a casa, pero debía esperar.
Jimin y Lei fueron los primeros en llegar, sin Milo porque estaba con su tío, ellos estuvieron con nosotros el día anterior casi desde que ingresé al hospital. Luego llegaron Tae, Hayi y Taeha. Me trajeron un bello arreglo de globos y dos peluches que se unieron a los otros que habían traído el día anterior el resto de los chicos. La habitación estaba adornada completamente.
De pronto la puerta se abrió y un tornado de felicidad entró. Con mis padres detrás.
Malú divisó a su hermanito en brazos de Yoongi y primero fue con él, luego saludó a uno por uno. Todos la veíamos con una sonrisa en nuestros rostros por su comportamiento.
Llegó a mi y me abrazó muy fuerte, quedando sentada a mi lado en la cama.
–Tae, ¿ya saludaste a tu nuevo hermano? –Le habló a Taeha que estaba en las piernas de Hayi, casi dormido por lo que éste no le prestó mucha atención a su hermana.
–Si lo hizo, cariño. –Le dijo Hayi.
Para ella los tres eran hermanos y me parecía muy lindo que lo viera así.
•••
Un año después.
Me encontraba con Malú en su habitación escogiendo la ropa que usaría. Hoy tenía un acto en la escuela en el cual participaría, era una especie de obra musical y estaba emocionada porque sería una de las brujas. Que por cierto ella misma habló con su maestra para ser ese personaje, porque, según sus palabras, era más divertido que ser una princesa bailarina.
–Mami me pondré ese vestido. –señaló una de las varias opciones que saqué de su clóset. Era gris con detalles rosados, la prenda formaba parte de la colección que había sacado recién para niños. Durante mi embarazo poco a poco trabajé en una línea de ropa para mujeres que salió primero y luego hice la de niños, me iba muy bien y esperaba pronto sacar una para hombres; Yoongi era mi inspiración para eso. –Con la chaqueta de Draculaura se verá bien.
Yo dejaba que Malú escogiera su propia ropa desde que tenía cuatro y me di cuenta que no podía obligarla a usar solo vestidos rositas o de brillitos, si así no lo quería. A pesar de que a mí me encantaban a ella no siempre. Creo que desde muy pequeña había desarrollado un estilo propio y por eso al comprar su ropa ella misma escogía lo que quería llevar o si la hacía yo, me daba ideas de como lo quería. Le gustaban todos los colores y su clóset era muy colorido, como ella.
Busqué su chaqueta favorita, era negra con el estampado de dicho personaje atrás. A ella le gustaba mucho Monster High y Draculaura era uno de sus personajes favoritos.
La saqué colocándola en la cama, ella ya había empezado a ponerse el vestido.
Cuando terminó de vestirse procedí a maquillarla, su traje de bruja lo tenía Hayi quien ya estaba en la escuela con Tae. Se cambiaría allá.
–Mami, hazme la bruja más fea que pueda existir.
Reí. –Está bien. ¿Te sientes preparada?
–Muy preparada. –Respondió con una gran sonrisa.
Después de unos quince minutos ya estaba dándole lo últimos retoques, teníamos el tiempo limitado por lo que debíamos apurarnos.
Yoongi abrió la puerta para ver si ya estábamos listas, tenía a Donie en brazos. Él lo estaba vistiendo y dándole comida mientras yo estaba preparando a Malú.
Donie rió al ver a su hermana tan diferente.
–¿Qué tal, papi?
–Eres la bruja más horrible que he visto.
–¡Genial! –expresó, alegre– ¡Ya, vámonos! Se me hace tarde. –Salió corriendo del cuarto.
Yoongi y yo nos miramos divertidos.
Me acerqué a ellos, Donie había extendido sus brazos hacia mi para que lo cargara.
–Mi bebé está tan guapo. –Después de atacarlo a besos, miré la ropa que Yoongi le había puesto. Un suéter rojo, unos joggins negros combinando con sus vans clásicas y el beanie negro que llevaba en la cabeza.
Dirigí mi atención a Yoongi y recorrí su cuerpo de arriba a abajo.
–Tú también te ves muy guapo.
–Lo sé. –Sonrió de lado.
–Presumido. –Me alcé un poco para así besarlo.
De pronto escuchamos desde abajo la voz de Malú apurándonos.
–¡Mamá! ¡Papá!
–¡Ya vamos!
–¡¿Se están besando, verdad?!
–Esta niña... –Yoongi salió murmurando de la habitación, acompañado de un leve sonrojo en sus mejillas y yo lo seguí riendo, con un adormilado Donie que ya tenía su cabecita contra mi hombro.
La obra ya había finalizado. Me gustó ver a Malú bailar y divertirse en el escenario, ella no tenía para nada miedo escénico y destacaba mucho por eso.
Todos, los chicos y mis padres, estábamos a un lado de las puertas del auditorio esperando a que los niños terminaran de tomarse fotos con sus maestras y que éstas los felicitaran.
Todo iba bien, conversábamos entre todos esperando a Malú.
–Mami... –Donie que estaba en mis brazos señaló a su hermana ya que la vió entre todos los niños.
En ese momento vimos como un niño la abrazaba y le daba un beso en la mejilla. De pronto se hizo un silencio tenso a mi alrededor.
Y casi que al mismo tiempo, Hayi detuvo a Tae, y yo a Yoongi cuando hicieron el amago de ir hasta donde estaban los pequeños.
–¿Qué fue eso? –Dijo, Yoongi a mi lado totalmente serio.
–¿P-por qué le dió un beso? –Tae no lo podía creer. Casi estaba en shock.
–¿Cómo se atreve? –Exclamó, Jimin indignado.
–Hablaré unas cuantas cosas con él. –Jungkook dió dos pasos, pero fue detenido por Jin y Lis.
–Tami, ¿no tienes nada que decir? –Los cuatro me miraron serios y yo sólo alcé los hombros.
–Son niños. Fue un beso inocente.
–Inocente mis co-...
–¡Yoongi!
Cuando Malú llegó a nosotros se encontró con la mirada severa de Taehyung, Yoongi, Jimin y Jungkook sobre ella.
–Girasol. Ese niño que te abrazó y... pues, te besó ¿quién era? –Comenzó Taehyung y ahí le siguió el resto.
–Si. ¿Quién era? ¿Estudia contigo?
–¿Cómo se llama?
–¿Cuántos años tiene?
–¿Cómo se gana la vida?
Ante eso último no pude evitar dejar salir la risa que estaba reteniendo, los aparté ya que ellos habían hecho una especie de muro entre ella y nosotros. Mi pobre bebé no sabía ni que hacer ante tantas preguntas, no entendía nada.
–Mi amor, estuviste increíble.
–Gracias, mami.
Dejé a Dongju en el piso, que le tendió una flor a su hermana. Ella la aceptó y se dieron un abrazo, luego la abracé yo.
Después se acercaron Milo y Taeha que también llevaban una flor cada uno en sus manitos y se las entregaron a Malú, quien se sonrojó un poco. Se agachó para dejar que Milo le diera un beso en la mejilla; definitivamente ese niño no le perdía la pista a su padre.
–¿Les gustó? –Preguntó ilusionada, mirando a todos quienes le dieron sus felicitaciones y halagos, ella estaba muy contenta con su desempeño.
Por suerte dejaron el asunto del otro niño y el beso de lado.
–Vamos a celebrar, ¿no? –Inquirió Jin.
–Si, Jungkook invita la comida. –Dijo, Jimin.
–¿Por qué? –El aludido frunció el ceño.
–Eres el soltero aquí. –Pronunció Yoongi con burla.
–¡No es justo! –Se quejó mientras cargaba a Malú que se había acercado a él diciéndole que estaba cansada.
Jungkook estaba soltero desde hacía un tiempo, después de terminar su relación con Seunghee, y de alguna manera eso era una excusa que utilizaban los chicos para comer o beber a costa de él.
Después de decidir a dónde iríamos, todos salimos del auditorio.
–En el restaurante nos explicarás quien era ese niño, pequeña. –Le dijo Yoongi a Malú que sólo rió tapándose la boca y sonrojándose.
Salí del cuarto de Donie después que se quedara dormido. Malú ya lo estaba desde hace un rato, había gastado mucha energía y se durmió temprano.
Bajé hasta la cocina ya que tenía algo de hambre, prepararía algo para Yoongi y para mí. Él se encontraba en su estudio, nunca dejaba de trabajar. Yo a veces lo acompañaba, acostándome en el sillón detrás de él o me sentaba a su lado, tal como en los viejos tiempos y creo que sería así mientras él siguiera haciendo música.
Siempre sería fascinante para mi verlo hacer lo que más le gustaba.
Cuando entré a la cocina divisé algo sobre la barra que anteriormente no estaba ahí, por lo que me extrañó. Me acerqué más y me di cuenta que era una cajita de terciopelo púrpura.
Mi corazón comenzó a latir muy fuerte y un calor me recorrió el cuerpo entero.
¿Será...?
La tomé con mis dedos temblorosos y la abrí, dejando expuesto un anillo con un pequeño diamante rosa. Era muy hermoso y delicado.
No pude contener las lágrimas y me giré cuando sentí una presencia detrás de mi. Yoongi estaba con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón de dormir, tan tranquilo.
–Yoongi... ¿qué... –Ni siquiera podía hablar. Los sollozos que salían de mi garganta no me dejaban.
Él se acercó lentamente a mi y sus manos se posaron en mis mejillas, secándome las lágrimas que se deslizaban suavemente por mi rostro. Tenía una pequeña sonrisa en sus labios y no dejaba de mirarme a los ojos.
Sus manos terminaron en mi cintura, mientras yo seguía sosteniendo la cajita.
–Sé que hablamos muchas veces de que el matrimonio no era tan importante porque nos amamos y ningún papel podría establecer cuánto –era mágica la manera en que me miraba– Aunque dijimos que ya teníamos todo lo que queríamos, hay algo que ha estado dando vueltas en mi mente y es que... Quiero llamarte mi esposa y que lo seas de verdad. Kang Tami ¿Quieres casarte conmigo?
Mi primera reacción fue abrazarlo, de inmediato sentí sus dedos peinar mi cabello y pasarlos por entre mis mechones para así hacer que me calmara.
Para muchos éramos esposos y a raíz de eso comenzamos a presentarnos de esa manera ante nuevas personas, ya era como una costumbre. Por eso sus palabras.
Después de unas largos segundos me separé y tomé una respiración profunda, ya que él aguardaba mi respuesta.
–Si... Si quiero casarme contigo, bebé.
Él sonrió más amplio, tomando la cajita de mis manos, sacó el anillo. Yo extendí mi mano izquierda que no dejaba de temblar y deslizó el anillo por mi dedo anular.
–¿Es en este, no?
–Si. –Reí.
Me atrajo hacia él y me besó. Lo abracé por el cuello mientras nuestros labios se movían lentamente en un beso muy dulce.
Nos separamos y miré de nuevo el anillo en mi dedo. Él y yo habíamos hablado algunas veces del matrimonio y para ambos no era algo primordial. Varios de nuestros amigos estaban casados y eso realmente no representaba nigún tipo de presión para ambos porque teníamos todo. Si bien hace muchos años atrás, como algunas adolescentes, yo llegué a soñar con una gran boda de cuento de hadas y un vestido hermoso como el de las películas, a este punto de mi vida ya no tenía la misma relevancia todas esas extravagancias. Me sentía realizada con el simple hecho de tener a mi familia y, aún así, estaba emocionada porque esto sería más como un homenaje a todo lo vivido juntos y a nuestro amor. Además que podíamos llamarnos esposos y serlo oficialmente.
–Quedó perfecto.
–Agarré uno de tus anillos para así dar con la talla correcta. –Ni siquiera había notado que uno de mis anillos faltaba. Lo menos que esperaba era que algo así pasara. –¿Te gusta?
–Más que eso. Me encanta. –Sonreí, no iba a dejar de admirar el pequeño objeto en mi mano ahora en adelante. –¡Siii! ¡Nos vamos a casar! –chillé, dando saltitos en mi lugar. Yoongi soltó una risa y yo me guindé de nuevo a su cuello picoteando sus labios una y otra vez. –Te amo. Te amo. Te amo. Te amo.
–Te amo. Te amo mucho, mucho más mi hermosa.
A veces lo inesperado podía resultar en algo sumamente maravilloso.
•••
Ahora sí. Oficialmente hemos llegado al final de esta historia:')
En un principio no pensaba hacer extras porque mis intenciones con esta historia sólo eran mostrar, además de lo que vivía Tami durante el embarazo, una amistad que nació de una manera no tan convencional, luego esa relación de amigos que se apoyaron mutuamente ya que estaban pasando por situaciones difíciles y que, a raíz de eso, surgió el amor. Peeeero... Sé que se quedarían con las ganas de saber cómo avanzaban ahora como pareja y digamos que las ideas vinieron a mi como un torbellino. Así que dije, ¿por qué no? xd Me encantó escribirlos✨
Quiero mencionar algunas cositas^^ Aquí todxs odiaron a Tae y con mucha razón jeje xd Pero creo que las personas merecen una segunda oportunidad y mucho más si rectifican y demuestran que les importa. Por otro lado, solemos ver la mayoría del tiempo que la madrastra o el padrastro es malo o que ambos padres de un niño después de que se separan se llevan muy mal por diferentes razones. Es algo que pasa realmente, pero no siempre es así; en otros casos ambos padres tratan de llevarse bien por su hijo, hasta llegan al punto que pueden ser una familia especial y convivir sin problemas así como en el caso de Malú... Eso fue lo que quise plasmar aquí. Ella tiene dos mamás y dos papás que la adoran, así como Leila y Jimin y el resto que siempre estuvieron ahí con Tami.
En finnnn, gracias por la paciencia. De nuevo muchas gracias por llegar hasta aquí💕
Les amooo un montón y #Yoonmi también💜
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