Diecisiete.

Me desperté sola en la cama de Yoongi, aún sentía sueño pero también tenía hambre así que no me quedó de otra que levantarme. Fui al baño antes de salir hasta la cocina, creí que Yoongi estaría en la agencia pero estaba hablando por celular sentado en la barra y con una taza de café a un lado.

Modulé un "buenos días" porque era más o menos temprano, él sólo dio un asentimiento de cabeza continuando con su conversación, no parecía estar del mejor humor y obviamente era por lo que había pasado.

Metí unas rodajas de pan a la tostadora, saqué varias frutas para hacer una ensalada, y empecé a cocinar un poco de huevo revuelto y tocino, aunque éste no era para mí. Hace un par de meses que dejé de comer tocino, me daba náuseas.

Escuché que Yoongi terminó su llamada, al parecer era de trabajo no presté mucha atención, ya que pensaba en lo que le iba a decir.

–¿Te sientes bien? –Pregunté al darme la vuelta para verlo.

–Creí que ya no te gustaba el tocino. –Señaló hacia la estufa.

–Es para ti, no has desayunado ¿verdad?

–Lo iba a hacer cuando me llamaron.

–No respondiste la pregunta que te hice. –Me di la vuelta para revolver por última vez en el sartén y apagué la estufa.

–Estoy bien, Tami.

–¿Quieres hablar sobre lo que pasó ayer?

Serví todo en la barra, él saco la jarra de jugo y mi infaltable bote de crema batida, nunca era muy temprano o muy tarde para comerla, luego se sentó frente a mi.

–¿Quién te contó sobre mi relación con Jeongsun? –Así que si se acordaba de lo que hablamos. No respondí, simplemente mordí una de las tostadas –Fue Nam ¿cierto? Nunca puede mantener la boca cerrada. –Bufó.

–Yo le pregunté en vista de que no querías contarme. Me preocupo por ti, Yoongi.

–Tami...

–Se que es difícil para ti, lo entiendo más que nadie. Yo me he desahogado contigo ¿no? –asintió inexpresivo– y me he sentido mejor, Taehyung ya no duele tanto como antes. No quiero obligarte a hablar de ella o de lo que conversaron ayer pero creo que te sentirás mejor si simplemente lo dejas salir. –Me callé dedicándome a comer y él también, la verdad me molestaba un poco que no quisiera confiar en mi.

–Confío en ti –lo miré– sé que justo estabas pensando en eso.

–Aparte de genio de la música, adivino. –Dije, a veces se me pegaba un poco de su sarcasmo. Él simplemente soltó una risa y yo le seguí, haciendo que se aligerara el ambiente.

–Es que... no es muy común que hable de mis sentimientos. –Expresó un tanto incómodo.

–No te voy a juzgar, nunca lo haría. –Aseguré mirándolo a los ojos, para brindarle confianza y que viera que no mentía, él dudó un poco para luego desviar la mirada y soltó una exhalación.

–Después de aclararle ciertas cosas –suponía que se refería a mi– las cosas no terminaron bien ayer, ella de verdad no quería aceptar el hecho de que yo no quisiera intentarlo otra vez –hablaba mirando a su plato– le dije que la quería y que por eso mismo, no era justo seguir insistiendo en algo que no tenía futuro, que lo mejor era estar separados, que ya estaba cansado de los sube y baja en la relación. Ella lloró y de verdad me odié en ese momento porque no era mi intención lastimarla, pero tampoco podía mentirle, Jeongsun nunca va a cambiar su punto de vista y yo tampoco, ella nunca va a aceptar mi trabajo y yo no voy a ceder a ser el futuro esposo perfecto, agregando a otro Arquitecto a la familia porque eso era lo que ella quería de mi. Supongo que ahora me siento como se siente cualquiera al cortar todo tipo de contacto con una persona que llegó a ser muy importante en su vida. –Suspiró pesadamente.

–Como te dije anoche, el dolor pasará y lo superarás. Hiciste bien, porque probablemente si seguían en esa situación hubiesen terminado aún más lastimados que ahora, si ella de verdad te quisiera no trataría de cambiarte o hacer que dejes de hacer lo que te gusta –vi como asentía al escucharme– creo que sólo estaba encaprichada contigo y al final del día no se tiene buen resultado si se quiere forzar las cosas.

–Si... –Hizo una mueca.

–En algún momento llegará alguien que pueda entenderte y aceptarte por completo y que voluntariamente tú quieras, no cambiar, pero quizás ser mejor persona por ella.

–Supongo –se encogió de hombros– por ahora me quiero concentrar sólo en la música como he estado haciendo.

–Y eso está bien –sonreí– ¿Quieres un abrazo?

Él me miró y rodó los ojos. –No.

–Está bien. –Me levanté y rodeé la barra para abrazarlo, él me correspondió, nunca podría negarse a mis abrazos. –Muy rudo y anoche me pediste que durmiera contigo.

–Yo no hice eso.

–Lo hiciste, pero tranquilo no se lo diré a los chicos. –Sentí la vibración de su risa silenciosa y se separó de mi.

–Siento haberte preocupado.

–Ya no importa, pero no vuelvas a hacer algo así. –Lo apunté con el dedo.

–No lo haré –aseguró–, tengo que ir a la empresa pero en la tarde podemos salir ¿te parece? Ya que ayer no lo hicimos.

–Claro.

Yoongi parecía más relajado ahora, no lo superaría de la noche a la mañana, pero ya era un avance el que se desahogara un poco. Estaba segura de que estaría bien después de esto.

Él se fue entre quejas porque tenía algo de resaca, dijo que me avisaría cuando viniera a buscarme. Así que pasé el resto de la mañana y tarde sola, hablé con mis abuelos y Leila, cociné, tomé una siesta y vi una película.

A veces sentía que necesitaba una amiga, es decir, tenía a los chicos pero no era igual, además que la relación con mis padres era casi nula. Cuando renuncié del trabajo, perdí contacto con Lis ella me escribió varias veces pero yo estaba tan agobiada con todo el tema de ser madre que no quise que lo supiera, pero ella si había sido buena amiga conmigo y quería volver a verla. Me tomaría un día para ir a visitarla al trabajo, suponiendo que seguía allí.

A mi celular llegó un mensaje, Yoongi ya estaba abajo esperándome, y yo aún no estaba lista, le dije que me diera algunos minutos. Me apuré en terminar mi maquillaje, sabía que él no era muy paciente y no quería hacerlo esperar tanto. Me vi en el espejo, me había puesto un vestido rosa palo ajustado, así se apreciaba todo el tamaño de mi panza y si, había días en que me sentía como una vaca pero a la vez me gustaba lucir mi embarazo, contrario al principio que lo escondía –así no se notara– temiendo el juicio de las demás personas. Quité la cola en mi cabello dejándolo caer, había notado que mi cabello estaba más brillante y largo, creo que era por el embarazo pero esperaba que se mantuviera así luego de que Malú naciera. Me puse mis zapatos, a medida que mi abdomen iba creciendo se me dificultaba un poco hacer cosas como agacharme para recoger algo o ponerme los zapatos, aunque aún podía hacerlo.

Cuando estuve lista, me tomé una foto posando delante del espejo con la mano bajo mi vientre, no tenía muchas fotos así, hace unos días Jungkook había tomado algunas el otro día cuando estábamos en el parque. Sería bueno tenerlas para recordar esta etapa de mi vida, después se la enviaría a mis abuelos.

Salí del apartamento, saludé a un vecino que justo iba entrado al suyo y me metí al ascensor. Al salir al lobby, divisé a Yoongi en la acera justo al frente de la entrada recostado en su auto, revisando su teléfono. Miré a Matt en su lugar habitual y me acerqué.

–Hola Matt. –Saludé alegre.

–Tami, qué linda te ves. –Soltó aquél cumplido haciendo que me sonrojara un poco. –¿Cómo estás?

–Gracias –hice un leve asentimiento con la cabeza– muy bien ¿y tú?.

–Bien, ¿Malú como se porta?

–Ella es tranquila, en la noche es que suele ser muy inquieta, ya sabes, se mueve mucho y eso –sonreí– pero ahora creo que está tomando una siesta.

–Lo que te viene. –Fingió una expresión muy dramática y yo fingí secarme una lágrima para después reír. –Por cierto, ya me vi todos los capítulos de la primera temporada. ¡Es una locura! –Dijo emocionado.

–¡Lo sé! –Pronuncié de igual manera, me emocionaba cuando recomendaba algo y a la persona le gustaba. –Me pasó igual, los vi todos en un día. ¿Cuando empezarás la segunda temporada?

–Probablemente hoy, en serio me enganché, gracias Tami. –extendió su palma y yo la choqué, miró hacia afuera– Min te está esperando. –Yoongi nos estaba viendo a través del vidrio, pero enseguida regresó su vista a su teléfono.

–Bueno, me tengo que ir, nos vemos mañana. –Me alejé despidiéndome con la mano, sabía que al volver él ya se habría ido. –Cuídate.

–Claro, tú igual. –Imitó mi gesto.

Salí del edificio, acercándome a Yoongi, éste quitó la atención del aparato al verme.

–Disculpa por la tardanza.

–No te preocupes. –Le restó importancia al asunto y  se separó del auto para abrirme la puerta de copiloto, rodeó el auto y se subió. –¿Qué cuenta Matthew?

–Hablamos sobre Game of Thrones.

–Ahm –arrancó el auto– gracias por adelantarte, por cierto. –Sonrió falsamente.

–Te he dado tiempo para que me alcances y no lo has hecho, no es mi culpa. –Cuando comencé a verla, Yoongi decía que no entendía mi emoción por la serie y que estaba sobrevalorada, luego la vio por curiosidad, le gustó y vimos la segunda temporada juntos. Ahora yo iba por la cuarta temporada y él se había quedado en la segunda, he dejado de verla para darle tiempo pero aún así no se ha puesto al día y de verdad me estaba aguantando mucho para no seguir viendo la serie.

–Llego cansando y el sueño me gana, no eres nada comprensiva y muy egoísta.

–No soy egoísta, en tus días libres prefieres dormir todo el día, así que no te quejes.

–Eso no es verdad, tú eres una maniática obsesionada. –Abrí la boca en indignación, aunque si lo era un poquito. Cuando se trataba de alguna serie era así.

–Entonces, como soy una maniática voy a seguir dejándote atrás. –Me encogí de hombros.

–Bien, sigue actuando de esa manera, no me importa. –Negó con la cabeza, como si estuviese decepcionado. Sonreí divertida, nuestras "discusiones" eran muy serias pero por cosas tontas.




















Por mi aspecto era normal que ciertas personas me vieran de más, en Busan lo experimentaba más que aquí en Seúl, aunque cuando Taehyung y yo salíamos siempre nos veían, era incómodo al principio pero logré acostumbrarme. Supongo que a las personas les causaba curiosidad ver a un coreano y a una chica que no lo parecía en lo absoluto, tomados de manos.

Ahora cuando salía con Yoongi o cualquiera de los chicos pasaba lo mismo. Estábamos en una pequeña cafetería porque yo quería comer una tarta de fresa y al momento de entrar todas las personas que estaban ahí nos miraron por un poco más de la cuenta. De hecho una señora nos dijo que nos veíamos lindos juntos y deseó que "nuestro" hijo naciera sano, cosa que no le aclaramos porque ya era algo cansado de hacer, simplemente respondimos con un gracias y una reverencia.

–Cuando estaba en la empresa me llamó mi madre, creo que vendrá en algunos días. –Comentó para después tomar de su malteada.

–¿Le hablaste sobre mi? –Desde que empecé a vivir con él, no creía que alguna vez lo hubiese hecho.

–No, estaba ocupado y la llamada no duró mucho, sólo me dijo que quería ver como estaba, después de tanto tiempo aún cree que no soy capaz de cuidarme por mi mismo.

–Es tu madre, Yoongi, así tengas cuarenta se va a preocupar por ti. –Fue amargo decir aquello, ya que extrañaba a mis padres, siempre pensaba en ellos y en que si alguna vez me perdonarían.

–Lo sé.

–¿Qué crees que pensará de mi? No quiero que malinterprete todo y diga que me estoy aprovechando de ti porque...

–Tami –me interrumpió con una sonrisa burlona plasmada en su rostro– ¿Por qué siempre te adelantas a los hechos?  No te estreses por eso, le explicaré y ya está. Ella verá que eres una buena chica y además es mi casa, no te va a echar o algo así.

La verdad me preocupaba lo que su madre pudiera pensar de mi, obviamente a sus ojos yo sería una completa extraña y temía que no entendiera la situación.

–Bueno... –Hablé insegura, llevándome el último pedazo de tarta a la boca.

–¿Quieres más? –asentí apenada, es que estaba muy buena– Ya vuelvo.

Se levantó de la silla y antes de que se alejara hacia el mostrador llamé su atención: –Pregunta si le pueden colocar crema batida encima.

–Te he dicho que lleves siempre un bote en tu bolso, ya sabes, para éstos casos.

–Idiota. –Rodé los ojos y él soltó una risa antes de darse la vuelta para ir a pedir otro pedazo de tarta.



















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Mi estabilidad emocional se fue a la v*rga con Shadow.
Fin del comunicado.

Espero les haya gustado, gracias por leer💜

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