XXXIV

Hoseok pasó el pulgar por la mejilla desnuda de Jimin, haciendo una mueca ante el moretón. Su omega había estado tan emocionado que se había topado con un árbol y se había dejado inconsciente. El calor se vertió en Hoseok cuando abrazó a Jimin cerca de él, sus cuerpos humanos desnudos se enredaron.

Después de su accidente, Park cambió a humano y Jung lo llevó a la cabaña.

Jimin se movió, su rostro se arrugó y el mayor tapó el cuerpo de su hombre. Habló suavemente, persuadiéndolo para que se despertara. Todo le decía que su omega estaba en un estado de relajación, su cuerpo libre de tensión. Pasando los dedos por los mechones arenosos, Hoseok sonrió, recordando lo que se sentía al mirar a su pareja en forma de lobo.

Él era hermoso. Una maravillosa sensación de orgullo lo envolvió: ¡este era su precioso y perfecto compañero!

—¿Hoseok? —susurró, frunciendo el ceño.

—Estoy aquí. Abre los ojos, amor mío. —Las pestañas de Jimin se abrieron y Hoseok se ahogó en esas deslumbrantes esferas que durante el cambio se hicieron más brillantes.

Sus labios trabajaron por un momento y sus cejas bajaron aún más. Tocó su mejilla e hizo una mueca.

—¿Qué pasó?

—Dime lo que recuerdas —Jimin recorrió con la mirada todo Hoseok.

Finalmente, colocó su mirada en la cara de Hoseok, sus ojos se abrieron en un recuerdo.

—¡Estábamos corriendo! Tú, yo... Recuerdo la nieve debajo de mi...¡Mierda! está borroso, como si mi visión estuviera rodeada de niebla.

—Eso es correcto —dijo Hoseok, radiante —Mientras más cambies, más claro se volverá. Tus dos cuerpos solo necesitan sincronizarse. ¿Recuerdas algo más?

Jimin inclinó la cabeza y miró hacia el techo de la cabaña. Jadeó y miró a Hoseok, su cuerpo se tensó.

—¡Algo me atacó!

—No. Estabas tan feliz que te topaste con un árbol —dijo, tratando de no sonreír. Estaba lleno de tanta alegría que era difícil contenerlo. Jimin parpadeó y luego tocó su mejilla dolorida. El color subió por su cuello.

—Oh —Hoseok se rió y acurrucó a su pareja más cerca, presionando un beso en el hematoma. Jimin apoyó la cabeza en el hombro del alfa y clavó los dedos en su espalda.

Sus hombros se elevaron en una respiración profunda. Hoseok llevó a Jimin a los labios y lo besó profundamente, saboreando cada lánguida barrida de su lengua. Una ráfaga de feromonas golpeó a Hoseok y él gimió.

—Hay algo más de lo que necesito hablarte —dijo Hoseok. Él respiró profundamente para estabilizarse. Se dio cuenta de que estaba nervioso por sacar el tema.

—Te amo —Jimin espetó —Me acabo de dar cuenta de que nunca lo dije, pero sí... te amo.

El corazón de Hoseok se elevó a niveles atmosféricos. Deslizó los dedos por la mejilla contraria, seguro de que el hombre desaparecería como el brillo de un sueño.

—Los cambiaformas muestran su amor por acción, pero es agradable escuchar las palabras. Jimin... quiero preguntarte algo. —Jimin esperó, su atención solo en Hoseok. Después de un momento dejó escapar un suspiro.

—Bien, esto es grande. ¿Debería preocuparme?

—¡No! —Gritó Hoseok, luego se rió entre dientes —Solo estoy un poco nervioso —El hombre se quedó boquiabierto por un momento, luego sonrió.

—¿Me estás pidiendo que me case contigo? —Hoseok se aclaró la garganta.

—Te estoy pidiendo que te unas a mí. En cierto sentido, es matrimonio, pero el vínculo es mucho más profundo. Una vez vinculado, nunca habrá nadie más para ninguno de nosotros. Y estarás protegido para siempre. Lamento que esto suene crudo, pero debido a que un omega unido solo puede reproducirse con su alfa, el Altísimo no tendrá ningún uso para ti —El labio de Jimin se interpuso entre sus dientes y sus ojos se oscurecieron en pensamiento profundo.

El corazón de Hoseok martilleaba contra su caja torácica. Sabía que le estaba pidiendo mucho a su amante. Jimin se inclinó para que estuvieran nivelados, su expresión seria. Una puñalada de dolor que perforó a Hoseok, Park iba a rechazarlo, él lo sabía.

Esperaba que Jimin enumerara todas las razones por las que deberían esperar un poco más.

—Jesús —bromeó —Estas siendo azotado por mi sola mirada.

Hoseok gruñó y volteó a Jimin sobre su espalda. Su instinto rugió ante el desafío. Separó las piernas del menor y lo encerró, recordándole a su hombre que era alfa. Jimin se rió entre dientes.

Poniendo los labios en la oreja del rubio, Hoseok gruñó.

—Necesitas que te domine.

—Quizás sí —susurró Jimin, su mano se posó en el cabello de Hoseok.

Hoseok pasó su nariz por toda la piel de Jimin, inhalando profundamente. Debió haber sabido que estaba tratando de atraerlo. Por otra parte, la idea de que Jimin anhelaba su autoridad encendió su sangre.

—Yo te lo dije. Un omega tiene el poder de poseer el corazón de un alfa.

—Uh huh. Me gusta el sonido de eso —Su otra mano viajó por la espalda de Hoseok y se acomodó en su trasero, instándolo más cerca.

La polla de Jung respondió y presionó su erección en la cadera contraria. El hombre soltó un gruñido parecido al de un lobo y envolvió sus piernas alrededor de las caderas del mayor, éste mordisqueó el cuello de Jimin, le chupó la garganta y luego le besó la barbilla. Cuando reclamó los labios del rubio, tomó el control, Jimin siguiendo su ejemplo hasta que no pudieron respirar.

Buscó entre sus cuerpos y envolvió sus dedos alrededor de la dura polla de Jimin, usando su pulgar para correr círculos alrededor del glande hasta que se retorció debajo de él. No hay nada como un pequeño reembolso, reflexionó.

—¿Cómo funciona? —Graznó Jimin, un escalofrío de incertidumbre lo recorrió. Y así como así, el instinto de Hoseok respondió.

Él quería dominar a Jimin, pero su hombre necesitaba guía y consuelo en este momento. Presionó un suave beso en la mejilla.

—Nos hacemos compañeros. Entonces te marco, un mordisco —Jimin volvió a hacer ese reflejo, frunciendo el ceño. Después de un momento, él preguntó

—Entonces me muerdes ¿Tu hermano trató de vincularse conmigo cuando me mordió? —La mención de Jongin envió una vibración furiosa por su espina dorsal, pero la apartó.

—No lo sé. Improbable. El vínculo no puede ser forzado. Creo que solo intentaba lastimarte.

Jimin asintió lentamente.

—Está bien, tú... me muerdes ¿Y eso es todo?

Queda un capítulo):

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