XIII

—Quédate aquí. No te muevas –ordenó Hoseok, su voz retumbaba.

Jimin sintió la necesidad de obedecer.

—¿A dónde vas? —Preguntó, guardándose para sí mismo que no quería estar solo.

—A conseguir un auto. No tardaré mucho.

Cuando Jimin estuvo solo, parpadeó ante todos los objetos desconocidos y sin vida, su bolsa llena de ropa, toallas y las provisiones gratuitas que ofrecía el motel.

¿Cómo había llegado hasta ahí?

Su mano se posó en su estómago.

No era posible. No podía estar embarazado; era un hombre para la sociedad, los hombres no pueden embarazarse.

Pero Hoseok era real, según los ojos de Jimin se había convertido en un lobo.

Bienvenido al planeta What the Fuck.

Golpe. Golpe. Golpe.

Los minutos pasaron, Jimin sintonizó cada pequeño sonido y se dió cuenta de que echaba de menos a Hoseok.

El hombre ofreció protección y era claramente capaz de defenderlo. Jimin nunca antes se había sentido tan vulnerable y realmente apestaba. No sabía nada sobre el mundo en el que había sido arrojado, pero al menos Hoseok parecía decidido a guiarlo. Aunque era también su culpa el porque estaba en ese lío.

El hombre regresó rápidamente, sorprendiendo a Jimin cuando irrumpió por la puerta. Él recogió la bolsa de lona y luego tendió su mano. El rubio bajó los ojos a la gran palma de Hoseok, recordando la forma en que sus dedos se curvaron en afiladas garras. Debería estar horrorizado, temeroso, pero un sentido de aprobación fuera de lugar lo llenaba. Tentativamente, se acercó y conectó las manos.

Se puso de pie sin esfuerzo, los dedos de Hoseok se entrelazaron con los suyos.

—Te tengo —murmuró Hoseok. Jimin buscó sus hermosos ojos y se dio cuenta de lo parecidos que eran a los de los animales.

Cuando se conocieron en el club, Jimin asumió que eran pupilentes. Pero había algo más detrás de ellos; salvajismo, autoridad, sensibilidad, esperanza.

Jimin asintió con la cabeza y Hoseok lo condujo afuera, hacia donde estaba una vieja camioneta Ford.

El hombre tiró la bolsa de lona en la parte posterior y luego mantuvo abierta la puerta del lado del pasajero para Jimin, una ráfaga de viento sopló y éste se estremeció. Aceptó la oferta del hombre y saltó, contento de haberse adentrado del auto casi por si solo.

Hoseok estaba junto a él en un instante, sus ojos brillaban bajo la luz tenue.

—Relájate, duérmete. Nuestro destino está a unas horas de distancia. Estás a salvo, lo prometo.

Jimin no pudo evitar la pequeña sonrisa que se retorcía en la comisura de sus labios.

—Creo que cualquiera se sentiría seguro con un lobo feroz cuidándolo. ¿A dónde vamos?

Los ojos de Hoseok se volvieron hacia él, algo oscuro y juguetón apareciendo.

—A mi hogar.

~~~~~

Golpe. Golpe. Golpe.

El palpitar lo había acompañado en su semi siesta, junto con el movimiento oscilante del automóvil y la respiración de Hoseok. Pero ahora que el auto se había detenido, Jimin se obligó a abrir los ojos.

Entornó los ojos al cielo una lavanda lechosa sobre una fina niebla. A través de la rendija de su ventana podía oler el rocío en el aire junto con las flores silvestres y el pino afilado.

El canto de los pájaros llegó a sus oídos y las copas de los árboles se doblaron suavemente con la brisa.

Los pinos se amontonaban en un pequeño camino de tierra que desaparecía en el espeso bosque. Echó un vistazo por el parabrisas.

—Casi estámos allí. Mi casa está protegida por un hechizo de barrera. No entrará nada que yo no permita —Jimin lo miró con escepticismo.

—¿Quieres decir como brujería?

—Algo así. La barrera fue levantada por un viejo amigo mío. Es poderoso.

—¿Vives aquí? ¿En medio de la nada? —A juzgar por la variedad de especies de hojas, ya no estaban cerca de la costa.

Miró a su alrededor en busca de las cimas nevadas de las montañas, pero los árboles eran altos y la niebla espesa.

—Sí —Rodó hasta detenerse y puso el Ford en la tierra.

—Supongo que no debería sorprenderme —murmuró para sí mismo.

Después de todo, pensó que el tipo necesitaba mucha privacidad si se convertía en un lobo gigante. Jimin tocó la manija de la puerta y tiró.

Cuando salió y su peso se estabilizó sobre sus pies, cerró los ojos e inhaló hasta que le dolieron los pulmones. Aire fresco y limpio, había tantos olores en la brisa. Algo en particular llamó su atención. Era agudo.

Sintió que Hoseok se acercaba a él, la presencia del hombre era descomunal. Quería apoyarse en él; necesitaba los brazos fuertes a su alrededor, pero no podía. Él no se permitió a sí mismo.

—¿Por qué puedo oler tanto? —Preguntó —¿Y qué es eso?

—Creo que lo que estás oliendo es Yeontan. Mira hacia abajo.

Jimin obedeció reflexivamente y chilló en estado de shock cuando un gran mapache se sentó en cuclillas, mirándolo como si tuviera un regalo que estaba escondiendo en su bolsillo.

—¿Ese es Yeontan? ¿Él es...?

—No. El es un animal —dijo Hoseok y chasqueó los dedos. El mapache emitió un sonido de ronroneo y trepó por la pierna del hombre, se posó en los brazos del mayor —Su madre y sus hermanos fueron víctimas de un auto y él era demasiado joven para sobrevivir por sí mismo, así que lo traje a vivir conmigo. Puedes tocarlo. Él no te lastimará. Los animales nos responden bien.

Jimin no pudo entender su idea. Pero no parecía tan fuera de lugar, realmente quería pasar sus dedos por el suave pelaje del mapache, pero se contuvo.

Hoseok le ofreció una sonrisa tentativa y soltó al pequeño. El bribón corrió hacia los árboles.

—Para responder a tu pregunta, tus sentidos se intensifican. Pero siempre han estado allí. Ven. Vamos a entrar y hablaremos.

Jimin lo siguió, viendo como la espalda desnuda del hombre cambiaba maravillosamente, cada músculo trabajando el uno con el otro. La idea de que esta bestia sexy no estaba loca puso a Jimin a gusto, aún sintiéndose atraído por él, se estrelló contra algo invisible y se quedó sin aliento. Se sentía como caminar a través de una pared de agua, su respiración fue robada, pero rápidamente volvió.

—¿Es la protección que mencionaste?

—Si, solo permite la entrada a Yeontan, otros animales y a mi —Jimin entrecerró los ojos.

—¿Entonces como entré?

—Tú estás marcado. Tienes una parte de mi en tu... interior.

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Wattpad empezó de raro otra vez, publique los tres capítulos hace como dos horas pero luego apareció que no los había publicado, gracias a que algunas me mandaron mensaje me di cuenta:D

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