La Búsqueda
Sintió como su mundo era invadido nuevamente y sonrió plácidamente, pues sabía que él vendría por ella. Dawn era sumamente predecible, ayudaría al molesto erizo azul a traer el alma de su amada, sin embargo esta vez había algo diferente, Midnight no sentía la misma energía nauseabunda del corazón puro de Sonic, ahora su corazón había cambiado. Flotó por su castillo hasta llegar a una habitación pequeña en donde se podía ver un gigantesco espejo circular con bordes dorado. Midnight se detuvo enfrente de éste y lo vio con detenimiento
–Enséñame a los mortales– comandó.
Esa era su herramienta para poder observar el mundo mortal y por el cual había podido espiar perfectamente a Sonic y Eggman cada cuanto lo necesitaba. La superficie antes firme pareció volverse más líquida y pequeñas ondas se crearon en éste para así su reflejo desaparecer y ver como empezaba a dar a relucir la imagen del erizo azul quien acompañaba a Shadow por el área del cementerio. La firmeza del espejo regresó y se acercó a éste para ver con detenimiento al erizo negro; por su mirada pudo saber que la esperaba. Con la yema de los dedos tocó el cristal delicadamente para posicionar su mano sobre el rostro de él y verlo con detenimiento para sonreírle con nostalgia.
–Volviste a mí– susurró para sí. –Es hora de ir a visitar una tumba– dijo con una sonrisa retorcida.
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Escucharon un suave y triste vals tocarse en aquel cementerio poniéndolos a ambos en alerta mientras la música recorría cada centímetro cuadrado de tierra. Ambos se pusieron espalda con espalda en la espera de ella sintiendo como la ansiedad subía a cada momento. –Regresaron...– escucharon hablar. Una sombra a la distancia un poco borrosa pudo distinguirse bajo el cielo rojizo captando la atención de ambos erizos. Poco a poco ésta empezó por tomar forma y los rasgos del espíritu de la oscuridad empezaron a hacer lentamente visibles.
–Bienvenidos a la necrópolis del inframundo– dijo Midnight con una pequeña reverencia –¿No es algo hermoso?– preguntó para admirar su cementerio con la vista
Ambos erizos se vieron de reojo sin saber exactamente qué hacer. Ella no parecía tener intenciones de atacarlos, al menos no por el momento; parecía, tal cual Shadow la recordaba, una simple anfitriona de su casa del horror.
–La pregunta es– habló Midnight de nuevo –¿Qué hacen aquí?– cuestionó viéndolos de reojo con una expresión seria.
–Hmph, ¡Vengo por el alma de Amy!– dijo molesto el erizo azul.
–Bueno– dijo para flotar en el aire y con una espesa niebla crear lo que parecía un asiento sentándose sobre éste viéndolo con prepotencia –Eso yo ya lo sé, pero no entiendo ¿qué haces aquí?– preguntó de nuevo con una sonrisa. De nuevo ambos erizos se vieron de reojo confundidos por la pregunta –Es sólo que, no entiendo quién sería tan estúpido como para venir a mis dominios y creer que sobrevivirá como para salir de aquí... más aún después de lo que hicieron– habló con una voz macabra.
–No pienso irme sin ella– respondió desafiante el erizo azul.
–No te preocupes, no te iras en lo absoluto– señaló Midnight divertida.
–¿Por qué?– se involucró Shadow en la conversación.
–¿Eh?– exclamó Midnight ante su pregunta.
–¿Por qué seguimos con vida?
–Oh, claro ¿te preguntas por qué aún no los he matado?, ¿verdad?– preguntó con una dulce sonrisa. Shadow asintió con la cabeza. –Por él– respondió señalando a Sonic.
–¿Ah?– exclamó Sonic confundido.
–Verás, todo lo que he querido desde el mismo momento que empezaste a respirar fue eliminarte, pero, pasó algo...
–¿Algo?– cuestionó el erizo azul.
–Nunca pensé que tu corazón cambiaría.
–¿Cambiar?
–Sí– asintió Midnight levantándose de su lugar, haciendo que aquel asiento nubloso desapareciera. Flotó suavemente hacia él haciéndolo retroceder para acorralarlo contra de uno de los enormes mausoleos de piedra del lugar –Tu corazón se ha oscurecido tanto que se podría decir que eres casi miembro del inframundo, felicidades.
–¡Eso no es cierto!– debatió Sonic molesto su argumento
–Claro que sí, pues verás, yo ya logro sentirte– le sonrió con dulzura. Midnight puso un dedo sobre su pecho para dibujar una cruz sobre éste que se iluminó de un rojo incandescente –Tú, mi querido héroe, eres ahora de una naturaleza oscura...
Sonic sintió un repentino dolor punzante en su pecho haciéndolo caer con una rodilla al suelo. Sonic puso ambas manos sobre su corazón mientras sentía como el dolor incrementaba a cada segundo, era como si de repente sintiera un paro cardiaco, pues el dolor era casi insoportable. Sonic la vio alejarse de él con una sonrisa retorcida disfrutando de su agonía, mientras el dolor parecía no querer dejarlo ir.
–¡¿Qué le has hecho?!– preguntó Shadow para acercarse a el erizo azul quien tenía una expresión inconfundible de dolor en su rostro.
–Eso es sólo una pequeña fracción de lo que puedo hacer si toco a un patético mortal como lo es tu amigo– respondió indiferente.
–Yo no...– habló Sonic aún adolorido para ponerse lentamente en pie –Yo no soy... de corazón oscuro– retó mientras recuperaba la compostura lentamente pues el dolor empezaba a disminuir según como se apagaba aquel brillo que ella había dibujado sobre él.
–¿A no?– inquirió Midnight arqueando una ceja –En el momento en que estuve vulnerable en la tierra y mi hermana decidió ir tras de mí para matarme, dime algo, ¿pensaste en detenerla para salvar el equilibrio de tú mundo?
–Bueno... yo...
–O dime si no deseabas con cada fibra de tu ser que me eliminara para hacerme pagar el hecho de arrebatarle la vida a esa patética eriza.
–Bueno, yo...– musitó Sonic desviando la mirada culpable.
–¡Incluso ahora!– interrumpió Midnight provocando que la mirara –Vienes aquí con la intención de poder eliminarme si yo así te diera la oportunidad ¡¿No es cierto?!– acusó. El erizo azul desvió de nuevo la mirada ante sus acusación, dejando que el silencio respondiera por él –Tú sed de venganza y rencor hacia mí es la razón por la cual tu corazón ya no es puro– finalizó por último.
–¿Y qué si fuese así?– cuestionó el erizo negro –¿No es algo de tu alegría?
–Tsk– sonrió con maldad –Claro que lo es, lo que significa que su patética alma irá a dar al purgatorio, pues ya no es de allá, pero tampoco de aquí. El héroe del espíritu del sol vagando en las arenas del desierto de las almas sin descanso por toda la eternidad. ¿No te parece divertido?
–Tienes una extraña forma de divertirte.
–La compartirás muy pronto– dijo con una sonrisa. –Pues tú alma a diferencia de la de él viene a dar directo a mis dominios; y es hora de darles las verdadera bienvenida– Midnight elevó su mano para que de ésta se formara una esfera oscura con pequeños rayos dentro de la misma, los cuales se escuchaban resonar la electricidad contenida dentro de la misma. –Hasta aquí llego su camino...
–¿Tan rápido?– cortó el erizo azul quien parecía haberse recuperado por completo del toque del espíritu de la luna. Sonic aún tenía una mano sobre su pecho y una ligera expresión de dolor se asomaba en su mirada, pero su sonrisa confiada parecía opacar todo rastro de agonía. –¿No es un tanto aburrido matarnos y ya?– cuestionó burlón.
–¿Eh?– exclamó confundida por sus palabras desvaneciendo su ataque y verlo con intriga.
–...Faker– susurró Shadow por lo bajo –¿Qué demonios crees que haces?
–...Darnos tiempo– le respondió de regreso de la misma manera.
–¿Prefieres una muerte lenta?– preguntó Midnight con luz en su mirada y emoción en su voz. –Eso se puede arreglar...
–Bueno, más bien... Yo pensaba en algo diferente– respondió Sonic con una expresión pensativa.
–¿Diferente?
–Sí, ¿Qué tal un juego?
–¿Un juego?– repitió Midnight curiosa.
–Claro. Tú hablas de que mi alma vagará eternamente en el purgatorio y todo eso, pero, ¿no sería más divertido si estuviera aquí, contigo?
–¿Qué?– exclamó el erizo negro sorprendido por la sugerencia de Sonic. –¿Acaso estás loco?
–Tsk– sonrió Midnight ante su propuesta –Continúa...
–Te propongo esto– habló Sonic confiado para caminar hacia el espíritu que yacía en el cielo –Dame tiempo para poder encontrar a Amy, si yo la encuentro antes de 24 horas nos dejarás ir sin problemas.
–¿Y si no?
–Mi alma se quedará aquí contigo– respondió viendo de reojo por un breve momento al erizo negro –Junto con la de Shadow– completó con una sonrisa –¿Qué dices?
–¡¿Qué?!– gritó molesto el erizo negro al escuchar su nombre.
–Acepto-–sonrió complacida –Tienes una hora.
–¡¿Qué?!– exclamaron al unísono ambos erizos.
–No será divertido si te doy tanto tiempo– explicó divertida –Tienes una hora para lograr encontrar la tumba de la eriza rosa y sobrevivir en el intento; yo no me interpondré en tu búsqueda... directamente– completó maliciosa –¿Es un trato?
–¡No lo hagas!– gritó Shadow para acercarse a él y sujetarlo de los hombros fuertemente obligándolo a verlo –¡Ella jamás te permitirá acercarte a Amy!– advirtió. Sonic le sonrió confiado y se soltó de su agarre con un suave movimiento para acercarse de nuevo al espíritu de la luna quien lo miraba con una amena sonrisa.
–Que sean dos horas y es un trato– respondió para ignorar la advertencia del erizo negro.
–Hecho– dijo Midnight elevándose más alto en el cielo y su silueta negra resaltar frente a la luna blanca –Cuando la luna sea eclipsada por completo, tu tiempo habrá terminado, y tanto tu alma como la de Shadow deambularan por el inframundo para toda la eternidad– dijo para reír siniestramente y desvanecerse como arena en el viento.
El eco del pacto ser mencionado por ella invadió cada esquina del inframundo, haciendo correr el reloj. Sonic mantuvo su vista en el cielo mientras la miraba desvanecerse en las alturas; tenía menos de dos horas para poder encontrar a Amy, convencerla que todo había sido un malentendido y salir del inframundo.
–Bien– dijo con un leve suspiro para retomar energía –Tenemos dos horas.
–¡¿Qué demonios sucede contigo?!– gritó el erizo negro abalánzandose sobre él haciéndolo caer al suelo –¡Si quieres apostar, apuesta tu vida!
–¡¿Qué crees que iba a pasar?!– gritó Sonic molesto forcejeando con él –¡¿Qué nos dejaría caminar por aquí después de su aparición?!– cuestionó empujándolo a un lado y levantarse de la tierra. –Sabes que ella nos hubiera aniquilado a los dos, con esto al menos tenemos dos horas para intentar salir con vida– puntualizó provocando que Shadow cesara su intento de luchar contra él –En vez de pelear contra mí ayúdame a encontrar a Amy para irnos de aquí– ordenó para de nuevo ver el cementerio.
–Bien...– suspiró resignado –Escucha algo Faker, si llegó a morir aquí por tu imprudencia, prometo que este infierno no será nada comparado con lo que te haré sufrir ¡¿Entendiste?!
–Sí, sí, sí. Andando– respondió con indiferencia para empezar a caminar.
Sonic y Shadow empezaron a caminar a paso apresurado en busca de la tumba de ella. Ahora sin los espíritus deambulando por el cementerio se les hacía un poco más difícil la búsqueda, ya que no podrían verla, pues todos se habían escondido al sentir la presencia de Midnight. Sonic vio al cielo, y notó como la luna ya empezaba a cubrirse de negro a sus orillas por el inicio del eclipse. Necesitaba encontrarla antes de que se eclipsara por completo; pero una sacudida los hizo detener su búsqueda.
–¿Qué fue eso?– preguntó Shadow viendo a los lados, mientras las sacudidas se incrementaban a cada instante. Se escuchó una risilla invadir el cementerio alarmándolo, pues sabía que Midnight no jugaría limpio.
–Sólo haré el juego más interesante...– escucharon una voz en el viento.
Shadow fijó su vista al frente para ver algo correr a gran velocidad y de gran tamaño hacia ellos. Agudizó su vista y vio lo que parecía un gigantesco perro de tres cabezas de pelaje oscuro con una cola muy parecida a una serpiente y grandes colmillos en cada uno de sus hocicos; criatura que se dirigía hacia ellos a toda velocidad.
–¿Pero qué demonios es eso?– preguntó el erizo azul asombrado por la criatura mitológica.
–Les presento a Cerbero– escucharon hablar a sus espaldas. Ambos voltearon a ver y vieron a Midnight sentada sobre uno de los mausoleos con una expresión divertida – Él es... mi pequeño consentido– aclaró con una tierna sonrisa. –Yo que ustedes me movía de lugar antes de que los alcance– dijo por último antes de desvanecerse.
Escucharon el ladrido del guardián del inframundo mientras sus tres cabezas enseñaban con furia sus prominentes colmillos para saltar hacia donde ellas estaban. –¡Cuidado!– gritó el erizo negro para ambos hacerse a un lado y caer con pesadez al suelo por el estrepitoso temblor ocasionado por el gigantesco animal.
–¡Busca a Amy!– gritó Shadow al erizo azul que al igual que él yacía inmóvil del otro lado.
–¿Pero tú qué harás?
–Lo alejaré de aquí lo suficiente como para darte un respiro.
–Pero...
–¡Tenemos menos de dos horas!– interrumpió para así lanzarle un Chaos Spear al gigantesco animal quien gruñó molesto ante el ataque del erizo negro –¡Búscala y sácanos de aquí!– dijo por último corriendo necrópolis arriba.
Sonic vio al erizo negro deslizarse por la tierra húmeda y árida del lugar seguido del inmenso animal quien hacía que el lugar se sacudiera por su pesada marcha. De nuevo vio hacia el frente y empezó a recorrer el lugar tumba por tumba tan rápido como le era posible, pues no sabía cuando más tardaría Midnight en aparecer con algo más.
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Rouge yacía a la par de aquel frío cuerpo sin vida haciendo que un escalofrío recorría su espalda; todo eso era demasiado tétrico para ella. Amy yacía sobre el césped y aquel pelaje antes de un rosa vivo ahora era tan pálido que fácilmente se confundiría con papel; vio en sus ojos sin luz la expresa tristeza de lo último que pudo haber visto y sobre su pecho una cortada vertical de la cual la sangre había bañado los verdes pastos con su color carmín y su traje rojo vivo ahora era opacado por el líquido que se había secado sobre éste.
–La has encontrado– escuchó decir a Dawn, quien caminaba con galanura hacia ella.
–Sí, como lo pediste– asintió cortante. La simple escena le daba escalofríos y no entendía por qué había tenido que ser ella quien fuera en busca del cadáver de la eriza rosa.
–Bien hecho– felicitó sin más viendo el cuerpo de la eriza que yacía recostado sutilmente debajo de uno de los grandes sauces de la montaña.
–Bien y... ¿Qué harás ahora?– cuestionó Rouge con intriga.
–Sanaré su cuerpo tal como se lo prometí a Sonic que haría, y luego mi iré.
–Eso suena bien– respondió indiferente. Rouge fijo su vista por el camino que el espíritu del sol había llegado y notó que no estaba Knuckles ni nadie más con ella, haciéndola estremecer. Sabía que no era la murciélago favorita de ella, y ya no confiaba en ella ni Midnight, no después de lo que había pasado – Y dime... ¿Dónde están los demás?– cuestionó desconfiada.
–Tails fue al campamento que hicieron el día anterior para poder vigilar a Sonic y a Shadow en el inframundo y el guardián Knuckles ha ido al Torii que le he indicado a esperarlos– explicó.
–¿Shadow acompañó a Sonic?– preguntó Rouge con asombro –¿Por qué él haría algo como eso?
–Él decidió ayudarlo en su misión– respondió fijando su vista en el lugar del siniestro –Deberás de preguntarle cuando vuelva... o cuando te reúnas con él en el otro lado– dijo Dawn como una broma para la murciélago, quien no pareció divertirse con la misma.
Sin decir nada más sobre el tema, Dawn se puso en cuclillas a la par de la eriza sin vida y le sonrío al cuerpo frío con ternura y gentileza. El espíritu del sol pasó su mano encima del pecho de ella lentamente con un brillo como el de una pequeña estrella, haciendo que la herida ocasionada por la guadaña de su hermana se cerrara y así curar su cuerpo lastimado. Una vez lista la sanación, con su otra mano tocó levemente el rostro de Amy para cerrar sus ojos y borrar aquella mirada vacía y sin luz. Amy parecía estar durmiendo en un profundo sueño. Sonrió complacida con su trabajo, hasta que algo llamó su atención.
–Se ve mejor– habló Rouge al no ver la desagradable escena de antes –Aunque deberá de mandar esa ropa a la lavandería– bromeó al respecto.
–Silver se acerca– anunció Dawn con una sonrisa manteniendo su vista en el cielo.
–¿Eh?– exclamó para ver hacia los lados –¿Dónde?
–Por ahí– dijo para señalar hacia el Este.
–¿Cómo sabes?– preguntó para agudizar su vista y ver hacia el lugar indicado.
–Lo siento acercarse.
Rouge se mantuvo con su mirada fija, hasta que en la distancia lo vio volar hacia ellas, asombrándola un poco por la capacidad de sentir al erizo plateado. Silver también pareció distinguirlas a ambas pues voló con determinación a su dirección.
Silver descendió lentamente para notar el cuerpo de Amy rodeado de sangre seca al acto; todo lo demás pareció desaparecer, pues su mirada se quedó fija en el cadáver de su amiga. Al tocar tierra no pudo evitar quedarse inmóvil al ver la escena y recordar las palabras de Blaze –"¡Ella la mató!"– sintió por un momento que sus piernas flaquearon y necesitó apoyarse sutilmente de uno de los árboles del lugar para no caer. Esa era la Amy con la que él y Blaze habían compartido tantas aventuras, la Amy que le había confesado sus sentimientos hacia él y que él había rechazado, la Amy a la cual nunca pudo disculparse por el sufrimiento que él sabía que había causado.
–Silver...– escuchó su nombre ser pronunciado. Desvió su mirada del cadáver para ver al espíritu del sol, al cual no le había prestado atención al ver el cuerpo de su amiga yacer en la tierra.
–...Debes de ayudarla– suplicó el erizo plateado. No le importaba realmente qué había pasado en la batalla entre Midnight y ella, o si bien gracias a ella, él casi había perecido por proteger a Shadow; quería ver a Amy sonreír de nuevo. –Por favor... debes de hacer algo– rogó con desespere.
–Lo olvidaba, tú no estuviste en todo ese ajetreo de los espíritus y eso– habló Rouge para hacerse notar –En resumen, Dawn no puede revivir a Amy porque Midnight la mató y su alma vaga en el inframundo– empezó –Pero Sonic y Shadow han ido al inframundo para poder buscarla y traerla de regreso y así mismo poderla revivir.
–¿Qué?– exclamó confundido.
–Silver– llamó Dawn con una voz serena para acercarse a él –Debido a que mi hermana mató a Amy, su alma es enviada al inframundo, por lo mismo yo no puedo revivirla– explicó –Pero Sonic decidió arriesgarse a traerla de regreso y así hacer que viva nuevamente. En este momento, él está en busca del alma de Amy, y si sobrevive la traerá antes de mañana.
–Déjame ir con él.
–Ya es bastante malo que hayan dos erizos arriesgando su vida allá, no necesitan a un tercero– negó la espíritu del sol.
–¡Pero...
–Eres más útil aquí– interrumpió –Además, no puedo estar abriendo portales y cerrándolos a conveniencia, pues he de recordarte que los mortales accedan a nuestros planos está prohibido.
–¡Pero dejaste ir a Sonic!
–Es vida por vida.
–¿De qué hablas?
–Sonic le salvó la vida a Dawn en la batalla– explicó Rouge –De no ser por él, Midnight reinaría nuestro mundo ahora.
–Entonces, la razón por la que dejaste ir a Sonic al inframundo fue...
–Una deuda– completó –De lo contrario no lo hubiera hecho– aclaró Dawn –La vida de ustedes, como sabrás, no tiene un valor relevante en el mundo espiritual, o para nosotras. Sus almas son lo que valen. Sin embargo, Sonic insistió en esto, como lo haces tú, así que decidí ayudarlo.
–¿Y por qué fue Shadow?
–Hmph, él dijo que quería ir– habló Dawn disconforme –No me es de mi interés ese erizo, y si llega a morir a manos de mi hermana no me puede importar menos, a diferencia de ti.
–¿Yo?
–No pienso darle a Midnight ni un alma más– puntualizó –Sonic fue por elección y deuda, tú no tienes nada de eso para darte acceso. Lo siento Silver, no espero que comprendas, pero así son las reglas.
–Bien... si no puedo ir, debe de haber algo que pueda hacer para ayudar desde aquí.
–Cuida el cuerpo de Amy– comandó –Llévala de regreso al campamento y mantenla en un lugar fresco. Evita el proceso de descomposición tanto como sea posible, pues si empieza a acelerarse por el calor y Sonic triunfa en su ida al inframundo, jamás podrá unir su alma con su cuerpo y todo habrá sido una gran perdida de tiempo.
–Bien, de acuerdo– asintió resignado. –Pero me debes de acompañar de regreso– ordenó.
–¿Eh?– exclamó confundida.
–Nos debes a todos una disculpa– habló Silver imponente. –...A todos– completó –Y si bien Sonic y Shadow no están, creo que deberías de regresar conmigo para poder disculparte con los demás.
–Hmph– exclamó molesta ante su petición –Yo no les debo na...
–¡Claro que sí!– interrumpió molesto –¡Nosotros confiamos en ti y tú nos apuñalaste por la espalda!
–Como les explique antes, no fue nada personal.
–Fue personal para mí– dijo dolido.
–Lamento si lo sientes de esa manera, pero...
–Siempre me dijeron que el espíritu del sol o del cielo era el espíritu más noble y puro que pudiera haber– interrumpió Silver de nuevo –Siempre pensé que sería mi más grande honor conocer a la madre de la justicia y de la honradez– dijo con un suspiro de tristeza –Pero no eres mejor que Midnight– reclamó molesto para caminar hacia la eriza rosa y tomarla en brazos –Tienes los mismos egoístas propósitos, y para empeorarlo todo, usas a los que confiamos en ti a tu conveniencia sin siquiera una disculpa por todo el daño que en su ridícula guerra han causado– recalcó con seriedad –Del espíritu del inframundo uno lo sabe, sabe que no se puede confiar, que lo más seguro es que te traicionara... pero de ti– habló para verla de reojo –Nunca me lo espere.
Silver se elevó por los cielos con el cuerpo de la eriza y así tomar rumbo al campamento sin decir más, sin esperar más. Dawn lo vio alejarse por los cielos y una sensación mortal vino a ella, algo que no pensó que un ser espiritual como ella podría sentir. Culpa.
–Debes de admitir– habló de nuevo Rouge –Que es realmente bueno para los sermones ¿no lo crees?– cuestionó con una sonrisa divertida, y al igual que Silver, alzar vuelo y seguirlo.
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Todo pareció acallar una vez que Cerbero se alejó junto con Shadow. Ni los fantasmas tétricos que habían salido al ellos llegar aparecían ahora, todos parecían tenerle un miedo mortal a Midnight. No sabía cómo encontraría a Amy, y no estaba seguro siquiera por donde empezar a buscar. A donde miraba, sólo había tumbas y naturaleza muerta por doquier. Buscar de una en una, era muy difícil, pues Shade tampoco había ayudado demasiado con su falta de explicación. Sonic suspiró frustrado ante sus pensamientos negativos, hasta que algo llamó su atención a la distancia, distrayéndolo brevemente. Un mausoleo a la distancia tenía una figura familiar tallada en roca. Caminó con sigilo entre las tumbas cercanas, y según como se acercaba cada vez distinguía mejor la figura. Paró horrorizado a unos pocos metros y vio parcialmente la imagen de la tumba... Era él.
Se vio a sí mismo tallado en piedra y por un momento el pensamiento que había muerto cruzó su mente. Tal vez Dawn los había matado ya y ellos no estaban enterados, o tal vez él jamás había sobrevivido al ataque de Midnight y siempre había sido un fantasma. Sonic sacudió su cabeza a los lados para quitar esas ideas de su mente y aspiró profundo. Se armó de valor para seguir caminando, pues si algo de lo que pensaba era cierto, la tumba le diría cómo había muerto. Según como caminaba la imagen parecía empeorar, era él, pero él tenía una guadaña en sus manos, confundiéndolo un poco hasta que logró ver la tumba por completo haciéndolo parar nuevamente con una expresión de horror en su mirada. No era su tumba, era la de Amy, y la detallada descripción de cómo había muerto; bajo las manos de él. Sonic se acercó lentamente, mientras con su mirada admiraba la tétrica imagen hasta que vio a alguien sentada enfrente de mausoleo, observándolo como él.
–Amy...
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