Desde hace mucho tiempo, en la tierra reinan dos razas....Humanos y monstruos... Por años las dos razas han coexistido en armonia...Pero...un dia...
El reino humano traicionó a su propia reina, ella luchó, pero murió. Desde ese dia las hechizeras fueron desterradas del reino u obligadas a no usar su magia... y la tregua entre ambas razas se rompió. Muchos años después, comienza su historia
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Era una hermosa mañana, las aves revoloteaban, los capullos se abrían, una brisa suave chocaba lentamente en las ventanas del dormitorio real, donde aún dormía plácidamente el príncipe de los humanos... Roy Luphar, ese era el nombre del futuro monarca del reino humano...y como a todos los príncipes y miembros de la realeza, era ya hora de que su ama viniese a despertarle....
Y como todos los días el suave toque de la ama del muchacho fue suficiente para que este abriese sus ojos y se estirara en su cama, ya que como siempre, no se permitía el depender de otros y por ende no necesitaba que aquella mujer entrase a su habitación para malcriarle vistiéndolo o bañándolo, el era independiente, no necesitaba de esos cuidados desde que tenía 4 años...desde que su madre habia muerto...
No necesitab ayuda en nada, a diferencia de otros miembros de la realeza como su hermana pequeña llamada Reyna, que pese a ser sólo un año menor que él, aún le eran necesarios aquellos servicios, incluso más ya que por ser chica debía hacer cosas que el no podía, como cepillarse el cabello y usar lindos moños y largos vestidos...
-Su alteza, el rey desea verle en la sala del trono...- la voz de su ama del otro lado de la gran puerta le sacó por completo de sus pensamientos y le hizo reaccionar y comenzar a levantarse para dirigirse al vestidor de su habitación, no sin antes responderle con voz firme a la ama
-Entendido, digale a su majestad que ahí estaré en unos minutos- luego de escuchar la respuesta de "Como ordene" por parte de la mujer y sentir sus pisadas alejándose del lugar soltó un gran suspiro relajado y se dispuso a cambiar sus ropas por el traje real de príncipe, que consistía en una camisa blanca y sobre esta una especie de saco de color rojo con las típicas hombreras de color dorado y unos pantalones carmelitas con unas botas altas y ajustadas de color negro, tan brillantes,  que parecian nuevas, aunque lo cierto era que tenian varios años, y estaban así de resplandecientes por estar acabadas de lustrar
Cuando ya estaba presentable y listo para ir ante su rey, o más bien padre, se dispuso a salir de su habitación y dirigirse directamente a la sala del trono donde el monarca reclamaba su presencia...
Una vez ahi, se presentó como normalmente lo hacia inclinándose frente al mencionado
-Me mandó llamar, honorable padre- un tono de respeto se hizo presente en los labios del chico, pese a estar vinculados sanguineamente, el rey no era una de esas personas...amigables, no desde la muerte de su querida Reia...

El rey era un hombre alto pese a estar sentado en el trono de terciopelo rojo mientras sostenia su cetro, su cabello era castaño oscuro un poco largo mas su barba era negra y le llegaba hasta la clavícula, era uno de estos hombres de mirada fria que imponia respeto con solo un destello de sus ojos, y todo empeoró desde hace 10 años en aquel incidente...donde falleció su reina

-Príncipe, hay asuntos de los que debo tratar contigo...- la voz firme y un tanto cruel sonó por todo el lugar haciendo un gran eco mientras que la persona frente a el tragaba profundamente saliva y cerraba los puños apretandolos  -Los años pasan, y me pongo viejo, por otro lado nuestros enemigos no...- ya tenia sospechas de lo que continuaba despues de que su rey le llamara tan temprano en la mañana, lo sabia...pero aun así esas palabras golpearon lo suficientemente al principe como para que abriera sus ojos y se contrayera su iris color vino...mas sabia que frente a aquel hombre no podia mostrar miedo...debia estar...determinado

-A donde quiere llegar con todo esto?- Encaró a su padre y trató de parecer neutral respondiendo de una manera muy natural y casual, lo qie logró levantar sospechas en el viejo hombre de 40 años

-Es tiempo de que tu tomes mi lugar como futuro monarca- dijo claro y directo el monarca con un tono dominante e impositivo causando el descontrol total en el contrario

-¿¡Que?! Eso es una locura!!- se atrevió a alzar la voz el principe de los humanos... ahi estuvo su primer error, la mirada asesina que le mando el viejo rey no fue para nada alentadora, y no tuvo mas opcion que dejar de mirarle a los ojos agachando su cabeza, admitiendo así su sumision -Con todo el respeto que le debo, yo no soy...no puedo ser rey...- trató de ir por la piedad, trató de utilizar el convencimiento...pero su intento descarriló al imponente rey que sujetó mejor su cetro

-Lo serás, príncipe Roy- afirmó fiero el  de cabello azabache retomando el control -Y seguirás siendo mi hijo como hasta ahora!- gritó por lo alto estremesiendo cada fibra del cuerpo de Roy con un panico incontrolable, pero no era hora de temer...no, era tiempo de dejar esa falsa, era tiempo de deterner este juego de muñecas
Apretó firmemente sus puños, levanto la cabeza con orgullo y mostró una de sus mas fuertes miradas...
se atrevió a gritar frente al monarca, pero ahí estuvo su otro error...error que ese día, pagaría muy caro...y con un muy alto precio.

-Pero yo soy m- no pudo terminar su oracion cuando un objeto dorado y brillante le lanzó lejos haciendole recorrer la alfombra roja del palacio y mancharla un poco en el proceso

Pese a no haberse movido del trono, el rey pudo mover su imponente cetro y acertarle un duro golpe en el rostro a su hijo lanzandolo hacia atras con tanta fuerza que se alejó al menos un metro y medio o dos de él

-Es una orden de tu rey!- Gritó el macho alfa del lugar causando seguro que cada sirviente del lugar escuchase sus quejas y fuese corriendo al lugar

-Si, su alteza- Respondio el chico por lo bajo, se sentia impotente, debil y cansado, no pudo negarse, la sangre caliente que sentia correr de su nariz a su boca le impactaba, el ardor en el lado derecho de su rostro, su mano temblando en el aire tratando de sostener el lugar herido...mas incapaz de hacerlo, sus labios temblando mientras aceptaba la orden...todo eso le obligó a decir aquella frase...el miedo le consumió por completo...

Las criadas acudieron a limpiar el suelo, mientras los automatas trataban de atender a su rey...la ama del muchacho se dedicaba a observar desde el segundo nivel escondida detras de un pilar...quería ayudar...pero no podría hacerlo...sería un suicidio en ese momento...
Roy contemplaba la escena distante y dolido, salió corriendo...corriendo como le dieron sus pies, el temor le congeló, le hizo huir...
Una vez en su habitación cerró la gran puerta con llave y se dejo caer por esta, recuperando así su aliento...las lagrimas salieron solas... comenzó a aflojar el cuello de su ropa y a quitarse todas aquellas prendas que ocultaban su naturaleza...
-Padre no lo entiende... ya estoy harta...harta de fingir lo que no soy...- confesó en susurro al aire mientras dejaba a aquellas gotas saladas recorrer sus mejillas...mordiose su labio inferior una queja se oyó salir de su boca...la impotencia le consumia

-Toda mi vida...he sido tratada...como un hombre... Nunca he recibido tratos privilegiados como Reyna...- la envidia se apoderó por un segundo de la mente de la princesa enmascarada...se sacudió de si esa idea y trató de simular una sonrisa mientras se ponia en pie y se sacaba la ultima prenda de su cuerpo para solo quedar en ropa interior...

-Ni siquiera reconoce mi nombre, como puede existir alguien así?- se quejo en modo de burla a si misma mientras tomaba una vieja camisa azul y un pantalon carmelita muy simple...y se los colocó en su cuerpo,  se miró frente a su espejo de pie...se contempló por largos segundos... y llego a su conclusion
-Realmente eres una chica idiota, Royanne Luphar....- dijo en alta voz a su reflejo tocandolo, bajó la cabeza y sonrio en forma de auto consuelo y compasion a si misma...miró una ultima vez su rostro lleno de lagrimas secas, su sonrisa se ensancho de una manera cansada y con un leve tono de burla resopló
-y creo que loca también por hablar con el espejo...- se giró contra este y miró hacia el techo extradecorado de sus aposentos, un suspiro salio de sus labios mientras se giraba a un lado para poder tocar con la yema de sus dedos aque triste reflejo

-Espejo...puedes oirme?- susurró con una voz cortada -Como me gustaría poder ser ese reflejo- mirose otra vez con añoranza hasta que una voz desde el otro lado de la puerta la despertó de su trance junto con un triple toque en esta

-Su majestad ha programado su coronación- esa confesion por parte de aquella voz tan cantarina que parecia enojada la hizo correr hasta la puerta y abrirla de golpe mirando a la chica frente a ella

-Mi padre lo hizo?!- exclamó a su pequeña visitante

-Si,dentro de una semana, serás Rey-un tono sombrio se escuchó responder pero despues y como si fuera bipolar cambió hacia una alegria muy sinica y fingida para su gusto -¡Que alegría!- dijo la visitante haciendo un clap con sus manos y fingiendo una sincera sonrisa causando una incomodidad en la contraria que sostenia aun el pomo de la puerta

-Tu...estas de acuerdo...Reyna?- la perplejidad adorno el tono de Roy mientras miraba de pies a cabeza a su hermana
Reyna era una chica que siempre usaba vestidos extravagantes, adornados con flores y rosas, llenos de brillo y color, su cabello era largo y muy lacio de color carmelita rojizo claro, sus ojos eran muy oscuros como para ver su color pero cualquiera diria que eran el mismo infierno, no era una chica alta, media cerca del metro o quizas un poco mas...unos 20 centimetros mas quiza pese a tener 13 años... Royanne en cambio si que tenia una estatura considerable para ser mujer...

-Si es el deseo de su majestad lo tomaré sin dudar- afirmó la pequeña aun sonriente causando un leve nerviosismo en su hermana mayor

-¿Si el rey te dice que saltes de la torre, lo harías?- pregunto impaciente Roy mientras trataba de controlarse a si misma sabiendo ya la posible respuesta de su hermana que consideraba que todo eran piezas de usar y tirar

-Si- Fue una firme y clara respuesta que golpeó los oidos de Roy causando una leve conmocion en ella, sus orbes se contrayeron por un segundo y un rapido pensamiento pasó por su mente.... "En este lugar no hay nadie cuerdo"

-¿Porque son órdenes?- se atrevió a interrogar como hermana mayor que era -No sólo por- trató una vez mas de mostrar sus pensamientos pero fue detenida de nuevo, al parecer en ese lugar ella solo jugaba el papel de muñeca...

-Royanne- dijo con firmeza y un leve enojo y seriedad el rostro que hasta hace cinvo segundos sonreía -Nuestro deber es escuchar las ordenes del rey, aprende a aceptar tu lugar...mi queridisima y hermosa hermana mayor- diciendo esto ultimo sonrio y tomo de las mejillas a Roy casi llegando a besarle mas apoyo delicadamente una mano en sus labios y sonrio otra vez mientras sus ojos mostraban ahora las llamas carmesí infernales junto con una sadica expresion, segundos despues se separo, dio una ultima risilla y se perdió entre los pasillos dejando sola a la aspirante de rey que apretaba los dientes enfurecida...
En un rapido gesto tomó su capa verde oscuro y salio por la ventana de su cuarto en el segundo piso lanzandose al arbol mas cercano
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Habia tomado una decision...queria huir...de todos, del rey, de Reyna de cada una de las personas de aquel infierno que recibia el nombre de palacio...
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Corrio por todo el patio de arboles y se escapó por aquel viejo torrion que tenia un agujero en sus paredes lo suficientemente grande como para que un niño de hasta 15 años escapara pero no un adulto...
Corrio y corrio por el bosque para que los sentinelas no le vieran, corrio cuanto dieron sus pies...comenzó a llover...

No...nadie lo comprende! Odio este lugar! Este reino...madre....Por que tenias que morir? La maga mas poderosa...ahora...ya no esta...y padre se esta volviendo loco...cuanto te necesitamos...
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La lluvia seguia empapandola pero no le importaba...solo queria correr y sentirse libre...correr y olvidarse de todo...
El terreno comenzó a ponerse fangoso debido a la fuerte lluvia...ella corrio y corrio...a cada rato daba pequeños resbalones pero no le importaba...hasta que llego a una montaña...escalo por un pequeño sendero con el holpe de adrenalina que tenia encima...llego a la cima...pudo ver todo el paisaje...la montaña era el limite de su reino...era el lugar perfecto...si caia de ahi hacia el otro lado jamas la encontrarian...podria escapar de todo... ja ja ja...
La idea golpeó fuertemente su mente...si...se lanzaria al vacio, eso era lo que iba a hacer, esa era la solucion perfecta...
Una risa de seguridad se formó en su rostro...dio un paso, se solto de las rocas...se paro en el borde...era un segundo entre la vida y la muerte...un solo segundo...pero en ese segundo, las dudas atacaron su mente...
"Que diria mi madre si me viera ahora...?"
"Solo estoy huyendo"
No...definitivamente no queria morir....pero hay momentos en la vida en que cuando te das cuenta de un error....es demasiado tarde...
Y desafortunadamente para Royanne ese fue el caso...cuando reaccionó y trató de alejarse del borde una fuerte corriente de aire la empujó hacia atras haciendola resbalar y romper el trozo de roca donde se encontraba callendo por el barranco hacia el bosque que ya estaba fuera del territorio humano...
Sus ojos vieron todo en camara lenta, la lluvia golpeaba su rostro, el sonido era nulo...todo su mundo se congelo y no tuvo mas opcion que rendirse ante su destino...
Esa era la consecuencia de ser idiota...una muerte rapida y dolorosa al chocar contra el suelo...mas eso nunca pasó...
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El sonido del agua correr llegaba a sus oidos...habia caido en un rio? Escuchaba pasos venir hacia ella, ¿¡le habian encontrado!? No era capaz de moverse...una extraña voz pudo escuchar a lo lejos....
Una voz irreconocible a sus oidos...

-Ha venido de aqui....-

La voz se acercaba mas junto con unas pisadas de alguien corriendo

-Te has caido?- preguntó aquella voz ronca en tono preocupado

Un chico...? debilmente y como pudo levanto su curpo con sus manos temblorosas para encarar a quie se la habia encontrado cuando oyó varios cristales romperse junto con un libro caer al suelo...
Ambos se miraron perplejos mientras dijeron al unisono

Un humano.../Un monstruo...
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-Humana!-
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-Humana! Oye!-
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-HUMANA!!!- una voz chillona y quejosa hizo reaccionar a la chica encapuchada que estaba sentada en una rama de uno de los pinos de Snowdin cerca de la entrada de Waterfalls sacandola de su trance
-Dime...Flor- dijo cabreada la chica que acababa de regresar de su ¿sueño? A la realidad
-Que carajos te sucede?!- exclamo molesto la flor que apenas podia enredar todas sus raices en el tronco de aquel pino para poder alcanzar a la susodicha
-¿De que hablas florecilla?- llamó arrogante al montruo sin alma con una risa de burla
-Primero: No me llames así!- dijo tomandola del cuello con una de sus lianas
-Y segundo: ¡¡¡Te quedaste mirando como idiota a aquel tonto esqueleto en traje cuando te hablaba!!!!- gruñó apretando el agarre en ella lo que causo una fuerte carcajada como respuesta por parte de la chica
Pensnado? Si...su pasado le jugó un gran chiste...Ja ja ja, ella ya no deberia mostrar sentimientos...ja ja ja eso es para los débiles...para los débiles como Wingdings
-JA JA JA JA SI....ES CIERTO!!!!- gritó como psicopata asustando a Flowey quien la soltó rapidamente, a lo que ella le respondio con una mirada asesina -TE DARÉ ESA ALMA...MIENTRAS ME DIVERTIRÉ CON EL DOLOR DE ESE HOMBRE EN BLANCO Y NEGRO JA JA JA JA JA JA JA- Lanzó su respuesta a los cuatro vientos mientras tomaba denuevo su compostura- No tiends idea de cuanto nos divertiremos...mi querido WD...-