RESET
07
El día llegó, Papyrus se alistó con la armadura de la guardia real, dio un último vistazo a las hojas pegadas en su cuarto, donde anoto la línea temporal que habia vivido, tomo su casco y salió para cerrar la puerta. Fue bajando las escaleras para ver a Sans sentado en la mesa,recargado sobre sus palmas y sus codos como apoyo, sin quitarle la vista al mirador, su mirada sería podía mostrar lo frustrado que esta al no poder recordar todo.
—Sans, ¿Estás bien?— el mencionado volteo para ver a Papyrus en las escaleras, guardo el mirador para asentir.
Papyrus saco su teléfono tenía que realizar una llamada antes de irse
—¿Undyne?, Disculpa, pero ¿podría no ir?—
—¡¿Otra vez vas a empezar?!— ella grito con tanta fuerza que tuvo que alejar el teléfono de su cráneo
—No, solo que Sans parece que se está sintiendo mal— le preocupó escuchar silencio
—Apenas te íntegro a la Guardia real y empiezas con juegos...— Papyrus se sentía mal por mentirle, y por dejar sus deberes ahora que logró su sueño, pero no podía dejar de lado al humano.
—Te prometo que mañana seguiré con mis labores— aún seguía nervioso que ella se negara
—mmm...— la chica empezó a pensarlo
—Por favor Undyne—
—Esta bien, mandaré algunos centinelas a Snowdin—
—¡¿Qué?!, No es necesario puedo estar echando una cuenca mientras cuido a sans— dijo muy precipitado, prefería que nadie se acercara al bosque
—¡Esa es la actitud!— grito con euforia la chica
—¡Está bien!, llámame para darme tu reporte— y la mujer colgó, mientras Papyrus solo respiro un poco, fijo su vista a su hermano que ya estaba a un lado de la puerta esperándolo.
—¿La convenciste?— Papyrus asintió para guardar el teléfono, Sans abrió la puerta y ambos salieron. Durante el camino sentían las miradas de todos sobre ellos, como si supieran que algo pasaría ese día. Algo importante que decidiría el futuro de todos ellos.
—Tranquilo hermano— Papyrus volteo a ver a Sans quien le otorgaba una sonrisa para calmarlo.
Pasaron por el pueblo para cruzar el puente de piedra, por la caverna hacia el bosque, pasaron por los puestos de vigilancia que estaban vacíos por petición de Undyne, ya que Papyrus se encargaría de esa zona.
—De nuevo me veré con mi mejor amigo— menciono a lo bajo por la emoción, el miedo y los nervios.
—Así es hermano, veremos al chico de nuevo— Sans por su parte solo temía por su hermano, aún cuando estaba muy bien entrenado, sabía que era un asesino sin compasión.
Llegaron a la puerta de piedra para quedarse de pie frente a ella a una corta distancia, Papyrus se puso su casco para estar listo.
—Recuerda Sans, alguien esta obligando al humano Frisk a matar a todos y tenemos que ayudarlo— Sans asintió, creía en su hermano pero existía la duda en su alma, en esta ocasión deseaba poder recordar todo como Papyrus, no solo fragmentos.
Las horas pasaron y no había señales del humano, Sans ya se había sentado pero Papyrus seguía de pie sin bajar la guardia. El teléfono del esqueleto sonó, así que contesto
—¡¿Qué sucede?!, ¡Estoy esperando tu reporte!— Papyrus se sorprendió al escucharla
—¿Que hora es?— pregunto con cierta inquietud
—¡Papyrus llevas sin reportarte todo el santo día!— replicó la guardiana con enfado.
—Si, bueno, sin ninguna novedad— la mujer solo respiro muy profundo al escucharlo
—¿Seguro que está todo bien?— tenía un rato que ella había decistido en preguntar a su amigo, aún lo veía diferente, pensativo y preocupado, con los días se ha vuelto más serio y centrado y eso la empezaba a agobiar más
—Si, todo está bien— dijo para mira la puerta de piedra
—Bien, te veré mañana a primera hora— y escuchó la llamada cortarse. Sans se levantó para colocar su palma en el brazo de su hermano, estaba preocupado por ese cambió pero aún más aliviado por que su hermano este a salvo un día mas
—Sera mejor irnos a casa Paps— pero el menor negó con su cabeza, aún deseaba quedarse un momento más, Sans asintió y se desvaneció entre la ventisca.
Papyrus seguía mirando la puerta, de verdad fue una descepsion, tanto prepararse para que el humano no llegue
—¿Esto es muy extraño no es así?— Papyrus al escuchar esa voz, volteo a ver a Flowey quién estaba tras de unos arbustos
—¡Wowie!, Flowey que bueno que viniste— estaba sorprendido, tenía mucho que no lo veia
—Si, si, solo vine a ver cómo estaba mi mejor amigo— Papyrus sonrió emocionado
—Pero veo que te va bien, vaya incluso eres un guardia real— el esqueleto se levantó el ego y dio una pose no solo heroica, si no de grandeza, sin embargo recordó lo que Flowey una vez le dijo sobre su amiga, así que tal vez sepa más
—No vienes solo por eso— la flor se sorprendió, ahora no era tan ingenuo como creyó, ese esqueleto empezaba a darle muchas sorpresas y con eso curiosidad
—No, solo vine porque hoy llega el humano— Papyrus se sorprendió aún más.
—Aun que no se porque no ha cruzado la puerta— Flowey había olvidado por ese momento sobre sus planes, solo deseaba desaparecer al humano, no importaba si eso significaba tener que ayudar a los hermanos esqueleto.
—Flowey...— su voz cambio a una suave y calmada, con un toque de seriedad, la flor volteo y miro el rostro del esqueleto cambiar. Era una faceta que jamás había visto en él
—¿Lo sabes no?— Flowey se asustó, por alguna razón sentía escalofríos
—Sabes sobre el humano, sobre Army, lo sabes todo, ¿No?— la Flor deseo retroceder. Miro con detenimiento al esqueleto y lo comprendió, el vivir la línea anterior y enfrentar esto el solo, desde un principio, al parecer había cambiado a Papyrus, lo veía pero en el fondo no le gustaba.
—¿Porque no me contestas?— Flowey estaba paralizado y solo asintió
—Entonces sabes, ¿Si el humano vendrá?— la flor solo asintió y Papyrus volvió a mostrar su sonrisa de siempre, cosa que aún le dio más horror a la flor.
—¡Wowie!, ¡Eso me alegra!— Flowey seguía paralizado, era como si hubiera visto la frialdad de Chara
—¡Yo el gran guardia Papyrus seguiré en guardia para detener al humano y salvarlo de quién lo controla!— Flowey al verlo distraído trato de calmarse.
—Bien me iré y te dejare seguir, adiós— la flor le dedicó una falsa sonrisa y se fue.
Ahora estaba solo. Mañana no podría estar aquí con Sans, seguro estaría solo y no podía permitirlo, el solo recordar la sudadera cortada y llenando de polvo sus manos, lo aterraba, no permitiría que eso vuelva a pasar.
Saco su teléfono y marco.
—¡Hola Alphys!— el esqueleto hablo con mucho entusiasmo
—Papyrus que sor...presa, ¿Quieres que te preste de nuevo la serie de Mew, mew kiss?— hablo la reptil con gran euforia
—¿No toca verlo mañana en casa de Undyne?— Papyrus se quedó pensando si era en casa de undyne o esta vez tocaba en la suya
—Creo que si es en la casa de Undyne, ya no lo recorda...daba por esto de las cámaras, es mucho el ajustarlas todas— y ahí reaccionó, por un segundo se había despistado.
—Alphys, te llamo por que quería ver... si puedes hacerme un favor— lo mencionaba mientras fruncía el ceño.
—Si, no hay problema, ¿Qué pasa Papyrus?— El esqueleto inhaló y exhaló su aliento, viendo el humo salir de su boca
—¿Tienes alguna cámara en la puerta de piedra?— escuchó que la chica asintió, eso lo haría más fácil
—Cualquier cosa fuera de lugar que veas tras de esa cámara me avisas solo a mi— mencionó el esqueleto
—¿Porque?, ¿Pasa algo?— Podía escuchar a su amiga nerviosa, al parecer presentía que algo no andaba bien.
—Aun no, pero necesito que lo hagas, principalmente si se trata de un humano— Escuchó el silencio tras la bocina, podía suponer que ella se lo estaba planteando, era una difícil petición que le pedía pero necesaria.
—¿Porque me pides esto?— Papyrus expresó una mirada pérdida entre los arboles, una llena de preocupación
—Porque sospechoso que mi sueño puede cumplirse en estos dias— Papyrus sintió miedo de solo pensarlo, sin embargo no deseaba mostrarlo, para que Sans estuviera calmado
—Creemos que tal vez en nuestra línea el humano llegue— dio un respiro
—Sans y yo queremos detenerlo aquí, antes de que haga algún daño— solo esperaba que con eso Alphys pudiera entender lo importante del asunto
—Y que Undyne no sepa de esto, no aún, solo si Sans y yo llegamos a fallar evacua de inmediato y avisa a Undyne o todos podrían morir— Alphys se paralizó, era una extraña sensación familiar y nueva a la vez, sintió el miedo, los nervios a flor de piel surgiendo desde el fondo de su ser. No entendía como quería que esto se le escondiera a Undyne.
—Esta bien, te mantendré informado— y solo colgó sin entender cómo es que acepto, dejo el teléfono en el escritorio y a paso lento camino hasta su computadora e hizo algunos ajustes en la cámara que está en la puerta de piedra, al menor movimiento ella lo sabría.
Papyrus vio la hora, seguro que Sans estaría preocupado, así que decidió irse a casa, aún sin comprender que había pasado.
Las horas parecieron avanzar en un instante, para ser otro día, Papyrus y Sans ya estaban de pie, se encontraban abajo comiendo
—Asi que el plan sigue en pie— Papyrus asintió a las palabras de Sans
—Pero esta vez no podré estar contigo— Su hermano no dejo de sonreír, era algo extraño y soltó una ligera risa, parecía que el destino no se puede cambiar del todo.
—¿Qué pasa Sans?— habían prometido jamás mentirse, no volver a esconderse nada entre ellos
—Es gracioso como siempre soy quien recibe al humano— Vio la mano temblorosa de Sans para estirar la suya y tomarla con fuerza. Sans miro a su hermano quien le daba una brillante sonrisa calmando su alma
—Tranquilo, no siempre es así, en la línea anterior yo recibí al humano y en esta estaremos juntos—Sans asintió, se sentía aliviado de poder hablar.
Terminaron de comer y ambos salieron de la casa para tomar direcciones contrarias sin antes despedirse en espera de que sea un buen día.
Sans caminaba tranquilo entre el pueblo saludando a todo quien le daba los buenos días, con sus manos en los bolsillos está vez no se detuvo en el bar de Grillby's, y si lo pensaba bien, ya no asistirá a ese lugar tanto como antes, al punto que muchos empezaban a preguntarse qué había pasado con él, siguió su camino fuera del pueblo entre el silencioso bosque, podia sentir el frío entre sus huesos, un frío muy agradable para él, la tranquilidad lo calmaba.
Llegó a su puesto, lo vio detenidamente y decidió caminar a la puerta de piedra
TOCK, TOCK
Tocó con fuerza en espera que esa vieja mujer estuviera ahí, pero no contesto, sentía un hueco en su alma, exhaló el aire fresco del invierno para alejarse de la puerta, sin embargo se detuvo un momento al tener un presentimiento.
Se dio la vuelta mirando la puerta desde una distancia algo retirada y solo aguardo. Teniendo el presentimiento de que tal vez vería al humano.
Su teléfono vibro y vio el mensaje, era de su hermano
"Hola Sans, ¿Cómo estás?, Voy a acompañar a Undyne a ver a Asgore al parecer llamo a toda la guardia real. ¡Wowie! Estoy tan emocionado.
Espero que todo esté bien"
Sans sonrió, le daba gracia la emoción de su hermano, después de todo era el esqueleto más cool del subsuelo, no, del mundo. Dio un profundo respiro para empezar a teclear aquellas palabras de ánimo
"Hey qué tal?, Sabía que llegarías lejos, y solo estoy a un cubo de quedarme dormido"
Envío el mensaje y el siguiente solo fueron regaños que a Sans le daba gracia. Ambos hermanos acordaron estar comunicados así que sabía que habría más momentos para molestar a su querido hermano menor
Los minutos se volvieron horas y nada nuevo pasaba, el esqueleto se sentó entre la nieve recargando su columna en un árbol donde pudiera ver la puerta
El tiempo siguió transcurriendo y se levantó para irse, debía llegar a casa, reviso su teléfono
"¿Todo anda bien?, Ya terminamos en el castillo, estaré de regreso en un rato"
Sans esbozó una sonrisa, de verdad estaba orgulloso de su pequeño hermano
"Okey, también iré a casa, nos vemos"
Guardo su teléfono, se acerco a la puerta
TOCK, TOCK
Pero nada, ya empezaba a estar preocupado por esa vieja mujer
—Espero que estés bien Toriel— se dio la vuelta para irse mientras acomodaba su sudadera, exhaló el frío de su cuerpo y entrecerró sus cuencas, escuchando a cada paso el crujido de la nieve. Sería otro día de tranquilidad.
Se escuchó casi como un eco, el crujir de una pesada piedra arrastrarse, provocando que Sans detuviera su paso, se escucharon pasos enterrandose entre la nieve y estos se detuvieron. Sans se giró y justo ahí lo vio.
El humano estaba de pie con la mirada baja, sus ropas estaban sucias y rasgadas, podía ver sus brazos y parte de su rostro moreteados y con rasguños y quemaduras, pero lo que más llamó su atención fue el cuchillo en su mano.
—Hey niño, ¿No sabes cómo saludar a un viejo amigo?— El humano levantó su rostro, su mirada sería mostraba la inexistencia de humanidad, con sus ojos rojos y penetrantes, miraba al esqueleto que tenía sus cuencas oscuras, con una mano en el bolso de la sudadera y extendiendo su otra palma
Papyrus y Undyne caminaban juntos con la guardia real en las afueras del castillo, recorrían el centro de la ciudad riendo, gritando y felicitando a Papyrus por el nombramiento del esqueleto, estaba ancioso por llegar con su hermano y poder platicarle
—Nunca pensé que el nuevo subiría tan rapido— carcajeo uno de ellos, mientras Undyne avanzó un poco más rápido dándoles la espalda, Guardia 1 rodeo los hombros del esqueleto jalando lo hacía él y poderle hablar
—Lo cierto es que Undyne le propuso al rey un Co lider para ayudarla— le susurró a Papyrus, y los demás empezaron a reír
—¡¿Qué están diciendo?!— todos se irgieron, mientras Papyrus no dejaba de verla sorprendido, ella lo noto y solo le dedicó una sonrisa y siguió caminando
—¡Hey chicos hay que celebrarlo!— seguían eufóricos, sin embargo Papyrus no.
—Podriamos ir con Moffet— propuso uno de los guardias pero los demas le miraron mal
—¿Sabes lo caro que es en ese lugar?— refufuño otro
—Al menos de que vayas invitar a todos— empezaron a reír, seguían proponiendo a dónde ir, mientras Papyrus no dejaba de pensar en que su hermano estaba solo en Snowdin, dio un respiro y saco su celular
"Hola Sans, ¿Ya llegaste a casa?, Espero que todo esté bien, tengo una sorpresa que darte"
Envío el mensaje y se quedó con el aparato en mano, esperaría a que su hermano le contestara para guardarlo.
Se dedicó a ver a sus compañeros, quienes al parecer ya habían decidido ir a un bar que acaba de inaugurar cerca de donde estaban. Undyne jalo a Papyrus del brazo cosa que lo hizo reaccionar
—Vamos tenemos que celebrar que eres mi mano derecha— rodeo su cuello con su brazo para usar su puño y restregar lo en su cráneo
—Así te podré vigilar mejor para que no te lastimes— Undyne lo soltó, mientras Papyrus le dedicó una sonrisa y asintió, ambos entraron para ver a todos sentados en una mesa, sin embargo su teléfono sono
—Hola, estás hablando con El gran Guardia real Papyrus—
—¡Papyrus!, ¡Qué.... Qué bueno que conte...testas!— Era Alphys, un alerta sonó en su alma
—¡Lo siento!, ¡No pude hablar antes!— Papyrus se giró a ver a sus compañeros
—¡Un humano!, ¡Vi a un humano!— su corazón dio un vuelco. Mientras sus compañeros se levantaron de la mesa con seriedad
—¿Pasa algo?— Undyne se acerco a su amigo
—¡Y Sans parece tener problemas!— colgó para salir del bar corriendo
—¡Papyrus espera!— escuchó a Undyne gritar
—¡Tengo que irme!— Corrió por la calle evadiendo a la gente
—¡Papyrus espera!— sin detenerse volteo para ver a Undyne tras de él con uno de sus compañeros, al parecer se dieron cuenta de que había algún problema
"No deben de llegar donde está el humano"
Solo quería que se quedarán donde pudieran estar a salvo, pero tampoco tenía tiempo de tratar de convencerles, tenía que llegar cuanto antes con Sans
—¡Papyrus, podemos ayudarte!— esa era la voz de guardia 2, tenía que perderlos de vista, seguía entrando y saliendo de callejones y evadiendo los mercaderes, a los monstruos que rondaban, y aún seguían tras de él, pronto llegaría al núcleo y sería difícil de perderlos, sin embargo vio una muchedumbre que parecían estar discutiendo, eso podría ayudar, se adentro entre ellos bajando su cabeza, camino rápido cuidando que no lo vieran
—¿Donde esta?— podía escuchar a Undyne siguió avanzando lentamente hasta ver un callejón se metió para estar quieto en la orilla
—Ya no lo veo— Logro ver por el filo de la pared a ambos guardias caminar mirando a todos lados tratando de ubicarlo, en cuanto veía que miraban hacia su ubicación se pegaba más a la pared enderezando su cuerpo.
—¿Qué problema habrá tenido para que saliera así?— escuchó a uno de ellos
—No lo sé pero será mejor encontrarlo, temo que algo pasé— ordenó la jefa de la guardia real, y vio que siguieron corriendo separándose para abarcar más terreno. Papyrus respiro para salir y con precaución empezó a caminar con rapidez cuidando que no lo vean. Sin embargo una extraña sensación hizo que se detuviera, como si el mundo se mudecio y todos caminarán aún más lento para ver algunos fallos entre su realidad.
—¿El humano?— susurro para si mismo, recordaba esa sensación cuando el humano moría y regresaba para seguir peleando.
—¡Sans!— Siguió corriendo, tenía que llegar antes de que el humano cansé a su hermano y sea asesinado. Tenía que detener esto.
Sans inhalaba y exhalaba muy rapido, aún así, invoco sus huesos apuntando al humano, quien se encontraba aún de pie frente a él con su mirada indiferente, uno, dos tres pasos más cerca y Sans lanzó sus ataques solo para ver como el humano los esquivaba
—¿Porque regresas?— Sans aún podía aguantar un poco más aún atacando con todas sus fuerzas gracias al arduo entrenamiento con Papyrus
—HeHeH... Es gracioso como todo pierde sentido— rodeo al chico con sus Gaster Blaster
—Aun no comprendo por qué haces esto— sin embargo el humano solo se encuentra de pie mirando el piso con esos brillantes ojos rojos. Sans atacó haciendo que sus rayos disparen uno a uno en círculo, lo más fuerte y rápido posible para poder alcanzar al humano para darle y ver su alma romperse.
Al cabo de unos minutos una brillante luz lo deslumbra para ver al humano de nuevo, sin ninguna expresión, tan callado, tan distante.
—¿Porque no haces esto más fácil?— el humano levantó un poco su rostro y empezó a caminar, Sans dio otro respiro y cerro sus cuencas
—¿Porque no solo dejas de reiniciar?—Sans invoco sus ataques de nuevo y el humano parecía que de nuevo estaba aprendiendo a evadirlos, comenzó a hacer que sus ataques fueran más confusos incluso cuando intentaba atacar para verlo morir otra vez.
Una vez más apareció Sans presiono con fuerza sus dientes, ¿Por cuanto más tenía que seguir esto?
—¡Hey, perdí la cuenta en la muerte número 11!— pero el chico se limito a mirarlo, podía ver sus ojos entrecerrados, volvió a empezar la batalla, Sans atacaba y Frisk solo los evitaba, no parecía que acabaría, el celular del adulto sonó, pero estaba tan centrado en el niño que no se percataba de la llamada que vibra con tanta insistencia, mientras Papyrus seguía corriendo a toda velocidad, esperando llegar a tiempo.
Sans por su lado, ya había dado lo mejor de sí, se sentía cada vez más agotado, el humano volvió a morir y en ese momento se inco tratando de evitar el quedarse dormido, vio al chico de nuevo y se levantó para darle su mejor sonrisa.
—Creo que pronto tendré que usar mi ataque especial— Frisk siguió inerte
—Muy bien, veamos cómo te va con esto— vio como el lugar empezó a cambiar
—Si logras pasar esto tendré que usar mi ataque especial— y vio como dos hileras de huesos se precipitaban hacia él, subiendo y bajando dejando un camino en numerosas curvas las cuales a pesar de la rapidez a la que corrían, el debía seguir el paso para no chocar, pero le era difícil seguirlo, chocando un poco con algunos bordes bajando sus puntos.
—Deberías rendirte— mencionó Sans con su cansada expresión en el rostro para ver al chico casi ileso, invoco sus Gaster Blaster de inmediato en 3 secuencias diferentes aumentando la cantidad, junto con un ataque de huesos. Había vuelto a morir una vez más y una vez más regreso.
Las cuencas de Sans empezaban a cerrarse, aún podía. Volvió a invocar la misma secuencia donde murió, los huesos de nuevo se precipitaban hacia el chico quien no se movía, y tampoco dejaba de ver el suelo. En el último segundo que sería golpeado el humano levantó su mano derecha y rompió los huesos evitando que fuera golpeado, tal cosa dejo impresionado y preocupado al esqueleto, simplemente los destruía sin moverse de su lugar. La secuencia se acabó y siguió los Gaster Blasters, los cuales tuvo que esquivar
—Creo que tendré que usar mi ataque especial— ya no soportaría más, ya no podía. Moriría ahí mismo.
—No lo hagas— por fin hablo el humano para abalanzarse sobre Sans, se alisto para esquivar al chico con una sonrisa, sin embargo pudo ver algo en sus perdidos ojos. Lagrimas. Incontables lagrimas se deslizaban por sus mejillas, aquello lo tomo desprevenido y el recuerdo de haber visto eso antes le llego con un fuerte dolor en su cabeza cerro los ojos y dio un paso atrás para abrir una de sus cuencas y ver al humano frente a él.
—¡SANS!— Aquel grito sonó por todo el bosque. Papyrus se encontraba de pie tratando de recuperar el aliento pasmado por la fuerte impresión
Habia llegado tarde...
Se empezaron a escuchar fuertes sollozos, que iban en aumento, el dolor era agudo, e imposible de seguir sosteniendo al punto de abrir la boca al cielo en gritos
—¡Lo siento tanto!—
Sans abrió sus cuencas sintiendo un fuerte abrazo y sacó sus manos de los bolsillos sorprendido, aún al escuchar el lamento del chico levantó su mano invoco sus ataques hacia la espalda para matarlo, pero se detuvo cuando sintió el agarre mas fuerte mostrando su cuerpo temblar
—¡Lo siento!— Papyrus solo se quedo quieto observando. Podia ver que la mano de Sans temblaba y expreso una sonrisa al saber que no podía concluir el ataque
—¡Lo intente!— La sonrisa de Sans empezaba a temblar y de sus oscuras cuencas empezó a deslizarse las lagrimas que tanto había soportado todo ese tiempo
—Hice lo mejor que pude para cuidarlo...— Papyrus suspiro, recordando los cuidados proporcionados por ese humano, sabia que en parte era su culpa, camino hacia ambos y coloco su mano sobre el hombro de su hermano para calmarlo
—Perdóname...— Sans miro a Papyrus para bajar su mano y desaparecer los huesos, el esqueleto se relajo, miro detenidamente como el chico hundía su pequeño rostro entre sus ropas e hipeando
—No quise que todo terminará así—y entre un profundo respiro, llegó a su memoria algunas piezas mas comprendiendo las palabras de su hermano. Colocó su mano en su cabeza y lo acaricio.
—Tranquilo chico, ya paso— por fin, al parecer después de todo, había acabado.
El teléfono de Papyrus empezó a vibrar, presentía que tal vez era Undyne, miro a ambos y decidió retirarse un poco para contestar, se quedo un momento mirando su teléfono, la llamada se perdió quedando en silencio y al paso de unos minutos mas volvió a sonar, tal vez lo mejor era no contestar por el momento, apago el celular y lo guardo, después se disculparía con su amiga. Volteo de vuelta a Sans y al humano quienes parecían mas tranquilos
—Parece que alguien quiere saludar Paps— Papyrus esbozo una serena sonrisa
—¿Que tal humano Frisk?— el niño se quedo quieto y volteo a ver a Sans quien solo afirmaba, sin evasiones, ni chistes dio un paso atrás y vio como su hermano avanzó hasta el humano
—Entonces... ¿me recuerdas?— El esqueleto asintió
—Por alguna extraña razón recuerdo todo— y miro por un momento a Sans
—Y esta vez yo no lo recuerdo todo— expreso en una sonrisa el mayor de ambos hermanos. Frisk empezaba a buscar una explicación, tal vez sea un fallo tras tantos resets y por la influencia del jugador, o quizás esa chica que vio con los hermanos tenga algo que ver
—Y eres un guardia...— menciono el chico al ver la vestimenta que Papyrus traía, para tocarla
—Creo que hay mucho que tenemos que hablar— menciono Papyrus incando a la altura del humano y lo cargo entre sus brazos, Sans aún cansado dio un par de pasos hacia ambos.
—Vamos humano, tienes que seguir tu camino—
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—Bienvenido a casa chico—
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