RESET
05
El día se hacercaba, Sans ya estaba mejor, asi que ambos hermanos decidieron regresar a sus puestos de centinelas lo antes posible. Papyrus entrenaba más tiempo y con más fuerza en el bosque llevando a su hermano
-Esta vez salvaremos a todos- repetía una y otra vez, aún cuando no estaba Army en la ecuación, tenía la esperanza de su lado y el apoyo de Sans al 100%, sin secretos, sin máscaras, con recuerdos y conocimiento de lo que el humano puede hacer y la existencia de una entidad maligna.
En esta línea, incluso Sans estaría listo, ambos esperando a que el humano llegue
Había días en que incluso Undyne buscaba a su amigo, al notar que cada vez iba menos a los entrenamientos, eso empezaba a preocuparla.
Ese día se encontraba sentada en la mesa esperando como otros días, miraba las manecillas del reloj avanzar, y giraba a la puerta cerrada, con impaciencia levantaba el talón y lo golpeaba contra el suelo, mientras presionaba sus dientes con fuerza, ¿Cuántos días ya lo había echo?, recordaba que la primera vez que lo hizo se asustó, eso no era nada normal, así que lo llamo para saber que solo se había quedado con su hermano que había tenido una recaída, después volvió a ir y otro día volvió a faltar, esa vez mencionó que Sans se había metido en un problema por quedarse dormido, sin embargo con los días se hizo más frecuente.
Ya había pasado 10 minutos, de la hora acostumbrada, saco su teléfono y llamo.
-¡PAPYRUS!, ¡¿DONDE ESTAS?!- estaba furiosa
-¡Wowie!, Undyne, ¿Cómo estás?- se escuchaba su temblorosa voz del otro lado de la línea
-¡¿Cómo crees que estoy?!, ¡Llevo 10 minutos esperándote para tu entrenamiento!- solo pensaba ¿por cuánto tiempo mas le seguirá haciendo lo mismo?
-Lo siento Undyne, tuve un percance- ella ya se estaba cansando de sus pretextos
-¿Otro?- ya no sabía que pensar de Papyrus
-Sans se volvió a quedar dormido entre la nieve y ahora está muy enfermo- a pesar de lo furiosa que estaba ya no sabía que decirle, así que simplemente colgó.
Respiro muy profundo, el silencio dominó el lugar y su mente empezaba a buscar una explicación
-¿Papyrus me esconde algo?- tal vez las mañas de Sans por fin habían alcanzado al menor, tomo sus cosas y decidida salió de su casa directo a Snowdin.
Al llegar se dirigió a la casa de los hermanos y tocó la puerta con fuerza, pero nadie contesto, siguió tocando aún más fuerte, casi parecía que tiraría la puerta por su furia pero no importaba que tan fuerte golpeara, nadie contestaba.
Se asomó por la ventana. La casa parecía vacía, rechino los dientes furiosa.
-¡¿Donde te metiste Papyrus?!- estaba por llamarlo de nuevo cuando vio las huellas de ambos desde la puerta hacia el pueblo, decidió caminar y recorrer el pueblo hasta el puente, siguió caminando por el camino hasta llegar a uno de los puestos de Sans cerca de la puerta de piedra.
Ninguno estaba en su puesto de trabajo, y antes de explotar en irá, escuchó un fuerte estruendo y una explosión.
-¿Qué fue eso?- El bosque quedó en silencio un momento y ella puso mucha atención al ambiente.
-Parece que vino fuera del camino-
Se escuchó de nuevo un fuerte golpe que confirmo la ubicación. Invoco una lanza y corrió hacia el bosque, lista para pelear, entre más se adentraba al bosque más fuerte era el rugir de una dura batalla, sentía la adrenalina y la euforia de las grandes explosiones de aquel enfrentamiento, podia imaginar que se trataba de épicos contrincantes.
Empezaba a alucinar imaginando que sería como en los animes de Alphys, hasta que vio una fuerte luz dirigirse hacia ella, se detuvo en seco para apenas lograr esquivar hacia la izquierda y esconderse entre los arboles.
-¡Maldición!, Eso estuvo cerca- Respiro profundo y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, eso había sido algo que jamás había visto.
-¿Pero que rayos...?- giro su vista para ver los árboles quemados por el ataque, la tierra y las piedras estaban destrozados dejando un profundo y largo crater. Hizo presión en su puño que sostenía la lanza de luz, empezó a caminar rápido pero con precaución y sin dejarse ver.
El furor de la pelea aumentaba ya estaba cerca y en cuanto llegó se quedó quieta, sorprendida de lo que veia, su lanza la desapareció, para centrarse al frente.
La pelea se detuvo un momento viendo a Sans en una esquina con sus manos en sus bolsillos y en el otro extremo veía a Papyrus respirando con dificultad sosteniendo un hueso con fuerza
-¡¿Estás listo Paps?!- grito el mayor de ambos para ver un grupo de Gaster Blaster apareciendo atrás de el mirando al esqueleto menor
-¡Estoy listo!- Papyrus se lanzó hacia su hermano y Sans empezó a atacarlo de uno a uno para verlo esquivar cada ataque aún con dificultad, y este sonrió de ver el esfuerzo de su hermano menor en destruir sus ataques y para llegar hasta el.
Papyrus corría entre la lluvia de rayos para saltar a la cabeza de uno de los Gasters y destruirlo, para saltar al suelo y aún sin desconcentrarse evitaba los huesos de Sans para seguir esquivando cada uno de ellos.
El mayor de poco en poco aumentaba más la dificultad, para darle ataques imprevistos, ya que conocía al humano. Sans solo quería que Papyrus estuviera lo mejor preparado, mientras buscaban la forma de liberar a Frisk.
-¿Qué rayioz?- Undyne miraba en silencio y con una enorme impresión de ambos, sabía que Papyrus tenía potencial, pero jamás creyó que fuera a tal grado, pero aún más sorprendida fue al ver al mayor de los dos en acción.
Se sentía orgullosa, y como se tratara de un anime clavo su vista sin querer perderse ni un segundo al ver a esquivar con maestría la secuencia de huesos, y saltar para esquivar los que venían y usarlos de apoyo para ir directo a destruir la última cabeza del Gaster invocando dos huesos, una en cada mano clavándole en el cráneo del Blaster este empezo a hacerse polvo, así que se impulsó para llegar a Sans quien solo miro sorprendido.
La nieve y la tierra se levantó por la fuerza del ataque evitando a Undyne ver lo que pasaba, provocando que ella sintiera que el aire le faltaba, el silencio se hizo presente y en cuanto el humo se disipó, vio como Papyrus sostenía un ataque de hueso con ambas manos inclinado hacia abajo, mientras Sans ahora estaba atrás de su hermano con sus ojos cerrados y un hueso salía del suelo tocando la armadura del menor.
-Bien, creo que es bueno descansar un poco- Sans desapareció los ataques que quedaban para sentarse en el suelo
-Aun no hermano, se que estoy cerca- Sans negó con la cabeza, estaba agotado. Necesitaba un respiro
-Yo el gran Papyrus debo ser lo suficientemente fuerte para salvar a todos- y aún cansado trato de dar su pose heroica
-Todo gran héroe también sabe cuándo descansar bro- Papyrus, dio un respiro ya rendido, desapareció el hueso y se recargo sobre sus rodillas
-En un rato más seguiremos- el menor asintió y se sentó en el suelo a lado de su hermano
-Hey Bro, ¿No tenías entrenamiento con Undyne?- el esqueleto mayor noto que su hermano solo se giró tratando de evitar la conversación
-De nuevo le mentiste- Sans suspiro preocupado por lo que Papyrus hacía
-Eso no es tu estilo hermano- Sans no deseaba que esto lo cambiara, el menor siguió en silencio hasta que escucharon un ruido entre los arboles
-¿Qué fue eso?- Papyrus se levanto y empezó a caminar para ver qué o quien era
-¿Qué pasa Bro?- Papyrus se quedó mirando entre los árboles
-No era nada- aun asi había sentido que alguien los miraba, se quedó un momento mirando y volteo para ver qué Sans se acomodó para tomar una siesta.
En la puerta de piedra, Undyne estaba recargada, no sabía cómo sentirse, quería estar furiosa, pero sentía una desepcion, una tristeza extraña atravesando su pecho, y eso la empezaba a desesperar, aún más que no había hecho más que correr.
De solo pensar en ello presionó su cabeza con ambas manos y dio un fuerte grito.
-¡Esto no se queda así!- no tenía ni idea de cómo reaccionar hasta que su amiga llegó a su mente. Ultimamente Alphys y Papyrus se veían mucho, tal vez ella sabía algo.
Saco a gran velocidad su teléfono marco el número para esperar que la reptil contestará
-¿Hola?- apenas la escuchó y empezó a gritar
-¡¿Qué sabes de qué Papyrus está entrenando a mis espaldas?!-
-Yo... No sé nada- Alphys contesto nerviosa por los gritos de su amiga
-¡Papyrus debió decirte algo!- La científica, aún asustada escuchaba con atención notando que ese enojo, no era lo que aparentaba, la conocía bien. Se quedó en silencio
-¿Estás bien?- Alphys hablo muy suave y con paciencia, en reacción Undyne se calmó
-Puedes decirme que paso- Undyne se sentó entre la nieve recargada en un árbol
-¿Qué pasa?- Undyne se quedó en silencio, y aclaro sus ideas
-¿Undyne?-
-Sans está entrenando a Papyrus- la jefa de la guardia real suspiro con tranquilidad
-Sabia que tenía potencial pero jamás pensé que lograra ser tan increíble- recargo su frente en su mano
-No creí que prefiera que Sans lo entrene en vez de mi- Alphys suspiro, sabía a dónde iba la cosa, y empezó a pensar en sus palabras con mucho cuidado
-¿No crees que fue algo injusto engañarle, al enseñarle a cocinar?-
-¡¿De que rayioz hablas?!- grito levantándose de golpe del suelo
-Tra...tra...tranquila Undyne- no había sido la mejor forma
-Quiero de...de...decir que, el se dio cuenta que no lo entrenabas para ser un guardia- Undyne se quedó petrificada
-Tal vez se desilusionó- Undyne se recargo en el árbol, conocía a Papyrus era un buen chico
-Y no quiso lastimarte- y un buen amigo
-¿Crees que lo desepcione?- Alphys solo dio un respiro al escuchar a su amiga
-No lo hiciste-
-Al, me ha mentido para ir con Sans a un verdadero entrenamiento- Undyne cerro sus ojos, pensando en lo increíble que Papyrus se veía peleando contra Sans
-Entrenalo- escuchó a su amiga sin titubear
-Creo que... Sería bueno que lo entrenes de verdad- Undyne lo pensó mucho.
-Es lo unico que puedes hacer ahora- Alphys se quedó en silencio esperando la reacción de su mejor amiga
-¡Tienes razón Al!- la chica pez grito a todo pulmón
-¡Ahora que se de qué es capaz, lo entrenaré sin piedad!- colgó el teléfono y en un grito de guerra salió corriendo a su casa para prepararse.
Al día siguiente Papyrus se encontraba en la cocina terminando de preparar la comida sin dejar de mirar su celular
-¿De nuevo le mentiras?- Papyrus volteo hacia su hermano sin contestarle
-¿Porque no hablas con ella?, Tal vez te entrene y yo pueda descansar estos viejos huesos- el más alto miro a su hermano quién reía a lo bajo
Antes de poder gritarle a Sans el teléfono del menor sonó, cosa que petrifico al esqueleto
-¿No vas a contestar?- Papyrus asintió al comentario de su hermano y tomo el teléfono, esperando que fuera Alphys
-¿Hola?-
-¡Papyrus soy Undyne!- el menor se sobresalto al escucharla
-¿Que tal Undyne?- Sans aún sonriendo se recargo en el marco de la puerta mirando a su hermano
-¡Espero que Sans esté mejor porque te quiero aquí, una hora antes para el entrenamiento!- Papyrus se quedó en silencio para mirar a Sans quien solo se encogió de hombros para safarse de la situación
-Aun... no está bien, así que...- Papyrus pensaba faltar ahora todos estos días. El día se acercaba y tenía que entrenar de verdad. Ahora veía que los entrenamientos de Undyne a pesar de ser buenos, no le servía para poder ser más fuerte.
-¡¡¡SERA MEJOR QUE VENGAS AQUI O IRÉ POR TI A TU CASA!!!, ¡¡¡Y SABES QUE LO HARE!!!- y colgó. Eso puso aún más nervioso a Papyrus. Sans por su lado miro la puerta para enderezar su esqueleto y caminar hacia ella.
-¿A dónde vas Sans?- el esqueleto se detuvo para girarse a verle con tranquilidad
-Ire a caminar un poco- Contesto con su sonrisa
-¿Y el entrenamiento?- Sans solo rio
-Creo que está vez no te podrás safar tan fácil de la jefa- Papyrus solo quería desaparecer, era muy duro mantener ese secreto
-No puedo jugar Sans, el preparar espaguetis no vencerá a nadie-
-Lo siento Bro- y antes de que pudiera contestarle, Sans desapareció de la cocina, huyendo de la ira de Undyne
-¡Saaaaaaans!- odiaba que hiciera eso y mientras pensaba en que hacer, los espaguetis ya estaban más que quemados, la olla estaba prendido en llamas, lo noto para dar un suspiro, apagó el fuego mágico y le puso la tapa para mirar el reloj en la pared.
Se quitó el delantal de "Besa al cocinero", su gorro de Chef, y sus guantes de cocina para colgarlos, busco sus guantes normales y se los puso, se volvió a fijar en la hora ya faltaba poco, así que salió cerrando la puerta y se dirigió hacia Waterfall.
No sabía cómo hablar con Undyne, no después de evadir las clases de cocina.
-¡Hey Papyrus!- ya había llegado
-¡Creí que tendría que ir por tu cabeza!- Papyrus se acerco más a la jefa de la guardia real que estaba fuera de su casa. Pero cuando puso más atención, vio que había varias cosas en su patio.
Miro que había muñecos rellenos con un blanco pintado con pintura roja, ruedas de madera que sirven como miras tanto en el suelo como en algunos puntos colgando.
-¿Que es todo esto Undyne?- la chica sonrió de lado a lado invoco su lanza y un millón de lanzas tras de ella
-Tu entrenamiento Papyrus- el esqueleto se puso nervioso al notar como ella lo miraba como un blanco viviente
-Espera Undyne, ¿No podemos empezar en un nivel más bajo?- la reptil lo miro mal aún con la sonrisa algo deforme
-¿Nivel más bajo?- Papyrus estaba nervioso de que su amiga lo hiciera papilla al escucharla preguntar
-Si, como el nivel 1- Undyne lo miro muy seria.
El suelo empezó a iluminarse entre círculos azules muy brillantes cosa que sorprendió al esqueleto y volteo a mirar a su amiga.
Se pudo escuchar gritos y explosiones por todo Waterfall, todos del pobre esqueleto. Al paso de un par de horas de torturar a Paps, este estaba tirado en el suelo agitado, apenas con menos de la mitad de su hp y su amiga entre risas se sentó a un lado de él. Saco algo de comida y un té de flores doradas y las dejo en el suelo para Papyrus.
-Ahora si existe el nivel 1- mencionó la chica sin dejar de sonreír
Había tenido su pequeña venganza, y a pesar de haberlo puesto difícil pudo admirar que su entrenamiento con Sans lo había vuelto más fuerte y más veloz, sin embargo no le diría nada, hasta que el esqueleto decidiera decirle.
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