Un esqueleto abre sus ojos exaltado, se sienta en su cama para mirar su cuarto, sus manos y su hp que está normal.

Se quedó pensando un poco, ¿Todo había sido un sueño?, sin embargo, no recordaba en que momento se había ido a la cama, trato de hacer memoria, se levantó de la cama y se rasco su cabeza, y entonces llego a su mente.

—¡Sans!— sin pensarlo dos veces salió rápido de su habitación para abrir la de su hermano, pero no había nadie, bajo las escaleras, fue asomarse a la cocina, tampoco lo encontró para mirar a la puerta.

—Solo fue un sueño, un mal sueño— se lo repetía con el miedo atorado en su pecho, para salir y ver que está nevando, camino hacia el bar de Grillby’s, se quedó de pie mirando la entrada, seguro estaba dentro como siempre, pero tenía una extraña sensación, se sentía diferente, ignoro todo y por alguna razon que ni el mismo entiende siguió caminando hacia los puzzles, noto que Sans no había calibrado los suyos

Avanzo para ver desde lo lejos a Sans sentado en la puerta de piedra, presiono en un puño su pecho, no se veía bien, se acerco un poco pero podía ver que no reaccionaba a su presencia.

—¿Sans?— aún así lo veía sin moverse, respiraba muy rápido.

—¿Sans?— después de unos minutos él levantó su rostro, se veía sorprendido, pero cambio su expresión a una sonrisa, una muy forzada

—heheheh— se encogió de hombros y trataba de seguir sonriendo y solo agachó la mirada, Sans se encontraba devastado, y Papyrus lo noto, algo anda mal

—Vamos a casa hermano—se dio la vuelta un momento y se quedó quieto, esperando, y escuchó como dio un pesado paso y en el segundo, Papyrus se giró rápido para atrapar a su hermano que se iba a caer, para quedarse quieto un momento y despues cargarlo en su espalda.

Miro a Sans y decidió avanzar para llegar a Snowdin, se encontraba hundido en su mente.

—¿Papyrus que paso?— y el esqueleto vio de nuevo a ese monstruo, quien en su sueño, se acercaba desde el Grillby's a ayudarlo

—No pasa nada— y pudo ver qué los mismos aldeanos se estaban acercando curiosos y preocupados

—Déjame ayudarte Papyrus— se quedó pensando, y solo asintió

Al llegar a casa y confrontar las millones de preguntas de los conocidos de su hermano, lo llevo a su cuarto, le quitó las pantuflas y el suéter, se veía muy mal, parecía enfermo, se llevó la sudadera para lavarla, eso despejará su mente de todo. Iba a salir, pero a pesar de saber que esto era como un deja vu...

—¿Sans?, Yo… mmm… ¿Qué te pasa?, No te veo nada bien— tenía en mente lo que tal vez le contestaría.

—No pasa nada…yo… bueno….— Se quedó mirando extrañado a su hermano

—No pasa nada… he, he ,he…— ¿Porque era igual a su sueño?, Se dio media vuelta y salió de la habitación para ir a la suya dejando la sudadera de su hermano en la silla del escritorio para sentarse en su cama.

¿Su sueño se repetía?, estaba asustado, al no comprender lo que pasa, ¿Por qué esta pasando esto?.

—¡Olvide a Undyne!— se levantó de la cama y se dirigió al teléfono para marcar a su amiga

—Undyne, soy Papyrus, yo tengo un problema…no podré darte mi informe—

—¡Al fin apareces!, ¡Estuve esperando por 3 horas!—

—Si lo sé… solo que lo que sucede es que mi hermano está muy mal—

—Debiste llamar antes—

—Si, lo sé pero no puedo dejarlo solo—escucho su respiración, el profundo suspiro que dejo salir

—Bien, pondré a quien los cubra— ella se escuchaba rendida

—Esta bien— Papyrus se giró al cuarto de su hermano unos momentos

—¡Pero tendrán turno doble!— Y ahí estaba ya sabía que eso diría, así que solo suspiro

—Tan pronto como este bien, regresare a mis labores—contesto sin emoción

—Así podré quedarme a cuidarlo— colgó con un extraño sentimiento

—Así podré quedarme a cuidarlo— lo repitió, esto ya lo había dicho, ya había tenido esta conversación, sintió una mirada y volteo al cuarto de su hermano para ver qué la puerta se cierra.

Se encontraba en la cocina preparando Espagueti, los anteriores días fueron predecibles pero aún así, seguía intentando que su hermano coma. Ya a punto de terminar, dio un profundo suspiro, sirvió un plato y subió por las escaleras, tocó la puerta sin respuesta, entró para verlo de espaldas en el colchón, recogió el plato frío y dejó el recién echo. Decidió salir para ir a la cocina tiro los espaguetis que ya no servian y se sirvió un plato después de limpiar y guardar todo.

Se sentó en la mesa y empezó a comer. Veía el reloj, escuchaba el tick, Tack por toda la casa.

—Esto debe tener una explicación— se levantó de la mesa sin haber terminado de comer y fue directo a su cuarto, busco un cuaderno por todo el librero, su armario, sin desordenar nada, bajo a la sala de nuevo y siguió buscando hasta encontrar bajo del sillón un lápiz, lo guardo para seguir buscando hasta que lo encontró. Se sentó de nuevo en la mesa dejando a un lado su plato de comida y empezó a escribir todo lo que recordaba, incluso la presencia de Army, se acabó el cuaderno de lo rápido que escribía y busco otro más para seguir escribiendo pero se detuvo en cuanto escuchó un ruido se levantó de la mesa en silencio, si no mal recordaba, Sans gritaba su nombre por culpa de unas pesadillas

—¡Papyrus!, ¡Papyrus!, ¡Tú no, Papyrus!, ¡Papyrus!— el esqueleto corrió hacia el cuarto de su hermano para verlo tal como en su sueño

—¡Papyrus!, ¡No Papyrus!— se acerco y lo empezó a sacudir

—¡Sans despierta!, ¡Sans estoy aquí!, ¡Estoy bien!— Sans apenas abrió sus ojos se abalanzó llorando a los brazos de Papyrus sintiendo el fuerte agarre, podía sentir que temblaba, y le correspondió para acariciar su cabeza, parecía asustado. Ambos se soltaron del agarre y se miraron, recordaba esto.

—Sans…— el nombrado puso atención. Cambiaría un poco la platica

—¿Hay algo que me escondes?—vio la reacción de su hermano, pudo ver su mirada sorprendida y la cambio a una sonrisa forzada

—¿Qué podría esconderte?— sabía que lo estaba haciendo de nuevo

—Si es por la pesadilla, solo fue eso un mal sueño— seguía evadiendo

—¿Que pasó en tu pesadilla?—Sans se quedó callado un momento

—Gritabas mi nombre— quería saber, tenía la corazonada que eso le ayudaría a entender más lo que sucede

—No recuerdo que soñé— y desvío la mirada a la ventana, Papyrus se levanto y se dirigió a la puerta para girarse y verlo

—No tienes que mentirme todo el tiempo— y salió del cuarto, cerro la puerta y bajo las escaleras para guardar y tapar todo, limpio lo que faltaba tomo su libreta y subió  a su cuarto. Sabía que su hermano escondía algo. Sus pesadillas. Ahora que lo recordaba, su sueño y los de Sans tal vez tenían una conexión.

Se levantó de su cama y saco de nuevo la libreta la dejo en la cama y despegó de la pared la bandera, la doblo para guardarla, después despego un posters de Mettaton, para mirarlo un momento y recordó que en su sueño lo conocía, pero estaba más preocupado por Army, ahora recordaba que ella los ayudo, era su amiga, y ella lo salvó de un humano

—Army me salvo— dejo a un lado el póster, y una vez que las paredes no tenían nada, tomo la libreta y arrancó hoja por hoja para pegarlas en orden, su sueño se iba cumpliendo, así que quería decir que conocería a esa chica y que un humano poseído vendría y necesitaba ayuda.

—Hay mucho que preparar— El esqueleto marco los días y se quedó mirando un momento, para dar un pequeño bostezo.

—¡No es momento para dormir! ¡Hay mucho que hacer!— tenía que entrenar, debía ser más fuerte, más veloz, más resistente, pero su hermano.

Miro las últimas hojas dónde escribió. Sans moría. Salió de su habitación para mirar la puerta del cuarto de Sans, se acerco para tocar su puerta, pero prefirió no hacerlo, se retiró y bajo las escaleras para salir y camino fuera de Snowdin a dirección de Hotland, esperando encontrar respuestas.

Camino mucho hasta llegar al laboratorio y tocó la puerta, está se abrió y se vio a una somnolienta Alphys aún en pijama

—¿Papyrus?, ¿Qué... que haces a...aquí?— el esqueleto solo frotó sus manos nervioso

—Undyne habla mucho de ti, dice que eres muy inteligente…— este miro a otro lado, de verdad quería comprender lo que le sucedía

—Y necesito tu ayuda— la reptil asintió y se hizo a un lado para extender su mano en invitación que pasará. Una vez dentro Alphys le dio una silla y este se sentó para ella igual sentarse, el silencio perduró unos momentos y ella suspiró un poco

—¿Por qué ne...cesitas mi ayuda?, Undyne igual me ha...habla mucho de ti...., pero no creí que, bueno yo no... creo ayudar mucho con cosas.... de ser guardia y eso— pero Papyrus negó con su cabeza.

—No es nada sobre eso— Alphys puso atención

—Es que tuve un sueño que se ha repetido en estos dias— Alphys se quedó atónita y negó con su cabeza

—Es impo...posible, no hay pruebas científicas... de que eso sea posible— pero para Papyrus era diferente

—Pero todo ha pasado, Sans está enfermo y extraño tan de repente, sus pesadillas, la conversación de Undyne, todos en Snowdin, todo es igual— Papyrus miro a Alphys, directamente a sus ojos, pidiendo ayuda, Alphys se quitó sus lentes y los limpio.

—Lo siento Papyrus, tal vez sean coin....coincidencias— ella se colocó de nuevo sus lentes y noto a Papyrus desanimado, ella se encogió en su lugar y trato de poner su mano sobre la de él pero se detuvo, no se sentia segura, si podía ayudarlo.

Papyrus se levanto, ya era tarde y debía regresar con su hermano. Alphys igual se levantó temiendo la reacción del esqueleto

—Gracias Alphys, yo debo irme— Alphys asintió y lo acompañó a la puerta para verlo irse. Una vez que se cerró la puerta Alphys se quedó pensando

—¿Sueños premonitorios?— ella no lo creía, una cosa era la magia de sus almas y lo que podían hacer, pero la adivinación, era otra cosa, se giró para ver su laboratorio y camino hasta la puerta a lado de la computadora, abrió la puerta y entró en el ascensor, tenía curiosidad sobre eso, sobre lo que Papyrus dijo, bajo al antiguo laboratorio para investigar sobre los sueños y algo que se asemeja a la incógnita de Papyrus.