Capitulo 36
¿Una ultima palabra? 1/3
La espera de la condena
***
La batalla había comenzado, Sans esquivaba cada movimiento del humano girando su mirada por cortos plazos de tiempo para ver a su hermano de pie, quien se había congelado viendo la batalla. Papyrus se sentía extraño.
-¡Papyrus!- sentía que sus huesos temblaban
-¡Papyrus!-El frio se propagaba por sus extremidades
-¡Papyrus reacciona!- en ese instante Papyrus logra divisar al humano una vez más a centímetros de él provocando que este dé un paso atrás por un intento de cubrirse, aquella mirada, esos ojos rojos llenos de rabia. Jamás había visto nada igual.
-¡Papyrus!- sin embargo sintió como era levantado del suelo, provocando que reaccione y es lanzado al fondo de la habitación, justo levanto su vista para ver el instante en que el humano esquiva a un Gaster Blaster
-Hey humano, no quieres perderte de la fiesta que tenemos acá- mientras este mismo corría atacar, Papyrus se refugió tras de uno de los pilares de la habitación, encogiendo sus piernas para esconder su cabeza entre sus brazos, escuchando la intensa batalla
-Lo siento-
-Lo siento...-
-No soy tan genial después de todo... yo... solo..-
-Lo siento Sans... -
-De verdad lo siento-
-Lo siento Papyrus... lo siento Sans, yo...- Army veía todo desde el laboratorio el cual se encuentra oscuro seguro que Alphys desvió la electricidad al laboratorio de abajo, por los refugiados. Al igual que Papyrus ella se encontraba en el suelo con sus piernas encogidas y sujetadas por sus brazos, para esconder su rostro entre sus manos tras resbalar una lagrima.
-Ya no eres tan ruda...-
Army volteo hacia el dueño de aquella voz
-¿Que quieres Flowey?-
-Nada en especial- miraba con descaro el rostro caído de la observadora
-Sabes es increíble que tan idiotas pueden llegar a ser- ella levanta mas su mirada para fijarla con mas atención
-Hiciste tanto por ellos y mira donde terminaste. Mira donde los condujiste- este empezó a reír
-Ellos de verdad te han de odiar, después de haberlos abandonado, hehehhehehehe- Army se mordió el labio por la rabia hacia aquel insignificante ser
-¡¿Por qué no cierras la boca?!- Ella se levanto para mirar aquella flor
-Tienes que tener cuidado con lo que dices, o podrías morderte la lengua- la flor la miro mal sin en cambio, esta vez no se fue como siempre, en ese tipo de situaciones en que lo callan se va pero ahora... La chica lo miraba detenidamente para después dejar a relucir una sonrisa.
-Vaya, vaya, vaya, pero que tenemos aquí... te estás escondiendo para evitar que ese chico te mate, ¿o me equivoco?- la flor hizo un gesto de desprecio inclinándose hacia atrás
-No tiene caso que huyas, aun así el humano te encontrara- Flowey cambio su aspecto a uno lleno de temor y nervios al grado de temblar
-No moriré, el no lo hará, no me encontrara- le dio la espalda mirando a todos lados desesperado por encontrar una forma de poder evitar su muerte
-¿Estás seguro?- al escucharla, se giro lentamente a ella con una mirada perdida y petrificante
-Tu...Tal vez, tú puedas detenerlo-
Ella se soltó a reír, mientras la flor no quitaba su vista de ella, se sentía aterrado como para gritarle
-No lo creo... ni si quiera ayude a ese par de hermanos...- su risa se detuvo y su rostro se torno serio para pasar a uno mas melancólico.
-De todos modos no tengo mucho tiempo...- ella se recargo en el cristal, dando la espalda a la flor y se resbalo por el vidrio hasta quedar sentada en el suelo
-Así que hasta aquí llegue...-
-¡No!, ¡tienes que hacer algo!- pero la chica ya no decía nada
-¡No quiero morir!, ¡No puedo morir!- este se empezó a desesperar. En ese instante conoció el miedo y la desesperación y por más que suplicara, no obtenía respuesta
-No quiero, no puedo, no, yo no puedo morir, no voy a morir, no moriré- empezó a susurrar, por el descontrol de tal emoción casi pareciendo que perdería la cabeza, mientras que Army sostenía entre sus manos un pedazo de papel arrugado, roto y viejo, se trataba de un pequeño dibujo a base de crayolas ya algo despintado y con dos figuras altas y dos mucho más pequeñas, tomados de las manos. Ella sonreía.
-Mis pequeños...-
justo en ese instante una luz resplandeció segando a los dos por algunos segundos para verse unas sombras cruzar, ella solo suspiro pesadamente, al tiempo que su sonrisa se esfumaba al igual que la fuerza y la esperanza que había recuperado tras los días anteriores ,miro de reojo a la flor que de igual forma se volteo a mirarla
-Heh, suerte con el reinicio pequeña Adonis-
La flor pudo ver mejor a los extraños, eran casi iguales a ella y sin perder tiempo se escondió a lado de aquella prisión. Army por su lado se mantuvo sentada en el suelo, sin mirar más que el piso mientras escondía aquel dibujo
-¿De nuevo aquí?- Uno de esos hombres hablaba sin dejar de ver una tabla con información
-Este mundo se supone que está restringido, nos meteremos en problemas por esto- una mujer se vio molesta
-No importa, hay que llevárnosla, esas fueron las ordenes- Este último extendió su mano y una corriente de aire golpeo con el cristal rompiéndolo en pedazos, los cuales unos de ellos alcanzo a rasguñar el rostro y brazos de Army, sin embargo a este mismo no le importo que ella se hubiera lastimado, los otros dos se acercaron a ella para sostenerla con fuerza de los brazos y bruscamente la levantaron, para sacarla de ese lugar, al dar los primeros pasos para dirigirse al portal que ya había sido abierto de nuevo, Flowey salió de su escondite para estirar sus raíces para enredarse en el tobillo de Army que al ser arrastrada y empujada para irse ya, la Adonis fue arrancada del piso, causándole un gran dolor que trato de ahogarlo apretando sus dientes, sintiendo unas lagrimas salir de sus ojos, a pesar de ello no le importaba, al menos estaría vivo.
Aquellos extraños acercaron a la chica a aquella luz donde uno de ellos cruzo para después sentir un golpeteo en la espalda que la lanzo dentro de aquella luz, sintiendo como si cayeran en un abismo que provoco que la flor se aferrara con fuerza cerrando sus ojos hasta sentir que choco con algo duro y de nuevo aguanto el gritar de dolor, al abrir los ojos se vio dentro de un salón enorme y blanco con verdes enredaderas trepando por las paredes y pilares. Algunos riachuelos corrían por las orillas del mismo y unos enormes ventanales de cristal de donde daban una extensa luz que iluminaba todo el lugar. Army se levanto con una fuerte mirada llena de desprecio
-¡Vamos camina!, que la junta espera por ti- la chica la tomo del brazo para jalarla sin cuidado alguno, aun sabiendo que esta herida, la arrastraron tras los corredores hasta llegar a una sala donde se veía a muchos de ellos sentados alrededor de una pequeña plataforma circular rodeada de un rio y frente una enorme estructura blanca, para ver en la cima a un hombre aun más viejo que todos los presentes sentado, con una mirada penetrante y amarga.
En cuanto los observadores dejaron en el centro a la chica, retrocedieron unos pasos junto con los otros dos. el Anciano se levanto de su lugar abriendo un libro.
El juicio había iniciado...
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-Howdy lectores, como habrán visto logre salirme con la mía. ¡Chara no me encontrara aquí jamas!, HAHAHAHAHAHAHAHAHA-
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