Papyrus fell estaba espiando en la casa donde debería estar Mettaton fell pero este no había aparecido, lo que era extraño porque el robot pasaba la mayor parte del día allí. Al notar después de un rato que este no regresaba decidió entrar a investigar, una vez que logro entrar por la ventana comenzó a revisar el desastre en el que el contrario estaba viviendo.

Entre todo ese caos lo único que se encontraba sobre la cama era el pequeño peluche que ya había visto antes, mal cosido y con cara de molesto. Aparte de esa cosa mal cocida no había nada mas que hiciera referencia a su universo, parecía haberse olvidado rápido de todo lo que paso. Tal vez era lo mejor para el, realmente el universo en el que vivían se las había cobrado todas con el robot y todo el mundo lo odiaba incluso sus supuestos fans.

Este no sabia cuanto era de feliz el robot en este universo ya que no había intervenido en mucho tiempo para que no supiera que nunca se había ido de allí realmente, no porque no quisiera sino porque no podía. El portal se había cerrado una vez que el entro  y no se volvió a abrir, dejándolo atrapado en aquel universo el cual para el era una tortura muy leve ya que no era desafió para el ese universo con todo el tiempo que había estado allí ya.

Pero darle una sorpresa al robot seria interesante, en ese momento Papyrus golpeo en la puerta de la pequeña casa para abrir la puerta y ver a su contra parte en el interior.

Oh... yo te recuerdo, eres yo de otro universo. Que estas haciendo por aquí?... -pregunto con su gran sonrisa-

Vine a visitar a Mettaton... -dijo para no parecer sospechoso ante el contrario aunque no tenia muchas idea de que hacer en ese momento-

Que amable eres, pero veo que no esta aquí. Si quieres puedes venir conmigo y lo buscamos juntos... -sonríe amistoso sonando su teléfono y recibiendo una llamada de su hermano comentando que el robot estaba en la casa de los hermanos esqueleto- Parece que no deberemos buscar mucho otro yo, Mettaton esta en mi casa con mi hermano... 

En ese momento se noto en el rostro del otro esqueleto una total indiferencia, no sabiendo que significaban realmente mientras este por dentro esta pensando en mil y una formas de matar al que se atreviera a tocar al robot frente a el.

De esa forma ambos emprendieron camino a la casa que se ubicaba en Snowding, Papyrus había estado presente en el incidente con ambos invitados pero su buena persona siempre estaba dando una nueva oportunidad a quien lo merecía, y porque no darse una nueva oportunidad a si mismo. Ver a alguien de donde había venido le agradaría y que mejor que ver al gran Papyrus, después de todo estaba con Sans que clase de desastre podrían causar esos dos juntos.