Es momento de explicar cómo está estructurada la Academia. Desde el punto de vista de la entrada, la Academia tiene dos jardines frontales, donde los estudiantes pueden relajarse en los manzanos, o acostarse en la grama, y encontramos cara a cara a los 5 pisos de salones y un último piso completo para la biblioteca y la biblioteca tecnológica.

En el ala derecha está la sala de música, una maravilla construida para que el sonido pudiera tocar hasta el último fragmento del lugar sin perturbar el exterior. En el otro extremo. El ala izquierda, el cual es el teatro. 

En el centro de la academia hay una fuente de agua y a su alrededor muchas mesas para cuatro personas. Del lado derecho tenemos el área de prácticas. Donde está la cocina "A", y un vivero junto a una granja de todo tipo de verduras y hortalizas. Del lado derecho es casi lo mismo esto debido a un mal chiste donde la cocina "B" solo está disponible para profesores. A un lado de la cocina hay unas escaleras, si las subes y abres la puerta entras al laboratorio. 

Para llegar a los campos de deportes, solo hay que cruzar tanto las cocinas A y B. En la A, hay pista de atletismo y polo, un estadio de beisbol, un campo de futbol, y una piscina olímpica. En el B se encuentran la cancha de tenis, campo de tiro al blanco y un circuito de galope.

Ahora, para llegar a las residencias solo que hay que ir al norte de la academia. Pero antes de llegar hay dos lugares más, la pista de ballet y el GYM. Hay un enorme círculo dividido al medio. Cada país tiene una selección de cuartos. Y al fondo de esto. El infame y divertido bosque laberinto.

Si bien les diré mis rutinas en ese momento. Me levantaba a las 4 de la madrugada, salía a correr, regresaba a las 5 casi moribundo y sudado, entraba al GYM a hacer rutinas demasiado fuertes, para salir de allí a las 6, comer un desayuno balanceado, después ir a ver clases hasta las 2 de la tarde a la hora de almuerzo para luego verme con Antonella treinta minutos y darle mi resumen de clases, para después ir a clases de piano hasta las 9 pm. Regresar a la residencia y estudiar o leer libros que Antonella me hubiera colocado. Eventualmente empecé a bajar de peso, y mi cuerpo empezó a tomar otra forma.

Ya tenía más de un mes en ese lugar. Y aún no entendía que hacía allí. A veces me escapaba con Antonella o me portaba mal y ella me hacía sufrir. Pero aquel día entró a mi cuarto echa mierda. 

—Coño e' la madre Antonella, estás vuelta verga.- Cargué su cuerpo hasta mi cama, la acomodé con cuidado y cerré la puerta.

—Pero necesito una verga- Empezó a reírse, estaba demasiada borracha-, quiero tu vergota dentro de mí y que me digas que soy tu puta.

Antonella era mi ama, uno debe complacer a su ama, pero solo si la ama lo desea, ella solo estaba borracha, no podía hacer nada, excepto, saber de ella.

—Te daré mi… verga, si respondes mis preguntas.-La vi fijo a los ojos. Ella mordió su dedo.

—Andiamo, papi- Auto control. Solo es necesario, el auto control.

—Estuve investigando esta academia, dice que puede tener a estudiantes de todo el mundo, pero faltan muchos estudiantes, además de que esto no tiene sistema de grado.

—No todos pasan la prueba, somos seleccionados por nuestras características y somos tratados por iguales, el año en el cual entras define tu punto, si evolucionas bien, te quedas hasta el nivel universitario, si no vas a afuera.

— ¿Por qué aceptaste que yo fuera tu sumiso?- Había empezado a notar su comportamiento. Siempre esconde algo, siempre me hace saber que sé todo, pero la realidad es que no sé nada de ella. Está en un grupo avanzado, tres años mayor que yo, sé que no es virgen. Puedo cogérmela. Perder mi virginidad con una italiana… una italiana ebria… no.

—Eres igual a mí, yo solo quería encajar, quería ser feliz y tener amigos, casarme, pero mía mamma. Mía mamma se fue, me encontré con gente mala, gente que me golpeaba, gente que me hizo daño, yo solo pude estudiar, ay mi niño.- Cada vez que hablaba, su voz sonaba más melancólica. 

—Ama, yo cuidaré de usted.- La arropé con cuidado, entonces en un jalón de ella nuestros labios se encontraron. Tomé despacio su mentón, luego su mejilla.
Mis labios acariciaban suavemente los de ella, un roce suave, algo denso y sin apuros, que sus labios sintieran una ligera presión, había pasado horas leyendo como besar bien y al parecer si daba frutos. Me aparté con cuidado de sus labios mientras se quedaba dormida.

Suspiré viéndola dormir y seguí leyendo mis libros, hasta el momento solo había tenido dos lecciones. Sin embargo, mis notas estaban por las nubes, estaba aprendiendo a tocar piano, y estaba poniéndome en forma.