008- None of my business.
Al sentir la voz de Bella mi piel se erizó por completo, el miedo me invadió y las piernas me fallaron.
Mi rostro estaba lleno de sangre mientras que los puños de Jungkook también tenían sangre, mi sangre.
—¿¡Pueden explicarme que está pasando aquí!?—Volvió a gritar haciéndome reaccionar.
—Bella...—Jack, su mejor amigo la tomó por los hombros, ella, de manera instintiva quito las manos de aquel chico, acercándose a nosotros.
—Son unos animales.—Se dirigió hacia Anny, quien estaba hecha un ovillo en el suelo llorando.—Hey...¿Estás bien? ¿Necesitas que te lleve al médico?
—Y-yo estoy bien, Namjoon está..—Murmuró.
—Jack, llévatela a casa de su madre, allí estará lejos de estos imbéciles.
—¿Segura de que estarás bien sola?—Ella asintió y el se llevó a Anny lejos de nosotros.
—¿¡Que les pasa!?—Gritó, haciéndome sobresaltar.—¿Te has vuelto loco, Jungkook?
—¿¡Qué no puedes entender que no te quiero con Namjoon!?
—Por un demonio, estás loco.—Murmuró la chica.—Namjoon y yo tenemos el derecho de hacer lo que queramos, Jeon.
—Es mi amigo.
—¿Y? Tu y yo nunca fuimos nada más allá de mejores amigos, Jungkook. Te voy a dejar algo bien en claro..—Cuando Bella dice aquella frase, es que realmente ha llegado a su punto culminante.—¡No tienes derecho a controlar mi vida! Desde que te fuiste dejaste de ser relevante, ¿Eres estúpido o te haces? Ya estás lo suficientemente grande como para dimensionar lo que estás haciendo, ¿Que carajos te ocurre, Jungkook? Tu no eras así, eras distinto. Ahora mismo vas y te limpias las manos y el rostro, yo me encargaré de Namjoon que bien jodido que si lo dejaste, eres un maldito animal.
—Pero, Bella..—Intentó rechistar, pero la rubia lo detuvo.
—Nada, Jungkook, nada.—Se cruzó de brazos mientras lo fulminaba con la mirada.—Lárgate ya, antes de que la que acabe contigo sea yo y no Namjoon.
—Bien, pero esto no ha terminado aquí.—Murmuró lo último, pero yo pude escucharlo.
—¿Estas bien?—Se acercó a mí con una pequeña sonrisa, sus manos se posaron lentamente en mi rostro sin lastimar todas las heridas.—Dios mío, Nam, es un maldito animal.
—Duele.—Sisee al sentir sus dedos sobre uno de los golpes.
—Lo siento, déjame ayudarte, ¿Si?—Asentí ante su propuesta.
Emprendimos nuestro camino hacia mi estudio, donde la rubia había dejado un botiquín de primeros auxilios. Según ella, lo había dejado porque la intuición de una mujer nunca falla y ella estaba segura de que algo así iba a ocurrir en cualquier instante.
—Siéntate ahí, buscaré el botiquín.—Me sonrió y camino hasta uno de los cajones de la cómoda, allí se encontraba el botiquín.—Dios, estás chorreando sangre.
—Nada nuevo.—Sonreí con un poco de dolor.
—Ay Dios, Namjoon.—Me pasó por la nariz un algodón con alcohol y una sustancia más que desconocía su nombre, siseé del dolor.—Lo siento, dolerá un poco más de lo esperado.
—No te preocupes.—Sostuve el algodón e hice un poco de presión.—Jungkook se está comportando como un niño.
—Debemos entenderlo, quizás para el no sea fácil ver a su mejor amigo con su ex mejor amiga la cual le gustaba.—Dijo mientras curaba mi ceja, la cual también estaba llena de sangre.—Tendré que ponerte hielo, corazón.
—Tengo entendido que ambos hicieron una promesa, ¿Es así?
—El me prometió buscarme luego de cumplir este loco sueño que tenía desde que estábamos en primaria, pero como ya ves, nunca lo hizo.
—El nos hablaba mucho de ti, Bella.—Sus ojos conectaron con los míos y en ellos había una expresión que no podía descifrar.—Aunque se que no lo crees, el si lo hacía. Te quería por montones y a veces se arrepentía de haberse ido de esa forma.
—Me dolió que se fuese así, pero lo que fue creciendo mi rencor fue jamás cumplió aquella promesa, siempre terminé encontrándolo yo a él.—Terminó de curarme y observó mi rostro unos segundos, aumentando mi nerviosismo.
—¿Podemos hablar sobre aquello que paso en tu casa, Bella?
—¿Qué quieres hablar?—Su mirada fija provocaba que mis manos se pusieran frías y sudorosas.
—Yo...
¿Como podía sentirme tan reemplazado por mi propio amigo, mi hermano?
Sentía tanta culpa por lo que había hecho, pero a la vez no quería pemitir que se acercase a Bella una vez más.
Tantos años conociendo a Namjoon me dieron la sabiduría de conocer que el no quería nada serio con Bella, que simplemente era un juego dejando sus sentimientos de lado. Pero al verla allí, noté como sus ojos brillaban, casi como si hubiese visto a un diamante.
¿Ella se había enamorado de el?
Jamás, no permitiría eso nunca.
Me miré al espejo dándome cuenta que tenía alguna que otra mancha de sangre en el rostro, limpie mis manos, brazos y rostro con agua y jabón, debía quitarme cualquier indicio de que fui yo quien lo inicio, incluso si el rostro de Nam dice otra cosa.
Recibí una llamada de Jack, el mejor amigo de Bella, extrañado contesté el teléfono, escuchando la peor noticia de mi vida.
—Jungkook, corre ya para el hospital.—Suspiró mientras sorbía sus mocos.—Al parecer Anny perdió al bebé.
Horas antes.
Llegué a casa de mamá luego del pleito de Jungkook y Namjoon. Mis pensamientos no dejaban de decirme que Jeon Jungkook aún seguía enamorado de aquella rubia de ojos marrones que era mi mejor amiga desde que la conocí. Bella es una chica increíble, hay que admitirlo, pero siempre tiene todo lo que quiere incluso si no lo merece.
A veces quisiera ser más como ella, más valiente, más resiliente. Este embarazo me ha jodido más la vida de lo que ya la tenía, pero es la consecuencia de mis acciones y tarde o temprano tendría que pagar por ellas.
Mi madre me recibió con sus brazos abiertos, ella estaba consciente de mi embarazo aunque en un inicio su respuesta fue negativa, fue asimilando poco a poco el shock.
No todos los días te dicen que tú hija menor está embarazada.
Me senté en una de las sillas mientras observaba mi abdomen abultado, tenía algunos meses de embarazo y a veces se sentía hermoso, pero otras veces me aterraba el simple hecho de ser madre.
Mi progenitora, por su parte, me ofreció un té hecho por ella recomendado por mi abuela. Nunca entendí aquellas supersticiones de abuela, pero aún así no le di tanta importancia.
Al incio aquel té sabía amargo, pero luego de varios tragos el sabor se hizo agradable. Me bastaron siete sorbos para acabar con aquel té e inmediatamente le solicité a mi madre dormir un poco, el cansancio y las discusiones con Jungkook me tenían harta.
Intenté conciliar el sueño, pero era realmente difícil sintiendo que algo iba mal hasta que lo logré. Perdí la noción del tiempo hasta que sentí que algo mojado recorría mi pierna desde mi zona íntima hasta los tobillos. Desperté totalmente asustada dándome cuenta de que aquello que recorría mis muslos no era nada más que sangre.
Mi bebé, no.
Inmediatamente llamé a Jack y también intenté comunicarme con Bella, pero su teléfono sonaba apagado.
Jack llegó a la luz del sol, dándose cuenta del incidente, me tomó el sus brazos y corrió hacia su Range Rover abriendo la puerta hábilmente dejándome dentro.
Mi madre no se inmutó en absolutamente nada, intuía que fue ella, pero aún así no podía culparla de algo de lo que no estaba segura. La sangre seguía corriendo, manchando el asiento donde estaba ubicada.
El miedo me llenó totalmente, nunca había vivido algo así en mi vida, no sabía que hacer, como actuar, ni siquiera sabía que estaba ocurriendo.
Jack llegó rápidamente al hospital más cercano a la casa de mi madre, dejándome rápidamente en urgencias. Allí, cerré mis ojos con fuerza deseando solamente una cosa.
Mi bebé tenía que vivir.
—¡Jack, Jack!—Los gritos de Jungkook se hicieron presentes en la sala, sus ojos contemplaban el ambiente y el miedo se hizo presente.—¿Anny? ¿Donde esta?
—La internaron, Jeon, ella está allí dentro.
—¿Qué?—Murmuró.—Maldita sea.
—¿Bella sabe de esto?—Pregunté mientras me levantaba con mis brazos cruzados.—Si ella sabe, te matará, Jungkook. Prometiste cuidar de Anny y no lo hiciste, seguiste metiendote en peleas absurdas con Namjoon.
—¡No es mi culpa que quiera dañar a Bella!
—El no lo hará.
—¿Y tu cómo lo sabes?
—Conozco lo suficiente a Namjoon para saber que el no tiene los cojones que tú tuviste para hacerle daño a mi mejor amiga.
—Ella no es tu mejor amiga, imbécil.
—Quieras o no, lo es.
—¡Familiares de la señorita Anny Gutiérrez!
—¡Nosotros!—Ambos subimos la mano y la enfermera se dirigió hacia nosotros.
—Ella está estable, pero lamentablemente perdió al bebé.—La chica nos miró con tristeza.—Pueden pasar a verla.
Las miradas que Jungkook y yo intercambiamos fueron vagas, idas, como si ya no hubieran sentimientos.
No podía saber lo que Jeon sentía, pero se notaba que aunque él no quisiera estar con Anny, quien también era mi mejor amiga, el amaba ese bebé.
Entramos a la habitación y la vimos allí, hecha un ovillo en la cama. Sus ojos estaban rojos y decaídos, mientras que su mano derecha acariciaba su abdomen.
Ya no existía bebé, ya no había vida ahí dentro.
Jungkook se acercó lentamente a ella y la envolvió en un abrazo, ahí fue cuando ella dejó salir todo lo que tenía dentro. El enojo se había hecho presente en la habitación, tanto así que era palpable en el ambiente.
Anny era la persona que menos merecía esto.
-With love, Danna Kim 💗
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