006- You're in love with him?

Este capítulo contiene material explícito.
























Namjoon me acompañó hasta casa y se quedó conmigo, realmente aprecié eso, me gustaba estar con el.

—Belly, ¿Estás dormida?

—No, ¿Tu lo estás?—Reí fuertemente mientras me separaba de su pecho.—¿Que ocurre?

—¿No tienes hambre? Yo si.

—Bueno, si, si tengo.—Lo miré mientras me tocaba el estómago.—Lo ignoré porque necesitaba ver el final de la serie.

—Vamos, yo preparo algo.—Tomó mi mano levantándose.

—No es necesario, yo puedo hacerlo.—Me levanté de igual forma que el, aún teníamos nuestras manos tomadas, teníamos algunos tragos encima y nuestra situación realmente no colaboraba.

—Lo haré yo, no quiero un no por respuesta.—Sus mejillas se encontraban rosadas igual que las mías debido al alcohol, se veía tierno así, pero también provocaba algo más en mi.

—Bien, te acompañaré.—Contesté para luego arrastrarlo hasta la cocina.

—Hey...—Una sonrisa socarrona se instaló en su rostro y pude notar sus intenciones.

El alcohol no siempre era lo mío, me hacía hacer cosas que simplemente no debía y esta era una de ellas. Mi espalda estaba apoyada en la encimera, sus brazos a los lados de mi cuerpo, aprisionandome entre su fornido cuerpo y la encimera.

Nuestras respiraciones de entrelazaban, podía sentir como se estaba controlando, nuestras narices rozaban y las ganas de besarnos se hacían grande. No quería usar a Namjoon solo porque me sentía mal con Jungkook, pero el era como un caramelo dulce pero yo sabía que esa no era la verdadera cereza.

Inconscientemente dirigí mis manos hacia su pecho, subiendolas lentamente hasta su cuello, entrelazandolas ahí. Sus manos tocaron mis muslos, subiendo lento pero tortuoso hasta mi cintura.

No puedo negar que desde que nos vimos por primera vez existía esa tensión, la cual ahora estábamos a punto de resolver.

Sus labios rozaron los míos y finalmente lo hizo, me besó. El beso inició suave, dándome confianza y haciéndome sentir bien, luego le di paso a su lengua y allí fue donde todo se descontroló.

Sus manos bajaron hacia mi trasero y con un habilidad magistral me subió a la encimera, dejando mi falda un poco muy arriba. Enrede mis manos en su largo cabello mientras el me tocaba con desesperación, lentamente la ropa empezó a molestar y siendo habilidosa, un poco curiosa también, fui desabotonando su camisa dejándome ver su cuerpo, que si bien sabía que el iba al gimnasio, no pensé que estuviera tan fornido.

Sus grandes manos quitaron mi top y bajaron la falda hasta hacerla caer en el piso, me encontraba en ropa interior. La vergüenza me cayó como un balde de agua fría, no estaba insegura de mi cuerpo, estaba insegura de su reacción.

Para mi sorpresa, me miró como si fuese la quinta maravilla del mundo, haciéndome sentir segura. Sus ojos se trasladaron a los míos pidiéndome permiso para hacer lo que tanto deseaba hacer, solo asentí esperando a lo que venía.

¿Nosotros no teníamos hambre?

En un solo movimiento bajo mis bragas y pude notar como se mordía los labios, escupió sobre sus dedos, empezó con un suave movimiento que me sacó más de un suspiro, sus ojos nunca abandonaron los míos transmitiendome seguridad. Bajé la mirada por un segundo notando como su erección se marcaba en el pantalón, trague grueso al sentir sus largos dedos dentro de mi. Empezó a moverlos rápidamente sacándome gemidos, se sentía tan bien.

Lo atraje hacia mi para besarlo y acallar algunos gemidos, su mano seguía haciendo lo suyo allí abajo, me estaba llevando al cielo.

Con su mano libre desabrochó su pantalón dejándolo por algún lado del piso, su miembro estaba demasiado grande debido a la erección. Con la mirada le supliqué que lo hiciera, necesitaba tenerle dento.

Por suerte en mi cocina siempre había preservativos, no sabía que hacían allí, pero siempre habían.

Habilidosamente se puso uno, alineando su miembro con mi entrada, me preparé mentalmente para esto cuando lo sentí entrar.

Gemía mi nombre en mi oído mientras la tenía empotrada contra la encimera de su cocina. En ese momento no podía pensar en más nada que no fuese joderla hasta que no pudiese caminar por días.

Bien sabía que esto no era correcto, pues conocía la atracción de mi mejor amigo hacia Bella, pero el sería papá y se casaría con Anny, Bella ya no le pertenecía.

Sentí como la menor se corrió sobre mi miembro, extasiandome más, haciendo que me venga en el preservativo. Recuperé un poco de fuerzas y salí de ella, dándome cuenta del desastre que habíamos provocado.

La mire, su cabello estaba desordenado, sus labios entreabiertos, sus piernas temblaban e intentaba buscar apoyo en la encimera. No podía negar que se veía demasiado atractiva así, en este momento no puedo imaginarmela haciendo otras cosas que no sean esta.

Recogí mi camisa del suelo para luego acercarme a ella y ponérsela, cubrí su cuerpo hasta su abdomen. Estaba sonrojada al notar como la miraba, Bella era una belleza de mujer, aún no podía entender cómo Jungkook la dejó ir así como así.

—Te llevaré a tu cama y descansarás, ¿Vale?—Ella asintió a todas mis palabras.—Recogeré este desastre e iré contigo, preciosa.

—Nam...—Su mirada encontró la mía, se veía muy tierna.

—¿Si?

—Te quiero.—Murmuró para luego abrazar mi torso desnudo debido a la diferencia de altura.

—Yo más, bonita.—Sonreí ante la tierna acción.

Hábilmente la tomé cuidadosamente por sus piernas y la cargué estilo princesa hasta su habitación, la cual era muy hermosa, igual que ella.

La dejé en la cama y me dirigí rápidamente a organizar el desastre que habíamos provocado en solo minutos en la cocina. No puedo negar que me encantó verla sumisa, me encantó verla pidiendo por más.

Bella es una chica demasiado linda, lo supe desde que la vi por primera vez en aquel anuncio publicitario, la tensión entre nosotros se acumuló desde la primera vez que nos vimos aunque ella estuviese enfocada por la sorpresa de ver a Jungkook allí. Debo admitir que jamás me gustó lo que Jungkook hacia con Anny y mucho menos lo que hacía con Bella, jamás quise aprovechar la situación sentimental de Bella para estar con ella.

Me gustaría conocerla más allá de lo que siempre veo cuando asistimos a reuniones juntos, me gustaría estar en todos sus logros y en todos sus llantos. Quiero ser quien la acompañe siempre y se que si me esfuerzo lo lograré.

Me encaminé hacia su habitación con solamente mi pantalón, ya que mi camiseta la tenía ella. Se veía demasiado bien para ser real.

—Estoy aquí.—Sonreí mientras me sentaba a su lado.

—Quédate.—Pidió con esos ojos a los cuales jamás podría rechazar.

—Lo haré.—Me recosté a su lado y la abracé por detrás.

Sentí como su respiración poco a poco se tranquilizaba, se había quedado dormida.

—Serás completamente mía, Bella, lo serás.—Susurre en su oído.
















A la mañana siguiente abrí los ojos, tomé mi teléfono para ver la hora y sorprendentemente eran las 8, noté todos los mensajes de Anny disculpándose por lo que había pasado solo hace unas horas. Le contesté secamente, dejándole en claro que Jungkook no me interesaba en lo más mínimo, pero que no me parecía el hecho de que la haya embarazado tan temprano.

Mis ganas de contarle sobre Namjoon crecieron, pero no sabía si podía confiar en ella.

My dear Anny 💗

¿Ocurre algo con Namjoon?—Preguntó.

—Estoy demasiado confundida, Anny.

—¿Por qué lo dices? ¿Que ocurrió?

—Anoche...follamos, Anny.

¿¡Que demonios!?—Solté una carcajada silenciosa ante su reacción.

—Nada nuevo.

Dejé mi móvil a un lado al notar como Nam se removía detrás de mi, suspiré un poco nerviosa y me volteé, dándole la cara.

—Hey..Buenos días.—Su sonrisa iluminó mi rostro, aquellos hoyuelos ilegales adornaban la situación.

—Buenos días.—Sonreí de igual forma.

—¿Te sientes bien? ¿Te duele algo?—Preguntó preocupado.

—Estoy bien, no te preocupes.

—Te haré algo de desayunar y me iré, preciosa. Tengo ensayos el día de hoy.—Informó levantándose de la cama.

—Está bien...—Murmuré.—¿Regresarás?

—Tenlo por seguro.

Este sería un gran día, joder.

-With love, Danna Kim 💗

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