Nikolai

TW: fem! reader.

a petición de: KatieKaboom10

Tan complicada como las matemáticas y tan insegura como la filosofía.
     Giró el rostro, sorprendido por la repentina sombra que acaba de pasar en el pasillo frente a él, Gogol apretó los labios dudando si seguir a la figura o irse a dormir de nuevo. Después de todo él solo estaba despierto gracias a su vejiga y su poco aguante, ahora, descalzo y enfundando en un pijama de patos pendía entre ir o no ir; la figura no alcanzaba a ser reconocida en la oscuridad, era como: oh demonios, podría ser un fantasma.

      Meneó la cabeza apartando los estúpidos pensamientos, emprendió su camino para seguir a la sombra, tal camino lo llevó a la cocina. Una figurilla medio alta hurgaba el refrigerador, Gogol ladeó la cabeza al identificar de quien se trataba, emitió un silencioso suspiro de alivio. La figurilla saltó girando la cabeza en todas las direcciones, asustada de repente por el suspiro en medio de la oscuridad, entornó los ojos ante la presencia de Nikolai.

     —Me- me asustaste —murmuró la vocecita, Gogol sonrió tomando su cabello trenzado y echándolo para atrás.

     —¿Qué haces? —preguntó para cuando la chica se había girado de vuelta a seguir inspeccionando quien sabe qué pero también para ocultar su rostro sin maquillaje y el temblor en su cuerpo.

      —Nada, nada —murmuró cogiendo la comida que había descartado para marcharse lo antes posible de allí, se giró dispuesta a salir corriendo hasta su habitación.

       Gogol atrapó su muñeca entre su mano, notando la frialdad en su piel y el temblor en sus manos y, aun así, sus manos estaban pegajosas por el sudor. La respiración de la muchacha era pesada y lenta, imposible de ignorar, al igual que su temblor en la voz y la torpeza con la que movía sus agiles manos. Algo pasaba, Gogol lo sabía. Y al igual que él, que siempre recibía la ayuda de la muchacha, Nikolai Gogol estaba dispuesto a brindarle su ayuda de vuelta.

      _______ apretó los labios tratando de zafarse y al hacerlo, sus pies desnudos se enredaron entre si con el objetivo de hacerla caer. Nikolai extendió ambos brazos atrapando a la muchacha con él, tiró de ella esta sentirla a salvo en sus brazos, una palma descansaba sobre su espalda y la otra en su hombro derecho. La muchacha suspiró entrecortadamente, estaba más agitada y apenas podía mantenerse de pie.

        —Pequeña ¿Qué pasa? —Inclinó su cabeza para poder oírla.

        —Me siento mal, no sé qué pasa.

        Gogol asintió, sin intención de hacer más preguntas, aunque con la curiosidad picándole en la cabeza, no deseaba abrumarla, parecía agotada. Rejuntó su cuerpo delgado, ella envolvió sus piernas en la cintura del chico y los brazos en su nuca, incluso así, no hizo ningún esfuerzo pues todo su peso era sostenido por Nikolai con ambos brazos sobre sus muslos. No es como si ella pesara mucho y Gogol se preguntaba si era por culpa de la ansiedad.

       La llevó hasta su habitación, la cual descansaba al lado de la Fyodor y era la primera en la fila, dio un puntapié a la puerta y volvió a cerrarla de la misma manera, ______ se dejó caer a la cama haciéndose bolita de inmediato entre las cobijas sin dejar de temblar.

        —Gracias —exclamó, Nikolai no estaba seguro de dejarla sola.

        Entonces, sin vacilar se metió a la cama y atrajo el cuerpo frío de la muchacha contra el suyo. Lo abrazó por la cintura y hundió la otra mano en su cabello usando su brazo como almohada para la contraria. Ella dudó en poner sus manos encima de él, aunque al final lo hizo, una sobre su pecho y la otra en la línea entre sus costillas y omoplatos.

        —A veces me pongo así —murmuró a la oscuridad y a Gogol—, y creo que necesito comer azúcar por lo débil que me siento, perdón por los problemas.

        El peliblanco apretó su agarre y hundió su rostro en el cuello de _______, brindándole ligero calor corporal con su respiración tranquila y caliente. Se sintió tan íntimo y verdadero que no protesto, ni hablo de nuevo, pues estaba segura de que de hacerlo rompería el abrazador silencio y la esencia de un momento como ese, que jamás podría repetir. Cerró los ojos, viajando su pequeña mano por la espalda del chico.

        Gogol medía mucho y era fornido y enorme, pero jamás pareció tan enorme como en ese instante, donde la chica sentía la necesidad de recorrer todo su cuerpo con las manos para ver si este tenía algún fin o un lugar recóndito que descubrir. Gogol suspiró sobre su cuello y ella se detuvo. Pero no dijo nada así que _______ continuó con su camino en espirales por su espalda, le recordaban a las figuras enormes que se mostraban imponentes en aquella presentación del museo.

         _______ había ido y se las había topado, enormes e imponentes y decoradas a detalle con piedras del tamaño de un milímetro, tan detallas que le fascinaban como lo harían las texturas de las pinturas que recubrían el casino. Textura para tocar y detalles para analizar, Gogol era todo eso y más.

        Sin darse cuenta su temblor se había calmado, Nikolai si que lo notó.

        —No me causas problemas —le dijo, su aliento golpeando contra su hombro—, me importas tanto y mereces toda mi preocupación ¿Cómo podría dejarte sola en este estado?

         La chica se hundió en el cuerpo del otro, apretando su pijama en lugar de encajarse las uñas en la palma. Nikolai acarició su cabello jugando con algunos mechones y dándole cariñitos hasta que sintió su cuerpo relajarse y a la muchacha caer dormida, sonrió y durmió tranquilo.

          Una nueva mañana se cernía sobre ellos, luego de aquel encuentro en la madrugada Gogol no había dejado de ir al dormitorio de la otra. Le encantaba la manera en la que ella lo recibía con una sonrisa tímida. La primera vez, ________ no llevaba pantalón pues Nikolai sabe que adora dormir en ropa interior y muy en el fondo se moría por verle las piernas, sin embargo, entendía la perfecta incomodidad que iba a surgir en ella si él miraba sus cicatrices. La muchacha había tenido una vida dura donde su mayor peligro había sido ella misma. Así que, con todo y todo, se tragó el alma.

         La mañana que fue a despertarla para que bajaran a desayunar, la notó decaída.

         Iba dispuesto a sacarle por lo menos una sonrisa a la chica, por lo que cuando sus ojos fijaron los almohadones de la enorme cama que ________ tenía para sí, no dudo ni dos segundos en tomar un almohadón y estamparlo contra la espalda de _______, al tiempo que el peliblanco rebotaba sobre la cama y elevaba el cuerpo de _________. La chica pegó un gritito antes de ser sustituido por risas, como pudo cogió un almohadón para defenderse de Gogol. En giro brutal de la trama, ________ estaba dándole con todas sus fuerzas a la cabeza de Nikolai.

        Cabellos blancos volaron con armoniosa calma por alrededor del rostro de Nikolai, las largas hebras cayeron sobre sus hombros y espalda, se asentaron como una pluma sobre superficie plana. El cabello se le había desatado de su laboriosa trenza con la fuerza del juego. Pequeños mechones caían sobre su rostro besado por la luna, provocaba un contraste plateado en aquella mandíbula tan limpia pero tan prominente. Nikolai estaba riendo al mismo tiempo que se echaba los cabellos blancos para atrás con una mano.

       A sus risas le siguieron las de ______, que tardó rato en dejar de parecer boba mirando la perfección que el mundo le ponía en frente.

        —Nunca te había visto con el cabello suelto —declaró ella apartando la mirada—. Te ves... guapo.

        Rosa pálido coloreó las mejillas de Gogol, hubiera pasado desapercibido en otras pieles pero en algo tan pálido como Nikolai, jamás podría negarse que existía un sonrojo. Luego, Gogol sonrió tiernamente.

         Para aligerar la tensión, Nikolai golpeó fuerte el costado de ________, a un segundo de caerse al suelo, la chica jaló de la capa al muchacho y cayeron juntos al suelo. Se oyó el terrible ruido de dos cuerpos impactar contra la alfombra amarilla de _______, Gogol reacciono demasiado rápido, sosteniendo su cuerpo con ambas manos y rodillas para que su peso no aplastara a _________.

          _________ cuidaba no verse fea en ese ángulo mientras Nikolai estaba embelesado en apreciar las mejillas de la chica, la curva de sus ojos y lo curiosa que se veía debajo de él. ¿Así se vería si estuvieran en la cama...? Sacudió la cabeza y apartó los pensamientos, llevaban años siendo amigos y por supuesto que tenía cierto tipo de interés amoroso, de hecho, se atrevía a jurar que estaba enamorado. Por desgracia ¿Cómo saber si sus sentimientos serían correspondidos? No podía intentar nada.

         De todos modos, él no fue quien lo intento.

          El blanco que se veía platino con la luz del cabello de Nikolai caía sobre el pecho de ________, derramándose como agua en manantial. El hecho de que su cabello estuviera desordenado le daba un aire salvaje y poderoso, encima de ella, lucía imponente, atractivo y seductor pero su mirada delataba lo que su boca callaba. Estaba sin duda, y sobre todas las cosas, ansioso y la calentura del momento la llevó a mover la mano sobre la nunca del chico y atraerlo a su boca.

          Sintió su suave cabello entre sus dedos y mientras jugaba con las hebras, Gogol se inclinó sobre ella y la besó. No se resistieron, después de todo el tiempo de espera, ninguno tenía la fuerza de voluntad para decirle al otro que no, las consecuencias de un error podían venir después.

           Los labios de Nikolai eran sabrosos. Exquisitos. Rasposos. Y sabían a merengue.

           Al beso se le sumaron las lenguas y los movimientos de manos. Respiraban agitadamente por el momento y se miraron un instante antes de separarse y sentarse.

           —Mierda, perdón —se apresuró a decir el peliblanco, cogiendo su cabello, nervioso.

           ¿Ahora qué? ¿Venía el momento en el que ella decía "no te preocupes, solo fue un beso"? Y entonces se le rompía el corazón el mil pedazos.

            Un ligero roce lo hizo volver en sí al detectar que se trataba de la mano de su chica, que no era su chica.

            —No, fue mi culpa. Sé que no sientes lo mismo.

            Y pum. Nikolai Gogol se levantó como un rayo y salió de la habitación.

             Tanto Sigma como Gogol se preguntaron porque estaba rojo hasta las orejas. 




avisos parroquiales de ethan, el minito de 1.53:

1. de ahora en adelante voy a poner sangría al inicio de los párrafos pq me canta de los huevos.

2. ya se que me van a pedir parte dos, si son muy insistentes y logran convencerme, la hare.

ahora jksdjj, constantemente me siento así y siento que me desmayo, así que como algo dulce para ver si se me pasa, y me estaba preguntando, mierda, ¿cómo podría alguien calmarme en una situación así? así que aja, creo que me siento así por mi ansiedad y anemia. mis headcanos favoritos son los aromas de los chicos y el sabor de sus labios, los de nikolai saben a merengue, change my mind.

me ha costado grabarme las medidas de este niño (͒ ⸝⸝•̥𖥦•̥⸝⸝)͒, aun asi, mi concepción de su cuerpo es esa aksisk.

lectorx, si ve esto, espero haber cumplido con su criterio de libertad, gracias por preferir mi libro<3

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