Fyodor

A petición de: _kirigiri-sama_

Advertencia: angst

Tiempo juntos

Si fuese un ser inanimado, esas cosas no pasarían, pero no lo era.

Encogiéndose de hombros, continuó con su camino en medio del mundo de gente solo para adentrarse a ese callejón desprovisto de vida quizá una rata o dos, aunque eso era lo de menos. Solo estaba tratando de pasar desapercibido porque, por supuesto, no se puede ser un usuario de habilidad sin tener un pasado turbio y sin que la mitad del gobierno este sobre ti.

A veces, podría tomarse el lujo de ir a comer a restaurantes lujosos, comprar ropa lujosa y luego botarla a la basura. Lo más recomendable era parecer un vagabundo y vivir como tal, porque así ni siquiera sería buscado. O eso pensaba.

Estaba tumbado en la banqueta, con una peluca andrajosa sobre la cabeza simulando pelo, asimismo llevaba algo de ropa sucia que había encontrado por allí, iba sin zapatos y en frente suyo llevaba un cartel con las palabras "Soy ciega", incluso si se trataba alguien bi género, sabía de antemano que las personas solían tener mayor consideración con las mujeres. Lógica extraña, supongo. Al lado del cartel se encontraba un botecito donde dos monedas reposaban en silencio.

Escuchó el tintineó de una moneda tocar el frío metal, se abstuvo de mover la mirada, porque alguien ciego no lo haría. Se concentró en lo que su poco movimiento de ojo le permitía, unos muslos delgados, una capa muy pesada pero perfecta para ese helado invierno. Se trataba de un hombre sin duda, o al menos, de alguien de contextura masculina. ________ era increíblemente bueno observando gente por lo que no le costó mucho identificar las motas de tierra y polvo pegadas al traje blanco del individuo, también el curioso olor a cloaca que desprendía. Quería verle la cara, y entender porque alguien tan bien vestido olía tan raro. ¿Era un asesino? Descartó la idea, no siempre se trataría de gente buscándolo y tratando de meterse en su propia vida.

Reaccionó al darse cuenta de que esa persona había estado mucho tiempo en el mismo lugar, observándolo. No levantó la cabeza incluso si se moría de ganas. Si era alguien de quien temer, más vale que siguiera fingiendo con ganas. Entonces, escuchó una melodiosa pero tétrica risa provenir de arriba suyo.

—Eres muy malo fingiendo —susurró la vocecita con regocijo.

Supo que ya no importaba, porque no se trataba de alguien que lo estuviera probando, literalmente esa persona ya sabía que estaba fingiendo, si seguía así solo lograría quedar como un estúpido. Levantó la vista.

Lo primero que el pelinegro observó del otro, fue su extraño pero atractivo rostro. Era una brutalidad tallada por las manos más delicadas y expertas, era como estar viendo un ángel de esos pintados por Miguel Ángel. No había ni usa sola pieza fuera de lugar, o una demás, todas encajaban perfectamente en su rostro. Desde la forma angulosa de sus ojos hasta su mandíbula marcada y la forma recta de su nariz. Parecía un retrato de alguien muy hermoso.

Fyodor sonrió. Premio doble.

—Eres andrógino ¿Cierto? —El chico no dijo nada y en su lugar se levantó, recogió su cartel y bote y empezó a caminar al lado del ruso.

A su lado, Fyodor lucía mucho más llenito que el otro. Era alto, delgado, y apenas logro avistar su cuello, se dio cuenta de que estaba cubierto de maquillaje por todos lados, desde sus manos hasta su cuello medio desnudo, estaba ocultando algo. Sin embargo, supo de inmediato que no se trataba de un nipón, ni por asomo.

Se acompañaron hasta un callejón, donde Fyodor cogió su gorrito de la basura. ________ sonrió, al ver que compartían hábitos similares. El ruso agarró el hombro del chico ligeramente, a lo que fue respondido con una llave que lo mando al suelo y lo dejo sin aire. Fyodor se rio.

—A pesar de ser delgado, tienes bastante fuerza.

Y de esa manera, había comenzado su relación.

—Oye Fyodor ¿Cómo se llama tu nombre? —El pelinegro lo miro exasperado, _______ siempre se reía de las caras que hacía cuando él soltaba alguna idiotez.

—Me llamo Fyodor, pero me puedes decir el amor de tu vida —declaró él con media sonrisa escondida en su vaso de vodka.

Estaban juntos, recostados en un sillón mientras una voz en la pantalla narraba los más inexplicables misterios del mundo y ellos se divertían sacando las teorías más disparatadas, sin contar que estaban medio bebidos. Parecían una pareja, pero no lo eran, sobre todo por la vida de ambos y porque ninguno estaba dispuesto a admitir que le gustaba pasar tiempo con el otro.

—Fyo-door —Él rio—. ¿Entiendes? Fyo-door.

El ruso lo miró sin entender, o al menos fingiendo no entender. ________ perdió la gracia al tener que explicarle el chiste, cuando Fyodor lo hubo comprendido solo atinó a dirigir su mano largucha y pálida a la cabeza del otro, revolviendo ligeramente sus cabellos y asimismo recargando su cabeza en el hombro del chico. Dejó su vaso y cogió la mano del andrógino, primero paso sus largos dedos por su muñeca para finalmente conectar con sus dedos. El otro chico le dirigió la mirada.

—¿Te gusto? ¿O por qué me tomas de la mano?

Fyodor rodó los ojos.

—Tengo frío —exclamó el otro.

—Fyofyo, literalmente tienes la frazada a tu lado —murmuró el chico con clara burla. El ruso, ya bebido y no en todos sus sentidos soltó la mano del chico y se dio la vuelta, dándole la espalda a su compañero—. ¿Me estas ignorando?

No obtuvo respuesta.

—Oh vamos, ¿Te vas a enojar? —siguió sin obtener respuesta. Se había convertido en una conversación unilateral antes de darse cuenta de que el anémico estaba susurrando cosas.

—Ты дурак, я не знаю, почему ты мне нравишься.

—La tuya por si acaso.

—Я имею в виду, ты чертовски красивая, буквально лучшая из тех, что я когда-либо находил. Я обожаю твою личность и твои способности, я мог бы выйти за тебя замуж —terminó por murmurar haciéndose bolita en el regazo del otro.

________ cogió su cabello con cuidado y comenzó a hacer trencitas en él, tomándose con tranquilidad para oler cada uno de sus mechones y notar su largo y textura. Al principio creía que el ruso tenía piojos, pero solo era resequedad. De todos modos, olía bonito y disfrutaba de sentirlo. Además, el ruso solo se ponía sentimental cuando estaba borracho, por eso, se daba el lujo de mimarlo y ser mimando.

Fyodor acunó su cabeza entre las piernas del otro, olfateando su olor y empezando a murmurar una canción en ruso que solo él conocía pero que siempre cantaba cuando estaba con él, incluso si no estaba borracho. El andrógino había tratado de descifrar que decía mil veces pero apenas dominaba el japones.

Cuando el ruso cayó dormido, _________ lo recostó en el mismo sillón, lo cobijó y se fue a bañar.

Ríos de maquillaje corrieron por su cuerpo hasta desembocar en la coladera y manchar las baldosas blancas. A pesar de tener dinero, nunca dejaría de quejarse de la cantidad de dinero que tenía que gastar en maquillaje para cubrir las pecas de su cuerpo. Todo su cuerpo estaba lleno de pecas y aunque las amara, no podía darse el lujo de lucirlas o todo el mundo se daría cuenta de su identidad. Incluso si Fyodor sabía quien era, para él se había vuelto rutina no hablar en lo absoluto de sus pecas.

Probablemente el ruso lo sabía, pero no decía nada.

Escuchó la puerta deslizarse, giró la vista y continuó con su ducha. El de cabellos negros se metió al baño a orinar y mientras soltaba bostezos le hablo a su compañero.

—Desde aquí puedo ver tus pecas —comentó él subiéndose el cierre del pantalón. ________ no se sorprendió mucho y solo hizo un ruidito con la garganta—. ¿Por qué las ocultas? Si nadie te busca aquí abajo.

—Se me hizo costumbre —replicó él. Cerró la llave y arrastró la toalla consigo, luego salió de la ducha.

Fyodor estaba recargado en la puerta, no muy sobrio, ciertamente estaba tratando de mantenerse de pie. Al ver a ________ se despegó y casi cayó al suelo. Se agarro del hombro del chico más alto y le miró a los ojos.

—Eres muy tonto —chistó medio dormido—. Y me gustan los tontos como tú. ¿No te cansas de ser tan perfecto? Eres muy molesto. Te odio, te odio, te odio.

—¿Estas bien? Vamos a la cama.

—No, escúchame —dictaminó con cierto enojo. Sus fríos ojos encontraron los de _________, quien sospechó al instante que algo andaba mal. Se estaba poniendo agresivo y había apretado el agarre de su hombro—. ¿Por qué no me dijiste que estabas enfermo? ¿No me tienes la suficiente confianza?

—Cariño —exclamó el chico tomándolo por la mejilla y acercando su cuerpo por la cintura—. Tú sabes que no podías hacer nada.

—¡Pude hacerlo! —gritó, lleno de desesperación. Azotó sus puños débilmente en el pecho desnudo del otro—. Lo sabes, lo sabías. Eres un tonto.

Mientras la mano de ________ viajaba con cuidado por la barbilla afilada del otro, lo llevó hasta el sillón y le dio su frazada.

—Te extraño, maldito idiota.

________ sonrió. Fyodor cerró los ojos y la ilusión de ________ desapareció.

El de pecas había salido de bañarse hacia dos meses, Fyodor estaba borracho y dormido en el sillón, por eso no se dio cuenta cuando el cuerpo del pecoso cayó al suelo del baño. No se dio cuenta cuando se puso frío ni cuando murió. Y todos los días bebía a la misma hora, tomaba la misma manta, cantaba la misma canción, decía las mismas palabras, iba a baño y esperaba oír la ducha, se quedaba en la puerta y esperaba.

Quería sostenerlo, tan solo ayudarlo antes de su muerte, estar allí para él y no dejarlo morir solo.

Pero no podía y por eso siempre estaba borracho.

Porque no soportaba aceptar que nunca se dio cuenta de su enfermedad, porque no podía aceptar nada de eso.

Y prefería imaginar y recrear esa escena mil veces, mil, mil veces.

Por eso. Si fuese un ser inanimado, esas cosas no pasarían, pero no lo era. 






che, pedazos de aborto. cree un grupo de whats, el link esta en mi descripción

y para aclarar, soy vato y me llamo Ethan

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