Fukuzawa III
Especial de Halloween pt. 7
Bienvenida de vuelta a tu pequeño refugio
—Me vuelves a decir una respuesta y te meto la guadaña por el culo —sentenció la chica con enfado, tecleando en su computadora tan rápido como sus manos le permitían.
La parca arriba de ella, flotando sobre su guadaña sonrió ante el comentario dado, antes de soltar otra de sus bromas. Se estaba divirtiendo al responder el examen de física de ________.
—¡Pero ______-chan yo solo intento ayudar!
—¡Pues no ayudes imbécil! Estoy intentando aprender por mi propia cuenta.
Y así llevaban media hora, Dazai bostezando e imaginándose a si mismo en casa del lobo Chuuya molestándolo a tope mientras una ________ muy estresada y al borde del colapso mental se daba de golpes en el pecho al responder su aburrido examen —aburrido para Dazai—. Porque claro, con tremendo cerebro, cualquier cosa parece aburrida a sus ojos, lo único que lo mantenía medianamente activo eran los gritos que daba la mamá de _______ preguntando que con quien hablaba la chica.
—Estoy considerando dejar de estudiar y conseguirme un Sugar Daddy ¿Qué opinas?
Un solo comentario como ese basto para que a Dazai se le prendiera en foco y una idea muy poco confiable y para nada aceptable se presentara en su cabeza como un maremoto que arrasó con todo su aburrimiento. Blandió su guadaña con alegría y se dejo caer en la cama de _______.
—¡________-chan! ¡Que buena idea! —gritó batiendo las manos—. Te tengo dos opciones, el brujo Mori o el Dragó Japones Fukuzawa.
—Has hablado mucha mierda del brujo Mori así que el Dragón —_______ recapacitó—. Si es un dragón... ¿Cómo va a ser mi Sugar Daddy?
—Yo jamás dije que iba a ser tuyo —acotó Dazai—. Además, eres menor de edad. Él solo acepta mayores de edad.
________ refunfuño, pero acepto ver al dragón, no era la primera vez —ni sería la última— que aceptaba cruzar el mundo espiritual para conocer monstruos y personas que nunca en toda su mundana vida habría logrado ver ni soñar. Estaba feliz de haberle vendido su alma al diablo y pedir una parca para acompañamiento por el resto de su vida, Dazai que era su compañero, sería la misma que se llevaría su alma cuando muriera, pero faltaba mucho para eso. Mientras tanto, _______ tenía que terminar el examen si planeaba salir esa noche.
—Mata al profesor —ordenó ________ al ver sus calificaciones—, es una orden.
—Me temo que no puedo hacer eso _______-chan. El demonio me lo prohíbe.
—¿Quién es el demonio?
—Fyodor —respondió a regañadientes la parca haciendo una mueca de asco al pronunciar el nombre. ________ concluyó que Dazai le tenía cierto odio, aunque no dijo nada.
Frente a ella, un río de una inmensidad celestial. Las aguas cristalinas reflejaban la luna roja de esa noche. ________ miraba todo desde el puente, asomando la cabeza con inmensa alegría. Desde atrás, Dazai estiró sus manos y empujó a la jovencita, soltó un grito más de júbilo que de terror y se dejo caer de lleno al agua y, sin embargo, antes de caer, algo la elevó por los aires, hizo que diera vueltas en el cielo y la recibió en su cabeza. El cuello de un dragón se alzaba imponente por encima del agua. _______ ahogó un grito de sorpresa.
Dazai ya no estaba.
El dragón dejo a ______ en el puente y la chica pudo apreciarlo a grandes rasgos. De un platino que dejaba corto a cualquier diseño de automóvil, las escamas lucían como recién barnizadas por la luna. Unos ojos tocados por el agua cristalina la observaban con la calma plasmada en ellos. Aquel extraordinario ser abrió sus fauces para saludar.
—¿La parca te trajo hasta aquí? —preguntó ladeando la cabeza, dejando que unas gotas de agua se deslizaran por su mandíbula y cayeran en el agua creando ondas.
_______ asintió. Tragó en seco al no poder evitar pensar que se la comería y sería un bocadillo nocturno, y probablemente no la dejo caer al agua porque no le gustaban los humanos remojados. Aunque Dazai nunca la dejaría donde pudiera morir. Bueno, había empezado a dudar de eso. Fukuzawa todavía la estaba viendo cuando ella se aventuro a abrir la boca.
—No me comas. No te vendo mi alma porque se la vendí al diablo, pero aja... ¿Qué quieres? Lo que sea, es tuyo.
Fukuzawa parpadeó lentamente y se pregunto a si mismo si esa niña estaba bien de sus facultades mentales, o si necesitaba ayuda psicológica urgentemente. Probablemente la necesitara, pues las clases en línea estaban matando sus únicas y funcionales ganas de vivir —y neuronas de paso—. Para matar el silencio, _______ empezó a silbar casualmente y a alejarse dando pequeños pasos atrás preparándose para salir cagando ostias.
—Mira —señaló—. El brujo Mori.
Con rapidez, el dragón giró la cabeza apenas dichas las palabras, levantándose aun mas sobre sus patas para atacar a lo que sea que se le presentara y listo para aguantar las locuras que Mori le llevara junto con su brujita Elise. Solo que no había ningún brujo Mori ni ninguna brujita Elise.
Escuchó los pasos de la joven alejarse con una velocidad sorprendente, dándose cuenta de que escapaba. Fukuzawa, como era, de cuello largo y fauces abominables, no hizo otra cosa que estirar el cuello y coger a la chica del cuello del suéter holgado que llevaba. La levantó en el aire y la hizo girar hasta dejarla en el puente, donde inicialmente estaba. _______ soltó todas las maldiciones que su florido lenguaje le permitían y se cruzó de brazos, resignada a morir.
—De todos modos, ni quería seguir viviendo.
El dragón suspiró.
—Nadie te va a comer —aclaró finalmente—. No como porquerías, digo niñas.
—¿Y a ti quien te dijo que soy una niña? Que tenga el cabello largo no quiere decir que sea una niña.
—Entonces dime tus pronombres.
—En realidad si soy una niña, era solo para llevarte la contraria —respondió con una sonrisa. Fukuzawa entre cerro los ojos y largó un suspiro.
—Pocas veces me traen niñas. ¿Cómo te llamas y a que viniste? No estoy trabajando y si no me puedes vender tu alma entonces no me sirves.
—¿No se supone que eres una divinidad japonesa o algo así? Y vine porque necesito un Sugar Daddy, pero en vista de que tú no vas a ser el mío ¿Qué me recomiendas? —dicho esto, ella tomo asiento en el puente, mirando arriba al dragón.
Fukuzawa apoyó la cabeza en el barandal del puente y lanzó un suspiro de aire caliente.
—Me gustan los gatos —dijo en su lugar antes de responder la pregunta de la chica, que no sabía a qué se refería.
—¡A mí también! —soltó con emoción—. Tengo dos, la próxima vez que venga traeré uno.
—Es sorprendente —murmuró el dragón, alzó una pata y por inercia, ______ retrocedió. Fukuzawa poso delicadamente la punta de su garra en el cachete de ______—. Eres una cosita pequeña y frágil.
—Si, lo sé. A mí tampoco me gusta estar tan flaca, o sea ¡Mírame! Soy una tabla. No me gusta.
Resignada, se cruzó de brazos. Fukuzawa inclinó la cabeza, pensativo acerca de su figura, de joven había tenido una pareja similar, que se acomplejaba por sus kilos de más y ahora se encontraba con una joven que se acomplejaba con sus kilos de menos, eso lo hizo sonreír, si es que un dragón puede sonreír.
—Me gustaría se como tú.
—¿Pequeña y frágil? —preguntó la otra.
—No, humana —Fukuzawa se recostó en lago y su cuello era lo suficientemente largo como para mirar a ______ a los ojos—. Extraño cuando era humano. Debes disfrutar cada minuto de tu vida, no sabes lo significativo que es ser humano. Estoy seguro de que serás alguien muy feliz.
—Sí, sobre eso...
—Calla y aprecia mis palabras, niña —_______ tragó saliva y asintió, asustada de que se la comiera por esas razones.
De pronto, _______ empezó a escuchar su nombre a la lejanía. Giró la cabeza buscando al provocador de eso. Pensó, al instante, que se trataba de un sueño, que nada de eso era real y que no existía ninguna parca, ningún dragón, que seguía en su cama, viendo el celular mientras el mundo pasaba a las afueras y ella se perdía de una vida interesante, porque la pandemia seguía. Sintió miedo de que las cosas acabaran allí, que todo fuera mentira.
No quería volver a estar encerrada, no así.
Sintió presión en su cabeza, alzó los ojos para encontrarse con la pata de Fukuzawa sobre su cabeza, sobando su cabeza. Pudo ver que el dragón le medio sonreía y cerraba sus ojos, transmitiéndole su calma.
—No te preocupes, esto es real y puedes quedarte aquí el tiempo que quieras. No estarás sola nunca más.
Autora soft.
Estoy triste por todo lo que pasa en el manga, gritos internos.
Recomiéndenme mangas yuri bonitos
Lo prometido es deuda, hemos llegado a los 200K y dije que iba a mostrar mi cara, en realidad no es un gran misterio pero creo que es bonito que la vean uwu. La dejo por veinticuatro horas y luego se va.
Hi, this is me😗✌🏻
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top