Escenario XIII

TW: pañuelos. para llorar. muchos pañuelos. angst, fem!, male!, no binarie! reader

A petición de: _My_Lady_Reki


Haz roto con ellos

Atsushi

Las noches tienden a ponernos más sentimentales ¿No? Quizá por esa razón nunca expresamos lo que verdaderamente sentimos, puesto que dormimos. Pero Atsushi, Atsushi conocía mejor que la palma de su mano la sensación de sus sentimientos arremolinarse en su garganta tanto que le impedían hablar y las lagrimas eran la única señal de que algo verdaderamente malo estaba ocurriendo. Como en ese momento.

—No... no llores —suplicó la chica extendiendo sus brazos para cogerlo entre ellos—, lo siento, sabes que no es lo mismo... yo necesito un cambio.

El tigre, tan dócil como era se dejo llevar por las propias caricias de la persona que le acababa de romper el corazón, no entendía como podía ser tan idiota, porque no estaba alejándose a llorar lejos de ella, estaba allí incluso si su tacto lo quemaba, si el arrepentimiento en la voz de ______ le estrujaba el corazón como una esponja, se estaba causando más daño. Pero es que, ella no tenía la culpa.

¿O sí?

¿La culpa era suya? ¿No había sido un buen novio? ¿No era suficiente?

—Explícame —mugió el chico, su voz ahogada por el dolor.

—No sé cómo hacerlo, es por mí, no por ti; aun te amo y nunca lo dejare de hacer pero...

Nakajima Atsushi explotó; se separó de golpe golpeando con sus palmas los hombros de la chica, ella lo miró, sorprendida. Era la primera vez que se comportaba violento con ella y, sin embargo, su expresión reflejaba el más puro de los dolores, mientras las lagrimas convertían en tormenta sus ojos, su labio temblaba como si se fuera a derrumbar en cualquier momento y sobre eso, su cálida expresión se teñía en un ceño oscuro y de enojo. _______ retrocedió un paso, un poco asustada.

—No digas que me amas, en toda tu vida lo vuelvas a decir —Atsushi tragó duro, apartando las lágrimas de un golpe—. Porque ¡Porque si de verdad lo hicieras no me dejarías!

El llanto retenido de _________ afloró, sus manos temblaron y no por el frío de esa noche nevada, bajó la cabeza riéndose para ella misma, ¿Ese era el resultado que esperaba conseguir? Era muy doloroso, incluso si ella lo rompía, hacerlo dolía mucho, no como en las películas, ni en las series, menos como las experiencias de sus amigas.

Era un tipo de dolor que no quería volver a experimentar en toda su vida, y no lo haría.

—Perdóname, pero es lo mejor para ambos.

_________ se dio la vuelta, no se molesto en secar las lágrimas frías ni en ponerse los guantes, tampoco en regresar a casa esa noche. Ojalá Atsushi algún día se diera cuenta del amor que ella le tenía y que, de no ser por este, ella nunca habría ocultado su cáncer.



Kunikida

Lo tomo con relativa calma, tanta, que asustó su expareja. No dijo nada. Estiró su mano frente a la de él y se retiró el anillo —no de compromiso—, luego cerró su palma y le pidió al chico que le pasara su mano, dudoso, ________ lo hizo. Kunikida observó la mano pálida del chico, se inclinó dándole leves caricias en el dorso antes de besarle los nudillos con esa delicadeza que solo él conocía y así, sin previo aviso, quitó el otro anillo que conformaba su juego.

Kunikida los extendió ante ambos, cogió el de ________ y unió la luna con el otro anillo, posteriormente los puso contra la luz del cielo, cerró su puño alrededor de ellos y permaneció en silencio unos segundos antes de tirarlos a la fuente que tenían al lado. Metió las manos a sus bolsillos observando la fuente con dolorosa calma. El chico ya no soportaba el silencio tan abrumador del detective.

—Gracias —exclamó finalmente. ________ levantó la vista. El perfil de Kunikida siempre sería una de las cosas más divinas que vería en su vida, como la primera vez, quedo maravillado por las perfectas líneas de su rostro mirando más allá de lo que podía comprender con los últimos rayos del sol delineando sus contornos en un bañado de oro—. Gracias, por todo y por enseñarme que mis ideales se pueden romper.

________ asintió pues no sabía que más decir o hacer, el idealista se giró y se marchó, dándole la espalda al otro. Aquel muchacho conocía lo suficiente al rubio para saber que se desmoronaría una vez solo y quería ir a darle consuelo, de no ser porque era él la razón por la que lloraría. Suspiró con pesadez, eso ya le tocaría a alguien más y esperaba, de todo corazón, que no lo hiciera llorar como él.



Dazai

Era la primera vez que alguien le rompía el corazón y, sin embargo, no se dio cuenta de ello hasta poco después mientras recapitulaba el suceso en una de sus tantas noches de insomnio. _______ era maravillosa, no, era como el nirvana mismo. Podía no tener sentido o sí, pero es que, ni siquiera el amplio léxico de Dazai le permitía describir la belleza, el cariño y amor con el que admiraba a su mujer. No, su exmujer.

—Samu, no me estas entendiendo —le dijo esa mañana. Estaban reunidos bajo la sombrilla de un café mientras la lluvia se llevaba el ligero humor de su día, Dazai era bueno para muchas cosas, pero entre ellas no estaba el entender indirectas de alguien a quien amaba con toda su alma —porque su alma era eterna, y su corazón no—. Frunció el entrecejo abrigándose un poco bajo la bufanda—. Estoy rompiendo contigo.

Dazai guardó silencio un largo —pequeño— momento, luego, su mandíbula pareció desencajar con su rostro y sus manos cayeron a sus costados.

—¿Qué? —preguntó con voz desahuciada—. ¿Estas bromeando? Pequeña flor de loto esto no es agradable...

—No soy tu flor de loto, ya no.

Ella se levantó recogiendo su café entre sus manos enguantadas y abriendo el paraguas. Miró a Dazai, a Osamu, a su amigo, a su novio, a su confidente, a su todo; y ahora, a su nada. Volvió la mirada a la calle transitada ¿El mundo siempre había sido así de gris? Comenzó a avanzar, alejándose de Dazai, de aquel hombre que la había sacado de un vacío que parecía no tener fin, de aquel que siempre había estado para ella a tal punto de descuidarse a si mismo, de aquel, que, pese a sus errores, demostraba día con día ser lo mejor para ella, de aquel que siempre le sonreía y llegaba con su energético carisma, de aquel que no dudaba en destruir al ser humano que le hiciera daño.

—¡________! —Lo escucho, fuerte y claro, escuchó su voz quebrarse y sus pasos torpes al intentar alcanzarla. Escuchó el dolor impregnado en cada letra que llevaba su nombre, pero no detuvo su andar, no flaqueó, porque si lo hacía significaría tener que regresar y era momento de que él la soltara.

Y ella lo dejara ir, por el bien de ambos.

Porque Dazai basaba su vida en ella y ella, dependía tanto de él. No era correcto.

El suicida dio vueltas sobre su cama, con las heridas frescas en el cuello y las uñas llenas de piel y sangre; suspiró con pesadez ¿Ahora qué? Si ya no habría otro amor como el de ella, si su motivo para vivir había desaparecido, si su felicidad estaba rota. Si su vida lo abandonaba cual hoja llevada por la corriente turbia ¿A dónde iba a parar? Desembocaría por la cascada y moriría bajo la aplastante presión de buscar un nuevo motivo para vivir. O morir.


Ranpo

Él ya lo sabía y, aun así, no dijo nada.

—No importa —dijo.

—Lo esperaba —le chice se rio silenciosamente, luego acarició la cabeza del mayor—. Aun así, gracias por compartir este año conmigo. Todas las experiencias que vivimos fueron geniales y me dejaron una huella. Realmente quiero tu felicidad, pero tu ego e infantilismo ha llegado muy lejos.

Edogawa se inclinó hacía le chice y sonrió mordazmente como siempre lo hacía, elle retrocedió mirando entre el cansancio y el asco al chico. Detestaba esa parte de él, creía que iba a ser menos aniñado en la relación y que las cosas iban a cambiar siendo pareja, pero por desgracia él no se doblegaba para nada y ________ era una persona con muy poca paciencia y que, si no veía cooperación en la otra persona, las cosas iban para mal. No estaban hechos el uno para el otro como creían.

—Esperaba que te lo tomaras con seriedad.

—¿Cómo hacerlo? Si no me importaste nunca.

El golpe dolió mucho más de lo anticipado. El rostro de ________ se contorsiono, las pestañas retuvieron sus lagrimas y sus labios lucharon por no dejar salir las palabras llenas de furia. En cambio, una bofetada azotó contra la mejilla del detective. Inhaló profundo mientras su respiración amenazaba con fallar. De pronto, el viento chocaba con su helado rostro con mayor fuerza y la intensa llamarada con la que se había postrado frente al chico flaqueaba tanto como sus piernas.

—Vete a la mierda.

—¿Vas a llorar? No en frente mío, eso es patético.

Finalmente, una sola gota de agua aterrizó en su nariz, resbaló y extinguió por completo el pequeño fuego que se mantenía muy a duras penas de pie. Las rodillas del muchache fallaron y antes de caer, se echo a correr, limpiando sus lagrimas con la manga.

Ranpo chasqueó la lengua. Que aburrido. Salir con personas solo por capricho se estaba volviendo algo molesto.



Tanizaki

Necesitaba su tiempo, igual que todos. Siempre se pregunto como era romper con alguien, si había que prepararse, si habría un discurso o tenía que ser en un lugar y tiempo específico para que fuera más dramático. Si hubiera música triste y una toma pasional del protagonista corriendo mientras lloraba, pero no fue así.

Estaban sentados, uno a cada lado y en una banca. A su frente, arbustos con el olor a tierra mojada que dejaba la lluvia tras su visita. Encontraba magnifica la paz de ese momento hasta que él habló.

¿Te has preguntado cómo es una ruptura?

Es así.

—Terminamos.

Tanizaki no dijo nada, guardó silencio, pero no porque no supiera que decir, sino porque las palabras estaban atoradas en su garganta como engranajes trabados y chirriantes. La vista se le cerró tan solo enfocando en sus manos empuñadas sobre las piernas, borrándose y enfocándose con pesada calma. Era la primera vez que le pasaba eso y... ¿Era así? ¿Siempre sería así de doloroso?

—Espero sepas comprender que no ha pasado nada. Simplemente ya no me siento cómodo en la relación y aunque he estado intentando arreglarlo me es imposible —suspiró, al notar que Junichiro no decía nada—. Si te lo preguntas, no, no es tu culpa. Seguro es la mía así que no quiero hacerte mayor daño, espero me perdones.

El pelirrojo no se había movido, en ningún momento, su mandíbula se fundió bajo un aceite abrazador que escurría por sus ojos y le quemaban las mejillas con cada recorrer; de pronto, llorar ardía tan aplastantemente que su necesidad de secarse cesar el llanto fue demasiado intensa. Pero estaba allí, paralizado cual estatua.

—¿Junichiro?

Es como si hubiera entrado en un estado catatónico. ________ comenzó a preocuparse.

—Oye... —toqueteó su hombro con sutil ligereza. El chico brincó y su primer instinto fue agarrar aire, su expareja lo miró totalmente extrañado.

—Estoy bien... es... es así para mí.

Si. Una ruptura es así.



Kenji

Esta vez no se trataba de ningún sueño, por desgracia. O por fortuna ¿Quién sabe? El muchacho de la Agencia portaba ahora dieciocho años encima, y un historial largo de corazones rotos, afortunada la persona que lo tenía ¿O no?

—¿Estas rompiendo conmigo? —inquirió el joven rubio alzando las cejas—. Vaya... es bueno, raro.

—¿Sí? ¿Por qué? —________ ladeó la cabeza intentando comprender la actitud del chico, a veces, actuaba muy raro, y bueno, si veía años atrás, cuando lo conoció siendo un chico de catorce que no sabía manejar el dinero y siempre llevaba una sonrisa, no se parecía en nada a este. Pecoso, sí, pero sus ojos estaban igual de muertos que los del resto de la Agencia que habían quedado vivos, por decirlo de alguna manera. Kenji era increíblemente callado, un chico con la mirada perdida en un territorio que ni su pareja podía ver, un mundo más allá.

—Muchas chicas matarían por estar en tu lugar —Apagó el cigarrillo, tirándolo al piso para que se mojara.

—Yo no soy una chica, y tú no eres inalcanzable.

—Tienes razón —respondió este haciendo una mueca. Separó su largucho cuerpo de la pared y se posó frente a le chique.

Se inclinó con suma delicadeza, procurando no golpear el paraguas, acarició deliberadamente el mentón de ________ y tras una sonrisa —sincera, autentica, viva—, depositó un ultimo beso en los labios de le muchache. Era todo entonces, las cosas terminaban así, pero ¿Las cosas terminaban? No, no hasta que estuvieras muerto.

Como Dazai. Como el presidente, como Naomi, como Atsushi, como Ranpo. Como todos. Exhalo con fuerza al darse la vuelta, encendió otro cigarrillo y se alejó, aleteando la mano a modo de despedida. Sus lágrimas se confundían bajo la lluvia chorreando por su rostro. Era una ruptura amorosa. O era una ruptura entre su lazo vida-existir.



Fukuzawa

Había un motivo claro por el cual habían roto. _________ estaba muerta. No más. Nunca hubo unas palabras para cerrar, nunca hubo una despedida. Ella desapareció.

Murió.

Falleció.

Como le quisieran decir, para Fukuzawa era lo mismo.

La tristeza arremolinada en su pecho y los sentimientos cuales piedras, duras y frías atrancadas en el intestino, hacía días que no comía bien. Llovía desde esa noche, el cielo estaba llorando la pena que él no podía, se pregunta, siempre que deseaba posarse en el marco de la ventaba con un té, si su querida lo miraba desde ese nublado manto o si era ella quien lloraba todos los días por la perdida. El presidente de la Agencia respiraba con pesadez al levantarse pues cada día la ausencia de ________ se volvía una parte importante de la vejez que crecía en su interior.

Fukuzawa seguía de pie por sus subordinados. Y por qué cuando él estaba a punto de rendirse, el cielo tronaba con una potencia que hacía retumbar las ventanas, sabía que ella seguía allí y lo estaba obligando a levantarse.

Con ese carácter tan poderoso ¿Quién no le haría caso?







y si preguntaran, o no, ethan que chingados andas haciendo con tu vida que ni las luces das. y bueno, ya publique en mi tablero que entre a la universidad y adaptarme a esta me esta costando un poco pero aquí andamos. ybueno, chicxs, no solo eso, estoy planeando más fanfics, ya se que debo parar pero sepan comprender que soy una persona con demasiada DEMASIADA cabeza, no voy a estar en paz si no plasmo algo además de que, esta es la única manera que tengo para expresarme (sanamente) y la única que llena el vacío constante de mi alrededor. así que los fanfics que se vienen son de Tokyo revengers WOOF WOOF BARK BARK

~cartas a takemichi (publicada)

~proyecto brutalidad (inui, proceso)

~pacto de sangre (haitani ran, proceso)

~proyecto control (angry, proceso)

ajam si, el más pedido sera publicado primero. me voy pq son las tres de la mañana

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