Escenario XII.I
A petición de: Honeyaku_
¿Cómo reaccionarían al verte con traje?
Akutagawa
Silbaba ligeramente, el viento le corría el cabello por la cara, esa noche parecía muy acogedora, como para acostarse en la azotea y mirar las estrellas en la compañía de otra persona. Sí, sonaba bien, pero tenía que estar esperando a su novia para que acabara de medirse el traje que usaría para la boda de Dazai. Así que, allí estaba.
Suspiró cuando al fin se escuchó la puerta del vestidor abrirse, giró para darle su critica y volver a repetirle que era mejor el vestido morado, pero quedó mudo al verla en traje. Tosió con fuerza pues de repente se había quedado sin aire. Inhaló para volver a mirarla con los ojos abiertos. Era una imagen interesante, ella de traje morado con el corto cabello peinado hacía atrás y su porte de bastarda que siempre traía. Akutagawa no estaba listo para creerse que esa era su pareja.
—¿Si eres _______?
La chica rodó los ojos como respuesta. Parecía que nunca hubiese visto un traje.
—Lo soy Ryu. ¿Qué opinas?
Medio atolondrado solo dio el buen visto levantando un pulgar. Parecía una estatua.
—¿Ryu? Págalo, hay que irnos.
Asintió y se movió robóticamente hasta la caja. La chica fue a desvestirse y Akutagawa pudo por fin meterse al baño a recuperarse y tomar el control y a que no lo viera sonrojado.
Chuuya
Se consideraba a si mismo una persona difícil de impresionar, sobre todo por algo tan común como la ropa. Todos los días veía gente con ropas carísimas y outfits que le daban ganas de copiar, así que no podía esperar mucho de como le quedaría un simple traje a la chica.
—Joven, la señorita lo llama —aquella amable mujer le dio el pase para entrar al cuarto donde colgaban trajes por todas las paredes. En el centro estaba una plataforma y en ella su pareja, se miraba al espejo no muy convencida. Cuando lo vio a él, automáticamente adopto una expresión tímida.
—¿Esta bien así? No me gusta tanto...
Nakahara le dio un vistazo rápido por detrás. El pantalón era ajustado, el saco caía con gracia en su cuerpo, giró y observo la corbata, la camisa y la chaqueta abrochadas sobre su busto. Alzo las cejas e hizo una mueca de conformidad.
—A mi me gusta —respondió con simpleza cogiendo las muñecas de la chica para examinar los puños del traje, luego asintió, con aprobación—. Te ves bien muñeca.
A pesar de su aparente indiferencia esa tarde, cuando intentó dormir a su mente solo llegaba la expresión tímida de la chica y cada detalle del traje sobre ella. Los trajes no tenían ningún atractivo real hasta que estaba sobre alguien y ese alguien era su pareja. Se le veía precioso y tenía la intención de verla con el puesto.
Esa noche, soñó con la chica en traje.
Dazai Dark Era
Si no fuera porque ella lo llamó diciendo que se trataba de un código emergencia, Dazai hubiera ignorado el mensaje pues estaba muy feliz torturando a personas peligrosas, pero al final había tenido que dejar sus cosas, limpiarse las manos y correr a la casa de la muchacha. Llegó apenas, tragando aire y al borde del desmayo, correr nunca había sido su fuerte.
—¿Qué es? ¿Te robaron? ¿Hay alguien? ¿Se quema la casa? ¿Una extorsión? ¿Amenaza? ¿Secuestro? ¿Fraude? ¿Mataste a alguien? ¿Qué? Dímelo.
La chica soltó una risita antes de dejar ver su cuerpo completo en el marco de la puerta. Dazai observó el traje y luego la miró, al traje, a ella y así. Parpadeó y asomó la cabeza a la casa.
—¿Entonces? ¿Qué esta pasando?
________ rodó los ojos y se señaló a si misma. Dazai seguía sin captar.
—¿Estás herida? ¿Embarazada? ¿Dónde? ¿Quieres que te lleve al hospital?
La muchacha se partió de la risa, no podía creer que el mismo ejecutivo que daba miedo no captara que traía un traje puesto. El suicida la miró con una mueca, no entendía el porque de su risa y eso lo estaba poniendo nervioso, además, no le decía nada. No sabía si estaba en peligro. Cogió a _______ de la barbilla y examinó sus pupilas y olor para detectar droga o alcohol pero estaba totalmente sobria.
—Caramelo, me estas asustando.
—Cariño. La emergencia es que me puse un traje.
—Aaaaaaaaaaaah —Dazai lo procesó—. ¿Solo eso?
—¡Por dios! ¿Qué no vas a decir nada?
Odasaku
Soltó un poco de humo por la boca, respirando el aire de la playa. Era un cansado día veraniego, al fin, Mori le había las merecidas vacaciones que necesitaba y estaba compartiendo sus días felices con su pareja. Solo que ella no había aparecido en un rato, hasta que oyó la puerta abrirse. Giró en redondo, esperando a _______ en sus vestidos floreados y abiertos que adoraba presumir, se movía como una mancha de color alegre en ellos y Oda siempre estaba gustosa de verla girar y girar y sacar cada ocurrencia.
Solo que se quedó tieso al verla en lo que menos creería verla. Él usaba trajes, sus amigos igual, la gente de su alrededor, todos, pero ella no. Y allí, parada con una sonrisa muy conveniente le mostro el traje, dando vueltas por el cuarto para que observara cada detalle. Odasaku se soltó a reír ligeramente. _________ se detuvo para mirarlo con el ceño fruncido. ¿De qué se estaba riendo?
—Es que... —se tapó la boca para callarse—. Te queda grande. Pareces un perrito.
La chica abrió la boca en completa indignación.
—Discúlpame pero no había de mi talla.
—De todos modos, te ves muy hermosa. Como en todo.
Odasaku le sonrió ligeramente, apagó el cigarrillo y se acercó a la chica, levantó un poco el saco para tomarla de la cintura y pegarla a su cuerpo con ternura. Rozó su nariz con la de ella, y luego la abrazó cálidamente, teniendo que agacharse para poder poner su cabeza sobre el hombro de la otra.
—Linda, linda.
Tachihara
¿Adivinen a quien se le ocurrió apostar un cambio de vestuario el día de su boda si Yumeno le cortaba el cabello a Elise? Bueno, yo claramente no, pero a Tachihara sí. Y perdió.
Refunfuño en silencio, acomodando los lazos, y superando el hecho de que el vestido le estaba apretando los testículos y el pene y bueno, no es como que le gustara. Rodó los ojos, ya entendía porque los vestidos eran para ocasiones específicas. Afortunadamente no tenía que usar tacón porque no había zapato de su talla. Se rio en silencio y espero a la chica.
Mientras ella se probaba la cosa esa salió a presumir que le quedaba mejor a ella que a él. Tachihara alzó las cejas con expresión retadora, parecía estar muy convencida.
—Ojo con el ojo. Yo siempre me veré mejor en todo.
Ella hizo un puchero débil.
—¡No! ¡No! Era broma, no me vayas a dejar plantado en la boda. Te juro que te ves preciosísima, es más, patéame.
Mori
Le gustaba vestirla con vestidos lindos y ampones, le gustaba que pareciera tierna pero esa era una faceta que no conocía y estaba emocionado por enterarse de ella. Le sonrió cálidamente cuando ella entro, en su traje de ejecutiva y su rostro lineal y expresión severa.
—Que divertido ¿De quien es ese traje?
—Mío, claramente.
Ella se rio entre dientes para acercarse. Ougai la reviso pieza por pieza hasta el cansancio.
—Bueno, esperaba un poco más del confeccionista. No te queda mal pero le faltan detalles. Hagamos uno nuevo.
La chica pegó un gritó.
—¿¡Otro!? ¡Llevamos veinte!
Mori se encogió de hombros.
SEÑORITXS. En menos de un mes tengo mi examen de la universidad así que puedo estar un poco inactivo. Y eso ^^ De todos modos, seguiré haciendo pedidos. Por cierto, publique un fanfic de Sigma, vayan a darle amor. El protagonista es un chico cis c:
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