Escenario VII

Cuarentena be like

Atsushi

El tigre tendría ansiedad, y a ti se te pegaría. Estar tanto tiempo con solo moverse en aquel pequeño departamento era frustrante. Sus viajes eran de la cocina a la sala, de la sala al cuarto, del cuarto al baño y así sucesivamente. Antes de que el gobierno japonés empezara a multar por salir de casa fueron a hacer sus respectivas comprar. Atsushi estaba en modo pánico.

—¡Lleva más sopa! ¡Y atún! —rodaste los ojos, mientras echabas otro atún—. ¿De qué voy a vivir?

—¡Atsushi, maldita sea! ¡No eres un gato! Y los gatos no comen atún —señalaste otro pasillo—. Ve por el detergente.

—Estoy seguro que podemos vivir sin lavar la ropa un mes y mejor compremos más comida.

Al salir, Atsushi llevaba una radiante sonrisa con su bolsa de diez latas de atún, mientras tú cargabas una bolsa con el detergente más barato.

Kunikida

—Kunikida, ¿Qué es esto? —entraste a su habitación, este acaba de salir de bañarse y olía a alcohol etílico—. ¿Y por qué demonios...? Olvídalo.

—Eso es una lista de compras esencial.

—¡Y todos los putos cubre bocas y geles antibacteriales de la farmacia! —gritaste, señalando una caja que tenía en el rincón de su cuarto.

—Son necesarios —te cruzaste de brazos, subiendo la barbilla y alzando una ceja—. Te lo juro...

—No vamos a salir en semanas Kunikida, además ¿Qué es toda esa pila de papeles? —señalaste otro punto de la habitación.

—Es trabajo —apretaste los labios, por lo visto la única que planeaba dormir todo el día eras tú.

—Bueno, y... ¿Por qué hay anotado: Comprar cinco cuadernos ideales? —inquiriste, señalando la lista.

—Porque son esenciales.

—¡No son esenciales!


Dazai

—¡DAZAI OSAMU! —gritaste a todo pulmón cuando este puso un pie dentro de la casa, literalmente—. ¡DESHECHA EL CUBRE BOCAS Y QUITATE LA ROPA!

El hombre solo te miro con cara de exageración, mientras tiraba el cubre bocas y se quitaba con lentitud los zapatos, la gabardina y los pantalones.

—¿Así está bien _____-chan?

—La camisa, el chaleco. Todo. Y lo pones en ese canasto —señalaste con fastidio. Dazai rodó los ojos.

Entendía perfectamente la situación, pero por favor, lo estabas obligando a desnudarse en el pasillo. Se quitó el resto de ropa y se metió a la casa. Actuaste con rapidez, rociaste agua y jabón en sus zapatos y cabeza, y dejaste gel antibacterial en sus manos.

—Vete a enjuagar, rápido, rápido —te pusiste unos guantes de látex, cerraste la puerta de una patada y con cuidado de no tocar a Dazai directamente lo metiste a la bañera—. ¡Rápido!

—¿Al menos me dejaras besarte?

—¡No!

—¡Flor de loto! ¡Por favor!

Ranpo

—¿A dónde vas _____-chan? —te detuviste en seco a mitad de la sala.

Acababas de llegar de la tienda con unas papas.

—Voy a leer un rato —respondiste, nerviosa.

—¿Y las papas? —volteó a verte, y su filosa mirada atravesó tus papas—. No te las vas a comer así ¿Verdad?

—¿Así co-como...? —en menos de una semana, Ranpo había terminado con todas sus provisiones para el apocalipsis y ahora temías que te quitara lo tuyo.

—¡Pues así ______-chan! Tienes que lavar el empaque —frunciste el ceño.

—¿Qué lo lave? No, o sea ¿Qué?

—Ve —fue todo lo que te dijo antes de acostarse de nuevo en el sofá.

Resignada fuiste hasta el fregador y lavaste con agua y jabón el envoltorio de los takis fuego que llevabas. Ranpo se acercó para examinar si hacías el trabajo correcto.

—¡Perfecto! ¡El inspector de limpieza contra COVID-19 lo aprueba!

—Esto es ridículo —susurraste, secando el empaque.


Tanizaki

—¡Noooooooooooooo! —gritaste, arrojándote contra la cama y fingiendo llanto.

Tanizaki entró preocupado, y te vio maldecir a la televisión, más específicamente a las noticias, las cuales dictaban: "La cuarentena se alarga hasta el 31 de mayo"

—¡Más de un mes! ¡No puedo! ¡Solo quiero salir! ¡Extraño la escuela! ¡Y es mucho decir!

Tanizaki no sabía que decirte al respecto, él estaba igual de ansioso que tú, quería ver a su hermana, ir a la escuela y trabajar. ¡Pero no!

—¡Ya tenía preparado mi outfit! —abrazaste a tu novio y le acariciaste la cabeza como si de un perro se tratase—. Ya _____, todo va estar bien. No me voy a volver loca, lo juro.

Tanizaki observó cómo te balanceabas de adelante hacia atrás.

—Estoy bien, estoy bien.

Kenji

—Mierda, mierda, mierda —murmuraste.

Eran las once con veinte de la mañana, y tú tenías clase virtual a las once, posiblemente ya te habían puesto falta. Además, tenías que entregar un proyecto en PDF a las doce, y sí, no habías hecho nada.

Corriste a prender tu computadora, te metiste en la página e ingresaste en la video llamada.

—Señorita Yaro, llega tarde —te hablo tu profesor, levantando la vista—. Y por favor, límpiese la baba.

Escuchaste algunas risas de tus compañeros y asentiste. No te habías dado cuenta de que tenías el micrófono activado.

—¡______-chan! ¡No encuentro mis boxers de vaca! —las risas atronaron en tu cabeza, desactivaste el micrófono—. ¿_____-chan?

—K-Kenji... estoy segura de que los lavaste, fíjate bien —dijiste con una sonrisa. Tus compañeros estaban muy atentos a las imágenes que pasaban.

—¿Estas en clase? —asentiste—. Oh, espero no haber dicho nada indebido.

—N-no.

Kenji se retiró, no sin antes dejar un beso en tu mejilla. Oíste los albures.

—Me tienen harto —oíste decir a tu profesor, y luego, apagó el micrófono.


Yukichi

—_____ ¿Tu pediste esto? —Fukuzawa entró a tu habitación con un paquete de Amazon. Lo recibiste con mucho gusto—. ¿Por qué pediste algo así? Te estas gastando mi salario en eso...

—¡Es necesario papá!

—¿De qué manera un disfraz de un tiranosaurio rex es necesario en la cuarentena?

—Para ir a la tienda, ya verás.

Y efectivamente así fue. Una hora más tarde, cuando te dio hambre, te pusiste tu traje de dinosaurio y fuiste a la tienda así. Mientras Yukichi te miraba por la ventana y se preguntaba que había hecho mal al criarte. La misma chica que era espadachín andaba en la calle con un traje de dinosaurio a tropezones.

Una patrulla paso al lado de ella y solo se detuvieron unos momentos a reírse. _____ los saludo contenta.


SAQUENME DE MI CASAAAAAAA. Ya no sé qué hacer, send help.
No he dormido en cuarenta y ocho horas, perdón si hay algún error.
Ah, dos cosas.
¿Ven Bungou to alchemist? Si es así, ¿Que personaje les agrada más? A mi Chuuya por supuesto, y el diseño de Akutagawa es mi favorito.
Y otra. Aquí es la cuenta donde publicaré lo que es mío.


Me llamo Marian jaja.
mariansatan
Bueno, bai. Lqm.

Apreciación de Odasaku vivo, espero en esta serie no me lo maten.

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