Escenario V.I
Advertencia: ninguna.
— ❦ —
¿Cómo reaccionarian los chicos de la mafia al ver a otra persona coquetear contigo?
🥀αкυтαgαωα
Es alguien realmente explosivo, sin embargo, en situaciones como esas se muestra meticuloso y amenazante de una manera diferente a como lo conoces. Además tú siempre tratas de que no le saque los sesos a cualquier sujeto que se te acerca y se ve sospechoso.
—Ah mira —señalaste la tienda a la que iban. Akutagawa se te adelanto y abrió la puerta para que pasaras—. Gracias.
Ambos recorrieron cada pasillo, cargabas mil productos. Eso de que te pagaran el doble no dejaba nada bueno, al menos no en el bolsillo de Akutagawa. Terminando el recorrido fueron a formarse y tú te dispusiste a ver si nada faltaba, entonces te diste cuenta de que faltaba un labial de la colección. Bufaste.
—Enseguida regreso —dijiste, el chico te detuvo.
—Voy yo, ya se cual es —sonreíste, amabas cuando se interesaba por tus cosas. Te quedaste en la fila, había dos personas por delante de ti, llevaban pocas cosas. Pasaron y Akutagawa no regresaba, él traía el dinero.
Fuiste dejando las cosas con calma y el muchacho las pasaba por visor, joder. ¿Por qué tardaba tanto?
—¿Seria todo?
—Ah no, estoy esperando a alguien, trae otra cosa —el chico asintió.
—Pues bien, no hay nadie en la fila. ¿Cómo te llamas?
—_____ —respondiste a secas, pues ya habías visto sus intenciones. Y Akutagawa a lo lejos también. Rashomon envolvió el labial y lo mando a volar al visor, azoto con tanta fuerza que el muchacho se espantó, agarro el labial y lo paso. Miro a la bestia que se ocultaba en el abrigo del chico y se puso pálido al ver la mirada que le dirigía.
🥀¢нūуα
Siempre trata de mostrar un aire relajado, no se preocupa al verte hablar con otros chicos pues su ego y confianza en sí mismo no le permite desconfiar. Por otro lado también es un tsundere capaz de matar a medio mundo por ti.
—Buenos días —levantaste la cabeza recién salida de tu ensimismamiento. Era un chico de más o menos tu edad. Te reincorporaste en la silla—. Vengo a recoger a Kuroh.
Asentiste y fuiste por el niño. El chiquillo recogió sus cosas y fue corriendo con su hermano, gritando de felicidad. El chico lo recibió en brazos y le lleno la cara de besos.
—Muy bien, mañana y el viernes Kuroh no podrá venir, tenemos algunos asuntos entre familia.
—No hay problema, yo lo descontare —el chico te sonrió, bajo al niño y se acercó a tu escritorio. Volvió a sonreírte coqueto.
—¿Trabajas todos los días? —Asentiste, al chico se le iluminaron los ojos—. ¡Fantástico! ¿A esta hora?
Volviste a asentir.
—Vendré a visitarte —ibas a protestar al momento de que la puerta se abrió e hizo retumbar todas las ventanas y dibujos de niños que había colgados en ella. Chuuya estaba allí recién llegado del trabajo.
El chico giro la cabeza de la sorpresa encontrándose con la mirada penetrante del de zafiros, que en un principio no iba dirigida para él, pero como la persona que es su sola presencia te hacia querer huir despavorido del lugar.
—Tú no vendrás a visitar a nadie.
🥀∂αzαι ∂αяк єяα
A
Dazai no le importa realmente si alguien intenta coquetear contigo, que si te quieren abrazar, adelante, terminaran con ambos brazos amputados o si te quieren besar no hay problema se le cosera la boca sin anestesia. Ya si de plano, te proponen una cita da por hecho que jamás volverás a ver al chico.
Para nadie en la mafia es un secreto que si no pueden ponerte un dedo encima si no quieren acabar siendo torturados pero fuera de esta nadie sabe nada.
Un día como otros estaban de copas en un bar tranquilo y poco concurrido. Dazai bebía lo suyo mientras tú te dedicabas a morir de aburrimiento. Ya habías deducido cada una de las vidas de las personas que estaban allí. De repente, uno de los chicos que estaban allí con aires de ser la última chela del desierto, se te acerco. Tendió la mano elegantemente hacia ti.
—Parece que la pasa mal, ¿Le parece venir a mi mesa? —alzaste la vista al chico. Sonreíste y negaste con la cabeza.
—No hace falta, no la paso mal.
—A mí me parece que sí, no sé qué hace usted con este hombre —Dazai no estaba prestando atención, su vista seguía fija en el trago. Ah, pobre chico, si supiera lo que le deparaba. Dazai levanto la cabeza, al oír como iba dirigida la palabra a él indirectamente. Soltó un suspiro.
—Lárgate —el único ojo visible de Dazai se apagó tanto que aquel chico sintió haber visto a la misma muerte. El resto son sangre y tripas.
🥀σ∂αѕαкυ
Ya por sí mismo es muy tranquilo, raras las veces en que le ha tocado experimentar celos.
Se hallaban en mitad de una reunión para conseguir información sobre aquellos que deseaban destronar a la mafia. La reunión se realizaba con unos desagradables tipejos con los que nadie quería tratar. Ni siquiera Dazai. Se hallaban sentados en una mesa en medio de la nada. Odasaku no te había dejado sola por miedo a que esos dos quisiesen hacerte algo pese a que tu sabias como defenderte.
—Eso es todo lo que se sabe, esperamos la transferencia —Oda asintió recogiendo el sobre de papel. Se quedaron callados unos segundos antes de que el hombre volviera a hablar—. De hecho, la transferencia podría ser ella.
Te señalo. Odasaku parpadeo, hizo una mueca y te atrajo hacia él.
—Ella es un miembro activo de la organización, no está en derecho de ser mercancía —aclaro con algo de molestia en la voz. El hombre rió—. Vámonos.
Aquellas dos personas no los dejaron ir, les obstruyeron la entrada.
—Anda, nada les ha de costar.
Oda frunció el ceño. Te sujeto de la muñeca e hizo que te pusieras detrás de él. Lo que sucedió paso tan rápido que no lo viste, Odasaku asesto varios golpes y termino tumbando a los dos tipos. Los dejo bien amarrados.
—Dije que no y punto —te saco de allí sin otra palabra. Oda daba miedo al enojarse.
🥀тα¢нιнαяα
A Michizou no le gusta que te miren si es con un motivo. Tampoco le gusta que te hablen si es con motivo. Que no le gusta nada.
Iban caminando por la calle junto a tu novio, llevabas una blusa con algo de escote que a Tachihara no le gustaba, es decir, le gustaba que la usaras en su presencia y privacidad no a las afueras donde un montón de depravados mirones andaban sueltos. Pero que a ti mucho no te importaba.
—Oí, tapate. En serio —comento pasándote su cazadora verde por los hombros y abrochándola. Soltaste una risa, y de desabrochaste la cazadora. Tachihara frunció el ceño y volvió a repetir el procedimiento—. Que te tapes, te he dicho.
—Hace calor —argumentaste con un puchero. Tachihara lo dejo pasar, para ese momento ambos habían entrado en el establecimiento. Un casino de la Port Mafia, con muchos borrachos. Eras la única mujer del lugar y una potencial presa para los hombres fuera de sus cabales.
Tachihara te dejo solo unos segundos para ir por algo de comer y beber. Los buitres no se hicieron esperar. Dos borrachos habían apostado a quien te conquistaba primero y allí estaban, caminando hacia ti. Volteaste la cabeza e hiciste como si nada, pues también habías visto a tu novio venir en su dirección. Escuchaste dos golpes y no pudiste evitar reír, Tachihara golpeo la cabeza de ambos chicos con una mueca de fastidio.
—Perdieron la apuesta, su dinero —comento. Al final ese dinero fue usado para comprarte ropa cerrada sin tu consentimiento.
🥀кαιʝι
Motojirou está loco, y sabe lo que tiene que hacer cuando alguien te coquetea. Pese a que le es fiel a la ciencia y que con ella hace de todo siempre es discreto. Y tú finges que no te das cuenta.
—Uy mira, mira —te señalo un puesto de malteadas, sin esperar respuesta tuya se encamino por dos de ella, una de chocolate y la otra de pistache. Regreso con ambas malteadas y se sorprendió al verte hablar animadamente con un desconocido.
Una sonrisa socarrona apareció en su rostro, se acercó y extendió la malteada a tu mano, a la par que con cuidado introducía una pequeña bomba en la chaqueta del chico. No lo mataría pero le causaría una herida en el cuerpo. Recibiste la malteada y el chico se volteo en dirección a Kaiji, sonrió y saludo a tu novio. La cara de Kaiji era un poema.
—¿Estabas coqueteando con _____? —el chico pareció dudar—. Si es así te recomiendo que te alejes diez metros y corras en cinco segundos.
Y así fue, el pobre muchacho salio corriendo, en el transcurso del camino la bomba explotó y pegaste un grito.
—¡Motojirou Kaiji! —gritaste con una mueca de horror. El mencionado se puso blanco como la leche.
—¿S-si?
—No puedes andar por la vida bombardeando gente, es un pobre chico que necesita compañía —regañaste con una media sonrisa mordaz.
—Perdóname —puso carita de perro mojado y no pudiste evitar abrazarlo.
🥀нιяσтѕυ
Es infinitamente imposible ponerle celoso, es un hombre mayor que ha pasado por todo o casi todo en la vida. Que un hombre te hable no significa nada para él. Tendrías que armar la tercera guerra mundial para que algo similar suceda.
Recién salías de la empresa donde trabajabas, después de un arduo día de trabajo. Te quedaste a las afueras del edificio a esperar a Hirotsu, eras una mujer algo joven, al menos para él. Uno de tus compañeros se te acerco.
—¿Cómo esta ____-san? —te saludo. Tapaste tu boca reprimiendo un bostezo.
—Bien algo cansada ¿Y tú?
—Tranquilo... pero a usted la noto algo fatigada —susurro—. Quizá no sea bueno que se levante más temprano solo para preparnos el café. ¿Desea que la ayude en algo?
Negaste con la cabeza y le explicaste tu situación, levantarte no suponía un problema, lo suponía que tu jefe era un abusador dejándote trabajo de más. A tu compañero no le quedo de otra que irse cuando su camión llego por él, por lo que te quedaste sola esperando. Admiraste un poco el ocaso hasta que sentiste una mano en tu hombro y el característico olor a cigarro de Hirotsu. Sonreíste y te giraste para saludarle.
—Hola _____ —depositaste un beso y ambos empezaron a caminar. Él iba agarrándote de la cintura—. ¿Quién era ese?
—Umh, un compañero —hiciste una pausa—. ¿Por qué? ¿Celoso?
—No realmente —sentiste un apretón en la cintura—. Solo que me parece extraño.
—Vamos, yo quería verte celoso —Hirotsu negó y dejo un beso en punta de tu nariz.
🥀мσяι
No es el tipo de hombre que confía a la primera, mucho menos tratándose del jefe de la Port Mafia por lo que no te sorprende que sea muy cuidadoso de ver con quien te relacionas y no duda en cuestionar los motivos de las personas que conoces.
Estabas en tu restaurante atendiendo gente que llegaba y se iba, tu novio estaba en la orilla del local, degustando su comida junto con Elise. Se había escapado de su trabajo para verte un poco siendo que tú no podías acudir a la mafia con tanta facilidad.
Un hombre que asistía muy seguido allí se acercó al mostrador.
—Buenos días ¿Podría darme una orden de takoyaki con todo?
Asentiste y desapareciste en la cocina. El chico aprovecho y tomo una servilleta para empezar a escribir su número de teléfono. Regresaste con la orden empaquetada.
—Muy bien, aquí tiene —extendiste el pedido y el chico lo recibió. Recibiste un gracias como respuesta, dinero y una servilleta con un número.
—No es necesario que respondas ahora —y se fue. Diste un respingo al escuchar un "¡Camarera!" de parte de Ougai, fuiste al instante.
Ni siquiera te dejo hablar cuando agarro la servilleta y la doblo para posteriormente guardarla en su abrigo. Te sonrió.
—No me gustan sus motivos. ¿Me das la cuenta? Por favor.
Asentiste con un gran sonrojo, Mori había apretado tu pierna debajo de la falda que usabas y recorrió sus dedos hasta tu trasero.
—Y una _____ para llevar.
Tuviste que cerrar el local por capricho suyo.
A veeeer, que yo estaba pensando en agregar a Fyodor y Poe en los próximos escenarios pero idk. ¿Les parece? Si es así pueden decirme que otro personaje de cualquier organización desean que agrega a escenarios futuros.
Otra, alguien por allí me pidió un One-shot con Dazai y Chuuya similar al de Fyodor y Dazai pero creo que no lo hizo en la primera entrada por lo que perdí el usuario ¿Serías tan amable de reportarte aquí? :3
-wuserpoe
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