Escenario IX

A petición de: TraviesosAtravesados

Advertencia: ya se la saben.

Ola. Antes de empiecen a sufrir. Quiero que sepan que esto (en caso de que ellos existieran) es tan improbable como que ustedes los engañen a ellos, quiero decir, ustedes se ven incapaces de engañarlos porque son perfectos, pero es más creíble que ellos nos engañen a nosotras, pues no. Ustedes valen mucho y se tienen que querer, no importa que tan perfecto sea el tipo. Además, las infidelidades son malas. Quiéranse ¿Okey? ¿OKEY? —las amenaza—. Okey n.n

Ellos siendo infieles

Atsushi

Primero, levantó la mano, lista para soltarle una cachetada. Y luego, se contuvo. Apretó los puños y se dedicó a escucharlo.

—No importa si me quieres cachetear. Me lo merezco.

Pero era mentira. Él no se lo merecía. Y ____ ni siquiera podía atreverse a ponerle una mano encima. Lo que había hecho era horrible, totalmente, sin embargo, con él ni siquiera podía ver las malas intenciones ni lo cruel de la situación. Solo lo escuchó.

Y cuando las lágrimas amenazaron con salir. Cuando las sintió en las pestañas, se dio la vuelta y salio corriendo. No quería que Atsushi la viera llorar, ya tenía suficiente con escuchar el dolor y el arrepentimiento en su tono, tenía suficiente con verlo llorar, no quería hacerlo sufrir.

—¡_____! ¡Espera! —en ese momento, sintió lo salado de las lágrimas en su boca.

Se dejó caer al piso. Golpeo el asfalto de su casa con fuerza. Había lastimado y perdido a la persona que más amaba por una tontería. Si ya se odiaba, aquello no sabía que era, un sentimiento peor al odio consigo mismo, y era incontenible.

(Estaba sonando Vete de Bad Bunny, mátenme que lloro).



Kunikida


—Estuve con otra... —se obligó a decir, bajando la cabeza.

______ sopeso las palabras tan bien como pudo, y mantuvo la compostura.

—No me lo esperaba de ti... —la chica estrelló su puño contra el pecho del mayor—. ¡Eres un idiota Doppo!

El rubio atrapó las manos de chica entre las suyas, _____ forcejeó.

—¡Suél-suéltame! —la muchacha soltó varios sollozos.

Kunikida la atrajo contra su pecho, y la abrazó. _____ se resistió, pero al final termino cediendo, entre llanto.

Desde el principio, antes de convertirse en pareja, ella le había dicho que una infidelidad era imperdonable. Y él estuvo de acuerdo, jurándole que jamás sucedería algo así. Y ahora lo miraba, y se sentía horrible, los lamentos de la chica lo estaban quebrantando poco a poco, y sentir su camisa mojada por las lágrimas de la fémina...

—Perdóname... solo eso te pido —susurró contra su cabeza.

_____ negó con la cabeza, repetidas veces, un dolor en el estómago se hizo presente. Kunikida la apretó más, y el contacto piel con piel le quemo las entrañas. Lagrimas mojaron el cabello de _____.

—Es-está bien. Pero solo eso... —terminó por decir, con el corazón roto y las promesas se habían ido con el viento.



Dazai

Al caer, el bolso hizo un ruido seco y llamó la atención de las dos personas que estaban bajo las sabanas. Los gemidos se ahogaron, y la fricción se apagó. Los ojos cafés de Dazai se encontraron con los de ella.
Una mueca de enojo y tristeza se hizo presente, y luchó con mantener sus músculos quietos, pero el temblor en las piernas había surgido y las palabras fluyeron solas.

—¡Maldito hijo de puta! —la chica levantó el regalo que llevaba en mano y lo estrelló contra la cara de Dazai, que se había quedado sin palabras.

Antes de poder salir del enredijo de las sabanas y correr a la otra mujer de su casa, _____ había tomado su bolso y sus llaves. Dazai escuchó el motor rugir, sabía a donde se dirigía. A la casa de su hermano.

Dazai leyó la inscripción en la superficie del regalo.

Feliz primer aniversario.

Un escalofrió recorrió su cuerpo. No solo la había cagado, sino que esa vez, no saldría vivo de la golpiza que Chuuya le iba a propinar.

Por la noche, ella regresó con Chuuya, pero Dazai no estaba y ellos lo sabían. Chuuya empaco todo con su habilidad. Dazai estaba de vuelta, había estado toda la tarde buscando a la chica, cuando ella iba saliendo de la casa, él se topó con ella.

—¡Flo-flor de loto! ¡Espera! —la chica levantó la cabeza, revelando unos ojos llorosos y la nariz roja, y entonces, su puño golpeo la mejilla de Dazai.

—Púdrete imbécil.

Dazai se quedó anonadado, y no fue hasta que olio humo que reacciono. Intento abrir la puerta, pero estaba trabada desde dentro. Se acercó a una de las ventanas y lo vio. La chica había prendido fuego a su casa.

.

Ranpo

Fue directo y rápido, cuando no obtuvo respuesta, se levantó el gorro y miro a los ojos a la chica. Sus ojos se ampliaron al ver una diminuta sonrisa amarga en el rostro de _____.

—Ella... ¿Ella te hace feliz? —preguntó, bajando la mirada.

Sus inseguridades golpearon su cabeza como una ola, y la ahogaron, cegando su visión y haciéndola sentir miserable, siempre se había sentido así, hasta que él, con su ego, había llegado a subir su autoestima, y ahora la había destrozado sin piedad alguna.

"Te estoy engañando".

La había tenido en un pedestal, y luego, la había derrumbado al infierno en cuestión de segundos. Y Ranpo lo sabía, y sabía que no podía hacer nada. Siempre había sido sincero con ella, ambos, honestos. _____ también lo sabía.

—No... ella no... —pero se permitió mentir. ¿Quién lo hacía más feliz? ¿Ella o su novia?

______ era una carga, desde hace unos meses, su depresión había ido en aumento. Luego, el estrés de haber perdido un amigo, la Decadencia de los Ángeles. _____ ya no era su prioridad, y en mitad de eso, había tenido la dicha de conocer a alguien que le quitaba todo el peso, aunque fuese solo momentáneo.

—No me mientas —soltó ella. Antes de responder, ella hizo una reverencia—. Gracias de todos modos. Ahora todo será más fácil.

Y ella se fue. ¿Ahora todo será más fácil?

Se enteró después de un mes. Ella tenía su suicidio programado para la noche siguiente. Había sido fácil... mucho más fácil.



Tanizaki


Era un reto, un solo reto, que había terminado en tragedia. No esperaba que sus amigos grabaran el hecho, y se les fuera el dedo, y lo subieran a Facebook. Donde _____ lo vio.

Al día siguiente, se despertó porque su celular no dejaba de sonar, llamadas y mensajes por doquier. Cuando su cabeza dejo de punzar abrió el link del video y toda resaca se fue cuando lo vio. Enseguida se puso a llamar a ______. Su sorpresa fue tal cuando oye el fuera de servicio.

Y luego se dio cuenta de que ella lo había bloqueado de todos lados. Más tarde, recibió una captura de pantalla de la mejor amiga de ella. La captura era el chat de ellos, había un mensaje larguísimo diciendo lo mucho que lo amaba y que no se podía permitir odiarlo. Además, lo tenía agendado como:

"No contestes, quiérete princesa".

Y estaba bloqueado, por lo que él no podía ver el mensaje.

Fue a buscarla a su casa, y amablemente su mamá le pidió que no volviera. Tanizaki ni siquiera se quedó a suplicar cuando vio la escoba a un lado de la señora.

A la semana se rindió. Ella no iba a hablar, y él lo entendió.




Kenji


Cuando él se lo dijo, su sorpresa fue mayor que su dolor. Mucho mayor, abrió la boca para decir algo, pero nada le salio. ¿De verdad... había dicho eso? Wow, estaba en shock.

Kenji retorcía las manos en un gesto nervioso, mantenía la cabeza baja y los labios en un puchero. Y _____ ni siquiera podía parpadear.

—¿Es... en serio? ¡No hablas en serio! ¿¡Cierto!? —pero Kenji asintió. A _____ le temblaron las rodillas—. Y... ¿Por qué?

Kenji la tomo por los hombros, y empezó a hablar mientras la sacudía. Pero lo que Kenji decía no concordaba con el movimiento de sus labios.

—Oí _____. ______, ______. Lindaaaaaa.

Entonces, despertó. Kenji estaba a escasos centímetros de su rostro soplándole. La chica se sonrojo y se pegó a la ventaba detrás de ella.

—¡Bonita! ¡Despertaste!

(Así me decía mi ex JAJAJA).

Apenas la chica comprendió que había sido un sueño, abrazó a Kenji y hundió la cabeza en su pecho.

—¿Bonita...? ¿Qué pasa? —Kenji acaricio la cabeza de ______ y apoyo su mentón en su cabeza.

—No me vas a engañar ¿Cierto? Serme infiel, quiero decir...

—¡Oh! ¡No! Te quiero mucho _____-chan...

—Yo también te quiero —y el rubio dejo un beso en la mejilla de _____.






Yukichi


—Todos los hombres hacen eso ¿No? Al menos una vez en la vida... —él no dijo nada. Ni siquiera se movió—. Así que, puedo entenderlo.

—Podemos vernos mañana, trae a tu abogado —ella asintió, no solía llorar, y no quería hacerlo frente a él.

Fukuzawa estaba imperturbable, demasiado serio, a decir verdad, llevaba el cuello tenso, y el dolor se le reflejaba en los ojos, pero no lloraba, y ella no quería llorar. No quería sentirse pequeña e indefensa, tampoco quería su consuelo.

—Po-por supuesto... —la mujer se enjuagó los ojos con la manga de su chaqueta. Fukuzawa intentó acercarse, pero ella se apartó, dando traspiés.

—Lamento no haberte hecho la mujer más feliz de mundo.

—No... tú sigues siendo el hombre al que más amo y que más feliz me ha hecho. No importa que. 

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