Escenario IV.I

A petición de: -PercyMiAmor

Advertencia: Ninguna.

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¿Cómo reaccionaria la Mafia al ver a su novia borracha?

↬αкυтαgαωα

Su organismo no soportaba un solo shot. Por lo que en medio de su sobriedad observaba a su novia recién borracha, no se inmuto. No le importaba lo borracha que estuviera, mientras no se metiera en un problema. Le daba igual. Solo procuraba que se emborrachara como máximo dos veces por año, procuraba que no bebiera mucho.

Cada cierto rato le echaba una ojeada a los movimientos que hacía. No se podía fiar de dejarla mucho rato a solas con Chuuya, sabiendo que este estaba igual o el doble de borracho. Tampoco se podía fiar de que se fuera o bien dicho, se metiera en algún problema. No se podía fiar de nada, pero no iba a prohibirle algo a su novia. Al menos no hasta que causara algún estrago, Akutagawa solo lo esperaba, sucedería por obviedad y porque su linda novia no podía mantener su bocaza cerrada.

—Quiero otro —decía arrastrando las palabras. Akutagawa negó con la cabeza, dejando que el bar-man trajese un vaso de agua. Al traerlo Akutagawa lo deslizo hacia ella, lo miro con repugnancia, como si fuese a tragarse gasolina o algo—. No quiero agua.

—Estás borracha, no más alcohol —se acercó a ella con cautela y de manera lenta la retiro de la barra, llevándola a una mesa sola.

— ¿Whisky? —negó—. ¿Ron? ¿Vodka?

En todas negó.

—Que cruel, no me va a pasar nada —por supuesto que sí. El bar pronto se empezó a llenar de gente cada vez más borracha, que ni su nombre podían pronunciar. Fue entonces cuando el pelinegro decidió sacar a ______ de allí, medio caminando medio arrastrándola logro sacarla de aquel infestadero de locos. Además ya no podía soportar otro maldito segundo soportando el olor a alcohol combinado con sudor y quien sabe cuántas sustancias extra.

—Mañana tengo que trabajar, vámonos —la chica sopesaba las palabras de su novio, intentando descifrar el verdadero significado que se ocultaba tras las paredes de inconciencia que los efectos del alcohol provocaba en su cabeza.

—Hay que irnos —el chico la ayudo a caminar mirándola de reojo. Ese era uno de sus tantos estados en los que él ya la había visto, por lo que nunca se mostraba realmente sorprendido. La cuidaba, era todo lo que hacía

↬¢нūуα

Estaban igual de borrachos, cantando a todo volumen, riéndose del bastardo de Dazai o de sus tragedias, también podían acabar llorando o besándose. Con ambos borrachos a tope cualquier situación era posible.

— ¡JAJAJA puedo volar! Pffrrrrrss —la chica gritaba, estaba siendo levitada por la habilidad de Chuuya. Hacia soniditos como de avión mientras su novio se partía de risa en el sofá. De momento a otro Chuuya dejo caer el cuerpo de _____, ella se quejó.

—Idiota... —murmuro sobándose la espalda. Pronto su quejido paso a ser una risilla, a la risilla se le sumo las carcajadas de Chuuya.

—Levántate —pidió entre risa, la chica acato la orden. Se levantó a duras penas tambaleándose ligeramente, camino y se sentó al lado de Chuuya en el sillón de piel.

Ambos se recostaron, la muchacha encima del pecho de Chuuya. Eran un par de estúpidos enamorados. ______ se movió por encima de Chuuya hasta que su mano alcanzo el sombrero. Lo saco de golpe de su cabeza y se lo puso, Chuuya torció la boca en una sonrisa, la chica también.

—Soy una puta ejecutiva de la mafia, jaja. Ni Ougai puede contra mí —rieron, sin tomar en serio las palabras que decían. Chuuya agradecía que en su piso no hubiera cámaras.

—A ti no te gustaría trabajar en la mafia —dijo en un susurro. Estiro la mano por sobre la cabeza de la chica y le arrebato el sombrero, colocándolo en su rostro para cubrirlo. La chica negó a pesar de que él no la pudiese ver.

—Sé que no, no quiero imaginarme lo que fue trabajar con Dazai —Chuuya soltó un bufido al escuchar el nombre. Se subió el sombrero lo suficiente para hablar.

—No hables de ese bastardo, no me gusta cómo suena su nombre en tu boca —ella rio, pensando que era broma. Solo que Chuuya no reía—. Lo digo en serio. No menciones a ese idiota.

—Va, va. Estamos borrachos, mañana ni te acordaras —murmuró contra su pecho. Levanto una mano y acaricio su cabello rojizo, en efecto, al día siguiente ni se acordaría pero daba todo por estar con _____ fuese como fuese. Incluso borrachos. Chuuya se divertía con ella, sobretodo borracho—. Entonces ¿Te gusta cómo suena tu nombre en mi boca? ¿Eh? Chuuya.

Él asintió.

↬∂αzαι ∂αяк єяα

La observaba sin decir nada, desde lejos. Analizándola como a todas las personas que le llegaban a interesar, unas tres como mucho; le gustaba analizarla mientras estaba distraída o haciendo algo que no lo involucrase a él pues cuando estaba con ella prefería disfrutar los ratos con ella. Al tiempo que ella rompía la pista con sus caderas y curvas él jugueteaba con el vaso de vidrio y la bola de hielo dentro de este. No le gustaba bailar, mucho menos cuando sabía que ese tipo de canciones y bailes rompían su fachada de ejecutivo mal nacido.

— ¿No la vas a acompañar? —inquirió Odasaku, mirando a su amigo de reojo. Dazai negó.

—Está bien. Mírala, está acabando con todos —Odasaku la miro, exacto. Dejaba en ridículo al resto de mujeres.

—Pero está sola, capta toda la atención. No dudes en que alguien se le acercara —aconsejó, sabiendo cómo era Dazai de posesivo. Dazai volvió a negar, su novia sabía perfectamente cómo defenderse.

—Te lo digo, está bien —excusas. Excusas para no levantarse, para no ir y sacarla de allí de manera definitiva porque al final sabía que _____ se enojaría por arruinarle la fiesta, como casi todas las veces. Odasaku no tuvo más que asentir, aunque ciertas dudas le carcomían la mente. Dazai se dio cuenta enseguida.

—Adelante, te escucho —el ejecutivo dio luz verde, Oda dio un trago a su bebida antes de abrir la boca.

—Me pregunto ¿Qué te gusta de ella? —a Oda siempre le causaba curiosidad saber que pasaba por la mentecilla de Dazai. Tras la pregunta el chico volteo a ver a su novia, que seguía deslumbrando, se veía tan feliz, a pesar de que ella también trabajase en la mafia. Parecía no importarle la oscuridad en la estuviera metida. Felicidad, locura. Atrevimiento.

—Me pregunto lo mismo —había dicho, mostrando un atisbo de júbilo. Le costaba describir con palabras las sensaciones que ella provocaba en él, prefería callar. Oda asintió. La siguió observando. Pocas veces tenía la libertad de verla borracha, mejor disfrutarla. Se veía tan sexy bailando, tan hermosa sonriendo. Tan libre. Solo borracha se podía apreciarla de esa manera.

↬σ∂αѕαкυ


La grata sorpresa de llegar a casa y ver a _____ tendida en el sillón viendo películas con una botella de cerveza al lado, mientras que otras tantas estaban en la basura. Oda miro con expresión agobiada. No le gustaba dejarla sola por esa razón.

Oda dejo su chaqueta colgada en el perchero y se acercó con cuidado a la chica, de manera lenta retiro la cerveza de su mano. _____ al sentir el tacto volvió la cabeza hacia él. De manera instantánea sonrió, pero su sonrisa se esfumo.

—Oda, ya llegaste —se levantó del sofá-cama, con un tambaleo se dirigió a la cocina. Oda no dejo de mirarla en la espalda.

—_____ siéntate, tenemos que hablar —la chica no se sentó, se quedó parada de espalda a él, sin atreverse a mirarlo.

—Lo sé, sé que me prohibiste beber y lo siento. No era mi intención, perdona —Oda no la perdonaba, en definitiva no. Pero su corazón noble dictaba diferente, sabia de sus problemas con el alcoholismo. Ella de disponía entrar en la cocina para preparar la cena, la mano de Odasaku la detuvo. _____ giro su rostro—. ¿Qué pasa?

—Olvídalo —susurró en su oreja. La hizo girarse, y se la llevo de mano a la cocina. Prefería que cocinaran juntos. Aunque al final de día Oda terminara cocinando solo porque cierta persona estaba muy borracha para tomar un cubierto—. ¿Qué estás haciendo?

_____ traía una cuchara para partir una zanahoria. La fémina bajo la mirada a la cuchara, la observo por segundos antes de dejarla en el fregador. Se pasó la mano por el cabello y se sentó en el mesa banco. Dejaría al chico cocinar. Finalmente se pusieron a cenar, _____ ceno con la cabeza baja, Oda había cocinado un estofado y un sopa para la resaca del día siguiente. Al terminar la cena ambos estaban listos para dormir.

En la cama _____ le dio la espalda al chico. Traía vergüenza atorada. Por otro lado Oda se negaba a darle la espalda. Comprendía la situación de su novia y su fatídico problema con el alcohol. Había ido a terapia e iba mejorando, sin embargo cada vez que alguna tragedia se le presentaba recaía de una manera u otra.

—_____ no quiero que se vuelva a repetir. Ante cualquier cosa llámame, no importa donde este o que esté haciendo —espeto con seriedad. Ella asintió.

↬тα¢нιнαяα

Terminada una misión con éxito, Ougai les había otorgado el resto del día libre, o bueno la noche. Por lo que Lagarto Negro fue directamente a beber en señal de celebración. La pareja principal de aquel cuerpo eran Tachihara y _____, ambos tomaban. Estaban compitiendo por quien aguantaba más shots sin vomitar o acabar borrachos. _____ perdió, resultaba ser que Tachihara era bastante tolerante al alcohol.

— ¡Gane! —grito estampando el vaso de vidrio en la barra, su novia soltó un bufido. Recargo su barbilla contra la palma de su mano y a su vez el codo en la barra, empezó a soplar los mechones de su cabello.

—Quiero la revancha —balbuceo, girando la mirada perdida al chico. Tachihara soltó una carcajada estruendosa, al ver que _____ no reía y mantenía la mirada pegada a él con toda la seriedad que el alcohol le permitía, se calló. Con una mueca.

— ¿Hablas en serio? —ella asintió—. No, te vas a poner borracha o vomitaras o las dos.

Ella volvió a bufar, girando de nuevo la cabeza. Paso alrededor de media hora sin moverse de la barra y sin responder a la suplicas de Tachihara. Tras otros quince minutos de seguir ignorándolo Tachihara cedió a sus caprichos.

—Solo uno —le dijo a regañadientes. La chica sonrió, se le lanzo encima en un abrazo. Tachihara pidió otro shot. El problema es que ese shot paso a ser dos, luego tres, luego una botella y así hasta que Tachihara se dio cuenta de ello—. ______, oye ______ —el chico la zangoloteó en la banca de la barra.

Estaba murmurando estupideces y cabeceando en la barra. Al sentir el zangoloteó se desemperezó y miro a Tachihara. Al verlo volvió a poner la misma expresión.

— ¿Qué?

—Estas borracha —ella rio.

— ¿En serioooo? No sabía —se burló—. Me sorprende tu capacidad para pensar.

Tachihara se cruzó de brazos.

—Ya es tarde —farfullo con molestia. La chica puso mueca de sorpresa. Tachihara supuso que se burlaría de él.

— ¿En serio? Tampoco sabía —soltó una carcajada. Tenía una ventana detrás. Tachihara rodo los ojos, se quitó su cazadora y se la puso a la chica sobre los hombros. La ayudo a levantarse y ambos salieron del bar junto con Lagarto Negro.

↬мσяι

Reían. Todos los que habían tomado, sobre todo _____ que ignorando las advertencias del médico se aventó dos botellas completas. Mientras todos gritaban: "¡Fondo, fondo!" repetidas veces. La chica azoto la superficie de la botella con fuerza, sin llegar a romperla y soltó una exclamación de victoria.

Desde la otra mesa Ougai miraba la escena con una copa de vino en la mano enguantada.

______ ya iba por la tercera botella, otorgada amablemente por Chuuya. Le quito el corcho y se la empino en la boca, los presentes volvieron a gritar, exasperados golpeando la mesa con rostros iluminados. Fue entonces cuando Ougai pensó que había sido suficiente, dejo su copa delicadamente en la mesa y se levantó de la mesa. Sus subordinados sobrios y medio sobrios se apartaron con rostro serio alertando al resto de borrachos que en cuanto advirtieron el rostro de su jefe dejaron de gritar y golpear. La chica termino la botella sin fijarse quien estaba a su lado, medio matándola con la mirada.

No fue hasta que azoto la botella que observo las caras de pasmo del resto a través del cristal de la botella. Giro la cabeza a la derecha de manera lenta, como si temiera encontrar algo que no quería. A su lado, parado con porte firme se encontraba su marido. Ella soltó una sonrisa floja.

Al cabo de veinte minutos todos abandonaron el salón, y al cabo de otros veinte minutos ya se hallaban en casa. ______ no se detuvo a escuchar los regaños de su jefe y esposo, al día siguiente quizá, cuando la maldita resaca se le bajara. Solo que Ougai tenía planeado otra cosa, estaba recargado contra el marco de la puerta con una sonrisa sádica en el rostro. La chica venía arrastrando los pies.

—Con permiso —murmuro entrando en la habitación. Ougai también entro, cerrando la puerta detrás de sí. La chica no lo miro de vuelta. Se acostó sobre la cama sin quitar la colcha y hundió el rostro en la almohada, Ougai se le puso encima.

— ¿Te diviertes con el resto y no conmigo? Que mala, recibirás un castigo —susurró en su oído. ______ se removió incomoda.

—Ougai, déjame dormir. Mañana te compenso todo lo que quieras —le dijo, el jefe de la mafia no la escucho. Estaba muy ocupado desvistiéndose.

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Ando aburrida jaja, estaba pensando en hacer otro libro (si ya se que no debería) de alguna temática tipo "juego" pero no sé me ocurre nada y tampoco de que fandom.

Ideas.

Send help.

–wuserpoe.

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