Dazai
Especial de Halloween pt. 3
Un hospital.
Dazai detestaba ese lugar por distintas razones, la primera, los ángeles, había muchísimos. El problema radicaba que siempre que él iba a recoger un alma, el ángel abandonaba el alma y dejaba su asquerosa esencia. Había muchos muertos al día, era una suerte para él que no tuviera que recoger todos porque si no hubiera renunciado desde hace tiempo.
La habitación cincuenta y ocho se plantaba frente a él con el aura del ángel aun destilando por debajo de la puerta. Eran las cinco de la mañana, Dazai realmente tenía sueño.
—¡Jo jo! ¡Buenos días mundo!
Entró de golpe, despertando a la paciente que descansaba pacíficamente en la cama.
—¿¡Qué!? ¡Maldita sea! ¡Déjame dormir! —gritó reincorporándose de golpe y escupiendo la sangre que se le venía a la boca apenas hablaba. Escupió y se enjuago la boca, frustrada de que eso pasara siempre—. ¿Qué mierda?
_______ observó al hombre frente a ella, y no pudo evitar notar lo bien parecido que era y que estaba flotando, y sostenía una guadaña, y vestía raro, pero vamos que era guapísimo como la muerte, literalmente. Luego de analizar y concluir que el chico era una reencarnación del chico de sus sueños que había ido a visitarla como los Avengers visitaban a los niños que estaban por morir, ______ se recargó en la cama, resignada a morir.
—Me voy a morir ¿No?
—¡En efecto! —Dazai se quitó la capucha—. Al menos no tuve que explicarte eso. Es muy doloroso. ¡Pero ey! ¡Te toco una parca guapísima! Si te hace sentir mejor te puedo dar un beso.
—Jalo —terminó por decir—. Pero tengo sabor a sangre.
—¿Dijiste jalo? ¿O sea que sí? ¡Wa! Nunca había llegado tan lejos.
—Me sorprende, con tu cara cualquiera, muchas quisieran estar en mi lugar.
Dazai se llevó una mano al pecho, halago por la situación. Aunque estaba más que claro que él no podía besar a ningún humano, pues sus reglar como parca no se lo permitían, a lo mucho podía tomarlos de la mano o hacer un tacto mínimo, pero Dazai no estaba interesado en ello. Prefería que sus víctimas se divirtieran antes que cumplir sus deseos, después de todo él aparecía horas antes de la muerte, cuando el ángel abandonaba a su humano.
—Bueno ¿Y qué quieres hacer?
—Tengo hambre. Quiero una pizza.
Para _______ la muerte ya era una realidad bastante cercana, en su boca aquella palabra llevaba mucho peso, pero no para ella, sino para su familia. Luego de luchar contra la depresión y la ansiedad, la muerte ya no era algo de temer, temía lo que había del otro lado. Si había un infierno o no había nada, aquello la aterraba profundamente, pero no podía hacer nada, la muerte era inevitable, el dolor también. Inclusive si no se había suicidado para no causarle dolor a su familia, incluso así ella se iría pronto.
Y quería irse luego de comer y dormir como dios mandaba.
—¿Qué? ¿En serio? Puedes hacer cualquier cosa ¿Y quieres una pizza? —Al no obtener respuesta, Dazai suspiró.
Chasqueando los dedos la pizza cayó en el regazo de _______, quien la devoro con patosa calma y silencio. Dazai solo podía quedársele viendo sin saber por donde abordar tema de conversación, esa chica era rara. Muchas veces le tocaron viejos resignados a la muerte, que suspiraban diciendo "Por fin" o algo del estilo, pero no chicas que admitieran y aceptaran con tanta facilidad la muerte. ¿Qué era nuevo? Verla comer pizza en total paz le movía los sentidos fuertemente.
—¿Cómo te llamas?
—_______. Creía que lo sabrías —Dazai se encogió de hombros como diciendo ¿Quién sabe?—. Tengo veinte y soy huérfana.
—Vaya. ¿Quién te cuida?
—Mis abuelos —murmuró con tristeza, no porque la cuidaran sino porque eran sus abuelos, señores tan puros como podían serlo solo ellos y ella estaba a punto de abandonarlos.
Dazai arrugó la nariz al leer el pensamiento y sentir la tristeza de la chica. Él estaba asignado a hacer felices a sus victimas —y a recoger sus almas por supuesto—. Dando una voltereta por el aire se posiciono sobre la cabeza de _______ y blandió la guadaña frente a su cara. _______ se hizo para atrás haciendo volar la pizza y causando que mirara con mucho enojo a Dazai. Tras quejarse media hora de su pizza y que Dazai le proporcionara otra con un puchero, el joven se sentó a los pies de la camilla porque estaba cansado de volar.
—Aburrida _______-chan. Es treinta y unooooo ¡Vamos a observar unos asesinatos!
________ lo miró mal.
—Déjame comer y cállate, maldita parca —gruño metiéndose el sexto pedazo de pizza a la boca.
Dazai se preguntó cómo le cabía tanto en ese pequeño estómago. Él apenas comía dos rebanadas y ya estaba inflado como globo. El castaño le cuestiono dos veces que más quería hacer, porque si pensaba que la iba a dejar morir luego de comer en ese aburrido cuarto blanco, estaba muy equivocada. ________ no respondió hasta que hubo terminado su comida, largo un suspiro, eructo, bostezo y finalmente respondió, teniendo a Dazai en la espera con rostro de poker face.
—Quiero volar.
No lo impacto la respuesta, aunque si lo dejo con ganas de más. Él estaba esperando poder usar sus poderes sacados del culo de un unicornio, no salir a volar como hacia todos los días. Sin embargo, se animó inmediatamente porque al final iban a salir y aquella muchacha había puesto una diminuta sonrisa luego de decir su deseo, así que Dazai la iba a llevar a volar como último deseo, porque eso hacía la parca. Cumplía deseos y se llevaba las almas.
Estirando las manos, Dazai se puso de pie, listo para salir por la ventana y dejar atrás el pestilente olor a detergente y a ángel, odiaba ese lugar, no importaba cuantas veces lo visitara. Lo seguiría odiando hasta el fin de sus tiempos. Con manos agiles desconecto la sonda de suero y las diversas agujas que llevaba conectadas a las manos la chica. Al guardar la guadaña, Dazai levantó el cuerpo de _______.
Ambos salieron por la ventana.
Al invadir el territorio del aire, este azoto con fuerza los rostros de ambos seres, impulsándolos lejos del lúgubre hospital al que _______ prácticamente pertenecía, como uno más de sus pacientes. Aquel aterrador lugar quedaba como algún recuerdo borroso en presencia del cielo. Dazai llevaba el peso de ________ a un lado de él, sosteniéndola de la cintura con sus manos vendadas, sonriendo a la par que disfrutando el aire. De vez en cuando lanzaba miradas furtivas a _______, con la intención de apreciar su perfil con aquella nariz aguileña que tanto caracterizaba su rostro.
La chica llevaba los ojos cerrados, sintiendo la fuerte briza fría de la mañana chocar contra su rostro y hacerla sentir viva, era como escuchar una canción perfecta para viajar. El volar y no sentir su peso la hacía sentir en otra dimensión. No iba a arrepentirse nunca de esa decisión, incluso si moría.
Sin advertirlo, Dazai también estaba disfrutando del viaje. No importaba cuantas veces flotara, la sensación de volar nunca dejaba de impresionarlo, después de todo, un día había sido humano. Continuaron con su viaje una larga y sin igual hora; la cuidad estaba apenas despertando, de lugares a lugares cada uno iba despertando, encendiendo sus luces a la oscuridad. La cuidad se trataba de un ser vivo demasiado grande, Dazai se trataba de uno de sus extraños habitantes, así como _______, otro de esos individuos con mentalidad extraña.
Eran cerca de la siete de la mañana, cuando Dazai, cansado, se detuvo en un edificio a observar como el sol subía junto a la enferma ______.
—Gracias —dijo ella con media sonrisa plantada en el rostro.
Dazai balanceaba sus piernas al precipicio del edificio, analizando la vida.
—Como parca es mi deber _______-chan.
Ella se recargó en su hombro, suspirando de poco en poco. Estaba preparándose mentalmente para la operación de esa tarde. Dazai la regresó a su cuarto antes de que las enfermeras fueran a checar su estado, el joven se quedo a su lado en cada momento, desde que desayuno hasta que la operación tuvo lugar, llevándose el cuerpo de ______ a quirófano.
Dazai estuvo allí cuando les avisaron a sus familiares que no había sobrevivido a la operación, estuvo allí para ver sus lagrimas y sentir su dolor. Con un suspiro, se dirigió a la sala de operaciones, donde el alma de _______ lo esperaba, lista para irse al infierno.
Los escenarios con abuelitos eran los más tristes.
—Es hora de irnos _______-chan.
Odio los hospitales ;-;
Nomás para avisarles que los one-shots no serán tan largos pq son varios personajes 😔👍🏻
Me dan ganas de hacer una revelación de rostro pero idk 😔
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