Dazai

He vuelto preciosas.



Dazai Dark Era Swap!

Por cuestiones que ni yo misma me se me explicar, nuestro maniaco suicida ha logrado viajar en el tiempo —no sé cómo— o, mejor dicho, ha logrado convencer a la escritora de entregar la bolsa de droga al Dazai de la era oscura. Un minuto de silencio.

Pero ya, hablando en serio. Sabemos de ante mano que Dazai no es capaz de poner un pie en la era donde Odasaku vivía y para no hacer este capitulo sin la respectiva introducción de como es drogado el suicida, me hare cargo yo. Ahora sí.

—Si me matan o algo va a ser tu culpa —chistó la muchacha en el teléfono—. ¿Solo dejo la droga en el vaso de agua?

—¡Sí! —confirmó Dazai con gran entusiasmo—. Y no te preocupes Mar-chan. Tú eres la creadora de los pasillos que recubren la mafia. Sera tu problema.

—Púdrete. —Y colgó.

La pelinegra logró entrar a la mafia eludiendo a los guardias y se encaminó hasta la habitación del castaño. Revisando que el perímetro estuviera despejado y golpeando la cámara de seguridad del cuarto, entró, depositó la droga y salió como si nada. Luego. Regreso tranquilamente al punto de encuentro donde volvería a su línea del tiempo actual, quedándose con las ganas de visitar a un Chuuya de dieciocho años.

—¡Ah Mar-chan! ¡Te debo la vida! —gritó el chico abrazando a la pelinegra—. ¿Cómo puedo pagarte esto? ¿Con mi cuerpo?

—Estoy segura de que me darán bastante por tu cabeza en el mercado negro.

—¡Eres tan cruel! ¡Lo cual te hace encantadora!

Dazai se sentó en el sofá de la mafia y activo la cámara espía que estaba instalada en la mafia desde hace cuatro años y que aun funcionaba.

—¡Qué comience la función!


El chico se estiró en la orilla de su cama, tras un largo día donde su desnutrido cuerpo necesitaba descanso, —en realidad eran las tres de la tarde, pero Dazai quería dormir luego de haber comido como cerdo—. Se bebió el agua de su mesa de noche y se quito el abrigo. Finalmente se echó sobre la cama y cayó en el sueño.

Algo aplasto su estómago, hizo que se estremeciera y doblegará, obligándolo a despertar de golpe y servirse más agua de la jarra de al lado, bebiéndose sin saber, los restos de droga que pudieron haber quedado. El estomago le pesaba y la cabeza le daba vueltas. Se vio en el espejo rápidamente notando su única pupila visible dilatada, ensombreciendo más su vida. Suspiró al entender que estaba drogado, de alguna manera.

Se deshizo de la camisa blanca que llevaba encima de sus vendas cuando la puerta fue pateada con fuerza provocando que el cerrojo saliera volando contra la pared y haciendo que Dazai brincara. Chuuya estaba en el umbral, con las manos en los bolsillos y la pierna levantada luego de haber pateada la puerta —y haber dejado una marca en el proceso—, así como su característico ceño fruncido y cara de asco al tener que convivir con el suicida.

Dazai soltó un gritito muy poco masculino de su parte y se cubrió con la camisa el cuerpo.

—¡Chu-chuuya! ¡Toca la puerta! —gritó avergonzado. Un gran sonrojo abarcaba su pálido rostro y sus orejas.

El susodicho antes de darse cuenta de que su compañero estaba raro, se rio entre dientes y lo señalo.

—¿Desde cuando tocamos la puerta? ¿Y de que te cubres? Te he visto el culo y la poca verga que tienes con la lupa —respondió con media sonrisa—, si es alguna de tus bromas de mierda te voy a cortar los testículos.

Dazai no respondió al instante, sino que en su lugar se encogió contra su propio cuerpo, engarrotando los hombros y hundiendo la cabeza en ellos con temor. No entendía porque Chuuya le daba tanto miedo en ese momento. Sus ojos se llenaron de lagrimas con una facilidad de los mil dioses, se obligó a tragarse un sollozo.

—Chuuya... no digas cosas tan vergonzosas —farfulló escondiendo su cara en la camisa y soltándose a llorar allí mismo.

¿Qué estas haciendo imbécil? Se reprocho a si mismo, deja de llorar y dile algo. ¡Idiota te estoy hablando! ¡Osamu!

Nakahara frunció el ceño —si es que se puede fruncir más—, pero no se acercó. Conocía —y desconfiaba— al mafioso lo suficiente para advertir que era otra de sus bromas y en cualquier momento le iba a soltar una chorrada igual de estúpida que él. En lugar de hacer algo solo suspiró y le comunicó el mensaje por el que estaba allí en primer lugar.

—Mori ya depositó nuestra paga. Vamos a salir. Voy a ir a comprar y tú vas a ir a ver a la supuesta novia que tienes o a intentar matarte, lo que consigas primero —finalizó con enfado y salió atracando la puerta con un puntapié.

El castaño tardó en dejar de llorar más de lo que una vez hubiera esperado. Se regañó a si mismo por ello y procedió a cambiarse las vendas y la ropa por una menor formal para ir a ver a _______, la muchachita de dieciséis que tanto quería. Salió a buscar a Chuuya para encontrarlo recargado contra la pared fumando un cigarrillo.

—Vámonos —le soltó observándolo de pieza a cabeza—. Nada mal. Rara vez que te veo sin la venda del ojo.

—A _______-chan le gustan mis ojos —respondió con vergüenza oculta detrás de una pequeña sonrisa tierna y un sonrojo en las orejas.

—I _______-chin li gistin mis ijis —imitó con hastió en la voz—. Presumido.

El pelirrojo condujo hasta la casa de la supuesta novia de Dazai y luego se marcho a hacer sus compras diciéndole que lo recogería más tarde. Dazai se hubiera burlado de que parecía su mamá —cosa que Chuuya esperaba en silencio—, pero en su lugar le agradeció el transporte con una reverencia. El pelirrojo más que divertirse, estaba perturbado. En otro momento lo hubiera dejado marcharse en bus, pero conociendo al mafioso era tan capaz de robar un auto y accidentarse a propósito solo para intentar matarse.

Rápidamente Dazai escaló a la ventana de la menor en silencio, a la espera de que ella estuviera en su habitación para abrirle. Por suerte, lo estaba, y apenas él toco el vidrio con los dedos, la ventana estaba abierta. El suicida se introdujo con agilidad rodando sobre la cama y aterrizando a los pies de esta.

—No están mis papás —comunicó la chica con tranquilidad. A Dazai se le escapó un suspiro de tranquilidad—. Creí que no ibas a venir.

—Chuuya me lo recordó —murmuró el muchacho sentándose en la cama con posición de indio y metiendo sus manos entre sus piernas.

Estar en la casa de _______ no suponía una nueva experiencia, había estado en ese lugar muchas veces, pero extrañamente se sentía intranquilo al estar en soledad con ella. Probablemente el Dazai original tuviera algún juego en mente o una jugada sucia, solo que, el Dazai original no estaba y _______ lo notó enseguida.

—Dazai ¿Por qué no me estas mirando a la cara? ¿Paso algo?

No era mentira que a ________ los ojos del joven mafioso le maravillaban como el mismo cosmos. Los ojos son la ventana del alma, una frase enteramente para Dazai que por muy muerto que estuviera en vida, _______, la muchacha de sus sueños tenía la capacidad de hacerlo feliz por momentos y que de un modo u otro estuviera agradecido de estar vivo para poder conocerla, porque de otro modo, ella sería de alguien más y él no iba a permitirlo.

Pero este Dazai era demasiado tímido para mirarla a los ojos.

—Dazai —exclamó ella con tono autoritario—. Levanta la cabeza.

El muchacho se negó rotundamente, jugando nerviosamente con sus nudillos y balbuceando incoherencias. Estaba muy nervioso y pronto empezaría a sudar demás. _______ se acostó al lado de él para obtener mejor perspectiva de su rostro y entonces lo vio. Bañado en tintes rosados se hallaba su rostro, con una mueca de nervios superior a la de Tamaki Amajiki. Dazai estaba nervioso porque estaba en el cuarto de la chica, en su cuarto —ya había estado allí muchas veces—, con ella, a su lado, en la misma cama, sin sus padres.

—Dazai te vas a quedar sin sangre —regañó esperando que de alguna manera él volviera a la vida.

—Lo-lo siento... ¿Pu-puedes perdonarme? —preguntó volviendo la cabeza a la muchacha con los ojos cristalizados. A ______ casi se le bajo la presión—. ¿Seguirás amándome?

—Un... un momento. Dame un segundo para procesar que si puedes llorar —pidió reincorporándose para verlo directamente.

—______-chan... —murmuró con inseguridad.

La susodicha estaba perpleja, no entendía como aquel ejecutivo del que todos hablaban y todos temían, podía tartamudear y llorar. Para empezar, _______ nunca considero que Dazai pudiera llorar o verse vulnerable. Su estado de shock era superior.

Para cuando el Nakahara recogió a Dazai, los padres de ______ seguían ausentes y la chica no quería quedarse sola, por lo que invitó a ambos mafiosos a pasar el rato antes de que sus padres llegaran. Siempre podían escapar por la ventana. _______ no temía de ellos, aunque debería y siempre andaba cuidando sus espaldas por una paranoia más instintiva que otra cosa. Preparo palomitas y chucherías que compraron los mayores, extendieron cobijas y almohadas y se tendieron.

—¿Sabes que le pasa a Dazai? —susurró la joven al oído del pelirrojo—. Casi se pone a llorar.

—¿Otra vez? —devolvió el susurro.

Los murmullos eran captados por el fino sentido auditivo de Dazai, pero su inseguridad y temor a cagarla y que sus acciones se vieran sospechosas, no dijo nada, en su lugar intento serenarse y poner atención a la película —o iba a terminar llorando, otra vez—. Sin embargo, su miedo fue mayor.

—Oye ¿Dónde esta mi imbécil? —preguntó Chuuya volteando ambos lados.

Se había percatado tarde de la tranquilidad que los invadía, no había Dazai bromeando, Dazai haciendo chistes con doble sentido o Dazai intentando humillar a Chuuya en frente de _______. Chuuya casi se cree esa tranquilidad, casi.

—Nuestro, Chuuya querido, nuestro —devolvió la chica imitando la acción del pelirrojo.

Pusieron pausa a la película y se plantearon buscarlo, _______ en el piso de arriba y Chuuya en el de abajo. El grito de _______ alerto inmediatamente a Chuuya, quien, usando su habilidad tocó piso arriba en cuestión de mili segundos.

El grito no había sido de otra cosa que no fuera sorpresa, sorpresa al ver a Dazai hundido en la bañera de _______, con obvias intenciones de asesinarse. Dazai no había respondido al grito.

Dazai no se movía.

—Puto pendejo, como me cagas. —Nakahara jaló de las greñas al suicida y lo sacó bien al estilo nupcial, dejándolo caer de golpe al suelo.

Pero Dazai no se movía.

Chuuya le tomó el pulso e intento reanimarlo a presión, a falta de reacción, _______ actuó más rápido y le dio respiración boca a boca. Finalmente, Dazai expulsó el agua con una exhalación de oxígeno. Acto seguido se quedo largo y tendido viendo al techo sin emoción alguna.

—¿Por qué estoy aquí? —murmuró. La cara de _______ se interpuso entre su visión y los sentidos más fieros y enfermos de Dazai se activaron dentro de él, pero fueron apagados por el efecto de la droga aun vigente en su organismo. Lagrimas gruesas resbalaban por las mejillas de _______.

—¡Idiota! —gritó pegándole tremenda cachetada que hasta Chuuya se encogió soltando un "Tssss" a su paso.

Luego del golpe, _______ lo jaló de la corbata y lo abrazó, aunque estuviera empapado. Una vez más, esos sentidos asesinos se encendieron al ver a _______ llorar, deseando asesinar al ser que la hizo derramar lágrimas, y al comprender que era su culpa, se mantuvo tranquilo y somnoliento debido a la sustancia. Dazai no comprendía el sentimiento que lo recorría al recibir un abrazo.

Él no conocía los abrazos.

No notó las lágrimas hasta que se oyó a si mismo sollozar en el hombro de ______, ambos llorando a moco tendido.

—Eres un imbécil. No puedes dejarme así...

—¡Lo-lo siento! ¡Perdóname! —rogó, haciendo una inclinación en el suelo.

Chuuya tomó varias fotos para el recuerdo, y para chantajear al castaño una vez que regresara a la normalidad. Fuese cual fuese la persona que había tenido la osadía de drogar al mafioso —y de conseguirlo de paso—, posiblemente no estaría vivo en las próximas veinticuatro horas.

—¡Prometo no volver a suicidarme!


—¡Chuuya! ¡Borra esas fotos! —gritó Dazai dando zancadas a su paso por los pasillos de la mafia. El pelirrojo reía.

—¡Si claro! ¡Atrápame caballa!


—2020—

—Quien lo diría. Interesante. Al menos no se hizo mención de Odasaku —observó Dazai volteando hacía la escritora.

Solo que no había ninguna escritora. 



Hi, hi. ¿Cómo están? Espero bien.

Asies. Soy yo, otra vez. Nada más para aclarar que voy a tardar más que antes en actualizar por lo que estoy pasando y eso. Anyway, tomen awa y coman bien ✨.

Bye. Las amo~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top