Capítulo especial I

Banda, son como treinta hojas de word de todo este capítulo así que lo dividí en dos para mayor comodidad. Y la neta no me acuerdo de todas las babosadas que escribí, discúlpenme si algo esta muy pendejo.


 

Bienvenidos sean todos a esta sección llamada de la manera más original posible, Q&A. Primero que nada, aviso de antemano que como persona —y como escritora— tengo un vocabulario muy florido si saben a lo que me refiero. Pido disculpas si salen de aquí con más groserías de las que han escuchado en su vida, intentare moderarme.

No me veo en la necesidad de explicarles de que va esto y tampoco de presentar a los bastardos que nos acompañan el día de hoy, sin más dilaciones. Aquí vamos.

La primera señorita (o lo que sea con lo que te identifiques) es:  SPACE_CHUUYA

Dazai. ¿Cometerías suicidio doble conmigo? Sino, ¿Me dices una forma indolora? —La Escritora terminó de recitar.

El set estaba distribuido en sillones acolchonados, algunos bebiendo o comiendo, otros prestando la minina atención. Dazai se enderezó sonriendo.

—¡Por supuesto que sí! Estaría encantado de suicidarme con todas ustedes —La Escritora suspiró.

—No puedo revivirte mil veces. Hare una rifa para tu suicidio. Ya —La muchacha carraspeó la garganta—. ¿Me amas? Di que sí, bro.

Dazai adoptó una pose dramática, dejándose caer del sillón de rodillas y levantando una mano mientras la otra estaba en su pecho.

—¿Osas de dudar de mi amor por ti? ¡Oh flor de loto! ¿Cómo podría no amarte? Claro que te amo, en esta vida y en todas las otras.

La Escritora hizo caso omiso a su drama y Dazai volvió a su sillón.

—Siguiente. Chuuya. Te voy a- —La escritora releyó la pregunta—. Técnicamente no puedes hacer eso. Está casado conmigo.

—Yo no estoy casado contigo maldita loca.

—¡SHUT THE FUCK UP! Ejem. ¿Puedo darte un sombrero?

—Claro. Que no lleve colores muy llamativos ni blanco, es difícil retirar la sangre.

—Continue- —Chuuya le arrebató el celular a la escritora, observando el comentario—. Dame esa mierda.

—¿Quiere vio...? —El pelirrojo frunció el ceño—. Voy a llamar a la puta policía.

—Llamas a la puta policía y sales con el —censura— cortado. Dame el pinche celular.

La pelinegra pateó la ingle de Chuuya y obtuvo el celular. Volvió a respectivo escritorio y continuemos.

Fukuzawa. ¿Cómo aguantas a esa bola de pendejos, digo, ruidosos?

—¿Me dijo pendejo? —chilló Dazai. La escritora asintió—. Eres tan cruel Escritora-san. Te denunciare.

—Sí, sí, ya a la chingada. ¿Fukuzawa?

—No es cuestión de aguantar. Simplemente soy paciente con las cosas que hacen, son usuarios de habilidad y son disparatados. Estoy acostumbrado a esto desde que tengo a Ranpo así que no es una novedad para mí. Mientras pueda obtener los resultados adecuados de mis agentes no veo ningún problema, confió plenamente en ellos. Además, la autora tiene una capacidad increíble de control.

¿Quieres ser mi Sugar Daddy?

—Lo siento, pero ya tengo una Sugar Baby desde antes.

—Detalles innecesarios —tosió la escritora—. ¿Me das un besote?

—Seguramente usted es menor de edad, así que lo lamento —Fukuzawa volvió a su respectivo sillón a beber té.

—Ougai.

—Mori-san para ti, Escritora.

—O-U-G-A-I y te callas —la muchacha volvió la vista al celular—. ¿Sabes que eres el pedófilo más sexy de la existencia?

—En primera, me halaga señorita y en segunda, el término correcto sería pederasta debido a que pedófilo es solo aquel que tiene atracción hacia personas menores de edad y un pederasta es quien ejerce acciones debido a su atracción. Ahora, sí, si lo sabía.

Bien, continuemos. La siguiente es: wabywaby

—Pasamos a los sillones de las ratas y los ángeles. Fyofyo ¿Por qué querías drogar a Chuuya? Esa pregunta aun no me deja dormir.

El dichoso ruso carraspeó la garganta, sorprendido porque alguna pregunta fuera dirigida a él.

—La escritora no me tiene permitido revelar eso hasta que lleguemos al Swap de Chuuya, así que tendrás que seguir pasando las noches en vela —Fyodor dirigió su vista a la escritora—. ¿De verdad vas a hacer que pase noches en vela porque no quieres decir la razón para drogar a tu marido?

—Sip. Hacerlas sufrir es mi profesión y dejarlas con la intriga también. ¿Acaso no participas en Koi no Yokan? Así que cállate. Siguiente.

—Odiosa.

—Puto anémico. Ah, Dazai otra vez. ¿De verdad te duchas? Lo digo porque, ¿En serio te quitas todas las vendas o como le haces? Aslo I love u.

—Ah, sabía que esto iba pasar. Y sí, me las quito todas. No es algo que me agrade demasiado debido a que a veces se me pegan por el sudor y porque a veces tardo mucho retirándolas, pero con el tiempo te vuelves hábil. Mis manos son rápidas y habilidosas ¿Verdad Escritora?

—Por supuesto —soltó sin inmutarse—. Pasando a la mafia. Ryuunosuke. ¿Qué le paso a tus cejas? ¿Te las depilas o simplemente no crecen? Anyways con o sin cejas igual te doy luv.

Akutagawa tragó y negó con la cabeza. La escritora asintió rápidamente, dando cinco minutos de descanso para el set.

—Lo siento mucho. Ryu no está acostumbrado a preguntas muy personales, solo para no dejarlas con la duda les diré. Una causa muy común de perdida de cejas y vello en general es debido a trastornos de estrés y nervios, todos sabemos que Akutagawa tuvo una estadía difícil con el Dazai de la mafia, él empezó a perder vello debido a esto. Espero que sepan comprender por qué no quiere responder este tipo de preguntas.

Cinco minutos más tarde.

—Continuemos. Atsushi. ¿Si te conviertes en tigre eres un furry?

—Ah... eh... umh... Me parece que no, simplemente dejo de ser humano en su totalidad. Pero puede que sea así si solo uso mis patas y garras en mi forma humana. ¿Es todo? Dime que es todo...

—Por este usuario sí —sonrió malvadamente.

La siguiente es: cateli03

—Chuuya again. ¿Cómo le haces para que no se te caiga el sombrero de divo?

El pelirrojo se enderezó optando por poner su máximo empeño en responder la pregunta.

—Teniendo en cuenta que la proporción de mi cabeza se quedó así desde los quince años, es fácil para la tela del sombrero acoplarse a mi cabeza. Además, puedo mantenerlo pegado a mí con mi habilidad, no tengo problema con llevarlo todos los días.

—Bien, bien. Que dedicado. ¿Y cómo le haces para tener ese cabello tan lindo?

—Oh no por favor —chilló Dazai, metiendo su cabeza entre sus dos manos—. Todo menos su cabello.

—Idiota —Gruño el pelirrojo—. Uso shampoo para cabello quebrado, me lavo con agua fría para evitar la caída y utilizo un acondicionar vegano que dejo aproximadamente cinco minutos con olor a coco. Luego, aplico crema para peinar de miel y aceite de argán sin olor y vegana para sellar puntas. Lo desenredó desde las puntas y luego de raíz a puntas. Dejo que se seque naturalmente y en vez de una toalla uso una camisa de algodón. Si necesito aplicar calor utilizo un protector de tres aceites, argán, oliva y coco. Suelo lavarlo cada tercer día para que no pierda sus aceites esenciales.

La escritora puso cara de "No mames" y se tocó el cabello.

—Y si lo tienen corto como ella —señaló Chuuya observando el corte de la escritora—, solo cuídense de que no se esponje. Si pasa eso, recomiendo utilizar una mascarilla para el frizz.

—Buenooooo, siguiente. Dazai. ¿Cómo estas don momia? ¿Qué se cuenta? ¿Cometemos suicidio doble o qué?

—¡Hola bella dama! Estoy pudriéndome lentamente en el hoyo de mi miseria que opaca mis sentidos y me hace desear estar muerto ¿Y qué tal usted preciosa señorita? Estaría encantado de cometer suicidio doble con usted. Con todas ustedes.

—Puto raro de mierda —tosió Fyodor. Dazai lo fulminó con la mirada.

—Hablo la rata con anemia. Te apuesto a que tienes rabia, perra.

—¡Ya! ¡Lo que tienen de culo lo tienen de educados! —ambos esperaron la respuesta—. Ustedes no tienen culo. Ahg. Olvídenlo. Atsushi, cariño.

—¿S-sí?

¿A Atsushi le gusta el sushi? —Dazai se puso a reír como histérico a lo que fue callado por Kunikida.

—No. No suelo comer comida tan cara.

—Owwww. También te mandan besos.

—Ah. Be-besos para ti también —Atsushi lanzo un beso.

—Rata sarnosa. ¿Es puto?

—¿Puto en el sentido de ser gay? ¿O puto en el sentido de ser mujeriego? —La escritora se encogió de hombros—. Ush. No soy gay. Soy bisexual, mientras la persona que me atraiga sea bonita. Y no, no tengo mucho interés en divertirme con chicas, no como alguien.

Puntualizó mandándole una mirada venenosa a Dazai.

—¡Oh por favor! —se exasperó Dazai—. ¡Ellas me quieren! ¡Si a ti no, no es mi culpa! ¡Soy débil ante sus deseos! ¡Son preciosas, míralas!

—Deja de camuflajear que te gusta coje-

—¡Shhhhh! ¡Hay niños en este libro! Fyodor, también tienes fans y está bien. Dazai, compórtate —una vez más, la escritora volvió a su asiento.

A escondidas, Fyodor le saco el dedo de en medio a Dazai y este a su vez le hizo alguna seña obscena con la entrepierna.

—Ahhh. Ryu. Wey ¿Qué pedo con tu pelo? ¿Es natural o que... eso? ¿Y por qué tan cute usted? Es ilegal ser tan emo y cute a la vez. Besos. Oh sí, Fyodor, también te mandaron besos y a ti también Chuuya.

—¿Se lavo la boca? —inquirió Fyodor.

—Ja. Ya decía yo. Gracias señorita —Chuuya se inclinó y guiño un ojo. La escritora ardió un momento de ira.

—Akutagawa —volvió a decir la escritora, ignorando los celos que querían a salir a flote.

—El cabello se empieza a tornar blanco por tanto estrés —dijo este, tratando de verse inexpresivo, pero tener al Dazai de la mafia al lado no lo dejaba en paz—. Es natural. Y ah, ¿Qué es cute?

—Lindo.

—Tierno.

—Bonito.

—Estúpido —se le salió decir a Atsushi—. ¡Nada!

—Entonces tú eres cute —siseó Akutagawa—. Muy cute. Opino que no soy cute y tampoco emo. Estoy libre de cualquier pena.

—Eso dices —la escritora carraspeó la garganta—. Ranpo. Si te puedo secuestrar ¿Verdad? Juro que amo los dulces tanto como tú y me los paso comiendo... te mantendré siempre con los dulces juju. Me encantas, eres demasiado bello. Mi favorito, le amo don detective. Besos.

—El hecho de que lo leas tú con esa cara que tanto detesto, me molesta —dijo Ranpo—. Por otro lado. Voy a llamar a la policía.

—He dicho que no pueden hacer eso.

—¡Me quiere secuestrar!

—¡La otra me quiere violar!

—Ustedes no pueden salir de aquí a menos que yo lo diga. Y ellas no pueden entrar. ¿Bien? Bien. Kunikida-san.

—¿Por qué solo a él lo tratas con respeto? —siseó Fyodor—. Odiosa.

—Kunikida tiene mi respeto. El resto de ustedes inútiles no. Algo me dice que con todo lo que te enojas tienes muchas canas ¿Tienes?

—Soy demasiado joven para tener canas. Incluso si me enojo, no suelo tener canas y al igual que Nakahara, cuido mi cabello.

—Tanizaki. Eh... miau... besos.

—Miua... para ti también —soltó con medio sonrojo.

—Kenji. ¿Cómo puedes ser tan dulce? Compárteme de esa dulzura, por favor.

—¡Oh! —Los ojos del rubio se iluminaron—. ¡Muchas gracias! Pero no puedo compartir algo que viene pegado a mí, si estas dispuesta a hacer trueque.

—Kenji ella no puede...

—Déjalo —chistó la muchacha—. ¡Siguiente usuario!

MaionesaMK

—Dazai. A veces eres un idiota, pero se te quiere así uwu. Podría aceptar tu propuesta de suicidio doble pero es algo que te tienes que ganar. Carita feliz con doble intención.

Dazai se enderezó con rostro serio.

—¿Insinúas que no puedo ganarme tu afecto? ¡Es un reto señorita! Ya vera —Dazai alzó la barbilla y sonrió—. Y sobre lo de ser idiota. Todos aquí sabemos que es una fachada muy bien planeada.

—No empecemos a meternos en temas serios, aun no es momento —objetó la escritora—. Ranpo. Eres muy lindo uwu.

—¿Qué es uwu?

—No sé cómo explicártelo. Solo responde la pregunta.

—¡Bien! ¡Sé que soy lindo! ¡Soy maravilloso! Y tengo que ser el favorito de todas, ¿Verdad? —el muchacho de veintiséis miro a la escritora en espera de una respuesta. Ella se encogió de hombros.

—A mí ni me mires. Aun no les revelare quien es mi personaje favorito. Pregúntale al narrador.

Imposible. Yo nada tengo que ver aquí.

—No gracias —tomo mi respectiva nube de ideas y me retiro del set.

¡Volvemos en un momento!

—Un descanso para el narrador después—

—¡Continuamos! —la escritora sostuvo el celular en alto—. ¡Esta vez saltamos a la sala del Gremio!

—Finalmente —Francis se pavoneo—. ¿Quién es ah? ¿Alguno de mis subordinados?

—Poe.

Ni bien dicho su apellido el americano brinco del puro susto y junto sus piernas con sus manos mientras Karl subía a su cabeza y bajaba las patas simulando tapar sus ojos.

—¿Cómo es que tiene tantas fans? —murmuró Nikolai a la oreja de Fyodor. El ruso se hizo el desentendido—. Es extraño.

—Poe. Me encantas bb uwu.

Quizá solo los de su alrededor lo notaron, pero el chico se puso rojo hasta las orejas y empezó a transpirar. Ni siquiera iba a hacer el intento de hablar.

—E-eh... yo eh... n-no a-ah...

—Gracias —tradujo la escritora con media sonrisa mientras le pasaba un vaso de agua al chico—. Sigamos. Chuuya...

La escritora leyó la pregunta y negó con la cabeza.

—No quiero empezar la tercera guerra mundial conmigo dentro.

—¡Oye! ¡Dime que dice! —El pelirrojo se levantó y levitó el celular hasta llevarlo consigo—. ¿Qué harías si el amor de tu vida es más alta que tú?

Todos en el set guardaron silencio y rezaron porque sus pobre almas no fueran absorbidas por la furia del mafioso. Incluso Ougai se persigno.

—Padre nuestro que estas en los cielos... —empezó Atsushi. A su lado Dazai tomo su mano y Kunikida la de Dazai.

—Con permiso —la escritora se levantó lentamente. Chuuya seguía impasible, con la mirada fija en la pantalla y el ceño fruncido.

La escritora logró salir del set antes de que los gritos comenzaran.

—¿¡AH!? ¿¡Eres más alta que yo!? ¿¡ESO QUIERES DECIR!?

Chuuya se levantó del suelo y se acercó al narrador quien era la figura más cercana a la comunicación con las lectoras.

—Escucha pequeña bestia, el amor de mi vida no puede ser más alto que yo. Ninguna de ustedes puede ser más alta que yo, ni siquiera la mocosa esa.

Nakahara señalo la silla gris donde previamente había estado la escritora quien ahora se dirigía a comprar uno Cheetos y unos takis para seguir agonizando al lado del set de Bungou Stray Dogs.

—¿Y la mocosa?

—Ahora viene.

—Bien —Chuuya se cruzó de brazos y volvió a su sillón con un mohín. La escritora entro al set por arte de magia y se dejó caer en su silla.

Retiró el chile de sus dedos con la lengua y continuó.

—Primero que nada, pequeño paréntesis. Ustedes me conocen porque soy la escritora, pero no conocen al narrador que es prácticamente una figura masculina de mí. Él y yo somos figuras independientes físicamente y compartimos la misma mente. El narrador aquí presente es el ser más explotado en esta sala junto con Dazai y quien está acostumbrado a todas las barbaridades que pienso día con día. Aprécienlo porque es quien les hace llegar todo. Dicho esto, continuemos.

El siguiente usuario es: ElHmmHmmDeNezuko

—Dazai. Haz un libro de como joder a la gente nivel profesional, se me acaban las ideas a mí.

—Pero por supuesto que sí. Todo por usted bella dama. Deme algunos días y podre enviárselo a la puerta de su casa. La escritora se hará cargo ¿Verdad?

—Ujum. —La escritora dio vuelta su silla a la dirigiéndose a Atsushi—. Atsushi. ¿Te casarías conmigo bb? Seré gentil la noche de bodas, lo prometo.

El tigre puso cara de no entender y negó con la cabeza.

—Lo siento, pero no me veo casado con ninguna de ustedes. Y... ¿Qué quiere decir con ser gentil?

—Oh Atsushi-kun, creo que es momento de que tengamos esa charla —Dazai pasó un brazo por los hombros de Atsushi y lo acercó a él con expresión melancólica—. Crecen tan rápido.

—Dazai-san tengo dieciocho.

—Shhh —dijo este dramáticamente—. Ser gentil quiere decir que no te dará tan fuerte a la hora de co-

El golpe con el cuaderno de Kunikida resonó por toda la sala. A Dazai se le saltaron las lágrimas y se cubrió la cabeza, corto de tiempo. Chuuya explotó a carcajadas junto con Fyodor. Atsushi miro a la escritora con cara de súplica y de seguir sin entender nada.

La muchacha hizo un ademán de despreocupación.

—No es algo que debas saber ahora.

—¡Cállate! ¿¡No ves que es un niño!?

—¡Kunikida-san! ¡Eso dolió! —Dazai corrió a los brazos de la escritora y se le montó en el regazo mientras señalaba a Kunikida con expresión culpable—. ¡Me golpeo! ¡Haz algo Mar!

—Deja de actuar como el Dazai de Swap. Quítate —A pesar de sus esfuerzos por retirar al castaño de sus piernas, él siguió aferrado a ella. La chica suspiró—. Ah. Kunikida-san. ¿Me haces la tarea?

—No. Mocosas irresponsables. Siguiente —Kunikida se cruzó de brazos y apartó la mirada.

—Satán, eres cruel. Ranpo. ¿Qué es más grande? ¿Mi amor por Atsushi, la responsabilidad de Kunikida, las ganas de suicidio de Dazai o el sol?

—Mi ver- —La escritora golpeó a Dazai antes de que este pudiera completar su frase.

—¡Según mi Ultradeducción! Las ganas de matarse de Dazai.

—No. Reitero, es mi v-

—¡Cállate! ¡Ellas no tienen por qué saber eso! —La escritora definitivamente se iba a joder la garganta de tanto grito—. Sigamos con una de mis lectoras favoritas.

La siguiente es: AritaClames


—Dazai. ¿Qué opinas de tener tantas y tantos fans que desearían aceptar tu propuesta de suicidio doble? Incluyéndome.

El castaño, todavía en las piernas de la escritora despegó los brazos de la chica.

—Estoy realmente agradecido de que sea así y que todas sean realmente bonitas y bonitos. Me hace sentir menos miserable y más querido. Sé que no todo el fandom me ama, la escritora aquí presente es una de esas que no siente demasiado afecto por mí, pero estoy contento con su querer. Muchas gracias a todas ustedes por siempre estar alentándome.

¿Crees que Odasaku estaría orgulloso de la clase de persona en la que te has convertido? Lamento si sueno insensible.

Todos guardaron silencio y el ambiente animado fue sepultado tres metros bajo tierra después de esas palabras. Dazai se levantó de las piernas de la escritora.

—¿Puedo responder esto en privado? —la escritora asintió y el par salió de la sala principal del cuarto para dirigirse a la habitación donde Dazai dormía.

El castaño se sentó a los pies de la cama y se cubrió la cara con las manos. La escritora espero pacientemente, recargada contra la puerta. Dazai tomó aire y medio sonrió.

—Está bien lectora. Solo me tomo por sorpresa —Dazai volvió a tomar aire, como si le costara respirar y hablar requiriera de todo su esfuerzo, cosa que era así.

—Tomate tu tiempo.

—He pensado esto tantas veces. No suelo apreciarme a mí mismo, incluso si sé que soy guapo o muy inteligente. No hay de mí que realmente me guste, pero Odasaku era mi amigo y quiso lo mejor para mí hasta el último momento —reprimió un sollozo—. Sé que está orgulloso, en alguna parte. Esta realmente orgulloso...

Lagrimas resbalaron silenciosamente. La escritora le puso una mano en la cabeza y lo apegó a su pecho.

—¿Esta bien si me quedo un momento aquí?

La muchacha asintió y se retiró de la habitación.

—Dazai se tomó un momento. Chuuya. ¿Crees que, si Dazai cambiara varios aspectos de su persona, ambos podrían ser amigos?

—También quiero responder esto en privado.

La escritora volvió a asentir y se llevó al petizo a la habitación que le correspondía. Revestida de blanco y negro.

—Dazai no es amigo no por su personalidad. Admito que es molesto y en la mafia era un ser oscuro y poco racional a la hora de matar. Pero incluso ahora, él ya no podría ser mi amigo. Detesto las traiciones. Dazai era el único con el que únicamente podía hablarle de mis problemas seriamente y él no se burlaría. Dazai siempre fingió odiarme, desde el principio y entiendo por qué.

» No puedo perdonarle una traición, no después de haberme dejado solo. Él y yo no podemos ser amigos.

—¿Está bien que ellas sepan esto? —Chuuya asintió—. Bien...

—¿Hay alguna otra pregunta privada?

—Solo una.

—Te escucho.

¿Crees que tu vida hubiese sido diferente si no hubieras sido traicionado por las ovejas? Lamento si sueno insensible.

Chuuya se dejó caer en el sillón romano frente a la ventana y dejo el sombrero a su lado.

—No. No puedo imaginar lo que hubiera pasado si ellos no me hubieran traicionado. Era un mal líder, ellos lo habrían hecho tarde o temprano. Estoy feliz de haber sido acogido por la mafia y de tener el puesto que ahora tengo. Me lo gane y ellos son mi familia, incluso si es una mafia, no puedo sentirme más humano en otro lado.

La escritora asintió, abrió la puerta y espero a que Nakahara saliera. El pelirrojo se sentó en su respectivo sillón. Dazai todavía no volvía.

—Ultima pregunta Chuuya. ¿Qué se siente ser el personaje favorito de la autora? ¿Es bonito?

—¿Qué? Pff... Mar no tiene personaje favorito, nos odia a todos por igual —dijo Chuuya con media sonrisa.

—Eres estúpido —murmuraron Fyodor y Ranpo al mismo tiempo.

—¡Cállense! ¡No tienen derecho a decirme eso cuando uno no sabe tomar el tren y el otro no sabe manejar!

—Siempre creí que era Kunikida-san, por como lo trata —espetó Atsushi.

—Yo creí que sería Atsushi-kun. Siempre le da todo lo que quiere —siguió Tanizaki.

—Es tan obvio que es él. Literalmente tiene un Chuuya tamaño real en su puerta, tiene fotos de él, su fondo de pantalla es él, su carcasa tiene una foto de él, su icon es de él. Tengo pruebas y cero dudas —enumeró Fyodor.

—Era más obvio que fuera Fyodor —todos miraron raro a Ranpo—. Del odio al amor hay solo un paso. ¿No?

—No —respondió el resto del set.

—Aburridos.

—¿Puedo responder eso en privado también? —La escritora volvió a asentir, lista para seguirlo.

—No. Solo el narrador y yo.

La escritora bufó y fue a echarse en su silla. El narrador lo siguió con gesto serio. Una vez más, en la habitación del pelirrojo, este se dejó caer en su cama.

—Nunca nos quiso decir quién era su personaje favorito. Nunca habla de sí misma, es como Dazai pero menos enfadosa. Es raro supongo... —se pasó una mano por el cabello—. No lo sé del todo. Es extraño, no me siento querido, no de la manera convencional, pero la he visto llorar tantas veces por el simple hecho de que no existo que me hace sentir triste de la misma manera. Es bonito de la manera rara.

Cuando Chuuya piso la sala otra vez, Dazai ya estaba allí, en el regazo de la escritora sonriendo como si nada hubiera pasado.

—Sigue Atsushi. ¿Qué opinas de que el fandom te shippee con casi cualquier cosa que se mueva y no se mueva, incluida una roca?

—B-bueno... —Atsushi se rasco la mejilla—. No me molesta los shippeos con Dazai-san... pero no entiendo su motivación para shippearme con esa cosa.

El tigre señaló a Akutagawa, quien muy tranquilo comía un higo. Dejo el higo a medio camino para fruncir el ceño y mirar con más odio de lo normal.

—¿Cosa? DISCULPAME, NO SABÍA QUE LA BASURA PODÍA HABLAR.

—¿Basura? ¿Osas a llamarme basura?

El higo fue dejado en manos de Higuchi. Akutagawa llegó a grandes zancadas hasta el tigre, quien a su vez se levantó.

La escritora hizo a Dazai bajar de su regazo y se acercó al posible confrontamiento.

—Le apuesto una botella de Petrus a Mar —susurró Chuuya.  El Dazai de la Dark era frunció el ceño.

—¡Ey! Una dotación de un año de vendas a Atsushi y Akutagawa —Ambos mafiosos estrecharon manos.

—Ustedes dos no saben tener el culo pegado a la silla ni callarse el hocico. Tú —la escritora señalo al moreno—. Deja de caer en las provocaciones de Atsushi. Y tú.

Esta vez señalo al tigre.

—Contesta la puta pregunta.

Tomo a ambos enemigos de las orejas y los mando a sentar a sus sillones. Se sacudió las manos y volvió a su escritorio. Dazai se volvió a montar en el regazo. La escritora puso los ojos en blanco.

—Mi botella de Petrus pedazo de mierda —Dazai giró los ojos y extrajo la botella que llevaba escondida en su habitación quien sabe cuánto tiempo.

—Sigamos.

—Ah sí. Akutagawa y yo nos odiamos, reitero, no hay motivos para shippearnos además de que somos buena pareja de lucha. A parte, iugh.

—Bueno. Del uno al diez ¿Qué tanto quieres a cada uno de los miembros de la Agencia?

Toda la Agencia le echo una mirada al chico, ponzoñosa o no el tigre se sintió atrapado en sí mismo. Cohibido, levantó la mano tímidamente.

—¿Puedo...?

La escritora le dio el buen visto antes de terminar la pregunta. Quitó —de nuevo— a Dazai de su regazo y se perdió tras bastidores con Atsushi pisándole los talones.

La habitación del tigre era la más grande y amueblada —porque se trata del protagonista después de todo—. El chico se sentó en su cama como indio y medito la respuesta largos segundos mientras la escritora seguía comiendo Cheetos y hundiendo su estómago en porquerías.

—Dazai-san... un diez.

—Aja.

—Kunikida-san... un ocho. ¿E-está bien hacer esto? No creo que deba hacerlo, los quiero a todos y daría mi vida por ellos. No tiene importancia ¿Verdad...? —La escritora se encogió de hombros.

—Como quieras. Vámonos.

El par salió de la habitación. La escritora se terminó sus Cheetos y revisó el celular.

—Tanizaki. ¿Crees que Naomi aceptaría que tuvieras una novia siendo que ambos son bastante apegados uno del otro?

Bueno, si yo tengo que responder desde mi punto de vista, diría que sí. Sería difícil pero no imposible. Naomi es muy apegada, pero no sobreprotectora ni demasiado celosa, solo le gusta jugar y asustar a las chicas. De todos modos, Naomi tiene...

—¡Diez requisitos para la novia! ¡Número uno! ¡Tiene que ser ma-

—¡Corte! De nuevo, ¿Hubo alguna situación embarazosa que surgiera gracias a tu poder?

—Ah sí. Dazai-san nos puso a jugar a las escondidas y... Atsushi estaba buscándome. Entonces cuando me encontró me piso por accidente y nos caímos y...

—Tanizaki... no creo que sea buena idea —farfulló Atsushi con gesto tímido y rostro rojo.

—Se besaron. Fin.

—¡Mar-san! —ambos muchachos entraron en pánico cuando toda la mafia y las ratas los miraron raro.

—Atsushi, yo no te tenía así —soltó un mordaz Ougai tapándose la boca con la mano para que no viera su sonrisa—. Dazai-kun ha estado haciendo un buen trabajo.

—¡J-juro que no quise!

—Y yo no me quiero tirar a Chuuya —soltaron la escritora y Dazai al mismo tiempo—. ¿Qué?

—¿Qué? —Chuuya frunció el ceño—. Es como si dos Dazai quisieran cogerme...

El pelirrojo se abrazó a si mismo cuando un escalofrió le recorrió el cuerpo y miro a ambos chicos con rostro perturbado.

—¡Wa! ¡Si! ¡Mar-chan tíñete de castaño!

—Estábamos hablando del beso de Tanizaki y Atsushi... ¿Cuándo llegamos a mis frustraciones sexuales con Chuuya?

—No lo repitas de nuevo... —dijo Tanizaki, siendo consolado por su hermana—. Fue realmente perturbador...

—En fin... estas cosas suceden todos los días... no se asusten. Bueno, tengo sueño, no he dormido bien en semanas y quiero atentar contra mi vida otra vez por lo que dejare al narrador a cargo de las preguntas. Bye, bye. 





Una cosa más.

¿¡POR QUÉ DE TODOS LOS PERSONAJES ME TENÍA QUE TOCAR EL MAS LOCO!?

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