Akutagawa IV
Rosas negras en tu funeral.
_____ lo observaba todos los días trabajar, siempre que podía estar allí y siempre que su transporte pasaba por allí. Era perfecto, bueno, casi siempre estaba de mal humor así que era difícil hablarle. Las únicas palabras que llegaron a compartir fue la orden de la chica.
Si tan solo no tuviera que matarlo, podría casarse con él. Que lastima. _____ suspiró, y le dio un sorbo a su agua, estaba trabajando, dos trabajos al mismo tiempo. Ser escritora y asesina a sueldo, Akutagawa era su víctima, y Rosas negras su libro. Llevaba dos meses siguiendo al chico, y tenía todo lo que necesitaba saber. Lo mataría esa noche, en cuanto saliera de trabajar.
El pobre mesero, el vil mafioso.
Para ella se había vuelto una rutina llegar cerca de las cinco de la tarde e irse cuando cerraban, a las diez en punto. Fingía que esa era la rutina, al final de cuentas, esa era la manera más común de no levantar sospechas. ¿Quién sospecharía de ella? Una mujer joven y muy delgada, con afán tímido. Nadie.
—Mesero —la morena levantó un poco la mano, sin levantar los ojos pidió un platillo especial para cenar. En esos dos meses había comido y cenado allí, así que a los dueños no les molestaba que ella estuviese cinco horas en la misma mesa pegada a la computadora gastando la electricidad del local.
_____ terminó de comer justo cuando iban a cerrar. Recogió sus cosas y se paró, saludo al resto del personal y fue a la parada del autobús, el mismo autobús que Akutagawa tomaba. No era nada raro, siempre tomaba el mismo, aunque no viviera por allí y tuviera que llamar a su chofer.
Esa vez, todos los asientos iban ocupados, a ambos les toco parados. Y en un descuido del conductor al caer a un bache, _____ se fue de boca contra el piso, y gracias a eso, se partió el labio y la nariz. La chica bajo rápidamente del autobús, le reembolsaron su dinero y se quedó allí. Akutagawa también se bajó y otro hombre, sin embargo _____ los ignoro y procedió a caminar, fingiendo que no vigilaba a Akutagawa.
Pero también había alguien vigilándola, el hombre que se había bajado con Akutagawa estaba siguiéndola y Akutagawa estaba siguiendo al hombre, con Rashomon en la espalda.
La oji azul se metió en un callejón, solo para esperar a que Akutagawa pasara. El hombre también se metió y acorralo a la chica, ella lo miró con desdén, antes de asesinarlo. Ni siquiera se había manchado las manos, su habilidad era un lobo, un alma asesina.
—Ibas a matarme ¿Cierto?
_____ volteó, alzo las cejas y sonrió.
—Sí, pero no puedo. Así que mátame tú a mí, si falló me harán mierda. Prefiero morir rápido, si puedes concedérmelo —Akutagawa la miró, completamente hastiado.
Detestaba a las personas débiles, la mataría. Pero él también tenía una misión.
—Dazai-san te pidió con vida —a ___ casi se le cae la mandíbula.
—¡Ese hijo de puta me pidió que te matara!
—Cállate.
Unos delgados y fríos labios se depositaron en el cuello de la chica.
Marik, estoy pensando en hacer un fanfic raya x personaje, pero no sé cual. Ideas, paro.
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