El bostezo soltó una pequeña nube de frío. Aun no entendía como Mori no le ponía calefacción al estacionamiento. Dazai iba enfundado en ropa calientita, gabardina de borrego, bufanda y su detalle favorito, una gorra del color de su cabello con orejas de gato que su novia le había dado.

Esperaba no tener que toparse con Chuuya porque definitivamente le iba a hacer burla con su gorra y no quería que alguien como él manchara con sus sucias palabras un regalo de su chica. Se estiró y quedó frente al auto negro de su excompañero.

—Uy —Sonrió con malicia pero tuvo que contenerse, no era su turno todavía. En su lugar, observó el poco reflejo que veía en aquel auto tan lustrado y perfecto. Chuuya era de buen gusto, no iba a negarlo.

Se recargó en la pared y disfrutó de la quietud del aire a pesar de las energías. Aun faltaban cinco minutos para que Akutagawa saliera de su jornada nocturna. Eran las cinco de la mañana, aun no podía entender como había podido trabajar en la mafia con esos horarios tan descarrilados.

El mafioso apareció junto con su hermana. El muchacho se había comprometido con una chica, por lo que vivía en su casa aparte que había comprado sin problemas. No es como si gastara su dinero en la mafia y la paga era más que decente. Gin se despidió de su hermano con un beso en la mejilla y lo dejo en la soledad. Dazai esperó a que se diera cuenta de su presencia.

—¿Dazai-san?

—¡Ara, ara! Que sorpresa encontrarnos esta cálida noche, grandes coincidencias.

Akutagawa frunció el ceño y se llevó las manos a los bolsillos.

—¿No lo detuvieron los guardias? No, olvídelo.

—Tú sabes, años de experiencia —Dazai palmeó sus manos—. Bueno, ya que voy de salida, te traje una excelente vitamina para el cuidado de tu tos y mal genio.

—Ah bien. Gracias por preocuparse por mí —Dazai sonrió.

—Todo por mi antiguo subordinado. Aquí tienes.

Dazai le pasó el jugo frutsi de manzana. Akutagawa no dudo en tomarlo y empujarlo a su garganta al hilo. La sonrisa de Dazai se ensanchaba con cada segundo. El pelinegro terminó su juguito y tiro el envase en un tacho de basura.

—Gracias Dazai-san. ¿Quiere que lo lleve a casa? —El castaño alzó una ceja.

—¿Te enseñaste a manejar tan pronto?

—A _______ le gusta mucho salir —respondió con seriedad, aunque por dentro se estuviera muriendo de ternura porque su pequeña novia sonreía como una tonta cuando la llevaba a donde quería y se la pasaba dándole halagos que, aunque negara siempre le iban a gustar.

—La quieres mucho por lo que veo.

—No es tan molesta —chistó con agresividad. Dazai no podía parar de sonreír.

Muy pronto Akutagawa-kun, muy pronto saldrán a flote todos esos sentimientos reprimidos.

—Genial. Deberías invitarme a su boda —Dazai le puso una mano en el hombro al chico y atravesó la oscuridad del estacionamiento en silencio. Las caminatas a solas eran sus favoritas y drogar gente aún mejor.

Saco los audífonos de su bolsillo y su celular. Activó la aplicación y observó la cámara que había instalado en el hombro del muchacho.

—Que divertido.

_______ logró ver al chico hasta el día siguiente, en la tarde cuando se despertó luego de tres días sin dormir a causa de una misión con un tal clan HOMRA. Quien le había causado problemas serios a la mafia.

—Buenos días Ryu. ¿Estas mejor? ¿Quieres bañarte o desayunar? —______ se dio cuenta de que había dicho la palabra prohibida—. Olvida lo de bañarte.

Akutagawa se estiró y bostezó, ______ admiró el contraste de la piel pálida y llena de cicatrices de Akutagawa con la playera negra que llevaba para dormir y los bóxeres azules con higos en patrón.

—No me mires así —susurró. ______ sonrió.

—¿Qué pasa? No es nada que no haya visto. Además, tu delgadez es excitante.

Akutagawa se sonrojó y no dijo nada. Fue a servirse los chilaquiles que la muchacha había preparado. Los dejo en la mesa y le entraron las extrañas ganas de abrazar a _______. Se le acercó por la espalda y la arrastro consigo de la cintura. Su mano se guio sola a su trasero y lo apretó con delicadeza.

—Umhhh —apoyó la barbilla en el hombro de la chica—. Desayunamos y nos bañamos juntos.

_______ no tenía fuerza para articular ninguna palabra. Estaba moviendo la boca pero no decía nada y sus manos estaban petrificadas a los lados. La sensación de la mano venuda de su novio todavía se quedaba con un cosquilleo.

—¿Estas bien? —preguntó finalmente luego de procesar que Akutagawa se quería bañar.

—Por supuesto. ¿Tú estás bien?

—No...

Akutagawa se separó al toque y toco a la chica de la frente y luego las mejillas. Luego ladeo la cabeza al ver que no había nada de malo con ella.

—¿Qué pasa? ¿Quieres contarme algo? Sabes que estoy para escucharte y te daré mi hombro para llorar las veces que quieras.

Le dio unas palmaditas en la cabeza, sonrió y besó su mejilla con suavidad a sabiendas de que sus labios se habían partido terriblemente por el frío. _______ todavía seguía parada en la cocina cuando Akutagawa se sentó. Primero, la nalgada, luego, le había sonreído y besado la mejilla...

_______ parpadeó varias veces y se pellizco la mano, sintió que no era suficiente dolor por lo que termino pegando la frente contra la pared.

—Esto no es un sueño... una pesadilla —giró hacia Akutagawa que la miraba con miedo—. ¿¡Cómo te llamas!?

—Akutagawa...

—¿Edad?

—Veinte...

—¿Lencería favorita?

—Eh... no has usado lencería, no entiendo por qué.

—Si eres tú... —_______ suspiró, derrotada. Tomo asiento al lado de su pareja y se dispuso a comer cuando Akutagawa tomo la cuchara.

—Abre la boca.

Akutagawa sostenía la cuchara frente a la boca de _______, con una media sonrisa y mejillas sonrojadas. Su yo interior estaba gritando que, qué demonios hacía. Pero no podía evitarlo, le encantaba sonreír y hacerle mimitos a su novia.

_______ abrió la boca con consternación. Ella no estaba preparada mentalmente para eso.

Akutagawa sonrió ampliamente y le metió la cuchara a la boca. Esa mañana Akutagawa prácticamente le dio de comer a ______ y luego, sí, se metieron a bañar juntos.

—Pfff —Akutagawa salpicó espuma de la bañera hacía _____—. Esto es genial. No sabía que teníamos este tipo de cosas.

_______ no sabía que le pasaba. Akutagawa no toleraba ni una gota de alcohol, además no había signos de borrachera o droga.

—Déjame peinarte.

Akutagawa tomó el cabello de su novia, lo dividió en dos e hizo moñitos con el cabello y la espuma. Había una enorme y poco común sonrisa en su rostro. A ______ le daba miedo. Akutagawa llevaba un listón amarrado al cuello para poder usar Rashomon, por lo que el monstruo se manifestó y procedió a envolverse en los hombros de la chica simulando el escote de un vestido.

—No hay corona porque no alcanza en listón —dijo—, pero no importa porque basta con que yo sepa que eres una reina. ¿Verdad?

—No sé que pensar al respecto... estas bastante raro... pero gracias. Te quiero.

Akutagawa hizo un puchero y ladeó la cabeza mientras la espuma le bajaba poco a poco por los hombros pálidos y huesudos. A ______ se le enterneció el corazón.

—No sé que te paso pero estas de lo más lindo.

El rostro del muchacho adquirió tonalidades rositas y terminó por hundir la cabeza hasta la nariz en la bañera. Akutagawa estiró la mano y arrastró a ______ con él. En medio de la espuma no se notaban sus cuerpos, pero los sentían. ______ no estaba acostumbrada a que Akutagawa demostrara mucho afecto, a veces ni siquiera se dejaba tocar. Así que sentirlo en la espalda no estaba mal.

—¿Puedo enjabonarte?

_______ asintió dejándose llevar por el masaje sutil de su pareja. Akutagawa envolvió sus piernas alrededor del vientre de _______, apegándola más su cuerpo desnudo. Abrió la regadera y dejo que el agua los emparara y limpiara, al mismo tiempo que daba un ligero masaje a los hombros llenos de estrés de su novia. Aquello de ser segunda mano de un corporativo no dejaba nada bueno.

_______ emitió ruiditos de gusto y se dejo llevar hasta que se quedo dormida. Akutagawa apagó la regadera y abrazó la cintura de _______, acompañándola en su sueño.

El chico era de sueño ligero gracias al estilo de vida tan estresante y peligroso que llevaba, por lo que a pesar de haber dormido una hora, se despertó al toque cuando ______ se movió y sintió que no había descansado nada. La muchacha también se despertó porque el agua estaba fría. Se envolvieron en sus toallas y fueron a cambiarse. ________ estaba segura de que todo volvería a la normalidad.

—¿Quieres ir a ver una película?

—¿Qué?

—Que si...

—No, o sea sí, pero... Sí, vamos.

Fueron al cine y curiosamente encontraron una película de terror para ver. Akutagawa detestaba las románticas porque no las entendía, pero esa vez...

—Veamos esa —señalo la cartelera. Era Love, Rosie. La habían puesto debido al aniversario de esta. _______ alzó las cejas—. No me mires así. ¿Te gusta no? Si puedo verte sonreír por una película, lo hare. Intentare estar en cada momento que te haga feliz.

Akutagawa tomo la frente de _______ entre sus frías manos y le planto un beso con aquellos labios rasposos y fríos que ella prefería.

—Oh dios, que esto nunca acabe —_______ abrazó al chico.

______ compró las entradas, Akutagawa la comida y se quedaron media hora jugando con los juegos del cine mientras los dejaban pasar a la función.

Durante la película, Akutagawa no soltó la mano de _______, no paro de darle de comer a la chica ni de estudiar todo lo que pasaba en aquella película para adolescentes. No entendía como la gente podía ser tan afectiva. Es decir ¿Cómo?

Salieron tarde de la función, por suerte, ninguno trabajaba al día siguiente. Jumin, el jefe de la chica se había ido de viaje y ella prácticamente le había dicho que si no le daba un día de descanso como mínimo renunciaría. Mientras que Mori estaba consciente que el débil cuerpo del muchacho debía ser cuidado por su novia.

Akutagawa se estiró. Iban para el estacionamiento cuando los escuchó. Tomo a _______ por las caderas y la subió al auto sin mediar palabra. Manifestó a Rashomon en la playera que llevaba y envolvió a los atacantes antes de que siquiera pudieran sacar sus armas. El monstruo hurgo entre los bolsillos y tiro todas las armas cerca de los pies de Akutagawa.

Volteó de cabeza a los asaltantes y los sacudió, aunque no llevaban dinero y se veían bastante andrajosos.

—¿Hace cuanto que no comen?

—¿Perdona? Suéltanos y nos iremos.

—Pregunte algo.

—Unos días... —chistó el más grande. Akutagawa entornó la vista en medio de la oscuridad. Un hombre de familia, los reconocería donde fuera.

El pelinegro suspiró y los dejo caer pero no los soltó. En su lugar saco su billetera y les dio a cada uno el suficiente dinero para que le dieran de comer a su familia por algunas semanas, luego los azotó contra algunos autos.

Se subió al carro y se sacudió las ropas.

—Pobre gente.

_______ examinó que no llevaba ni un rastro de sangre.

—¿No los mataste?

—¿Por qué lo haría? No tienen ni para comer, que al menos intenten hacer algo decente con su vida.

________ asintió todavía con la ilusión de que aquello fuese un sueño.

—Además, estas tú. No quiero que me veas matando. Ni siquiera estoy trabajando. ¿Bien?

—Bien...

—¿Te gusto la película? —Ella sonrió. Akutagawa también lo hizo—. Sonríe más seguido. Te ves bonita aunque no lo creas. Te amo.

Dazai suspiró. La cámara había sido un error debido a que el chico no llevo la ropa de su trabajo casi en todo el día. Se había tomado la molestia de monitorear las cámaras de la casa del muchacho solo para encontrarse con la perturbadora imagen de su exsubordinado en paños menores.

—Desearía no haber visto eso...

Apagó su celular y se tumbo en la cama. Poco a poco se quitó las vendas, las envolvió y las dejo al lado de la foto de Odasaku.

—Buenas noches. 

Dos noticias. 

Pa' empezar. Fyomar es canon uju. Tenemos boda plaenada y damo de honor. 

Y la segunda y más importante. NOS HICIMOS UNA CUENTA POSTING EN INSTAGRAM. Subiremos cosas de bungou stray dogs con olor a mota. Y sí, estoy escribiendo en plural, porque esta cuenta es de mi querido y estimado saezly  (y mía) quien además es lector beta de casi todo lo que publico. Es decir, es un ser superior. Si nos van a seguir porfi 

Nos encuentran como: 

Gracias lqm, son lo mejor de mi vida (luego de mi gata)🥺