🌹Unas madres unicas🌹

Narra Natasha:

Soy Natasha Kanawut soy una mujer de 34 años, fui madre soltera a los 16 años, solo conté con el apoyo de mi madre, mi padre me odió por ser madre tan joven, escusa barata para irse con otra.
A los meses en mis brazos tenía un bebe realmente hermoso, mi pequeño bebe lleno mi vida de alegría, Gulf es su nombre, es y siempre ha sido el único amor de mi vida, él me dio el mejor título de mi vida, ser madre. Actualmente, tiene 18 años, está listo para la universidad.
Mamá falleció hace 5 años, fue un duro golpe para ambos, aun así seguí luchando por Gulf y por mí, trabajó de secretaría en una gran empresa y el instinto de una madre jamás se equivoca, dice el gran dicho. Y he podido observar como mi hijo cada vez que me va a dejar algo a la empresa, esta atentó si está el hijo del ceo, Mew Suppasit, es un chico de 21 años, la verdad muy encantador, nada parecido al ogro de su padre.

—¿A quién buscas hijo? —pregunta Natasha al ver a su hijo mirando para todos lados, después de entregarle su tarjeta de identificación olvidada.

—A nadie —responde Gulf—. ¿A quién podría buscar?

—¿Seguro? —pregunta Natasha cerrando levemente sus ojos.

—Sí —Gulf suspiro y se recargó sobre el escritorio de su madre con su mentón encima de su mano hecha pucho.

—Seguro que buscas a Mew —dice Natasha mirando la cara de pena de su hijo.

—Nada de eso mamá, no lo buscaba, solo estaba mirando que no viniera el ogro de tu jefe, sabes como se pone si estoy aquí, no es nada parecido a Mew.

—Seguro Mew debe ser como su madre, porque de verdad no tiene nada parecido a su padre —manifestó Natasha—. Es mejor que ya te vayas hijo.

—Sí, eso haré —Gulf se pone de pies—. Adiós madre.

—Adiós hijo, gracias por traerme la identificación, gracias a Dios mi cabeza está bien unida a mi cuerpo o también la pierdo —sonríe Natasha.

—Sí, gracias a Dios, ya me voy, te amo.

—Yo más hijo, ve con cuidado.

—Lo sé mamá —dice Gulf con una gran sonrisa.

Gulf iba a dar la vuelta y choca de frente con Mew, al hacerlo casi cae al piso y Mew lo sostiene y lo vuelve a colocar en su lugar.

—¿Estás bien amor? —pregunta Mew al mirar que todo estuviera bien con Gulf.

—Sí, fui descuidado —manifestó Gulf.

—¿Amor? —pregunta Natasha—. ¿Escuche bien?

—Sra. Kanawut, perdón que lo sepa de esta manera —dice Mew al acercarse a Gulf y abrazarlo.

—Perdón, mamá, yo no sabía como decirlo, quizás te decepciones por estar con un hombre —dice Gulf bajando su cabeza.

—Sí, me decepciona —dice Natasha—. Me decepciona que siendo tu madre no me lo contarás.

—Perdón Sra. Kanawut —dice Mew abrazando más fuerte a Gulf—. Perdón de verdad, pero solo le diré qué no dejaré a Gulf ir de mi lado, estamos enamorados y no solo eso será abuela.

—¡Mew! —regaña Gulf—. ¿Cómo le dices algo así?

—¿¡Abuela?! —grita Natasha—. Yo solo iba a decir que me decepcionaba que no me lo contaras, no soy estúpida, claramente estaba mirando comportamientos extraños y no me molesta en lo más mínimo tu orientación sexual, pero, ¿abuela?

—¿Realmente no le importa? —pregunta Mew—. ¿No le molesta que su hijo tenga una pareja hombre?

—Gulf es mi hijo y lo amo, jamás podría enojarme, a quien él decida amar es su decisión, ¡Pero no me cambies el tema! ¿¡Abuela?!

—Sí, abuela —dice Mew.

—¡Mew! —regaña nuevamente Gulf—. Sabes perfectamente que eso no es así, ya mamá aceptó todo, ¿Por qué mientes?

—Debía estar 100% seguro —dice Mew.

—Mamá, no es verdad que serás abuela, no escuches su tontería —dice Gulf—. Mew, no debemos mentir.

—¿Por qué esa mentira Mew? Eso es algo muy delicado —manifestó Natasha.

—¡Perdón! Fue la única cosa que se me ocurrió para que no me alejará de él, realmente lo amo mucho, no quiero perder a quien he amado desde que lo vi —responde Mew.

—Te entiendo, quizás haría igual, pero yo aceptó todo sin problemas, el único proble… (Problema)

—¡Mew Suppasit! —Grita el papá de Mew.

—¡Papá! —dice Mew sorprendido.

—Él es el problema —dice Natasha al tomar la mano de su hijo y ponerlo detrás de ella.

—¿¡Qué haces abrazando a ese chiquillo?! —pregunta gritando y acercándose para quedar frente a Mew.

—Lo abrazo porque es mi novio —responde Mew.

—¿Otra diversión? Ok. Pero fuera de la empresa.

—¡Gulf no es una diversión! —grita Mew—. ¡No crees mentiras! ¡Sabes perfectamente que yo no soy así!

—¡Pues no lo acepto! ¡Ese mocoso es un muerto de hambre!

—¡A ver! ¿¡A quien mierda llamas muerto de hambre?! —grita Natasha dejando ahora a Mew detrás de ella y quedando frente a frente al Sr. Suppasit.

—¿¡Existe otro?! —miro a Gulf.

—¡A mi hijo no! —grita Natasha.

Antes de decir otra frase, unos fuertes golpes se escuchan, Natasha le dio dos fuertes bofetadas al Sr. Suppasit.

—¡Mamá! —grita Gulf.

—¡Dile otra vez así!! —grita Natasha.

—Toco sus mejillas el Sr. Suppasit. —¡Estás despedida!

—¿¡Quien quiere trabajar en esta mierda?! Ahora que me largo, Mew, escúchame bien.

—¿Dígame? —dice Mew.

—Tu padre, el Sr. decente, el Sr. perfecto, se acuesta con, Sara de contabilidad, Yuli de marketing, Aye de producciones y hasta Pam de aseo.

—¡Papá! —grita Mew.

—¡Largo! —grita el Sr. Suppasit—. ¡Tu hijo jamás entrará en mi familia!

—¿¡Y quien dice que no?! —grita la madre de Mew, quien estaba mirando y escuchando todo.

—¡Mamá! —grita Mew.

—¡Querida! ¡Nada es verdad! —trata de justificarse el Sr. Suppasit.

—¡Cállate! ¡Así que! ¿¡Sara, Yuli, Aye y Pam?! —interroga la madre de Mew.

—No es verdad, te juro que no Alexandra —trata de justificarse el Sr. Suppasit.

—¡Deja de mentir! —grita Alexandra.

—¡Permiso! —Natasha toma la mano de Gulf y tratan de salir, pero Alexandra les prohíbe el paso.

—¿A dónde van? —pregunta Alexandra.

—Me voy, ya me corrieron —dice Natasha.

—No hermosa, usted se queda, el único que se larga es mi exesposo.

—¿Exesposo? —pregunta el Sr. Suppasit.

—Sí, ex, con todo esto, se acabó nuestro matrimonio. Y por infiel quedas en la calle, esta empresa es de mi familia y de mi hijo —manifestó con enojo Alexandra.

—¡No puedes hacer esto! —grita el Sr. Suppasit.

—¡Ya está hecho! —grita Alexandra—. ¡Largo!

—¡Estúpida! —grita el Sr. Suppasit—. ¡Ellas son mejores que tú en todos los aspectos! ¡No vales nada! ¡No tienes nada que ofrecer en la cama!

Otro fuerte golpe se escucha, esta vez Mew lo golpeó y lo dejó tirado.

—¡A mi madre no! —grita Mew—. A mi madre la respetas, ella no merece un cerdo como tú, ahora vete con tus amantes, a ver cuál te recibe en sus casas, pero a la nuestra no llegas, llamaré a Nana que tu ropa sea tirada a la calle.

—¡No te ofrezco nada porque tú eres el malo en la cama! ¡Gracias a Dios ya no tengo que fingir un orgasmo o los gemidos! —dice Alexandra.

—¡Desgraciado homosexual! ¡Folla traseros! —grita el Sr. Suppasit levantándose —. Me das asco como hijo.

—¡A no! ¡Eso no te lo pasó!

La Sra. Alexandra tira la cartera al piso, quita sus tacones y amarra su cabello. Se abalanza sobre el Sr. Suppasit y empieza a golpearlo, dejando a todos boca abierta.

—¡A ver si lo tratas mal otra vez! —se limpiaba las manos.

Los guardias llegaron.

—Sra. Jongcheveevat… —llama uno de los guardias.

—¡Saquen esa basura de aquí y que no vuelva a entrar! —ordena Alexandra.

—¡Sí! —dicen ambos guardias.

—Me las pagarás… —dice el Sr. Suppasit.

—¿Aún tienes energías? ¿Quieres otros golpes? —empuño su mano derecha y se la mostró.

—¡No! ¡Sáquenme de aquí! ¡Sáquenme! —grita el Sr. Suppasit.

Los guardias empezaron arrastrarlo por la oficina hasta sacarlo del lugar.

—Mamá… —dice Mew sorprendido—. Wow, me dejas sin palabras.

—Mi amor, una madre siempre va a defender a sus hijos, yo cuido a mis dos hijos.

—¿Dos hijos? —pregunta Mew confundido.

—Sí, tú y Gulf, ¿Eres mi hijo? —pregunta mirando a Gulf.

—Yo… ¡Perdón! —dice Gulf.

—¿Por qué? Mi niño, el amor es algo hermoso, no importa de que genero venga, y yo estoy feliz que mi hijo te tenga a ti.

—Sra. Jongcheveevat, perdón por no decirle lo de su esposo —dice Natasha.

—Ya lo sabía, además cuidabas tu trabajo, no te preocupes, ahora solo debemos enfocarnos en otra cosa.

Ambas madres miran a sus hijos que estaban abrazos.

—Realmente gracias por aceptar a mi hijo —dice Natasha.

—Gulf es un amor, y ver feliz a mi hijo es mi mayor alegría en la vida —manifestó Alexandra.

—Mew es un encanto, estoy feliz que esté con mi bebé —dice feliz Natasha.

—Te juró que mi hijo será muy caballero y cuidara bien de Gulf —dice Alexandra.

—Sí, y ojalá, aún no me hagan abuela, casi me da un infarto.

—Jajaja, imagino que sí.

—Sra. Jongcheveevat, ¿Puedo seguir con mi trabajo? Ahora mi bebe irá a la universidad y lo necesito —dice Natasha.

—Claro que sí, es más, te aumento tu sueldo al doble ahora, realmente eres una madre maravillosa —halaga Alexandra.

—No más que usted, qué buenos combos y patadas jajaja —dice Natasha.

—Jajaja, sí, uf, me siento mejor —siguió hablando Alexandra.
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—Amor, te amo —dice Mew.

—También te amo —dice Gulf.

Ambos sonríen y miran a sus madres.

—Tenemos unas madres únicas —dicen a la misma vez.

                              ༺ 𒆜𝔽𝕚𝕟𒆜 ༻

Palabras 1585

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