"Entregate a mí"

Portada:eliset.

Este capítulo contiene escenas sexuales explícitas.

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Entro de prisa y mientras se quitaba la bata...cuando él entró.

Los penetrantes ojos dorados miraron con ardor las curvas de Aome, reveladas por el traje de baño mojado. Sus pezones se delineaban con claridad bajo la tela. Aome se cubrió de nuevo en un movimiento defensivo.

Sin dejar de mirarla pregunto.

- ¿ Has estado nadando?

- Si. No oí el Jet.

Hablando con dureza, tensa por la mirada ferviente de Sesshomaru.

- Lo hicimos en el aeropuerto. Tenía que resolver unos asuntos en Jumani.

Se quitó el agal de oro y el kaffiyeh de la cabeza. Toda la atención se concentro en la joven mientras cruzaba el cuarto.
Tomo los bordes de la bata y los separó con lentitud. La deslizó por los hombros para dejarla caer al suelo. Sus ojos ardían de deseo. Un segundo después, Aome se halló en sus brazos y su protesta fue ahogada por la insistente posesión de la boca de Sesshomaru. Devastada por el beso, Aome tembló. La hacía estremecerse de la cabeza a los pies con la fuerza de su pasión. Su respuesta fue rápida, instantánea.
Sesshomaru soltó los tirantes del cuello de la chica y le bajo el traje de baño hasta la cintura. Gruñó con satisfacción al acariciar con los pulgares los rosados y turgentes pezones que había puesto al descubierto. Aome pensó que caería al suelo y tuvo que aferrarse de sus hombros para no hacerlo. Sesshomaru dejo de besarla sólo para levantarla en brazos y colocarla en la cama. Aome se cubrió los senos con las manos. Sesshomaru se apartó y comenzó a desvestirse. Susurrándole con vos ronca.

- Compensado con este entusiasmo, puedo ser clemente. A pesar de que estabas tensa en nuestra noche de bodas habrías resultado ser una amante deseosa a no ser por que la providencia te envió una enfermedad.

- ¡ Mentira !!

Replico, con los ojos abiertos por la impresión.


- Me encantaría probarte lo contrario. Creo que el hacer las veces de mártir amenazada por la lujuria de tu esposo será un papel que te costará trabajo desempeñar cuando vuelvas a salir de este cuarto. Pero confieso que no esperaba que hicieras que esto fuera tan gracioso.

Sesshomaru se inclinó y la tomó de un tobillo para evitar que escapara al otro extremo de la cama. Estaba muy divertido. Aome trató de patearlo. Estaba fúrica,  pero Sesshomaru no la soltó y la miró con tan buen humor que Aome se enfureció aun más.



- Qué tonto fui al no adivinarlo. Es probable que esto sea tú fantasía.

- ¿Fan . . .fantasía?
Repitió, atónita.



- Tu cruel esposo árabe que te toma a la fuerza y que permanece indiferente a tus súplicas.


Aclaro con ronco sarcasmo.
Aome se quedó boquiabierta y muda por una vez.
Sesshomaru sólo le soltó el tobillo cuando se inclinó en la cama y aprisionó el cuerpo agitado de la chica.

- ¿ No vas a gritar ahora? Entonces, puedo ver tú dilema. El maldito seductor sólo te inspira una supuesta aversión, ya que tienes un talento inmenso para el drama, pero hasta la fecha, no ha sido una actuación convincente.

Sus desafíos la enfurecieron. Sus ojos azules estaban encendidos y Aome alzó la mano para abofetearlo, pero Sesshomaru la asió con fuerza

- No.


Hablo como si le enseñara una lección básica a una niña rebelde.
Aome lloró de furia y tristeza. Si lo hubiera abofeteado, habría sido su primer acto de violencia en la vida, pero todavía lo deseaba y sentía haber fallado.

- ¡ Bestia odiosa!.



Grito.
Sesshomaru le roso las yemas de los dedos con los dientes y acarició la palma con la lengua hasta llegar al centro en donde le dio un beso cálido.

- Hace casi un mes que estamos casados. He sido muy paciente.


- ¡No me has preguntado cómo me siento yo!

Aome temblaba y estaba tensa al mismo tiempo. La erótica seducción de la caricia lenta inundo de deseo su cuerpo.
Mirándola, se burló.

- ¿Llena de vida? Creo que no se puede discutir qué tienes un alto índice de energía.

- Esto es degradante!!!

Los ojos de Sesshomaru brillaron con un dorado intenso y le mordió el dedo índice jugando.

- Un hombre tendría que colgarte de los tobillos sobre un pozo seco para que le dijeras la verdad, pero por fortuna para ti , soy mucho más sutil.

Rodó sobre ella, aprisionándola con su musculoso cuerpo y le colocó una mano bajo la nuca.

- Creo que has pasado mucho tiempo dormida, Aome, y seré yo quien te despierte.
Recalcó con decisión.

- No puedo detenerte, ¿ Verdad?

- Pero es que no quieres detenerme.

La retó y con la otra mano le quitó el traje de baño.
Inclino la cabeza sobre la suave piel que antes acaricio. Su plateado  cabello contrastaba con la blanca piel de Aome y esta, atormentada por la vista, cerro los ojos. La lengua de Sesshomaru toco las puntas rosadas y sus manos acariciaban los senos con una ternura que fue demasiado para para la joven. Sus besos y caricias le provocaron un placer indescriptible y ardiente. Pronto, solo fue consciente de la satinada piel de él, de su sedoso cabello y de la excitación febril que acababa con todo pensamiento racional. Luego ya no necesitó alentarla para que Aome lo besara y lo abrazara.
Sesshomaru le acarició el vientre. Era una caricia tan íntima que Aome jamás lo imaginó. Se arqueó hacia él  para invitar a una exploración mayor. Empezó a gemir y tembló de deseo, con un deleite que aumentaba con cada segundo que transcurría.
Se aferro a sus hombros con desesperación, en un mudo gesto de rendición a sus caricias. Con espontaneidad, le beso el hombro y se hundió  en el aroma a sándalo de su piel. Sesshomaru depositaba delicados besos a lo largo de sus hombros, apenas leves roses que la hicieron gemir. Y continuó besándola recorriendo cada milímetro de su blanca piel con sus manos y con su boca; Aome sentía que corría lava por sus venas, y que en cualquier momento, volaría. Él devoraba su boca con sensualidad y descendió hasta llegar a sus senos, mirándolos extasiado. Tomo en su boca con suavidad un rosado pezón, lamió y succionó cada uno provocando gemidos llenos de placer por parte de Aome. Sesshomaru la recorrió y acarició hasta hacerla perder el control. El deseo era cómo una espiral interminable, que subía cada vez más. Seguía besándola mientras ella se retorcía por las avasalladoras sensaciones que le provocaba. Hasta que Aome fue invadida por una insoportable tensión, qué la hizo hundirle las uñas sin querer en la musculosa espalda de Sesshomaru.
Decidió qué era momento de acabar con su tormento y se despojó de la ropa que le quedaba, dejando al descubierto sus musculosas y bien formadas piernas, y el plano y fuerte vientre a la vista de la chica. Aome cerro los ojos para no verlo.

- Mirame Aome. . .

Le ordeno con vos ronca.
Aome, abriendo los ojos con vergüenza y muy sonrojada, lo primero que vio fueron sus insondables ojos, cómo ríos de oro fundido y con vergüenza fue recorriendo su cuerpo. Era magnífico y potente muy, muy viril. Con temor sintió  que se le secaba la boca al mirar su entrepierna. Jamás había visto un hombre cómo él,  y tembló con anticipación. Sin dejar de observarla se inclinó y tomo sus hinchados labios de nuevo . . .  pidiéndole con voz ronca . . .

- Entrégate a mi . . .

Mirándola con ojos nublados de deseo, quería grabar en su memoria el momento en que se entregara totalmente a él.
Aome, respirando entrecortadamente, lo besó, Sesshomaru correspondió con una ansia, que la derritió.
Lentamente le separo los muslos, y la urgió a qué se alzara para recibirlo. Aome respondió, invadida por el embriagante deseo que la consumía. Sesshomaru entro en ella lentamente, cuidando de no lastimarla, la escucho gemir de dolor. Aome sintió una punzada de dolor que disminuyo el frenesí que la embargaba, entonces Sesshomaru la besó para ahogar su grito de rechazo. Sólo eso bastó, para que se dejara ir completamente.
Al principio fue lento y suave, pero conforme se acostumbraba se aferro a él con desesperación, en un mudo gesto de rendición a él. Su ritmo fue aumentando, acoplándose al vaivén de las caderas de Sesshomaru y entonces, Aome se rindió al mar de sensaciones y el éxtasis, en que la introducía su ahora esposo. La chica cruzo la barrera sin remordimientos y grito su nombre, bajo la rítmica posesión... Llegaron a un mismo tiempo, con una explosión de éxtasis y placer avasallador, cómo si Aome hubiera estado esperando ese momento toda la vida. Sesshomaru llegó al mismo punto en silencio, jadeando y con el corazón acelerado.

Contemplándola con gravedad y deleite. Luego le besó las húmedas sienes. Y en voz baja le murmuro.

- Me complaces.

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Que les pareció?? Es mi primer lemon no sean tan duros , tuve que pedirle novelas de amor a una de mis tías, espero les guste nos vemos pronto .gracias a quienes comentan y siguen la historia,  me alegran el día.

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