Profesor Jeon
Desde la mañana algo había cambiado en mi.
La noche me la pasé pensando en TaeHyung.
Y quiero decir el TaeHyung con el que me casé, el que tenía una bata, el que me besó.
Luego me asomaba a ver al TaeHyung que tenía al frente y eran totalmente distintos.
Me detenía a verlo hablar.
Mi TaeHyung - Quiero decir, el que tenía al frente -no tenía la voz tan suave y melosa.
— Entonces pensó que Taeyeon y yo éramos gemelos, pero adivina quién le gustaba más.
Suspiré y dejé de ver su boca para ver el desayuno soso que había preparado. Yogurt y cereal de cajita.
— ¿Taeyeon? — le respondí a su pregunta y él se mostró bastante ofendido.
— Hombre mírame un poco, soy una belleza, por su puesto que me prefería a mi.
Lance una risota por sus mejillas llenas de cereal, parecía una ardilla y ciertamente comía algo tierno.
— Bien ríete lo que quieras, pero ese hombre me prefería, diría que hasta se casaría conmigo.
Estuve apunto de botar el cereal por la nariz de solo recordar.
— ¿Ca- casarse?
— Si, hombre. Te digo que estaba loco por mí.
Mire nuevamente a TaeHyung otra vez, esta vez más a detalle. ¿En verdad iba casarme con él? Moví la cabeza frenéticamente para alejar esos pensamientos.
— Déjame ver tus libros. Te daré algunas clases para que puedas ponerte al tanto y vuelvas a la escuela sin problemas.
— ¿En verdad eres profesor?
— Soy el mejor. Dame tu libro.
TaeHyung me miró, deje que me analizara y mientras tanto empecé a darle una clase sobre la teoría de las derivadas.
— Estudia estas páginas y práctica estas otras. Puedes preguntarme si tienes dudas.
— ¿Ahora debo llamarte profesor Jeon?
— Si te sientes más cómodo, puedes hacerlo.
— Nunca he salido con un profesor.
Le oí murmurar
— ¿Qué tanto dices?
— Que suena bien, "Profesor Jeon esto, profesor Jeon aquello", "¿Qué va enseñarme hoy, profesor Jeon?"... Guau... Eso sonó muy caliente.
Mis orejas y una oleada de calor me recorrió el cuerpo y el empezó a reírse a carcajadas.
— Lo siento— volvió a reírse — es solo que me gusta ponerte nervioso, eres adorable, todo un tomatito.
— Vuelve a estudiar, Kim
Puse un dedo sobre su frente para que volviera a sus sentidos.
Y pensar que iba casarme con este niño.
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