Namjoon masajeaba el puente de su nariz, analizando una y otra vez las palabras que le había dicho.

Pero mi mente estaba perdida recordando a TaeHyung acariciando a un cachorro de pelaje azabache.

— ¿Cuántos años se supone que tienes?

Namjoon me había creído, después de contarle la desagradable e incómoda situación de la que sólo sabíamos ambos. Aquella escena con SeokJin cuando tenía doce años.

— Tengo veinticuatro.

Namjoon es mayor, lo sé porque fue director de mi escuela y convenientemente había trabajado para él, como profesor -muchos años después.

— Aún no puedo creerlo y es que, acabo de verte teniendo dieciséis.

Namjoon se mostraba notoriamente sorprendido, desde mi presencia hasta lo que le había contado.

— Tienes que ayudarme, hyung — estoy muy asustado cuando lo pronuncio.

— ¿Qué vas a hacer si te descubren? vaciaste las cuentas de tu padre y-

La puerta sonó y de ella NamJoon pidió que esperara, mis pies se dirigieron al campus.

— Entonces, no han sabido algo de TaeHyung... Ha estado faltando, me preocupa.

— ¿Porqué preguntas? TaeHyung suele hacerlo.

— No es eso, la otra vez... Su rostro está muy pálido y ha perdido peso, además-

— No lo sabías, TaeHyung es huérfano, ahora...

Mi corazón empezó a acelerarse.

«Mamá, papá JungKookie está herido»

Pequeño llorón, solías llorar cuando me hacía daño.

Mi voz sintió lo gélido del viento, en las calles de Busan. La bufanda en mi cuello detuvo mis pasos por unos segundos, que tomé en ordenarla.

Y lo ví.

Caminaba despacio, sin preocuparse del desastre de sus cabellos castaños. Su silueta era la misma, su perfil inconfundible.

El caminaba, iba por los rincones más oscuros y terminó muy cerca a un bar donde recogí a Taeyeon una vez. Ella estaba tan ebria que yo tuve que-

— ¿Porqué estás siguiéndome ?

Mierda.

— Yo no estaba-

— Haz estado siguiéndome hasta ahora ...  ¿Estás interesado?

— ... —  Él de verdad estaba mirándome de una manera extraña.

— Entonces, duerme conmigo — su piel era muy pálida y fue por eso que lo recordé. Hoy era ese día.

— ¿Qué dices?- y-yo nunca dije nada de es-

— No tienes que decirlo — Sonrió forzado— Un hotel estará bien para mí — Él no miro mis ojos cuando lo dijo, solo miró a otro lado, evitandome — Saltemos aquellas mentiras baratas y falsas promesas.

— TaeHyung...— Traté de que él mirará mis ojos tomando su muñeca con suavidad, porque no me recordaba. y entonces me miró y se soltó con brusquedad.

— Está bien, encontraré a alguien más.

— Espera, espera — Ignorando mi petición siguió caminando como si no tuviera importancia.

Hoy era el día en el que Taeyeon se embriagó tanto que tuve que ir por ella. En ese entonces yo le hice daño a TaeHyung.

— ¡ Deja de seguirme ! — Su rostro molesto solo hizo que notara su desesperación. Así que era ese día-

— Dormiré contigo entonces.