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Normalmente, no se tomaba las molestias de ir personalmente a comprar sus propios cigarros, pero ya que sus subordinados estaban ocupándose de asuntos importantes lejos de la zona, y su secretaria se había ido a casa hace mucho tiempo, no pudo simplemente esperar y quedarse quieto en su oficina.

Pensó, aburrido, que no tendría más que hacer caso, a las sugerencias de su excéntrico socio sobre contratar a algún desesperado como su asistente personal.

- ¡Bienvenido!

Gritó el cajero y Pond se detuvo, sólo un segundo, al cruzar la puerta de cristal doble de la tienda más cercana. Sintió su cara contraerse, no sabía que clase de cara estaría poniendo, pero la sonrisa del cajero, un chico de tal vez veinte años o menos, se desvaneció. Sin pensarlo demasiado, se dirigió al mostrador. El chico se paralizó, pero (y Pond podría reconocerlo), no dejó que su cuerpo lo traicionara.

- ¿Puedo ayudarle? - Tranquilamente, preguntó el cajero, Phuwin (según confirmó en la etiqueta de su uniforme). Pond asintió dos veces y clavó sus ojos en el largo estante de las diferentes marcas de cigarros atrás del cajero. Phuwin miró en su dirección, y entonces apuntó con un dedo en el estante. - ¿Estos? - Pond negó. - ¿Y estos? - Así, hasta la cuarta marca de cigarros, una cajetilla blanca, con franjas negras y rojas. El cajero respiró y cobró. - ¿Puedo ayudarle en algo más, señor?

Pond negó en silencio. Le arrebató al cajero los cigarros y se olvidó del cambio.

- ¡Disculpe, señor! ¡Su dinero!

Pond no tenía tiempo para gastar en esas tonterías (de las únicas cosas que tienen valor para él), pensando en el nombre del cajero, su cara... su voz. Se fumó tres cigarros, uno tras otro. Estaba enfadado.

¿Coincidencias? No había ninguna.

Hice un pequeño cambio en la parte "Una y otra vez" 😬 pq me pareció más apropiado. Me moría de ganas por escribir pov del señor Pond jjkjkj 🤭.