PARTE 24
Luka entró a la oficina y buscó inmediatamente el sillón ubicado en una esquina, no sería la primera vez que tenía que sentarse allí, pero estaba seguro que esta vez, todo sería muy diferente. William no iba a negar con la cabeza o lo iba a mirar con reproche. Esta vez no tenía idea de cuál iba a ser su reacción, pero sabía que no sería buena. Se quitó el abrigo y se arremangó las mangas de la camisa. Se sentó y miró a William que estaba de pie al lado de su escritorio mientras que Shane estaba de pie en medio de la habitación con los brazos cruzados en el pecho mirándolo fijamente.
Luka miró a William y al encontrarse con su sería mirada bajó la cabeza enseguida, se arrepintió una vez más por no haber tenido antes el valor de confesarle que Ary estaba viva, sabía que debía habérselo dicho apenas llegaron de vuelta de Seinaj, pero no se atrevió a hacerlo, y el sentir a Ary debatiéndose entre la vida y la muerte tampoco ayudó.
No quería decepcionar y enfurecer a William, pero lo iba a hacer, y no tenía manera de evitarlo, ya no había vuelta atrás, en solo unos instantes los dos vampiros frente a él sabrían la verdad. Me va a odiar, pensó Luka, que le hará a Ary, se preguntó después. Inmediatamente se enfureció al imaginar que alguien lastimara a su compañera o que William le exigiera alejarse de ella. Miró furioso a William, pero al encontrarse con su mirada bajó la cabeza enseguida, relajo sus manos que apretaban el sillón y cerró los ojos. Necesitaba poner en orden sus pensamientos, no quería empeorar aún más las cosas con su líder.
_Y bien, dijo William, más que enojado, seriamente preocupado por lo que estaba por escuchar en los siguientes minutos.
_ ¿Quieres que entre ahora en tu mente?. Preguntó Shane.
Luka negó mientras seguía con la cabeza inclinada. No recordaba haber sentido nunca tanto miedo como en esos momentos. Los golpes los podía tolerar sin problemas, los gritos también, los insultos hasta cierto punto, y la opinión de los demás le daba lo mismo. Lo que parecía incapaz de soportar era la decepción en la mirada de William. Tragó saliva ante esa verdad y levantó la vista. Se encontró con la mirada de su líder y tragó duro. No hubiese podido salir huyendo de aquel lugar, aunque hubiese querido, estaba paralizado en aquel sillón y sentía que se estaba ahogando, parecía no haber suficiente aire en aquel lugar y la opresión en el pecho era cada vez peor. Que me pasa se dijo Luka. ¿Acaso estoy teniendo una crisis nerviosa, un ataque de pánico?, esto es ridículo, pensó. Carraspeo para aclarar su garganta y se enderezó. Soy un hombre, se dijo al mirar a los dos vampiros. está bueno de esto. Se acomodó en el sillón y pegó su espalda al respaldo.
_ Hay mucho que debo explicar, empezó diciendo Luka, pero creo que tu preferirás verlo por ti mismo, dijo mirando a William. Y no es para que mi castigo sea menor, o quitarle la gravedad al asunto, sino, para que veas que no te he traicionado, y que jamás lo haría. Las cosas solo sucedieron, y pensé que al tomar esa decisión estaba haciendo algo bueno por ella. Aún lo creo, pero no estoy tan seguro que este a salvo donde está, y por eso quiero estar a su lado, sobre todo ahora que Leland está acá.
_ ¿Ella? Preguntó William y las facciones de su rostro se endurecieron. La imagen traslucida de Ary vino a su mente y por un instante pensó que Luka estaba hablando de morir, pero aquello no tenía sentido.
_ ¿Quieres suicidarte?, preguntó Shane, incapaz de creer lo que estaba oyendo.
Luka lo miró extrañado, pues no entendía a qué se refería, pero instantes después se dio cuenta de lo que habían dado a entender sus palabras.
_ No quiero suicidarme, les dijo, pero lo que está pasando si tiene relación con Ary.
William se quedó con la mirada fija en Luka, sin entender aún que era lo que quería decirles. Aryela Leppala estaba muerta, no había manera de que pudieran estar juntos, a menos que él creyera que había una vida en el más allá.
_ ¿Quieres algún servicio religioso para que su alma descanse en paz, quieres hablar con un sacerdote, o quieres traer sus restos a la hacienda para que esté más cerca de ti?, puede hacerse si es lo que deseas.
Luka negó enérgicamente con la cabeza, pues la conversación estaba tomando un rumbo totalmente distinto. Esto va a terminar mal se dijo al mirar los confundidos rostros de los vampiros frente a él. se puso de pie y dio un par de pasos hacia William, cuadro sus hombros y aclaró una vez más su garganta, quería que oyeran claramente lo que iba a decir.
_ Sé que todos creen que las apariciones que han visto de Ary son porque ella está muerta, pero no es así. Creo que es solo otra parte de su don. La he visto varias veces, y ella no está sola, sus hermanos pequeños están con ella, otros nórdicos también... y ellos no están muertos. Ary tampoco. Está viva, no murió en Seinaj como todos ustedes creen.
_ ¡¡Que!! Dijo William casi sin aliento, al oír las palabras de Luka, se sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago al darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Al mirar a Shane para saber si este sabía algo de lo que estaba pasando, estuvo claro para William que no tenía idea de nada, pues estaba pálido y con la boca abierta, en su rostro se reflejaba la perplejidad.
_ Repite lo que has dicho, dijo William entre dientes, mientras apretaba las manos en puños, y su cara enrojecía cada vez más.
Luka asintió levemente con la cabeza y les dijo que Ary estaba viva, no había muerto en Seinaj como todos creían, y él lo había sabido desde el momento en que se acercó al cadáver carbonizado que pusieron frente a él. Les dijo que al momento de tocarlo supo enseguida que no era ella, pero no fue capaz de decírselo a ninguno de los que estaba allí, quería que ella fuera feliz, que conociera a sus hermanos, a otros humanos y tuviera una vida diferente a la que llevaba estando entre ellos. Les explicó lo que pasó aquella tarde en Seinaj, pero fue interrumpido por William con un fuerte grito.
El vampiro avanzó con paso furioso hacia Luka y lo tomó del cuello. Lo acercó a él bruscamente y en su mirada no había más que rabia. Le mostró los dientes y apretó aún más el agarre sobre el vampiro. Este ni se inmutó o reclamó, y esto hizo que William se enojara aún más, pues sabía que Luka aguantaba el dolor como ningún otro vampiro lo hacía, y lo que él le estaba haciendo probablemente no significaba nada para él. Este pensamiento lo encolerizó aún más.
_ ¿Hasta cuándo pensabas burlarte de mí? Preguntó William con tono amenazante.
_ Jamás quise burlarme de ti, contestó Luka, sin atreverse a levantar el rostro. Sabía que si miraba a su líder este perdería el control.
_ ¿Y esperas que te crea, después de todos los meses que han pasado y de todas las oportunidades que has tenido para decírmelo?
¿Acaso no soy alguien en quien puedas confiar, no soy tu líder y a quien debes recurrir si tienes algún problema, o pasa algo que pueda afectar al clan?... ¿Tan imbécil te parezco, o solo te sirvo para sacarte de problemas? Gritó finalmente William y lo soltó bruscamente y dio un paso atrás. quería golpearlo, estrangularlo, causarle cualquier tipo de daño, pero se encontraba incapaz de levantarle la mano al miserable mocoso.
Luka dio un paso atrás aún sin levantar la cabeza, ni hacer ningún movimiento, sabía mejor que nadie que cosas sacaban de sus casillas a su líder y no quería enfurecerlo más. Cuando lo oyó avanzar hacia él, agachó aún más su cabeza, no sabía que decir para que William entendiera que jamás había querido burlarse de él, o pasar a llevar su autoridad. Era el vampiro al que más respetaba, pero él creía todo lo contrario.
_ Ponte de rodillas ordenó con autoridad William. Luka no lo dudó ni un instante, se dejó caer de rodillas y se quedó aguardando. William quiso decir algo, pero no supo que, o que hacer, había esperado que Luka lo mandara a la mierda cuando le ordenó arrodillarse, o que le pusiera mala cara, no que le obedeciera enseguida. Jamás lo había visto así de sumiso, su comportamiento no tenía sentido. Miró a Shane y este miraba fijamente a Luka con el ceño fruncido. El vampiro miró a William y negó con la cabeza, tampoco tenía idea de que le pasaba al muchacho. Ambos sabían que jamás se había arrodillado ante nadie, ni había estado tan callado y tranquilo mientras lo reprendían. Ese no era su comportamiento habitual.
_ ¿Por qué no dices nada, no haces nada, no reaccionas como normalmente lo harías, que está mal contigo? Preguntó William acercándose nuevamente al muchacho, pero esta vez para provocarlo. Su comportamiento era desconcertante, era como estar tratando con un desconocido.
_ Por favor... pídele a Shane que entre en mi mente y vea mis recuerdos para que así sepas todo lo que ha pasado desde el momento en que fui azotado. Entonces entenderás porque no te he podido decir que Ary está viva.
William asintió con la cabeza y miró a Shane. Este también asintió y le pidió a Luka que se pusiera de pie y se sentara en el sofá. El muchacho obedeció en silencio y sin levantar aun la cabeza para encontrarse con la mirada de su líder y su amigo. Se sentó en el sillón y después de unos segundos miró directamente a Shane. Hizo un pequeño asentimiento y se apoyó en el respaldo del sofá. Ni siquiera pensaba en el dolor que iba a sentir, solo quería que ellos vieran todo lo que había en su mente, en sus recuerdos.
Sin más demora, Shane se paró frente a Luka y le dijo que lo mirara fijamente. Se concentró en los pensamientos del muchacho y en lo sucedido aquel día cuando fue azotado. Una vez que estuvo listo, le avisó a William y este acercó un par de sillas frente a Luka. Shane tomó su lugar sin dejar de mirar al joven vampiro, mientras William se sentaba a su lado.
_ Empieza, le dijo a Shane, y este obedeció enseguida.
***
_ ¿Todo listo para el gran momento? Preguntó Ary a Joshua, este asintió y luego sonrió, no podía creer que estaba a solo horas de que él y Libia fueran marido y mujer.
_ ¿Cómo estás tú? Preguntó el joven. Ary sonrió y le dijo que todo estaba bien. El vampiro no se había dejado ver en dos días, y no sabía si aquello era bueno o malo, solo rogaba que no apareciera para la boda de su amigo, o que se presentara ante su puerta con unos cuantos amigos suyos y todos con ansias de sangre. Aclaró su garganta y trató de pensar en cosas más alegres y positivas. Le sirvió otro trozo de tarta a Joshua y después fue a mirar a Darío que dormía en el corral que había en el comedor. Lo arropó bien y arregló su gorrito para que le cubriera las orejas. Estaba muy frío el día, ya pasaban de las tres de la tarde y la neblina no se iba, al mirar por la ventana no se veía nada más. Anaís aún no salía de su cuarto, Joshua no había querido subir a saludarla, ni hablar de ella. Elías había salido temprano de la casa y Ary sabía exactamente adonde había ido, pero no se lo quiso decir a Joshua, no quería preocuparlo. Estuvieron hablando durante un par de horas más, luego lavaron la loza y guardaron las cosas. Ary lo abrazó fuertemente y le dijo que fuera a descansar o a revisar que no se le quedara nada. Se le hizo un nudo en el estómago al pensar que al día siguiente su amigo se llevaría todas sus pertenencias y se marcharía de Grebanu con su esposa, cuando volvieran, sería solo para visitarlos. Espero que todo salga bien se dijo Ary. Observó a Joshua subir la escalera y fue a mirar a Darío nuevamente. Argos y Franz aún dormían siesta. Había mucho silencio en la casa, a veces era reconfortante no oír las voces de nadie. Luka venía a su mente una y otra vez, no sabía por qué. Siempre pensaba en él, pero durante las últimas horas algo era diferente, al pensar en él sentía angustia, rabia, y un dolor que había llegado a ser físico. Su cabeza palpitaba sin parar, le había costado muchísimo disimular ante Joshua lo mal que se sentía. Se asomó a mirar por la puerta de la cocina hacia el interior de la casa y no vio a nadie, ni escuchó que alguien estuviera cerca de ella. Entró a la cocina y cerró con cuidado la puerta. Se acercó a la ventana que daba hacia el patio mientras sobaba sus sienes, al mirar hacia afuera no vio más que neblina. Cerró los ojos y se concentró en luka, en su voz, su rostro, sus hermosos ojos verdes y en su risa despreocupada. En un instante lo vio, estaba sentado en un sillón y había lágrimas corriendo por su rostro. Sus ojos estaban abiertos, rojos de tanto llorar. Ary miró a su alrededor y vio a William y a Shane mirándola fijamente. William se acercó a ella hasta llegar a su lado.
_ ¿Estás bien?, Preguntó William. Ary asintió con la cabeza y miró a Luka, después a Shane.
_ ¿Por qué están viendo en sus recuerdos? Preguntó Ary, ¿está todo bien?
_ Vuelve a casa, dijo Luka con voz ronca.
_ ¿Estás bien? Le preguntó Ary
_ Sí, todo está bien, no te preocupes. Vuelve con los niños. Acá todo está bien.
_ Te extraño, dijo Ary, todos los días pienso en ti.
_ Yo también, contestó Luka y le sonrió, vuelve con los niños, abrígate, parece que allá hace frío. Y miró a un lado de Ary. Ella levantó la mano a su rostro y acaricio su mejilla sin tocarlo. El cerró los ojos y su respiración se agitó, tragó duro y abrió los ojos. Estaban llenos de lágrimas.
_ ¿Por qué lloras? le preguntó Ary, y se volvió completamente hacia él. Luka negó con la cabeza y le volvió a repetir que todo estaba bien. Ella sonrió tristemente, pues sabía que le estaba mintiendo. Miró una vez más a William y este la miraba fijamente. Shane se acercó a ella también, y en unos segundos estuvo en el medio de los tres vampiros.
_ ¿Ary? La llamó Shane. Ella lo miró enseguida y le sonrió. Quiso hablarle, pero ese susurro que ya había oído antes la distrajo. Miró hacia la chimenea y vio las llamas del fuego. Dime tu nombre dijo la voz y ella jadeo de miedo, dio un paso atrás y miró a Luka, después a los otros dos vampiros.
_ ¿Qué sucede? preguntó Luka y se puso de pie, se tambaleo, pero William lo sujetó y lo volvió a sentar.
_ Ary, dijo ella y trató de no llorar. Aryela Leppala, dijo un par de segundos después y dio otro paso atrás. _ Ese es mi nombre, no tengo otro, dijo en apenas un susurro mientras trataba de contener las lágrimas.
_ ¿Ary que pasa, con quien hablas? Preguntó Luka
_ ¿No lo oyes? Preguntó Ary y apuntó hacia la chimenea.
_ ¿con quién hablas? preguntó William.
Ary negó con la cabeza y se abrazó a si misma mientras lloraba.
_ Ary... mírame, dijo Shane en tono firme. Ella lo miró y le preguntó si lo oía.
_ Que oyes, le preguntó el vampiro y se paró delante de ella impidiéndole seguir viendo las llamas. Ary cerró los ojos y suspiró de alivio.
_ No estoy loca, le dijo al vampiro, miró a los otros dos y les dijo lo mismo.
_ Nadie ha dicho que lo estés, ni tampoco lo pensaríamos, dinos que está pasando. Ary asintió y se limpió las lágrimas de las mejillas. Miró a los vampiros y respiró profundo un par de veces para calmarse.
_ Desde hace un tiempo, escucho una voz en el fuego, pero no es siempre, es solo cuando algo malo ha pasado en ese lugar y hay fuego allí. Solo entonces la oigo, pero no entiendo que es lo que quiere que le diga. Siempre me pregunta lo mismo. Yo le contesto, pero me vuelve a hacer la misma pregunta.
_ ¿Qué te pregunta?, dijo William.
_ Mi nombre, contestó Ary, se lo digo cada vez que lo pregunta, pero no es lo que quiere oír, y se enoja cuando no contesto como quiere, me dice la misma frase una y otra vez pero no sé qué quiere decir.
_ ¿Qué frase?, preguntó Shane.
_" Hijo del diablo, hijo del mal, dime tu nombre". Lo repite siempre pero no lo entiendo, no sé qué significa, o porque me lo dice a mí. ¿Ustedes saben a qué se refiere, o quien es el que me habla?
Los tres vampiros se miraron entre ellos y negaron. No tenían idea de lo que estaba hablando, pero ni por un segundo creían que ella estaba loca.
_ Ary, la llamó Shane, me haré a un lado y miraras las llamas. Ella negó enseguida y trato de tocarlo para impedirle moverse, pero su mano lo traspaso una y otra vez y empezó a llorar de miedo.
_Cálmate, le dijo Shane. ¿Hay fuego donde estás en este momento? Ary negó con la cabeza y trató de dejar de llorar.
_ Entonces no tienes nada que temer. El fuego que hay cerca de ti en este momento es el de la oficina de William, tú estas muy lejos de aquí, lo que sea que vayas a ver, no será real, no estará pasando cerca de ti o de quienes viven contigo. Pasará aquí no allá, ¿lo entiendes?, Ary asintió no muy convencida, luego miró a los otros dos vampiros. Ellos también asintieron, y Ary le hizo un gesto a Shane para que se hiciera a un lado. Ary miró directamente hacia las llamas y estas se alzaron violentamente dentro de la chimenea, luego se asomaron fuera como si quisieran llegar a ella, Ary se quedó sin aliento y dio un paso atrás.
Luka y William se pararon al lado de Ary y veían claramente como las llamas se movían descontroladamente dentro y fuera de la chimenea, era totalmente irreal lo que veían. Shane estaba un par de pasos delante de ella y no dejaba de mirar en sus ojos. Vio el momento exacto en que la sombra apareció entre las llamas. Y tal como ella lo había dicho, le preguntó su nombre y ella contestó, pero la sombra le dijo que ese no era su nombre, esta vez Ary dio su nombre completo, pero la sombra volvió a repetirle que ese no era su nombre y esta vez se oía molesto. Cuando Ary le dijo que no sabía que contestar, la voz chilló de manera horrible y las llamas realmente se lanzaron hacia ella, pero Shane se interpuso y la protegió con su cuerpo. El fuego se apagó por completo en la chimenea, ni siquiera había humo, era como si no hubiera estado encendido jamás, lo único que atestiguaba lo contrario era la camisa quemada de Shane en la espalda, y el olor a pelo quemado del vampiro. William y Luka se acercaron inmediatamente a él y vieron las quemaduras en su espalda. Eran realmente serias. Miraron a Ary y ella estaba de rodillas en el suelo, llorando y sujetando con ambas manos su cabeza.
Ella levantó la mirada repentinamente y vio a Elías a la entrada de la cocina, estaba afirmado de la puerta y en la otra mano llevaba un botellón de licor. Ary se puso de pie inmediatamente y fue hacia él. los vampiros a su alrededor desaparecieron, así como la visión de ella en la oficina de William.
Los vampiros quedaron mudos e inmóviles. No sabían que había pasado, pero no había sido una ilusión, la espalda de Shane era la prueba de ello. Sentaron al vampiro en el sillón que Luka había estado ocupando minutos atrás y le quitaron los trozos de camisa. William fue por una botella al estante al otro lado de la oficina y se lo entregó al herido vampiro. Este olió su contenido y lo bebió hasta la última gota. Era sangre mesclada con un poco de vino. El ardor era mínimo, casi como estar bebiendo un whiskey siendo humano. Le entregó la botella vacía a su líder y tocó su cabello quemado, el olor era realmente desagradable, pero no era nada que las vampiras de su clan no pudieran arreglar.
_ Puedes decirnos que pasó, le preguntó Luka. el vampiro asintió levemente, pero sabía que sería mucho más fácil si ellos lo veían. Levantó la cabeza y les dijo que lo miraran. Una vez que hubieron visto en la mente del vampiro, se alejaron de él y se sentaron en las sillas frente a él. William miró a luka y en ese momento volvió a recordar todo lo que había visto en la mente del muchacho durante las horas pasadas. Sintió ganas de reír también de llorar. Ahora sabía lo que había realmente en la mente del muchacho, y no podía sino estar malditamente feliz y orgulloso de él. había visto cada uno de sus pensamientos, sabía que él jamás había querido mentirle, o reírse de él, sabía que lo quería como si fuera su padre y lo respetaba como tal. William podía decir con total seguridad que Luka era el más leal a él y al clan. Si antes le confiaba su vida, después de ver en su mente le confiaba la vida de todo el clan. Se puso de pie rápidamente y tomó a Luka de un brazo y lo hizo pararse, lo tiró contra su pecho y lo abrazó fuertemente. Lo llamó hijo y lo apretó aún más contra él. Luka correspondió a su abrazo sin miedo o vergüenza, por fin William sabía toda la verdad, sabía que había en su mente y en su corazón. Ya no había ningún secreto entre ellos.
William lo alejó de él, y le dijo que, si volvía a causarse daño a si mismo de nuevo, él le iba a dar una enorme paliza y luego lo iba a encerrar en una celda y lo iba a inmovilizar para que no se siguiera lastimando.
_ ¿Cómo fuiste capaz de hacer todo eso? preguntó Shane, aun no podía creer la cantidad de dolor que se había auto infligido luka durante los meses pasados, si no lo hubieran visto por sí mismos, jamás lo hubieran creído. Él se había quemado la espalda segundos atrás y el dolor era insoportable, no podía imaginar lo que se sentiría apuñalarse a sí mismo con dagas de plata, o dejar que los cazadores lo atravesaran con sus espadas, o peor aún, beber alcohol hasta casi provocarse la muerte. Y todo para ahogar el dolor de no tener a su compañera cerca de él. El aguante de luka ante el dolor era impresionante, dudaba que otro vampiro tuviera esa fortaleza. Sin duda era el vampiro más fuerte del mundo. Shane sonrió, pues si Leland hubiera visto todo lo que había hecho Luka para lastimarse, sin duda lo miraría con nuevos ojos. Le tendría pavor y lo odiaría más que antes, pues el muchacho le haría ver lo insignificante que era. Y como si él milenario vampiro hubiera oído los pensamientos de Shane, irrumpió en la oficina como si fuera el dueño y señor del lugar, y como era de esperarse, Gael estaba detrás de él, probablemente para evitar que hiciera una estupidez.
Apenas el inmortal entró en la oficina frunció el ceño ante la vista de su anfitrión abrazando al vampiro que más odiaba, luego inspiró el aire y se cubrió la nariz, sin duda el olor a pelo y piel quemada estaban ofendiendo su delicada nariz. Gael entró en la oficina y se acercó enseguida a Shane y le preguntó que le había pasado y si necesitaba algo. Empezó a revisar su espalda enseguida, pero se dio cuenta que poco a poco estaba sanando. Tocó con cuidado su cabeza y le dijo que solo se había quemado el pelo, con un corte de cabello todo estaría bien. El vampiro agradeció su preocupación y dejó que lo ayudara a ponerse de pie. Leland seguía en el mismo lugar que antes. sin duda era un bueno para nada al que no le interesaba nadie.
William se alejó de Luka y le dijo que llevara a Shane a su cuarto y viera que Carmina revisara el daño en su pelo. Antes de salir, le dijo que se quedara con Shane hasta que él subiera en unos minutos más para ver cómo estaba. Luka asintió y Salió de la oficina en compañía del vampiro. Sabían que no debían decir nada de lo que había pasado con Ary, ni decirle a nadie que ella estaba viva, ni siquiera a Carmina, ella haría hasta lo imposible por llegar a la muchacha, y aquello solo les traería problemas. Nadie más que ellos tres debían saber que Ary estaba viva.
Una vez que los vampiros cerraron la puerta al dejar la oficina, William se volvió hacia su creador, sabiendo que él esperaba toda su atención cuando estaban en el mismo lugar. Invitó a los vampiros a sentarse y aguardo por lo que tuvieran que decirle, rogaba que anunciaran que se marchaban del lugar, sin duda aquella noticia sería más que bien recibida, sobre todo después de lo que habían descubierto. Si Leland llegaba a saber de la existencia de Ary, enloquecería, llamaría traidores a todo el clan de la ciudad subterránea, y otros clanes harían lo mismo con tal de congraciarse con el inestable inmortal. Ahora más que nunca, la existencia de Aryela Leppala debía ser desconocida para los vampiros de todos los clanes, incluido el de la ciudad subterránea. Sabía cuáles eran las intenciones de Luka, pero el muchacho tendría que entender lo peligroso que era acercarse a Grebanu o a Ary. Leland tenía espías en todos lados, y no sería de extrañar que mandara seguir a cualquier vampiro que saliera de la hacienda. Deimos había ido a Grebanu y aún no llegaba de vuelta, William rogaba que ese inmortal fuera al que Ary atacó el día que ellos estaban en la cacería. El vampiro se había visto realmente herido, si Ary había reaccionado como todo una Leppala esperaba que el inmortal ya estuviera muerto, pues si estaba vivo, volvería a la ciudad subterránea, y les diría a todos que la hija de Markkus aún vivía.
_ ¿Y bien mi amigo, dijo William, que puedo hacer por ti? ¿Estas cómodo en tu cuarto?, ¿tu clan se siente a gusto en este lugar, tienes alguna queja?
_ todo es perfecto, respondió Leland, mientras trataba de respirar lo menos posible. El olor era totalmente desagradable.
_ Me alegro Leland, nos da gusto tenerlos con nosotros, ha pasado mucho tiempo desde tu última visita, ¿piensan visitar otras ciudades, otros clanes, que harán más adelante? preguntó William.
El inmortal le sonrió y le dijo que había estado hablando con los miembros de su clan y todos estaban bastante a gusto en el lugar, el incluido, por lo que había decidido que todo el clan de los antiguos se quedaría durante tiempo indefinido en la hacienda, y esperaba poder participar de las futuras cacería que tuvieran, y si no era mucho el descaro, también quería que Luka entrenara personalmente a los vampiros de su clan, y tal vez si el más fuerte de todos les enseñaba lo que sabía, habría más vampiros con una fuerza tan desmedida como la suya. William le sonrió inmediatamente en respuesta, para no hacerlo sentir mal, o que se diera cuenta de su verdadera opinión al respecto, pero por dentro estaba maldiciendo a su creador, pues su clan y los otros clanes no iban a estar contentos con aquella determinación, sobre todo Luka. Demonios pensó el líder de la ciudad subterránea. Las cosas se estaban complicando cada vez más. Si Leland le llegaba a dar una sola orden a Luka, este iba a enloquecer, y ahora sabía claramente que tanta fuerza tenía el muchacho.
Esto va a terminar mal, pensó William, y por la cara de Gael estaba claro que el también pensaba lo mismo. Porque está haciendo esto, se dijo William mientras miraba a su creador y le sonreía.
_ ¿Y bien, que dices? Preguntó Leland
_ hablaré con Luka, pero no te prometo nada, él tiene cosas que hacer. Cazadores que asesinar, lobos que masacrar, trofeos que presentar ante mí, su líder, y mujeres hermosas con las que pasar su tiempo libre. Que por cierto no son pocas, dijo William, recordando lo sucedido en el bosque con las mujeres de Leland.
Luka se merecía que le dieran una buena paliza. Meterse con las mujeres de Leland en el pasado había sido un gran error.
Como tú y los miembros de tu clan han atestiguado, dijo William mientras cruzaba sus manos sobre el escritorio, él no está todo el tiempo en la hacienda, siempre está poniendo a prueba sus límites y enorgulleciendo a su clan, y a mí especialmente. Leland apretó los labios ante esto y su expresión cambio drásticamente. Sin duda los halagos hacia Luka no le habían caído bien.
_ Ya veo, contestó Leland apenas conteniendo su ira. Espero que tu protegido pueda hacer una excepción en sus obligaciones diarias y pueda enseñarnos alguna de sus habilidades de combate.
_ hablaré con él, contestó William. Que dicen si vamos al gran salón con los demás. Ya he descuidado al resto de mis invitados por demasiado tiempo. Se puso de pie y los otros dos vampiros hicieron lo mismo, Gael estaba en completo silencio, y aquello era extraño, pues él siempre tenía algo que decir.
Apenas llegaron al gran salón todas las miradas se centraron en los tres vampiros. William le hizo una pequeña reverencia a su creador y fue a hablar con otros vampiros mientras avanzaba por el gran salón hacia el segundo piso. Quería ver como estaba Shane, pero también quería ver a Luka. Debían hablar para decidir qué hacer con respecto a Ary, ella estaba más segura en el lugar en el que estaba, siempre y cuando ningún otro vampiro supiera de su existencia. Deimos llegó nuevamente a su pensamiento y apretó los dientes. No saber que había pasado con ese vampiro era un problema. Cuando estaba a punto de entrar al cuarto se dijo que no sería una mala idea que Luka intentara comunicarse con Ary nuevamente y le preguntara que había pasado con el vampiro que había atacado y si sabía su nombre. Al entrar a su cuarto, Alejandro, el hermano de Shane estaba con sus manos en las sienes de luka que estaba recostado en su cama, mientras Carmina cortaba el cabello del inmortal. La asesina mirada que le dedico su esposa nada más verlo, le dijo que ellos no le habían dicho nada de lo que había pasado en la oficina. Le sonrió a su esposa como si no se hubiera dado cuenta de su enojo y se acercó a ella. Le dio un casto beso en la mejilla y fue a ver como estaba Luka. en esos momentos y con la casa llena de inmortales, ese cuarto era el lugar más seguro para tener una conversación privada con alguien, claro que su amada esposa y Alejandro estaban demás en esos momentos y correrlos de buenas a primeras no sería para nada educado o disimulado. Se acercó a Luka y tocó su frente, le preguntó cómo se sentía y después de la respuesta positiva del muchacho, fue al lado de Shane y le hizo la misma pregunta y después de oír su respuesta se fue a sentar a un sitial al otro lado del cuarto, se apoyó en el respaldo y cerró los ojos, necesitaba pensar, había demasiado en juego, demasiado peligro en todos lados, no podía equivocarse en nada de lo que hiciera. Recordó a Constantine, y algo se relajó, pues también tenía en él a un aliado, y era uno fuerte. Sentía la mirada de su esposa y la de los otros tres vampiros en él, abrió los ojos y rogó que su mujer no se enojara, esperaba lo mismo de Alejandro, aclaró su garganta y les dijo a los dos vampiros que necesitaba que salieran de la habitación inmediatamente, a Alejandro le dijo que debía quedarse fuera de la puerta haciendo guardia y a Carmina le dijo que fuera al primer piso y deambulara por el lugar hasta ver a Constantine y le dijera disimuladamente que subiera a su cuarto enseguida. Los dos vampiros detuvieron su quehacer, y se miraron entre ellos y luego a los otros vampiros. Alejandro dejó lo que estaba haciendo enseguida y se encamino hacia la puerta, Carmina lo hizo instantes después, pero no le dijo nada a William, solo asintió con la cabeza y salió. El vampiro suspiró y rogó que su mujer no se enojara con él.
Una vez que quedó solo con los dos vampiros, les dijo que debían hablar, y aquel momento era uno de los pocos que tendrían para hacerlo. Se puso de pie y le hizo un gesto a Luka y a Shane para que se acercaran, cuando estuvieron frente a frente los tres, le dijo a luka que debía contactarse con Ary para saber qué había pasado con el vampiro que había atacado y si sabía su identidad. Si era Deimos, y había muerto, tanto ella como ellos estaban a salvo, pero si el vampiro estaba vivo estaban en serios problemas. Él llegaría de vuelta a la ciudad subterránea y les contaría a todos que Aryela Leppala había estado a punto de asesinarlo. Luka asintió y se alejó unos pasos de los dos vampiros. Se sentó al borde de la cama y cerró los ojos, dijo el nombre de Ary en voz baja y concentró sus pensamientos en ella. Repitió su nombre un par de veces más, y ella apareció frente a él. Se veía bellísima, su vestido era sencillo, pero era evidente que estaba arreglada para una ocasión especial, Ary sonrió al ver a Luka y se acercó a él, ni siquiera les prestó atención a los otros dos vampiros.
_ ¿Qué es esto? se oyó decir cerca de Ary, ella miró más allá de Luka y jadeo, miró a Luka y este se puso de pie enseguida.
Ary dio un paso atrás y en ese instante Deimos llegó a su lado, rodeo su cintura con un brazo y la acercó bruscamente a él. Luka Gruño, William y Shane también, Deimos les sonrió burlescamente y apegó aún más a Ary a él y le dio un beso demasiado cerca de la boca. Ary abrió desmesuradamente los ojos al igual que los otros vampiros, miró a Luka y en su rostro no había más que furia. Deimos fue por otro beso, pero esta vez en la boca de Ary, lo que consiguió fue una bofetada y un rodillazo en la entrepierna, y este fue más brutal que los anteriores, al caer de rodillas frente a ella, Ary lo tomó del cabello y le estrello el rostro contra su rodilla, acto seguido le dio un puñetazo y lo empujó hacia atrás, se agachó un poco hacia él y le grito: "cuantas veces tendré que golpearte para que entiendas que pertenezco a alguien más". Se puso de pie después de decir esto y arregló su ropa, se volvió hacia otro lado para salir del cuarto y se topó con la atónita mirada de los tres vampiros que estaban en el cuarto de William. Ary enrojeció de vergüenza y miró hacia otro lado, Luka dijo su nombre y ella lo miró, la cara del vampiro estaba igual de roja, pero no de vergüenza, sino de indignación.
_ ¿Qué más a hecho, o intentado hacer? Preguntó Luka entre dientes. Ary frunció el ceño y miró de un vampiro a otro.
_ ¿Qué más podría intentar hacer? Preguntó ella y se quedó mirando a Luka. este apretó los labios y sintió hervir de rabia su sangre. Adoraba a Ary, pero no podía creer que siguiera siendo tan despistada. Alguien tenía que haberle hablado acerca de lo que sucedía entre los hombres y las mujeres, sin duda Carmina o Vicky tenían que haberle hablado de esos temas.
_ No dejes que haga nada más... ¿está bien? Dijo luka casi con miedo. Ese vampiro se podía intentar aprovechar de ella en cualquier momento y él no estaría a su lado para impedirlo. Miró a William y este no tenía mejor cara. Sus planes de mantener a Ary en secreto se estaban yendo a la mierda y de la peor manera posible, pues no era nada más ni nada menos que uno de los hombres de Leland el que había dado con su paradero.
_ Ary, la llamó William, ¿porque ese vampiro está ahí contigo? preguntó.
_ Es complicado, respondió ella.
_ Simplifícalo, dijo Luka, sin hacer el menor intento por ocultar su rabia.
Ary dio un paso hacia él al ver su enojada mirada, pero luka miró hacia otro lado para no toparse con sus ojos, no podía evitar lo que sentía en esos momentos, estaba furioso, no podía ni siquiera pensar con claridad. Tenía grabada en la mente la imagen del vampiro acercando a Ary a su lado y luego tratando de besarla.
_ Luka, lo llamó Ary. El vampiro miró de un lado a otro un par de veces, luego la miró a ella. Ary dio un paso más hacia él, pero Deimos le dijo que se detuviera. Ary miró al vampiro parado a un par de metro de ella y le dijo que se largara de su casa y del pueblo. el vampiro rio sin ganas y le dijo que no podía hacerlo y ella lo sabía.
_ De qué habla, preguntó Luka esta vez.
Ary cerró los ojos y rogó que Deimos se fuera de allí antes de empeorar más las cosas.
_ Se lo dices tú o se lo digo yo, dijo Deimos y se paró al lado de ella, pero pendiente a cada uno de sus movimientos, su nariz sangraba descaradamente, pero no se iba a ir e iba a desperdiciar la oportunidad para decirle al vampiro lo que estaba pasando.
_ ¿Decirme que?, gruño Luka.
Ary tragó duro y sus ojos se llenaron de lágrimas, sabía que Luka iba a enloquecer cuando se enterara de lo que había pasado en la casa de Eugenio. Miró a los vampiros cerca de Luka, luego lo miró a él y finalmente miró a Deimos. Cuando el vampiro fue a hablar, Ary lo detuvo y le dijo que lo él y Luka tenían que hablar no podía ser de otra manera que no fuera cara a cara, por lo tanto, lo correcto sería que Deimos fuera a la ciudad subterránea y allí hablaran los dos, y si Shane podía estar presente sería mucho mejor. Dio un firme paso hacia Luka y le dijo que nada de lo que había pasado era su culpa, ella solo estaba lidiando con las consecuencias de lo que había sucedido aquel día y estaba tratando de que las cosas funcionaran. Miró a todos los vampiros a su alrededor y les dijo que no quería un desfile de vampiros por su casa, sus alrededores o por Grebanu. Mucho menos, que alguno de esos vampiros se creyera con el derecho a decidir por ella que era lo mejor para su vida o su futuro. Se volvió hacia Deimos y le dijo que, si quería volver alguna vez a Grebanu y a acercarse a su casa o a ella, iba a ir a la ciudad subterránea después del matrimonio de Joshua y hablaría con Luka, y también permitiría que Shane entrara en su mente y viera todo lo que había pasado. No quería malos entendidos o que el mintiera y la perjudicada fuera ella y los niños. Deimos gruñó ante sus osadas palabras, pero antes de que ella dijera algo, Ary le dijo que fuera a lavarse y a conseguir ropa nueva, no quería llegar tarde a la boda y todavía tenía que arreglar a los niños. Se volvió hacia Luka y le dijo que lo quería como a nadie más, pero ni aun así le permitiría que la volviera a mirar de esa manera, le dijo que prefería no verlo nunca más y sufrir por ello el resto de su vida, antes de ver en sus ojos ese odio con que la miraba. Se dio la media vuelta y salió del cuarto. La conexión se rompió inmediatamente. Luka gruño furioso y trató de salir del cuarto enseguida para ir a Grebanu a asesinar a Deimos y a pedirle explicaciones a Ary, pero William y Shane lo sujetaron. Le recordaron lo que Ary le hizo al vampiro y como ella lo trataba, sin duda ella llevaba el mando en lo que fuera que estaba pasando entre ellos. Luka se enfureció aún más ante esto, pero William se valió del respeto que el muchacho sentía por él y se negó a soltarlo hasta que finalmente lo hizo desistir de dejar la hacienda. Si Ary tenía poder sobre el vampiro, este iba a llegar a la ciudad subterránea y cuando lo hiciera sabrían que era lo que estaba pasando. Entonces verían cómo proceder. Luka se alejó de los vampiros y se volvió contra la muralla. Llamó a Ary en su mente varias veces hasta que volvió a verla, ella se estaba mirando en un espejo mientras secaba las lágrimas de sus ojos, a verlo sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente, luka le pidió perdón por haberla hecho sentir mal y le dijo que no estaba enojado con ella, sino con vampiro. le deseo que pasara una buena velada y le dijo que la quería. La imagen de Ary despareció de su mente y él pudo respirar tranquilo. Abrió los ojos y suspiro de alivio. se volvió hacia los vampiros y les dijo que todo estaba bien.
Se veía el alivio en su rostro después de haber hablado con Ary. William sabía que no había manera de hacer que el vampiro se olvidara de ella o desistiera de ir a Grebanu. Solo debían aguardar que Deimos llegara en los siguientes días, y les explicara lo que estaba pasando. El gran problema, era no saber si el vampiro llegaría corriendo a contarle a su líder sobre Aryela Leppala, o si primero tendría el valor de hablar con Luka. Esto va a terminar mal, se dijo nuevamente William y cerró los ojos. No había manera de evitar que Luka intentara asesinar al vampiro apenas lo viera. La única manera de evitar aquello, era hablar con Deimos sin que Luka lo supiera, y dependiendo de lo que el vampiro dijera, vería si era seguro que se acercara a Luka para hablar de Ary. Miró a Luka, después Shane y suspiró. Iba a necesitar más gente para frenar a Luka de asesinar a Deimos. Tenía que meter a más vampiros en el asunto y aquello no le gustaba para nada.
_ Adelante, dijo en voz alta, al oír el golpe en la puerta.
Constantino entró y supo inmediatamente que William estaba al tanto de la existencia de la pequeña cazadora.
_ Tenemos que hablar, le dijo William. El inmortal asintió y se acercó a ellos.
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