Parte 17
_ Su marido las está esperando en la casa, dijo Ángelo, pero las vampiras no se detuvieron y siguieron avanzando hacia ellos. André se paró delante de Luka y avanzó al encuentro de las mujeres, lo mismo hizo Ángelo. De esta manera evitaron que las vampiras se acercaran a su hermano menor. Luka permanecía varios pasos detrás de ellos y en completo silencio. Miró lo que hacían sus hermanos y agradeció tenerlos allí en ese momento. El dolor en todo su cuerpo era tan intenso que casi no podía mantenerse en pie, quería quitarse la ropa y meterse al agua para calmar un poco el malestar que sentía, pero no lo haría con esas mujeres a solo pasos de él, no quería darles la impresión de que les estaba haciendo una invitación. Cuando vio a sus hermanos avanzar unos cuantos pasos más en dirección a las inmortales, suspiro de alivio, pues ellos estaban evitando que ellas se le acercaran. No quería a esas vampiras ni a ninguna mujer cerca de él, o interesada en él. Solo podía pensar en Ary, en cómo mantenerla a salvo de cualquier daño y que fuera feliz. Cuando ella estaba bien, él lo sabía, lo sentía y aquello lo mantenía en calma y en paz con todo lo que lo rodeaba. Y cuando era todo lo contrario también lo sentía, y sabía que había pasado algo realmente malo dos semanas atrás, pues entonces habían empezado sus pesadillas.
Una carcajada de mujer lo saco de sus pensamientos e hizo un gran esfuerzo por poner atención a lo que estaban hablando sus hermanos y las mujeres, pero por más que trató, no pudo entender nada, el dolor era tan intenso que ya casi no podía mantenerse en pie. Rogaba por unas cuantas horas de soledad para bañarse y recuperarse lo suficiente para salir a cazar. Después vería que hacer, ya no podía posponer más aquella difícil decisión.
***
André y Ángelo se pararon delante de Luka para frenar el avance de las mujeres, y no les importó si a Luka o a ellas les molestaba la intromisión. A simple vista se notaba que su hermano necesitaba estar tranquilo y en un lugar seguro para sanar, pero con esas mujeres rondando, sabían que aquello no sucedería.
Al ver el avance de los hermanos mayores de Luka, las mujeres se detuvieron y les fruncieron el ceño, buscaron a Luka con la mirada y sus hermanos miraron por sobre sus hombros, casi esperando que él hiciera o dijera algo, pero su silencio y la manera en la que se estremecía, dejó en claro lo lastimado que estaba. Al encontrarse sus miradas, los hombres vieron el agradecimiento en sus ojos por haber detenido a las mujeres, luego lo vieron mirar hacia la laguna y suspirar, supieron de inmediato que quería ir hacia allá. Todos los vampiros de la ciudad subterránea sabían que él se bañaba todas las noches en la laguna y que mantenía una muda de ropa escondida en un tronco hueco. Y a solo unos cuantos pasos de allí, estaba el árbol en el que se acomodaba todas las noches para dormir. En su mirada se veía que no quería nada más que ir a aquel sitio y quedarse allí hasta el día siguiente, tal como lo había estado haciendo desde que Ary muriera.
Luka se volvió en dirección a la laguna, pero no fue capaz de dar si quiera un paso, se tambaleo un par de veces luego cayó de rodillas al suelo, gimió de dolor y se abrazó a si mismo mientras apoyaba la cabeza en la maleza. En lo único que era capaz de pensar en esos momentos, era en el insoportable ardor que sentía en su boca, garganta y sobre todo en su estómago. Sentía que se estaba quemando por dentro. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y fue incapaz de contenerlas, jamás había estado tan herido, tan débil, tan desprotegido ante otros inmortales. Escuchó un ahogado grito de dolor, y por un segundo pensó que Ary estaba soñando nuevamente, pero algo cayó pesadamente a su lado, y el desagradable olor a orina y a taberna llenó sus fosas nasales. hizo un esfuerzo para ver quién era, y vio la aterrorizada mirada de un hombre de unos cincuenta años, no tenía idea de quien era. Levantó la cabeza y vio a constantine parado a un paso del humano.
_ Aliméntate, le dijo el vampiro. Un instante después se inclinó sobre el hombre y le rasgo la garganta, el olor de la sangre lleno el lugar y Luka reaccionó inmediatamente. Se lanzó al cuello del humano y se bebió su sangre en segundos. El alivio fue inmediato. Sus heridas empezaron a sanar apenas la sangre empezó a recorrer su cuerpo, para cuando el humano se quedó sin sangre Luka ya estaba curado del todo, esa rápida recuperación era otra habilidad por la que también era bastante envidiado. A todos les llevaba varias horas recuperarse de heridas tan graves, pero él solo necesitaba beber sangre y su curación era instantánea.
Apenas terminó de beber la sangre del hombre, se puso de pie y se deshizo de los restos de camisa que aun colgaban de su cuerpo, miró a los vampiros a su alrededor y se encontró con la mirada curiosa de las tres vampiras. Decidió que no había un mejor momento que ese para cortar con ellas definitivamente. Esperaba que la presencia de sus hermanos y constantine, las frenara de hacer algo estúpido.
No tenía una relación con ellas, mucho menos exclusividad, pero ellas se habían acostumbrado a juguetear con él cada vez que se escapaban del paranoico de su marido. Llevaban décadas viéndole la cara a Leland y al resto de su clan. Ninguno de los antiguos sabía lo que había entre ellos cuatro. Su clan tampoco, William hubiera enloquecido si se hubiera enterado de sus andanzas, y el resto de su clan no se lo hubiera tomado mejor, nadie quería provocar a Leland, todos le tenían pavor. Excepto él y las tres vampiras que estaban frente a él mirándolo como si fuera el último trago de sangre sobre la tierra.
Sintió vergüenza de sí mismo al ver a esas mujeres, y al pensar en Ary se sintió peor, había sido un canalla durante décadas y jamás se había molestado en negarlo. Se estremeció de solo pensar que ella se enterara de su vergonzoso pasado, miró hacia la laguna nuevamente, luego miró a las vampiras y se dijo que no era el momento o el lugar para sus remordimientos, pero sí era el momento perfecto para deshacerse de esas mujeres de manera definitiva.
_ Roma, Ishtar, Alejandría, les doy la bienvenida a nuestro clan, esperamos que se sientan cómodas mientras permanecen aquí, les dijo Luka, tratando que su voz sonara indiferente. Su marido ha de estar ansioso por su llegada, no deberían hacerlo esperar, agregó y les hizo un gesto con la mano para que fueran hacia la casa.
_ El resto de su clan también se encuentra en la casa, deberían ir con ellos, les dijo constantine, nosotros tenemos asuntos que tratar y son privados, agregó el vampiro, y al igual que Luka, les extendió la mano en dirección a la casa.
Las mujeres se miraron sorprendidas, pues nadie había tratado de deshacerse de ellas tan abiertamente. Miraron a Luka para ver si intervendría, pero por su expresión, o la falta de ella, quedó claro que no diría nada para que ellas se quedaran a su lado. Ishtar hizo un gesto de disgusto hacia luka, luego centro su mirada en el líder de los griegos, lo miró seductoramente y le sonrió, pero el vampiro ni siquiera se inmuto ante su pobre intento por llamar su atención. Aquello ofendió aún más a la vampira, y las otras dos también. Eran las esposas de Leland, debía ser un orgullo para cualquiera que una de ellas pusiera sus ojos en ellos con interés, pero al pasar de los segundos, quedó claro que el líder de los griegos no sucumbiría a sus galanteos, Roma y Alejandría también se acercaron a él, pero la asesina mirada del vampiro las detuvo de ponerles las manos encima. Alejandría levantó el rostro altivamente y hablo a las dos vampiras para que la siguieran. Pasaron por el lado de los vampiros, sumamente ofendidas, nadie las había despreciado jamás de esa manera. Y al ver que ninguno de los hombres ofrecía acompañarlas se enfurecieron aún más por su falta de modales. Roma llamó a Luka para que las escoltara a la casa, pero Ángelo contestó antes que él y se ofreció a llevarlas con su marido y el resto de su clan. Antes de que las mujeres dijeran algo, paso delante de ellas y se encamino hacia la casa. A las vampiras no les quedó más que seguirlo, sobre todo al ver que Luka caminaba en la dirección contraria, y los otros dos vampiros lo seguían de cerca.
El camino a la casa fue rápido y la conversación variada, pero ninguno de los vampiros pregunto algo que pudiera ser comprometedor para su clan, y cada vez que la conversación parecía ir en dirección a Luka, Ángelo cambiaba de tema y llevaba la conversación en otra dirección. Lo que sucedía con Luka, era un misterio para todos, pero estaba claro que las cosas no podían seguir así, menos con Leland de vuelta en el mundo. Una vez que llegó a la casa con las mujeres las llevó hasta su marido y luego le dio una rápida mirada a William y salió en dirección al bosque en busca de sus hermanos. La cara de William lo decía todo, estaba enojado, preocupado y probablemente con serias ganas de estrangular a Luka por el espectáculo que había dado. Cuando llegó al lago, se encontró a su hermano nadando tranquilamente en la laguna mientras André y Constantine estaban sentados sobre unas rocas conversando sobre la próxima cacería de cazadores. Nadie había visto jamás en acción a Leland o a su clan, al líder de los griegos le parecía una muy buena idea sumarlos a la cacería y ver qué tan buenos peleadores eran los vampiros más antiguos en el mundo. André estuvo totalmente de acuerdo con aquello, al igual que Luka que nadaba aparentando indiferencia, pero sus sentidos estaban puestos en Ary. Estaba tranquila y eso era bueno, pues él necesitaba mantener la cabeza fría con Leland allí. Seguramente otros clanes iban a llegar en las próximas horas al saber que los antiguos estaban de visita, no podía dejar que lo vieran comportándose como un lunático fuera de control. Debía mantenerse centrado en proteger a su clan, su familia y a sus amigos. Para él, Leland no era más que una alimaña solapada y rastrera, con una habilidad que no se merecía. Sin su poder de controlar las mentes, no era más que un inmortal bueno para nada con ínfulas de realeza y delicados modales.
_ Creo que ya has nadado lo suficiente, dijo Ángelo después de unos minutos.
Luka se detuvo a medio braceo y asintió de mala gana con la cabeza, sabía que debía salir del agua, que debía dar explicaciones, que algo tenía que decirles a sus hermanos y a constantine, pero no sabía cómo justificar lo que había hecho. Se había herido gravemente y de manera intencional, no era la primera vez, pero si frente a otros. Si supieran todo lo que he hecho pensó Luka. Beberse dos botellas de licor era la nada misma al lado de las otras cosas que había hecho para causarse daño.
Se vistió rápidamente una vez que se secó y miró a los vampiros que lo esperaban a unos metros de espaldas a él para darle privacidad. Miró a su derecha y vio el árbol en el que todas las noches se arrimaba a dormir, esperaba con ansias la noche para poder ver a Ary, a pesar de saber que probablemente sería testigo de sus pesadillas. No podía dejar de pensar en ella y en lo mucho que la extrañaba, no pensaba en ella como una mujer, pues no era más que una muchacha, pero en unos años más ella tendría edad suficiente para querer a un hombre en su vida y él estaba decidido a ser ese hombre, y ser el padre de los niños que ella estaba criando como suyos. Levantó la cabeza hacia el cielo y miró las estrellas durante unos segundos, cerró los ojos y rogó que los vampiros visitantes se fueran pronto. Sabía que aquella noche no podría ir a su árbol y acomodarse allí hasta quedarse dormido. Y probablemente no lo podría hacer mientras Leland y su gente estuvieran en la hacienda. Se pasó las manos por la cabeza un par de veces y suspiro de frustración. Se tragó sus emociones y miró con disgusto a su hermano y al griego, no entendía porque no podían dejarlo en paz, había visto a otros pasar por malos momentos y nadie los había acosado como hacían con él. cruzo por su mente largarse de allí, pero finalmente decidió ir hacia su hermano, sabía que estaba preocupado por él a igual que todo el clan. Camino en dirección a los hombres y cuando llegó frente a ellos les dijo que debían irse a la casa, William debía estarse preguntando donde estaban. Se dio la vuelta para marcharse, pero Constantine le agarró el brazo para detenerlo.
El vampiro no estaba dispuesto a dejarlo marcharse tan fácilmente, llevaba semanas queriendo hablar a solas con él, pero siempre pasaba algo que se lo impedía. Cuando tuvo la atención de Luka, se paró frente a él y sin rodeos, le dijo que él había hecho estupideces como esas en el pasado y la razón había sido el abandono de su compañera. Había necesitado reemplazar el lacerante dolor de su ausencia, y lo único que había encontrado para comparar ese dolor y superarlo había sido el dolor físico, y no cualquier dolor autoinfligido, sino uno extremo, tal como el que habían visto al interior de la casa.
_ Luka no tiene compañera, dijeron André y Ángelo al mismo tiempo.
_ ¿Compartieron sangre él y Aryela Leppala? Preguntó Constantine.
Los tres vampiros se miraron entre ellos y miraron a Luka, pero este estaba en silencio mirando hacia el suelo.
_ ¿Luka?, llamó Constantine con voz de mando, sabía que aquello haría reaccionar a Luka, no soportaba que lo gritonearan o mandonearan.
Luka levanto el rostro y se encontró con la mirada de Constantine, pero no contestó a su pregunta, ni reaccionó como se esperaría de él. Luka solo lo miró durante unos segundos y después se dio media vuelta para irse a la casa. André lo llamó un par de veces, pero su hermano no se detuvo ni contesto de ninguna manera a su llamado. Ángelo dio un paso en su dirección, pero Constantine lo detuvo, y le dijo que no era necesario que respondiera a su pregunta, ya sabía la respuesta, pero no sería definitivo hasta que Luka lo confirmara. Les aconsejó hablar con Luka y hacer que se sincerara con ellos y si Ary estaba viva, debían decírselo a William inmediatamente, sobre todo ahora que Leland estaba entre ellos. Leland odiaba a las videntes, y si llegaba a toparse con Aryela Leppala, la iba a asesinar, y aquello desataría la ira de Luka, y no tenía que decir que vendría después, ya que era bastante claro que él buscaría venganza por la muerte de su compañera, mortal o inmortal, vidente, Leppala o cazadora, Ary era la compañera de Luka, y si estaba viva él no podría estar lejos de ella por mucho tiempo más. Ella volvería a sus vidas en cualquier momento y el clan debía estar preparado para su regreso y las consecuencias que aquello traería.
Los dos vampiros palidecieron ante las palabras de Constantine, pues si Ary estaba viva Luka estaba viviendo un infierno, y estaría en serios problemas con William y el resto de los miembros del clan. Seguramente Ary tampoco la estaba pasando bien. La necesidad de estar cerca también debía estarle afectando a ella. No tuvieron que pedirle a constantine que no dijera nada hasta hablar con Luka. El vampiro les dijo que guardaría silencio, pero no debían extrañarse si otros también empezaban a hacer comentarios, sobre todo si eran griegos, su clan había sido testigo de su deplorable condición después de que su compañera lo dejara, y era solo cuestión de tiempo para que empezaran a atar cabos al ver el comportamiento de Luka.
_ Debemos sacar a Luka de la casa, dijo Ángelo.
_ No puedes, lo interrumpió Constantine. No ahora que tu líder debe mostrar lo mejor de su clan ante los recién llegados y los que llegarán. Todo el clan de la ciudad subterránea debe estar al lado de William. Leland debe ver unidad y lealtad, los demás también, dijo constantine, y se acercó un poco más a los vampiros por si alguien estaba rondando cerca de allí.
_ Los ocho clanes que estamos aquí somos leales a William, pero los antiguos no lo saben. Ellos aún creen que son quienes nos guían y gobiernan a todos. Cuando se den cuenta de lo contrario, créeme, que querrás a tu hermano menor a tu lado para disuadir a unos cuantos. Será mejor que volvamos a la casa, este no es lugar apropiado para mantener esta conversación.
Los dos vampiros asintieron y fueron hacia la casa enseguida. Aún no podían creer que Ary pudiera estar con vida, pero aquello justificaba el desconcertante comportamiento de su hermano. André maldijo en voz baja, pues William se iba a enfurecer si ella estaba viva. Donde está Ary se preguntó Ángelo, porque Luka no nos dijo nada se preguntó el vampiro. Miró a su hermano y se veía lo tenso que estaba, seguramente se hacia las mismas preguntas que él. lo sabrá Carmina, pensó. Lo sabrá alguien más, acaso habrá sido realmente Ary la mujer que hizo huir a Leland y a los demás de Grebanu. Ángelo maldijo nuevamente y esta vez en voz alta y clara, luka no había estado presente cuando Leland les contó lo sucedido, no tenía idea de lo que había traído a Leland hasta ellos.
_ Apurémonos, dijo André. No podemos perder de vista a Luka y debemos advertirle sobre lo sucedido en Grebanu.
*****
Luka entró a la casa y decenas de miradas se volvieron hacia él enseguida, ignoró a los curiosos y buscó a William pues debía hablar con él enseguida, sabía que si constantine se había dado cuenta de lo que le estaba pasando, otros también lo harían. Divisó a William de espaldas a él mientras hablaba con Leland, Hiro, Hassan, y otros líderes de clanes y supo que no era el momento, pero debía hablar con él. Ya no podía seguir ocultándole que Ary estaba viva. y que su unión era muy fuerte.
_ ¿Cómo lo soportaste? Pregunto una voz a su espalda.
_ ¿Cómo puedes estar ya recuperado? Preguntó otro vampiro.
Luka se dio la vuelta y encontró a Gael y los gemelos Fobos y Deimos mirándolo con evidente admiración. En otro momento se hubiera complacido con su reacción, pero en ese preciso instante, lo único que quería era arrastrar a William lejos de todos ellos y sincerarse con él. sabía que iba a estar furioso cuando lo supiera, le iba a gritar, lo iba a insultar, amenazar y seguramente iba a terminar de cabeza en una muralla, pero no le importaba pasar por todo aquello. Estaba dispuesto a dejar que su líder le diera una enorme paliza si con ello le permitía dejar el clan para llevarse a Ary muy lejos de todos. Sabía que era poco probable que William lo dejara irse, pero no iba a renunciar a Ary, estaba dispuesto a todo con tal de estar cerca de ella y que estuviera a salvo.
_ ¿Cuanto tiempo ha pasado? Les preguntó Luka mientras acortaba la distancia y saludaba a los tres vampiros.
Estos lo saludaron alegremente y no lo dejaron en paz por el resto de la noche, otros vampiros también se acercaron a hablar con él y la pregunta era siempre la misma, ¿cómo lo soportaste?, ¿porque lo hiciste?, ¿cuantas veces lo has hecho?, ¿siempre has podido sanar tan rápido?, ¿Qué tan herido estabas realmente? Él se encogía de hombros y les decía que le gustaba poner a prueba sus límites, que quería ver que tanto soportaba, y apuntando a los vasos que seguían sobre la mesa, les dijo a los que estaban a su alrededor, que estaba esperando que alguien tuviera el coraje suficiente para al menos, beber medio vaso de licor antes de revolcarse de dolor. Varios miraron los vasos, pero ninguno hizo el intento, ni fanfarroneo con intentarlo. No había un solo vampiro que después de ser convertido no hubiera probado los alimentos humanos o bebido algún líquido para ver si podían vivir también de ellos. Todos habían experimentado el terrible dolor al sentir los alimentos en su interior, y muy pocos lo habían intentado por segunda vez. Nadie estaba dispuesto a repetir la dolorosa experiencia. Pero él lo había hecho ver tan fácil al poner la botella en su boca y beber, que varios se tuvieron que acercar a los vasos y olerlos, tragar agua era tan malo como cualquier alimento, pero el licor, era peor que todo lo demás.
Antes del amanecer, la gran casa de William estaba llena de vampiros, había al menos doscientos inmortales yendo de un lado a otro, sin duda se había esparcido rápidamente la noticia de la aparición de Leland y su clan. Tristán, Shane, dante, Luka y André, no se habían alejado más de un metro de William en toda la noche. Todos desconfiaban de Leland, sobre todo Luka. El resto de los vampiros del clan de William también se habían mantenido cerca de los miembros de su clan.
Cuando la casa estuvo llena a más no poder, William subió al segundo piso y se paró en el balcón que daba al gran living. Llamó la atención de todos y una vez que todas las miradas estuvieron en él, oficialmente dio la bienvenida a Leland y su clan y al resto de los clanes que no los visitaban desde hace varios siglos. Extendió a todos los inmortales la invitación para permanecer cuanto desearan en la hacienda, y los invitó a participar de la próxima casería en la ciudad subterránea, les dijo que las victimas de esa casería serían los cazadores de una fortaleza al otro lado del país, todo estaba listo para salir en busca de los humanos, pero felices retrasarían un par de días la partida si con ello más vampiros se unían a los que saldrían a cazar. Decenas de voces se alzaron en incredulidad, pues no era normal que los vampiros salieran a dar caza a los que los perseguían para asesinarlos, mucho menos que planearan asaltar una fortaleza llena de cazadores y lobos. Varias miradas buscaron a Leland para escuchar lo que tenía que decir, pero el vampiro estaba tan sorprendido como los demás con las palabras de William, y el resto de los antiguos estaban igual de mudos que su líder.
_ Todo aquel que quiera salir a darle una paliza a los cazadores y sus perros es bienvenido a unirse a los que iremos en busca de nuestra próxima comida, dijo Luka, evitando mirar a Leland o a sus mujeres. Pero centro su mirada en Gael y los dos vampiros que lo seguían como si fueran su sombra.
_ Aquí tienes un voluntario, dijo Gael y los gemelos se unieron a él instantes después. Poco a poco los miembros del clan de los antiguos se fueron sumando, hasta que finalmente lo hizo Leland, y no de muy buena gana, fue evidente para todos que lo había hecho para no ser menos que los demás integrantes de su clan.
De las decenas de mujeres que había en aquel lugar, solo Carmina y Vicky se sumaron a los que irían de casería. El resto de las mujeres las miraban como si estuvieran locas, pero a ellas poco les importaba lo que pensaran, no eran delicadas flores, mucho menos mujeres débiles. Y su clan lo sabía y las apoyaba, pero no las dejaban sin protección mientras se enfrentaban a sus enemigos. Valy probablemente se hubiera unido al grupo de caza, pero su hermano y su esposo jamás le permitían ponerse en peligro.
Para el amanecer había más de cien vampiros listos para salir de casería en cuanto lo dijera William. Leland y otros líderes se veían tensos, pero William y los líderes de clanes que estaban con él, estaban confiados con el resultado de su próxima misión. Luka había intentado hablar con William varias veces, pero él siempre estaba rodeado de vampiros, o alguno de ellos requería de su presencia en alguna conversación. Luka sentía la mirada de sus hermanos sobre él y aquello lo tenía de los nervios, en cuanto a Constantine, le había hecho el quite cada vez que estaba cerca de él. no quería responder a la pregunta que le había hecho el líder de los griegos, pues sabía que no podría mentirle, era un líder de clan, y uno muy importante para William. Constantine le había ayudado a unir a los clanes que residían casi de manera permanente en la ciudad subterránea desde hace un par de meses. Poco a poco el viejo griego se había convertido en uno de los mejores aliados de William. Luka también sabía que era del agrado del vampiro, sobre todo después de que le ayudara a pelear contra los vampiros que atacaron su clan mientras estaba de visita en la capital griega. Le había salvado dos veces el cuello al griego aquel día, y había salvado a muchos otros de ser masacrados por los vampiros que los habían atacado. Una vez que había terminado la pelea, Luka había arrastrado a los sobrevivientes frente a Constantine y al resto de su clan y los había interrogado uno por uno frente al vampiro. Cuando el primer vampiro se negó a hablar, luka ni siquiera dudo en arrancarle la cabeza, y lo mismo fue haciendo con los demás vampiros que estaban de rodillas mirando con incredulidad lo que estaba haciendo Luka. Ni siquiera los griegos creían lo que veían, era escalofriante la habilidad con la que el joven vampiro arrancaba las cabezas y las lanzaba a los pies de constantine y luego seguía hacia el siguiente prisionero. Antes de que terminara de asesinarlos a todos, uno de los vampiros hablo y lo que les dijo, no tuvo sentido alguno en ese momento, hasta que otro de los prisioneros dijo que debían asesinar a todos los vampiros que estuvieran cerca de cumplir un milenio. Constantine tenía casi setecientos años en aquel entonces, y era uno de los más antiguos después de los vampiros del clan de Leland. Sin temor alguno a sus palabras o las consecuencias, Luka le pregunto al vampiro si Leland los había enviado a atacar a constantine, el vampiro de rodillas frente a él no pudo responder claramente la pregunta pues lo último que recordaba era que debía asesinar a constantine, pero no sabía de donde había salido esa idea. Constantine se había enfurecido ante aquellas palabras y había asentido en dirección a Luka y este asesino sin más demora al vampiro que había hablado y a todos los demás. No dejaron rastro de aquellos vampiros y se encargaron de esparcir la voz por el resto de los clanes para que los vampiros más antiguos tuvieran cuidado, pues al parecer alguien estaba asesinándolos. Luka no tuvo problemas en advertirles que se alejaran de Leland y el resto su clan si querían seguir existiendo. Y a Constantine le dijo que William estaría más que feliz y dispuesto a recibirlos en la ciudad subterránea, y ayudarlo a entrenar a su gente para que pudieran defenderse apropiadamente en el futuro. Constantine miro con molestia a Luka al oír sus palabras, pero no podía negar que tenía razón, en su clan no había buenos peleadores, y si no hubiera sido por él, habría habido varios muertos, él incluido. Semanas después, Constantine y varios de los suyos habían llegado a la hacienda de William y tal como les había dicho Luka, su clan estuvo feliz de recibirlos y entrenarlos. Y lo mismo paso con otros clanes que fueron atacados sin razón alguna por otros vampiros. Con el tiempo se dieron cuenta que centenares de vampiros de casi un milenio habían desaparecido sin dejar rastro alguno.
***
Luka miró la veintena de líderes de clanes reunidos en el patio de adoquines fuera de la gran casa y suspiró, miró a su alrededor al centenar de vampiros listos para recibir sus órdenes antes de salir de casería, y se sentía ahogado, la noche anterior había sido la primera que había pasado entre los vampiros desde que Ary desapareciera de sus vidas. No podía negar que le había gustado estar entre su gente, pero el no poder estar tranquilo para concentrarse en ella lo tenía intranquilo. Quería saber cómo había estado su día, como había dormido. Miró nuevamente a su alrededor y se topó con la mirada de uno de sus hermanos, miró en otra dirección y se topó con otro de sus hermanos mirándolo fijamente. Negó levemente con la cabeza y miró hacia otro lado, solo para encontrarse con la mirada de Constantine. Aquello estuvo a punto de colmar su paciencia. Movió su cabeza de un lado a otro mientras trataba de mantener la calma, pero estaba en el límite. Le encantaban las caserías, mostrarle a los demás lo fuerte que era él y su clan, pero en esos momentos quería salir corriendo de allí. Centró su mirada en William y al cabo de un par de minutos, su líder pareció sentir la mirada de Luka sobre él porque se dio la vuelta y lo buscó con la mirada. Al encontrarse con sus ojos lo miró durante un segundo y volvió a su conversación con los demás líderes. Luka se tragó un gruñido y cerró los ojos para calmarse. Vio a Ary en su mente al instante de haber cerrado los ojos. Ella estaba de pie en medio del patio, cerca del pozo, y estaba con una espada en su mano a punto de empezar su entrenamiento diario. Vio a Elías sujetando una espada frente a Ary y sonrió al ver la cara de miedo del nórdico. Abrió los ojos y sonrió, pues su futura esposa podía ser realmente una fiera si se lo proponía. Futura esposa pensó Luka, y su ánimo mejoró aún más. Abrió los brazos como si estuviera solo en el patio y rugió a todo pulmón. Todos los inmortales se volvieron inmediatamente hacia él, pero este ni se inmuto al encontrarse con sus miradas.
_ ¿Se puede saber que mierda estamos esperando para salir a buscar nuestra cena? preguntó Luka. Miró a su líder y le sonrió como si fuera el vampiro más feliz sobre la faz de la tierra. William negó con la cabeza, pero se sintió aliviado al ver que su mejor peleador se comportaba como normalmente lo haría.
_ Qué tal si nos guías, le dijo William y le indico el camino con la mano.
Luka no se hizo de rogar y tomó el liderazgo del grupo.
_ Veamos quien asesina más lobos esta vez, dijo Luka mientras pasaba por el lado de William y Leland.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top