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Ahí estaban, la Inkling albina con apariencia de gnomo de jardín, y su compañera, la Octoling que a los ojos de muchos fans hombres, debe ser más puta que Mia Kalifa o Lanna Rodes por su forma de vestir, quien diría que de esas dos chicas, una seria la que tendrían unos ovarios jodidamente grandes como las torres gemelas.
-¡¡Haber malparido dilo denuevo!!- gritó con rabia la Inkling de pelo albino a un chico quien estaba en el suelo con su nariz ensangrentada mientras mucha gente veía el espectáculo por así decirlo-.
-¡¡Chupamela hija de puta!!- contestó el chico a lo que Perla sonrió sinicamente-.
-Tranquilo, no te la voy a chupar....¡¡¡TE VOY A ARRACAR ESA VERGA A PUNTA DE MORDIDAS DESGRACIADO DE MIERDA!!!-esto último lo decía apunto de colocarle las manos en el cuello, para su suerte, su amiga la detuvo sujetándola con sus dos brazos sin dejarla ir-.
-¡Basta Perla!- exclamó desesperada la Octoling morena, se podía oír como los dientes de la Inkling crujian de molestia-.
-¡AGARRAME QUE LO MATO!- dijó para luego ser arrastrada por Marina hacia la limusina que las estaba esperando-.
-¡Nos vamos, ya!- zarandeando con fuerza a Perla, Marina aún la agarraba pero esta ya no ponía oposición, y se dejaba llevar a lo brusco por su compañera mientras los flashes de las cámaras se hacían presentes, muchos Inklings grabando la escena que estaba sucediendo -.
-¿Awww que pasa Perla? ¿Tuvo que venir la zorrita de tu amiga para salvarte? ¡¡Espero que ambas les de un herpes por andar de putas!!- dijo una Inkling que estaba viendo la escena de lejos pero su voz era reconocible a los oídos de las idols-.
-¡PUDRETE MICHELL!- dijo la morena ya dentro de la limusina sacando su mano izquierda por la ventana y hacer el típico gesto grosero que todos conocemos-.
Así rápidamente, el chófer de la limusina arranco y le daba duro a ese pedal como si se tratase de sexo, la verdad es que con toda la tensión, se puso muy nervioso al ver el rostros de sus patronas por el retrovisor, ya de por les tenía miedo, cuando se enojaban era peor.
Pero a este punto, seguro se estarán preguntando ¿que mierda esta pasando aquí escritor? Danos contexto, pues bueno, aquí su contexto...
Ambas chicas estaban en el auto, ninguna se miraba a la cara, Perla estaba del lado derecho de los asientos traseros de la limo, aún molesta y frunciendo el ceño, miraba por la ventana las calles iluminadas por los faroles de luz, algo que siempre le encanto de inkopolis, era la ciudad cuando estaba de noche, pero todo eso se fue a la mierda esta noche, ella estaba como un perro rabioso, y para calmarse un poco, masticaba chicle de sabor frambuesa, y hacia burbujas con ella, que es lo único que puedes hacer con el chicle, de resto es como los furros, no sirven para nada pero es divertido cuando los revientas.
Del otro lado, estaba la Octoling, mirando un poco hacia el suelo, con posible hipertensión dándole en ese instante, se apoyaba de su codo izquierdo el cual estaba sobre la parte baja de la ventana, su cabeza semi apoyada en el comienzo de la palma de su mano, mientras que tenía sus dedos índice y medio al costado izquierdo de su cabeza, con las yemas de ambos dedos hacia leves círculos sobre una de sus venas, para intentar relajarse, sin embargo el sonido del chicle de la Inkling explotando le molestaba, así que solo suspiró y para cortar la tensión, decidió hablarle a su compañera.
-Entoces Perla....¿tienes algo que decir?- decía amablemente de forma forzada-.
-Nada relevante- comentó de forma relajada haciendo que Marina explotara -.
-Carajo Perla, armastaste tremendo escándalo allá y todavía tienes el descaro de decir, ¿nada relevante?- regaño la chica a la albina que solo chasqueo la lengua-.
-Oye, hice eso porque ese bastardo se lo merecía, alguien debía ponerlo en su lugar- replicó contra la morena quien la miraba enfurecida-.
-Perla, fuimos a la fiesta, porque queríamos ver si ese Inkling al que golpeaste, quería colaborar con nosotras, ¿te recuerdo quien es? Es Nickolas Leotrix....LEOTRIX, uno de los 10 famosos de Inkopolis, que incluso nos supera a nosotras en todo, ¿y que fue lo que hiciste? ¡¡¡Cagaste la única oportunidad que teníamos con el!!!- decía mientras intentaba mantener la calma-.
-¿Yo la cague? Por el amor a dios Marina, el tipo me manoseo, ¿que esperabas que hiciera? ¿Dejarme tocar como lo haces tú?- frunció aún más el ceño y Marina solo respiro hondo-.
-Eso no viene al caso, soy mujer como tu, si me dejó tocar o no no es tu problema sino mio, pero entiendo tu parte de que si alguien te toca y no te gusta estas en todo tu derecho de reclamar, pero no de esa forma, no con público ni mucho menos tenias que golpearlo en frente de las ca- antes de terminar la palabra la albina le respondio -.
-Ja, típico de ti, quieres hacerte la inocente cuando estoy en problemas, pero ambas sabemos que tu eres peor que yo, no por nada ahora tenemos a Michell de enemiga - al decir eso último, Marina solo se quedó callada -.
El viaje continuo así en silencio, hasta que ambas llegaron a su hogar, al entrar Marina fue a la cocina, sabía que en la mañana, la noticia se esparciria como reguera de polvo, así que fue directamente a la nevera y sacó una botella de vino, para luego servirse una copa, luego ir a la terraza y sentarse, solo a observar el cielo nocturno.
Perla por otro lado solo estaba caminando de un lado a otro, sin saber que hacer, así fue a ver que hacia Marina, cuando subió la encontró totalmente callada, alparecer se llevó la botella y al verla estaba casi vacía, Perla se acercó aunque aún mantenía distancia.
-Marina....yo-.
-¿Que quieres Perla? ¿No te basta con hostigarme la vida?- dijo la morena en tono apagado, se podía oler el alcohol a kilómetros de donde estaba-.
-¿Hostigarte?- frunció un poco el ceño y la Octoling rió levemente -.
-Si, hostigarme Perla, estoy cansada de ti, siempre te comportas como una niña y eso...no lo sé...Las cosas no son como antes, siempre soy yo la que limpia los platos rotos, lo digo metafórica y literalmente, no creas que no me olvidé lo que hiciste el martes con ese plato, soy yo la que da la cara por ti, soy yo la que debe mantener a raya a la gente, y no se, lo único que pido de ti es que me ayudes- explicaba Marina tomándose lo último de la botella mientras que Perla solo la miraba de lejos negando con la cabeza -.
-Claro, échame la culpa de todo-la albina estaba por irse pero la Octoling se levantó y la tomó de la mano- Marina sueltame porfavor -.
-Perla porfavor, escúchame, lo que te digo es enserio, no estoy jugando, realmente necesito que tu pongas de tu parte, la próxima vez, no voy apoyarte y deberás enfrentar el problema sola, ya me cansé ¿quedo claro?- esto último lo dijo de forma seria-.
-Bien, como quieras, solo sueltame -.
La vida para nuestras idols no era nada fácil, los problemas entre ellas eran a menudo, pero Marina ya había llegado más allá de sus límites, y es quien no conoce a Perla, saben que es una chica ruda a pesar de ser linda y tierna, sin embargo, aveces Perla puede ser demasiada impertinente, o incluso tomar acciones sin pensar las consecuencias, por otro lado Marina era todo lo contrario a Perla, Tímida, con un cuerpo envidiable y bastante calmada, pero como la misma chica de ojos ámbar dijo, Marina no era del todo una santa.
Pues resulta que nuestra linda morena se metió en problemas con un chico Inkling, para ser precisos, se acostó con el hijo de una mafiosa asquerosamente protectora, claro que la chica no sabía nada de que su ex novio era parte del clan de la familia "Felini" .
Y como era de esperarse, una madre que es demasiada protectora con su hijo, pensara que la morena cometió un crimen de guerra, aunque no es más que un drama, por suerte, lograron enmendar el problema a tiempo y así no rodarian cabezas. Con la única condición, de que no tuviera más contacto con ellos, y así fue.
Marina y Perla a los ojos de los fans eran una cosa, pero dentro de sus 4 paredes otra, aunque esto no quita el hecho de que a pesar de todos sus problemas, mutuamente se han ayudado, juntas resuelven sus líos, pues dos cabezas son mejores que una, eso es lo que dicen.
Y a fin de cuentas, esto para la Octoling no significaba nada en este momento, y tenía todas sus razones, Perla frecuentemente se metia con la gente, era como si fuera un tejón mielero, cualquier forma de vida que se le atraviesa en el camino si no era su compañera, le hiba a reventar el culo.
Aparte de buscarle problemas, le dañaba su reputación, pues son un dueto, y en donde vean mal parada a Perla, también dirán que Marina está allí, ya que los Inklings son algo ignorantes.
Marina fue a su habitación y se acostó en la cama, algo mareada por el alcohol en su cuerpo, decidió entrar en Inkstagram para ver que sucedía en las redes sociales, mala idea, al hacerlo tenía muchas etiquetas de su usuario en post de odio, todas chicas, las fans de Leotrix se le hechaban encima sin siquiera haber hecho nada.
-Agh, una no puede estar tranquila por 2 minutos sin que te digan cosas- comentó con la vista algo agotada, dio un bostezo para sentir sueño- Mejor me voy a dormir, no tengo nada más que hacer y deben ser como las 4 de la mañana- comentó para si misma dejando su teléfono en la mesita de noche de su cuarto y se acostó a dormir-.
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