Capítulo 25 "Odio las despedidas - Más secretos (parte 1)"
Las palabras que cito Leo no me dejaron dormir, "No será la última vez que sus vidas corran peligro", "Esto solo es el principio" ¿Principio de qué? ¿Qué es todo esto que está sucediendo?
Miles preguntas me rondaban en la mente impidiéndome dormir, y mañana tengo examen, Muchas gracias Leo ¿No se pudo esperar? Después de que él se fue mi apetito se había esfumado, alguien me estaba vigilando muy de cerca, alguien sabía lo que estaba sucediendo ¿Pero quién?
Agotada de estar en la penumbra de la ignorancia decidí revisar los papeles de la empresa de mis padres, al menos los números me dejaran que me olvide del peligro que corre mi vida, aunque claramente lo dudo. Mientras leía con atención los tratados con otros países comencé a escuchar una especie de canción, melodía; era como si fueran las campanas de viento, o algunas cosas brillantes. Mi corazón se detuvo en seco, el sonido lo escuchaba claramente y eso significa que estaba lo suficientemente cerca.
Dejé las hojas a un lado al momento en el que camina alrededor del estudio, podía sentir como se intensificaba el sonido, como si escondiera entre los libros o entre las paredes; pero eso era imposible, teóricamente imposible.
"—Nada es imposible"
Cerré mis ojos con dolor, sabía que era otra vez un juego de mi mente, de mis ansias de que Stefano fuera de verdad, y que no solo fuera un producto de mi imaginación. Esa voz no era real, no era posible que dos personas residan en mí. Me alejé al escrito y escuché como algo caía del librero a mis espaldas, me giré lentamente y vi que algo brillante se encontraba en el suelo, me acerqué lentamente y la tomé en mis manos.
Era una piedra, o la mitad de una; estaba rota casi por la mitad, estaba lisa y suave, brillante y oscura, era como ver el día y la noche. Un sentimiento de melancolía se posó en mí, un sentimiento que no entendía.
Comencé a buscar desesperadamente la otra mitad, pero no estaba por ningún lado, así que decidí dejarla en el librero nuevamente, al cerrar la puertilla pude ver mi reflejo en el cristal; miré mis ojos azules que poco a poco brillaban de color purpura al igual que mi cabello, ya no era negro ni corto. Incliné mi cabeza totalmente normal, como si por primera vez en estos meses me reconociera al ver mi reflejo, suspiré y negué lentamente, al mirarme nuevamente volví a la normalidad. No podía perder el tiempo con tonterías, tengo una empresa que dirigir.
Fui consciente de los movimientos que se estaban haciendo en la empresa, noté como mis padres invertían muchos fondos en una cuenta que no reconocí, esta cuenta no era parte del mercado, no pertenecía a una empresa, ni alguien que contribuya al negocio. Entonces... ¿A quién le pertenece?
No quiero imaginar que mis padres andaban por malos pasos, no podía permitirme siquiera a suponer o dudar, era imposible que mis padres hicieran malos tratos, cosas fraudulentas, cosas fuera de la ley.
Tendré que hablar con Gael pronto. Necesito que aclare muchas de las dudas que comenzaron a crecer en mí desde que comencé a manejar a la empresa, cosas que no entiendo, bienes en otros países, gastos en cosas que dudo que existan y lo peor de todo es la falta de clientes frecuentes, era como si mis padres casi no trabajaran, como si la empresa apenas se mantuviera a flote pero con una gran inversión y fondos económicos... ¿Entonces quiénes eran los señores de las reuniones? ¿De qué trataban esas fiestas que tanto asistíamos? ¿Quiénes eran todos ellos que forman parte de mi infancia, parte de mis recuerdos?
Tomé la piedra en mis manos y logré sentir como vibraba en mi piel, podía sentir como si tratara de hablar, de decirme algo, de mostrarme algo, pero no estaba cien por ciento segura si confiar en lo que pasa, es claro que nada de lo que ha ocurrido es normal, pero también puede ser producto de una simple alucinación, un sueño.
Las cosas no pueden seguir como son, tengo que encontrar respuestas a toda esta vida que apenas da por comienzo.
* * *
Es increíble como los cambios pueden cambiar drásticamente la perspectiva de la gente, ayer todos me miraban con lastima y asco, hoy con odio, ira y enojo, ¿La diferencia? Leo está a mi lado.
—¿Sabes? Puedo valerme por mi sola
—Me vale, te voy a acompañar todo el tiempo
—Leo, no necesito otro acosador rondando en mi vida
—¿Acosador? —Leo soltó una risita que me hiso sonreír—, prefiero decir que soy tu guardaespaldas personal, pero si estas terca con lo del acosador, no me molestaría serlo
—Idiota, no porque te avisaron sobre Shurcko significa que tienes que comportarte así
—¿No crees que por algo me dijeron que te vigilara?
—No vigilarme, avisarme más bien
—Yo pienso que es algo más parecido a que alguien misteriosamente quiere que sea tu caballero de brillante armadura
Mi corazón dio un brinco al escucharlo decir las mismas palabras que dije ayer, era lo que yo buscaba, alguien quien pueda salvarme.
—¿Caballero de brillante armadura? —Dije sarcásticamente mientras me detenía—. ¿Acaso acabo de escuchar al grandioso de Leo decir eso?
Leo se giró y me sonrió— ¿Por qué no? Siempre es bueno sentirse un salvador —puse mis ojos en blanco—, aunque prefiero ser el que pone en peligro a las chicas
—Gracias, creo —comencé a caminar con un extraño sentimiento de culpa como si le estuviera engañando a esos ojos verdes irreales—, pero no te necesito vigilándome todo el tiempo
—No será todo el tiempo gatita, también tengo a otras chicas que salvar, sería muy aburrido estar contigo, eres lo contrario a diversión
—Pues es mejor que no pierdas el tiempo conmigo, no te creas alguien que no eres
—¿Qué te pasa? ¿Acaso estas en tus días?
—Nada, no me pasa absolutamente nada, solo que no me gusta que te atribuyas rangos que no te corresponden
—Solo quería ser agradable contigo, no te comportes como una amargada
—¿Agradable? Es lo último que puedes ser conmigo, eres todo menos eso
—Al menos no soy un estúpido engreído
—No, eres un patán lleno de hormonas
—Si sigues así no voy a estar para ayudarte
—Mejor para mí, así no tendré que soportar tus estupideces todo el tiempo
—No sobrevivirás sin mí, hay muchas cosas que pueden acabar contigo en segundos, y tú aun eres una niña débil
—Esa frase la he escuchado miles de veces, no quiero oírla en tu boca
—¡Pero eso eres! Una niña sin fuerzas
—¡Lo sé! —Me recargué en la pared, por suerte no había nadie cerca—, ¿complacido? ¿Era eso lo que querías escuchar?
—No, en realidad esperaba ver más fuego e ira, ya sabes, lo que mejor se te da. Además necesitas de mucho más para complacerme —sonreí torpemente mientras él se ponía a mi lado— vamos gatita, eres más fuerte que esto
—Pero si me acabas de decir que soy débil
—Pues sí, pero digamos que es para hacerte sentir mejor
Reí verdaderamente con Leo a mi lado, pero después callé— Extraño a mis padres.
Decirlo en voz alta era más doloroso de lo que pensé, y no entiendo por qué se lo digo a él. Leo me miró mientras yo me esforzaba por no llorar.
—¿No vives con ellos?
Me mordí el interior de la mejilla para reprimir un jadeo de tristeza— No, vivo sola en la cabaña
—Ahora comprendo tu paranoia —miré duramente a Leo
—No soy paranoica
—Como digas —Leo me miró fijamente—, ¿Por qué no vas a visitarlos si tanto los extrañas?
Una sonrisa triste se posó en mi boca y las lágrimas amenazaban con salir— Digamos que están muy lejos de aquí
—Nada es mejor que un par de días lejos de la escuela —el rubio se puso frente a mí—, solo eres una chica de 16 años que juega a ser adulto, si tanto necesitas a tus padres ve a verlos. —Mis ojos estaban húmedos de tristeza—. Es más, tengo una idea. Vamos juntos, y así aprovecho a conocer a mis suegros
—N-no puedo
—Vamos, eres una gatita muy lista, un par de faltas no te perjudicaran para nada, te vas a recuperar más pronto de lo que imaginas —noté como Leo se esforzaba en convencerme, hasta sospecho que no es tanto para ayudarme
—No es el momento Leo —noté su molestia—, no estoy preparada para verlos nuevamente, no soy digna de estar con ellos
—Eres su hija, nunca serás lo suficientemente digna para tus padres —logré percibir en su mirada un rastro de tristeza
—Eso no ayuda
—Lo sé, ¿Acaso temes presentarme a tus papis?
—Un poco, aunque pensándolo bien, a mi padre le agradarías mucho
Me fui caminando mientras le decía adiós con la mano mientras las lágrimas salían de mis ojos, por suerte él no me siguió pero hubiera preferido que lo hiciera.
* * *
—¡Vaya! Si sabes cómo tener la atención de todos sobre ti
Al momento en que me vio caminando con las muletas, corrió hacía mí para ayudarme. Ambas vestíamos con un short del color de nuestro grado y unas zapatillas deportivas.
—No es que quiera hacerlo con intensión
—Pues a veces pareciera que sí —miré a Jabel con una mueca de desagrado y ella se sonrojó— lo siento...
—Sabes muy bien que no es así, lo último que quiero es estar en la mira de todos —me senté en una de las bancas del patio trasero, estábamos en clase de gimnasia, aun cuando no podía hacer las actividades la asistencia es obligatoria—, no sé que estoy haciendo mal
—Créeme que muchos dirían que estás haciendo las cosas muy bien —Jabel se acercó un poco más a mí fingiendo ejercitarse mientras movía sus pies—, solo tienes una semana en este lugar y Leo ya lleva tus cosas por los pasillos
—Creé que tiene la responsabilidad de seguirme a todos lados solo porque me encontró el día de ayer —dejé mis muletas al otro lado mientras tomaba un libro en mis manos—, pero lo único que hace es molestarme todo el tiempo, juro que no lo soporto
—Muchas desearían estar en tu lugar
Miré a Jabel suponiendo que ella pertenecía a ese "muchas"—. ¿Cómo tú?
Calló un segundo—. Claro que no, ya no
Pude ver una sonrisa tímida en sus labios—. ¿Hay algo que no me has contado?
—No hasta que sea oficial
—¿A qué te refieres? —dije mientas sonreía a mi amiga
—¡Señorita Marengo! Reúnase con nosotros —gritó el maestro de educación física
—Jabel, dime
Ella soltó una risa nerviosa—. Me tengo que ir
—No te atrevas Jabel Yaretzi Marengo, tienes que contarme
—¡Señorita Marengo, ahora o dará 10 vueltas más!
—Bye —dijo mientras reía mientras corría hacia los demás alumnos.
—¡Jabel!
Solo la vi corriendo mientras me recostaba en la banca dispuesta a disfrutar de mis días libres, era extraño, el tobillo no dolía como esperaba.
Al mirar al cielo fui consiente de una pequeña pluma que caía hacía mi rostro, ésta cayo justo frente a mis ojos y antes de tocarme se convirtió en esporas de luz que terminaron cubriendo mi visión, sentía como si tierra entrara en mi ojos; me levanté asustada tratando de limpiarlos pero al abrirlos no podía ver con claridad y fue cuando mi sangre se congeló.
Frente a mí el bosque estaba en llamas, me puse de pie sin apoyarme en el tobillo herido, giré asustada buscando ayuda y me topé con la escuela destruida, el cielo rojo y monstruos volando alrededor, fuego y destrucción era lo único que veía.
Mi respiración estaba atrapada en mis pulmones, aterrada comencé a caminar.
—¡Iridia! —Me giré en busca de esa voz que clamaba mi ayuda—. ¡Cuidado! —caminé aterrada y con lágrimas corriendo por mis mejillas, eso no puede ser real, ¡Por supuesto que no era real!
Se oyó una risa escalofriante, la risa que he estado escuchando desde que comenzaron las llamadas, una risa que empeoraron mis pesadillas, una risa que me era extrañamente familiar.
Unas manos se posaron en mis hombros, me movían de atrás para adelante, mis manos cubrían mi rostro tratando de contener un grito de terror.
—¡Iridia! —La voz me suplicaba que le hiciera caso, pero no veía a nadie frente a mí, solo las llamas danzando frente a mis ojos, las llamas del bosque, del final—. Iridia, no te puedes mover así
Una silueta se creaba en el cielo, una silueta similar a un ángel y después frente a mi yacía Jabel con la mirada totalmente preocupada.
—Lo siento —fue lo único que pude profesar, el shock aún mantenía mi sangre helada impidiéndome pensar con claridad—. ¿Q-qué sucedió?
—Te levantaste totalmente horrorizada y comenzaste a caminar sin precaución, tu tobillo aún no está sanado, ¡no puedes andar así como si nada! —La Jabel preocupada se hizo presente regañándome como mi propia madre lo hubiese hecho—. ¿Pero cómo se te ocurre? Si algo pasaba simplemente grita y vengo yo a ayudarte, no quieras hacerlo todo tu sola
—L-lo siento —dije aun confundida, tomé asiento mientras trataba de analizar el significado de mi visión ignorando los murmullos de mis compañeros—, ya estoy bien
La cara de Jabel era la duda pura, estoy segura que no me va a querer dejar sola a partir de este momento. —¿Segura?
—Sí, solo me asusté con un insecto
—Ajá —era claro que Jabel ya no creía todas estas escusas, pero me era imposible decirle toda la verdad—, te he visto tomar insectos y bichos sin hacer ningún gesto de desagrado, no creo que... —Jabel cayó y soltó el aire que estaba reteniendo al momento en el que solo ponía una mueca de preocupación—. Está bien, te creo... fue solo un pequeño insecto
—Jabel... —pero mi amiga ya se alejaba mientras negaba con la cabeza, espero pronto poder contarle todo esto, sino...
Perderás otra amiga
Una voz que a la vez no lo era, más bien como uno de mis pensamientos, se posó en mi mente, como cuando tú conciencia solo que por propia voluntad. Aunque yo no he tenido otra amiga, ese temor se hizo presente; no quería perder a Jabel por las estúpidas cosas que me han pasado, mi locura no la envolverá.
* * *
—Sí, estoy bien —inclusive por llamada Jabel suena preocupada por lo ocurrido en la clase de deporte—, aún tengo que volver a la escuela a las seis
—Que asco tú horario
—Lo sé —con el celular entre la mejilla y mi hombro, me senté en el sillón con un plato de pasta que por fin preparé sin quemar la casa—, lo peor es que tengo que ver nuevamente a Gloria, me odia
—Ella odia a todo aquel que no la sirva como su reina —ambas comenzamos a reír y yo a atragantarme—, ¿estás bien?
—Sí, solo que no tengo que comer cuando este riéndome
—Bueno, te dejo alimentarte, después hablamos
—Está bien, hasta luego
—Adiós
Colgué el teléfono y lo deje en el sillón, es tan triste comer sola, pero así tendrá que ser. Tanto hoy como mañana tengo taller de teatro de seis a diez de la noche, aun no puedo creer que esto sea legal, por culpa de este horario ya he desatendido los deberes de la empresa y mis libros se han quedado estancados en la repisa de mi cuarto.
Terminé mi platillo de pasta con un poco de rapidez, necesitaba arreglar los pendientes de la empresa antes de que levanten sospechas y los inversionistas crean que no soy capaz de hacer lo mismo que papá.
Comencé a revisar los papeles que Gael envió por correo, aún sigo sospechando de los fondos enviados a esa cuenta, pero no hay ningún nombre, no hay una dirección, no hay nadie, solo los dígitos para depositar. Esto no se puede quedar así, de algún modo tengo que averiguar todas estas dudas e incoherencias que existen alrededor de la empresa de mis padres.
Tomé el teléfono en mis manos mientras veía la cuenta bancaria de la empresa. —¿Gael?
—¿Señorita Iridia? ¿Ocurre algo malo?
—No en realidad, todo está en orden por aquí
—Me alegro, acá las cosas también van de maravilla, su casa está intacta —Gael guardo silencio—, como si nadie se hubiera ido
—Espero pronto ir de visita, me gustaría verlos
El silencio se hizo presente entre ambas líneas, hasta que Gael rompió el hielo. —¿Necesita algo? Porque no creo que solo haya llamado para saludar
—¿Por qué, tan mala amiga cree que soy?
—No, sino que para ese tipo de llamadas esta Teo, yo soy más como para emergencias o para algún asunto de la empresa y por lo que sé todo está en orden
—No del todo en realidad
—Pero hace unos minutos le envié las últimas cuentas y las revise, no encontré nada fuera de lo común
—Exacto, es algo que es común, pero no entiendo él porque
—¿A qué se refiere?
—A la cuenta en donde mis padres envían muchos fondos
—Es confidencial
El aire se atoró en mi garganta, no puede ser que me sigan ocultando cosas —¿Confidencial? ¿Ahora de que hablas?
—Sus padres en su tiempo me hicieron prometer que no revelaría nada de eso, no pienso romper esa promesa solo porque no están
Una ira sin sentido se posaba en mí, sentía como si estuviera en una burbuja donde nadie quiere verme subir, como si yo misma fuera la burbuja y no la quieran romper con el dolor de la verdad.
—Pero ahora soy yo la que está administrando la empresa, tengo todo el derecho de saber qué es lo que ocurre con los fondos de ella
—Hay cosas que es mejor no saber
Es la segunda vez que escucho eso, solo que no de la misma persona.
—Acaso insinúas que mis padres estaban haciendo cosas ilegales, acaso no quieres que descubra una cuenta fraudulenta y que sacaban fondos de cuentas irreales, o son cosas que también me van a ocultar
—¿Hay algo que le están ocultando? —Callé al momento—. Señorita Iridia, ¿acaso hay cosas que se le están escondiendo y que necesite saber?
—Quizás
El silencio llenó mis oídos, no podía dejar de relacionar las cosas que me envuelven con la empresa y con los secretos, solo creo que me estoy volviendo paranoica. Pero ellos no tienen la culpa.
—No es nada Gael, solamente siento que no reconozco los movimientos que tenían mis padres, es como si de otras personas se tratara
—Siempre se ha manejado así, solamente que usted no estaba al tanto de estas cosas
—Quizás sea eso, pero esto no se trata solo de la costumbre sino de la lógica, esta empresa casi no tiene... —tenía el presentimiento de que no podía decir de más a Gael
—¿No tiene qué?
—Nada, no tiene lógica
—Los negocios no lo tiene
—Tienes razón, creo que no voy a poder con todo el paquete, ¿podrías hacerte cargo mientras resuelvo mis asuntos escolares?
—¿Hay algún problema?
—Nada, solo proyectos
—Está bien señorita, usted no se preocupe, me encargaré de los deberes de la empresa siempre y cuando usted no se sugestione con cosas insignificantes
¿Cosas insignificantes? No puedo creer que haya dicho eso, me tragué las palabras aun no dichas y respire profundo silenciosamente—. Está bien, nos vemos pronto
—Eso espero
Colgué pensando en la voz melancólica que uso en su última frase, por lo menos hoy dormiré tranquila y sin ningún estrés más que los escolares
Caminé por el estudio esperando tomar una siesta antes de ir al taller de teatro, pero note un pequeño brillo en mi vista periférica al pasar por una de las estanterías, me acerqué y tomé entre mis manos el pedazo de piedra que estaba por la mitad y lo lleve conmigo.
Al llegar a mi habitación puse el pedazo de roca en mi mesa de noche, necesitaba saber porque se me hace tan familiar ese pequeño artefacto, pero entre más trataba de recordar el sueño se hacía presente.
Me recosté mirando a esa piedra rota, y con el sonido de unas pequeñas campanillas de fondo, terminé dormida.
* * *
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top