Capítulo 21 "Wow ¿Qué? (Parte 2)"


—Esto se ve delicioso

—Si —lleve la charola a la mesa de centro de la sala, era un pequeño aperitivo para ambas, aperitivo que apareció en mi refrigerador con una nota de un extraño, una nota que guarde con el ligero latir de mi corazón—, espero te guste

—Se ve como banquete de reyes, te juro que se parecen a los que salen en los cuadros renacentistas

—No lo había visto de ese modo

—Después me dices donde las consigues —me gustaría saber lo mismo —, por ahora solo quiero saber más de ti-.

—Créeme, no soy nada interesante

—Pero claro que sí, para empezar, ¿Qué chica de 16 años se va a vivir sola a un pueblo pudiendo estar de la gran ciudad con el alcance de todo lo tecnológico e increíble?

—Pues por lo que mucha gente busca, tranquilidad

—¿Y esta casa?

—Vivía aquí hasta los tres años, después de eso mis padres me llevaron a la ciudad hasta que volví... —Jabel me escuchaba con atención cuando le explicaba cómo era tener maestros particulares, instructores de modales y lecciones de etiqueta, también escucho sobre los eventos de sociedad a los que mis padres me llevaban, le conté de todo lo que recordaba, todo excepto la muerte de mis papás y algo lo cual agradezco que no preguntara sobre ellos—. Ahora ya sabes todo de mí, es tu turno de contarme tu historia

Noté como su mirada se ponía melancólica—. Pues no hay nada interesante comparado contigo, no tuve una educación ejemplar, ni maestros de primera, mucho menos asistí a eventos tan elegantes; solo me criaron como una niña normal de un pequeño y aburrido pueblo, en donde cada vez se siente más atrapada en él

—Eso es lo que siempre he deseado, es gracioso ver como los deseos de la gente cambian según la forma en la que vives, lo que a mí me hace falta, tú lo tienes pero no lo quieres —ella me miraba con gran interés—, Sin embargo no me arrepiento de nada de lo que ha pasado en mi vida, creo que eso me hace la chica que soy actualmente y me enorgullezco de eso... —miré al frente mientras seguía hablando—. Y con eso de sentiré atrapada, creme que es en donde sea que estés, yo en la gran ciudad llena de edificios, museos y miles de lugares a los que ir, me sentía arrinconada, encerrada y guardada, sentía que no podía ser libre en ningún lugar a los que fuera y era obvio que salía de mi casa pero no era lo mismo...

>>—En cambio —continúe—, en este lugar me siento más fresca, más libre más... yo, pero no creo que sea por el sitio —miré a Jabel quien no dejaba de perder el interés en lo que decía—, realmente creo que el encierro en el que nos sentimos, es por nosotros mismos, nosotros somos quienes ponemos esos cuatro muros mentales que nos impiden volar, y nosotros somos los únicos que podemos derrumbarlos

Ninguna de las dos dijo algo después.

Al cabo de cinco minutos Jabel me sonrió mientras me miraba—. Tienes toda la razón —tomó una fruta más—, aunque no estoy de acuerdo en algo que dijiste

—¿Sobre qué?

—Sobre que nosotros somos los únicos que podemos derrumbar esos muros que nos impiden volar, creo que también alguien puede ayudarnos y hoy lo acabas de hacer conmigo —Jabel me miró fijamente—, creo que hoy me has ayudado a romper esas paredes que me impedían disfrutar de mi vida por completo, ahora soy yo la que tiene que agradecerte

—No, la que debe de dar las gracias soy yo, hoy haz hecho por mi más de lo que te imaginas... —de la nada Jabel me soltó un gran golpe en el hombro, causando que soltara un pequeño grito de sorpresa y dolor—. ¿Y eso por qué fue?

—Te dije que si decías gracias una vez más te iba a golpear

Las dos comenzamos a reír, después seguimos hablando de nuestros gustos, los cuales eran totalmente diferentes; mientras ella disfrutaba todo lo que tenía que ver con la moda, yo solo usaba lo que mi madre me decía que me quedaba bien, mientras que yo anhelaba el silencio y la armonía, ella no puede soportar la falta de ruido prolongado. No podía haber encontrado alguien totalmente opuesto a mí, pero a la vez tan igual.

—Por cierto Jabel... —caminaba hacia la sala después de haber interrumpido nuestra charla para ir por un par de vasos con jugo—. ¿Quiénes son los inalcanzables?

Jabel se puso un poco colorada—. Valla, así que ya escuchaste hablar de ellos

—Unos cuantos chicos hablaron de eso en el club de Jardinería, es más que obvio que ya sé que Leo figura ser uno de ellos, al parecer les tienen mucho respeto y admiración

—Así es, en cualquier escuela siempre existen los marginados, los normales, los raros, los inteligentes, los deportistas, las fáciles y por supuesto, los populares... —Jabel tomó el vaso entre sus manos—. Y son los típicos chicos populares de instituto, de los que te pueden hacer la vida imposible, como su sobrenombre lo dice, son "inalcanzables" para simples mundanos que somos, no es que yo quisiera ser una de ellos —Jabel me miró avergonzada—, bueno está bien, si quería formar parte de su grupo pero es casi imposible, tuve que hacer cosas muy feas solo para que al final me botaran y fuera el hazme reír de la escuela

—No hace falta que trates de ser popular a como dé lugar, eres una chica increíble, y sospecho que no soy la única que lo dice

—Es por mi familia, casi todo el pueblo quiere a mis padres y abuelos y era obvio que también tratan a sus hijos, mis hermanos son los más cómicos del lugar y pues yo ayudo en lo que puedo

—¿Ves? No necesitas de ser como los "inalcanzables" para ser cool

—Creo que tienes razón, veras que con el tiempo, el instituto va a empezar a quererte

—No creo en milagros Jabel

—Ten confianza, además algunos de los alumnos no te odian, solo que eres algo raro en que fijarse

—No ayudas —dije rompiendo en carcajadas—, pero no espero mucho, realmente no importa, teniendo a alguien como tú de amiga, no quisiera a alguien más

Jabel me dio un fuerte abrazo dejándome sorprendida—. Es por la ropa, sé que es por la ropa —me soltó—, cuando no tengamos tanta tarea, te llevare a la tienda en donde trabajo y escogeré tu guardarropas, cuando comiences a vestir como una adolescente precoz normal, todos te amaran

Yo solo no podía dejar de reír.

* * *

Me ofrecí a llevar a Jabel a su casa, pues era más seguro a que se fuera sola, antes de bajar del coche me prometió que un día me invitaría a su casa para presentarme con sus padres y sus dos torbellinos que tiene por hermanos. No pude dejar de pensar en eso durante el camino a casa, iba a convivir con la familia de mi amiga, nunca imagine que podría llegar a pasar.

Estaba totalmente feliz cuando subí a mi cuarto para dormir esta noche, hoy había tenido el día más normal de esta semana o de mis últimos 12 años. Pero aun así no pude olvidar la charola que habíamos comido esta tarde, se supone que no había hecho el super y además el pergamino no era del todo normal.

Al sentarme en la cama tome el mensaje entre mis manos, "Lindura" ponía, me ponía. ¿Quién podría ser? No tenía ni la más remota idea, pero estaba segura que no auguraba ninguna amenaza, sabía que no era peligroso. Me recosté y antes de quedar dormida unos ojos hermosamente verdes de un joven se posaron en mi mente, acompañándome a dormir

* * *

—Mi madre si me dio permiso para llevarte a casa, dijo que ya había escuchado que alguien nuevo se había mudado al pueblo y aunque se diga muchas cosas raras sobre eso, nadie tiene derecho a ser juzgado sin antes conocer o platicar con esa personas, por eso mismo acepto que vinieras a casa para comer en un día que no estuviéramos ocupados

—¿Estas segura que no hay problema con eso de que este viviendo en una de las "casas malditas"?

Jabel y yo caminábamos por los pasillos para ir a nuestras clases, desafortunadamente a mí me tocaba Economía y a ella Física, así que tarde o temprano tendríamos que separarnos.

—Pero por supuesto que no, no pienses en eso ni de broma, mi familia no es mucho de creer las mentiras que la gente dice alrededor del pueblo, dicen que siempre hay que escuchar y crear nuestro propio criterio pero no por eso vamos a apoyar las barbaridades que se digan alrededor de una persona sin primero conocerla, por eso cuando le dije que había ido a tu casa se alegró, dijo que todos merecemos una oportunidad pero a ti no te la habían dado, y ellos quieren ser los primeros en ofrecértela

—Es muy linda tu familia

—Sí, de eso estoy muy agradecida, de crecer en una familia tan caritativa y servicial

Seguimos hablando mientras que la gente miraba curiosa y molesta a nuestro alrededor. Había algunos que saludaban a Jabel y por educación hacían lo mismo conmigo y había otros que simplemente me ignoraban, fue un poco raro, había recibido una que otra sonrisa y buenos deseos tras mi mudanza, además de algunas bienvenidas; Jabel tenía razón, no todos me odian.

Mientras caminábamos una mano me tomo del brazo haciendo que casi cayera

—Oye idiota, fi-ja-te... —poco a poco la voz de Jabel perdió fuerza.

Sabia quien estaba frente a mí sin siquiera mirarlo.

—Alto ahí gatita

—Te dije que no me volvieras a tocar en tu vida ¿No entendiste? —me solté molesta dispuesta a huir del chico que me debilitaba.

—Me debes una ¿No lo recuerdas?

No podía decir nada más, eso era cierto, Leo sonrió satisfecho ante mi silencio. Jabel me miro y me dolió, notaba como algo dentro de ella se rompía poco a poco.

—¿Bueno y qué es lo que quieres? —dije molesta.

—Tranquila gatita, me gustaría ver un poco de cariño de tu parte —Jabel hizo un silencioso ruido de disgusto que Leo no escuchó—, todavía que vengo a servir de mensajero te comportas de esa manera

Leo me tendió un papel de manera indiferente.

Lo tomé entre mis manos, y comencé a leer, parecía un aviso. Mierda

No, por favor no.

"Señorita Iridia Delacour.

Por medio de la presente le informamos que debido a que posee numeroso tiempo libre en su vida cotidiana y tiene una alta facultad intelectual, nos vemos en la necesidad de ingresarla en dos clubs escolares para aprovechar sus capacidades, de ese modo su tiempo no será desperdiciado y recompensaremos el hecho de que se encuentra en un grado menor al que le corresponde intelectualmente. Es necesario que se presente en la sede de clubs para que se le proporcione las opciones a escoger para su segundo grupo, además de pasar a la recepción de la escuela para brindarle su plan de horario incluyendo las horas que va a presentarse después de la escuela para laborar sus clubs correspondientes. Sin más que decir le deseamos un tranquilo y exitoso día.

Atte.: La dirección"

Mierda, mierda, mierda.

Sentía que era parte de una mala broma, esto no podía suceder.

—¿Pero esto puede ser posible? —le di el papel a Jabel quien nerviosamente se dispuso a leer.

—¡Claro que es verdad!, sino la directora no te hubiera mandado el aviso

—No estoy hablando contigo Leo

—Oye, merezco algo de respeto, acabo de traerte personalmente este mensaje, ¿Acaso no voy a recibir propina? Un beso sería suficiente

—Púdrete —me giré para ver a mi amiga—, Jabel, por favor dime que esto no es legal

—Me temo que sí —los ojos de mi amiga se tornaron triste—, el reglamento dice que el alumno puede estar al menos en un club, esto abre las puertas de que podría estar en dos o más

—Mierda...

—Ven —Leo me tomó nuevamente del brazo y comenzó a llevarme en dirección contraria—, te llevare personalmente

—Ni muerta paso tiempo contigo —me zafé del agarre del chico y caminé nuevamente hacia Jabel—, ven acompáñame a la sede de clubs

—L-lo siento —Jabel me miraba apenada.

—No Jabel, no me dejes sola con este loco

—¿Jabel? —noté como el rubor en las mejillas de mi amiga aumentaba, Leo se le acercaba poco a poco—, muy bonito nombre, pequeña. —Me dolía ver los ojos brillosos de Jabel mientras miraba al rubio totalmente anonadada.

No iba a dejar que un chico estúpido jugara con mi nueva amiga—. Ya déjala en paz

—Pero si no le estoy haciendo nada malo —Leo me miraba falsamente indignado mientras recargaba su brazo en Jabel, la cual no había dicho nada desde que el chico se acercó a nosotras.

—La estas acosando, y no voy a permitírtelo

—¿Acosando? Pero si ella se ve muy feliz así

No podía decir lo contrario, podría jurar que Jabel se sentía en un sueño y aunque me gustaría que ella fuera feliz no podía evitar sentirme mal al verlos juntos, era como si un líquido amargo pasara por mi garganta, nunca antes había sentido algo así.

—No lo creo

Leo miró a Jabel con los ojos entrecerrados—. ¿Crees que podrás prestarme un poco a tu amiga? Te la robare unos cuantos minutos —la apasionada voz de Leo la dejó completamente muda, creo que nunca la había oído tan callada—, hazme ese favorcito

Jabel asintió un poco decepcionada, cosa que me lastimó—. Lue-luego nos vemos

—No tienes que hacer lo que él te diga

—No, no te preocupes —ella miró a Leo—, de todos modos tengo que ir a mi clase, sino llegaré tarde

Y se fue, traté de alcanzarla pero el agarre de Leo me lo impidió

—Vamos, déjala ir gatita

—No me toques —pero él no me soltaba.

—Es una cosita tan lida y tierna —dejé de luchar al escucharlo referirse a Jabel—, nunca lo he intentado con una chica como ella ¿Sera igual en la cama?

Con mi brazo libre alcancé a chocar con el hombro de Leo, una carga eléctrica llena de fuerza y poder viajo de mi tobillo a mi brazo, totalmente hecha una furia impacte con él—. ¡Ni te le acerques!

—Wow, tranquila —Leo comenzó a sobarse dolorosamente el hombro—, solo estaba jugando

Pero yo no.

Caminé hacia donde él estaba, algo dentro de mi comenzó a despertarse lleno de furia y odio. Con mi brazo extendido hacia él, lograba empujarlo sin tocarlo, Leo hacía una mueca de dolor mientras lo arrinconaba contra la pared. Ahora ya todos estaban en clase, estábamos solos en el pasillo, se podía escuchar el silencio del lugar y la estática dentro de mí.

—No te gustaría jugar con ella mientras yo este protegiéndola

—Está bien, está bien...

Sentía una pared invisible entre el pecho de Leo y mi mano—. ¡Ni se te ocurra acércate a ella! Ni en tus sueños ni nada por el estilo, porque sufrirás, por mi vida que sufrirás

—Vale, te creo... —Leo hablaba con la voz entrecortada—. Solo suéltame

La opresión de Leo hizo que me despertara, ¿Cómo podía hacer eso? Era tal como el otro día que quería alejarme del chico, solo que esta vez yo estaba del otro lado de la pared invisible.

—L-lo siento —aparté mi mano y sentí como mi visión comenzaba a dar vueltas, mis piernas perdían fuerzas y mi respiración se agitaba.

—Claro... no te preocupes por mí... —el sarcasmo emanaba de la voz de Leo, pero esta vez estaba tan cansada que no quería contestarlo—. Solo casi muero aplastado

—Pe-pero que fue e-so —poco a poco bajé por la pared hasta el suelo—, no, no es normal...

—Pero claro que no, asfixiar a la gente no es normal, más bien es de una mente psicópata, ¿acaso tienes secretos oscuros que no me quieras decir?

—Jo-Jodete Leo, necesito aire no problemas

Llevé mis rodillas a la altura de mi pecho, tratando de entender todo lo que sucedió, ¡Acababa de empujar a un chico más grande que yo sin siquiera tocarlo! Eso no fue una visión, eso no fue un sueño, eso no fue nada de lo que había pensado.

—Solo, respira, poco a poco —Leo se puso a mi lado un poco controversiado por lo que sucedía.

Cerré mis ojos tratando de calmarme, pero era imposible, aunque en mi mente se posó el recuerdo de una melodía, una melodía que antes había escuchado, una melodía que me arrullaba y una melodía que me calmaba el corazón.

—¿Q-qué carajo pasó?

—Aunque eres aún muy débil, podría decirte la verdad y..

—No

—¿No?

—Sí, no quiero saberlo

Comencé a tener más fuerzas y me puse de pie dispuesta a huir a como dé lugar.

—Espera, espera, ¿Acabas de decir que no quieres saber lo que siempre estuviste buscando?

—Si ¿Algún problema? —caminé con la cabeza en alto tratando de irme lo más lejos de allí.

—¡¿Estás loca?!

—No grites Leo, estoy a tu lado

—Pero tú sí que estas mal —Leo se puso frente a mí—, ¿Qué carajo es lo que te pasa?, los últimos días te la has pasado atosigándome para que te diera respuestas y ahora que estoy dispuesto a dártelas, simplemente te vas y no quieres saber nada de nada. —Notaba como la desesperación de Leo crecía en él y no pude evitar reír internamente, era realmente divertido verlo a tal punto, ahora entendía porque él me molestaba todo el tiempo—. Mierda, me has estresado hasta soñarte ¿Y aun así simplemente me ignoras y te vas?

—Si —dije sonriendo sabiendo que Leo no iba a aguantar mucho.

—¡Que te jodan! —Y se fue por otro lado

Mientras camina por el pasillo hasta la sede de clubs, analizaba lo que tuve tan cerca, la verdad.

¿Quería saberla? ¡Claro que quería saber la verdad! anhelada conocer por fin que era lo que estaba pasando a mi alrededor, descubrir quien era el causante de toda la mierda que estaba viviendo; pero también tenía miedo, miedo a aceptar todo lo que está sucediendo, miedo a que sea más fuerte, miedo a que empeore las cosas, miedo a admitir que esto ya no era un sueño, sino la realidad.

* * *

—Solo esta ese club disponible

—¿Esta segura? ¿No hay otro? el que sea

—Ya te dije que no, esta solamente ese, los demás están llenos

Llevaba cerca de diez minutos tratando de negociar con Dora de que me cambiara de club, pero debido a nuestro percance el otro día, ella se muestra muy poco accesible.

—Pues yo creo que si podría encontrar un lugarcito en cualquier otro club

—Pues no y me temo decir que por mandato de dirección tendrás que verte en la obligación de entrar en ese club, sino estarías cometiendo una falta y no creo que te guste tal cosa

Al parecer ella no está de humor, pero tras el percance con Leo, yo tampoco lo estaba.

—Pues no creo que sea lo correcto

—¿Disculpa? ¿Dijiste algo?

Sabía que era momento de retractarme, de acatar las órdenes, pero algo dentro de mí no quería eso, quería causar daño y ser cruel.

—Sí, si dije algo —caminé hasta estar frente a la recepcionista—, dije que no creo que sea correcto que se les obligue a los alumnos a cursar dos clubs totalmente diferentes solo porque tienen un par de horas libres

—Pues eso lo puede hablar en...

—¿Qué acaso nosotros no podemos pasar un poco de tiempo, para nosotros?

—Son jóvenes, pueden tener muchas energías

—¡Claro! Y terminar como tú —la ira crecía desde mi tobillo hasta todo mi cuerpo—, llegando a los cuarenta sin tener pareja ni amigos y siendo recepcionista de una aburrida escuela llena de personas mucho más atractivas que tú

—Se-señorita...

—No puedo creer que teniendo tal reputación hagan que los alumnos sean explotados, sin descanso, ¿Y por qué a mí? es realmente injusto que solo apenas este viniendo por primera vez a una escuela, terminen quitándome las horas que estaba guardando para mi vida privada, dime ¿Te hice algo?

—Yo no... no soy la que lo dicta

—¿Ni siquiera puedes darme respuesta? No es tan difícil

—U-usted no es la u-única

—No le pregunte eso, acaso ya ni puedes comprender de lo que estoy hablando, me vale lo que pase con los demás, solo quiero saber porque hacen eso, dime ¿Puedes responder eso? O tengo que explicártelo con manzanas

—Y-yo no...

—¿No sabes? Pues que gente tan inepta ponen en una escuela tan prestigiosa, que ni siquiera puede dar con una simple respuesta

—Ella no tiene la culpa

Me giré y miré a la maestra Friola detrás de mí, con su mirada inquisidora y sus manos cruzadas totalmente molesta.

—Hola, Maestra Friola —dije mientras despertada de una abrumadora sensación.

—Hola —dijo muy enojada, la maestra se acercó a la recepción con un pequeño pañuelo en las manos, me sentía totalmente desorientada—, ¿Estas bien Dora?

Volteé confundida hacia la recepcionista. Diablos.

Dora estaba al borde de las lágrimas, ¿Qué hice?—. Y-yo...

—Ya no digas algo más, creo que con lo que dijiste fue suficiente

Tenía razón, no sabía por qué había dicho tales barbaridades, simplemente las palabras salían de mi boca, me siento como la más perra del mundo, no podía creer que pudiera decir cosas tan hirientes a alguien que no lo merece; tenía que disculparme, pero no ahora.

—Gra-gracias Friola —la voz quebrada de la recepcionista hizo que me sintiera aun peor.

—No es nada —dijo con una sonrisa—, puedes traer un poco de café, por favor

—Con gus-to

Dora se retiró dejándome sola con la maestra Friola.

—No puedo creer lo que acabas de hacer

—Lo siento, créame que me disculparé

—Acabas de comprobar todas las mentiras que dicen de ti —callé confundida e intrigada, ¿De qué mentiras habla?—, solo dejas que sigan creyendo que eres una cobarde y egoísta, yo sé que no es así, sé que aún dentro de ti esta la pequeña que conocí y volví mi mejor amiga

—¿De qué est...?

—No quiero que cambies, no quiero creerlo Roshbell, tú no eras de ese modo, eras la joven más adorable y lo que acabo de ver es algo demasiado ofensivo y maleducado

Sentía como si me estuviera regañando, y no como un maestro lo hace con un alumno, sino algo más personal, con atribuciones que no le correspondían.

Claro que no le correspondían.

—Sé que fue muy grosero lo que le dije a la señorita Dora y me disculparé cuando tenga oportunidad, sin embargo usted no tiene por qué llamarme la atención de esa forma

—Lo hago porque me preocupo

—Y lo agradezco, pero usted solo es mi maestra

—Ya basta con ese juego

—No estoy jugando

—Roshbell, tú...

—¡Iridia! Mi nombre es Iridia y no Roshbell

—Deja de jugar, no quieres cometer el mismo error de esa noche

—¿Esa noche? —Todos hablan de la noche, la noche de la visión—, usted sabe algo ¿verdad? —la ira que sentí hace poco comenzó a salir nuevamente—, usted lo sabe desde el principio, desde antes de verme y no me dijo nada, dejo que comenzara a delirar y a creer que estaba perdiendo la cordura, pero no le importo... —Notaba como la profesora me miraba sin inmutarse, una rara sensación de adormecimiento comenzaba a apoderarse de mi cuerpo—. Le dio igual que cada día sufriera como una desquiciada sin siquiera saber porque, me vio sufrir todos los días y... —la fuerza que con el tiempo me ha comenzado a manipular comenzó a salir, comenzó a adueñarse de mis movimientos

>>—Aun así te da igual —adueñarse de mis palabras—, después de que lo prometiste... —las expresiones de la maestra comenzaron a cambiar, empezaron a ser más tristes—. Prometiste cuidarme y mantenerme a salvo sin importar que hubiera pasado, no te importo que nada de lo que yo quería se hiciera realidad, dejaste que me manipularan y que me usaran, no te importo que sufriera... —las palabras que decía no las sentía, no las escuchaba, era como si algodón cubriera mis oídos y los movimientos que hacia no eran míos, seguía siendo la marioneta de alguien más—. Aun cuando me prometiste protegerme ante todo, ahora solo entiendo que fueron palabras vacías, ahora solo entiendo que tú buscabas lo mismo que todos los demás, solo querías utilizarme, sacrificarme para que todo siguiera bien, para que la profecía se cumpliera sin importar si yo la quería o no, no fuiste mi amiga, no fuiste nada

—Roshbell, yo n-no...

—Y ahora querrás hacer lo mismo con ella, que no vez que esta es la única opción de ser libre nuevamente, de ser lo que yo siempre quise ser, no dejaré nunca que lo impidas, no permitiré que me detengas, no permitiré que digas nada

—No le diré nada a nadie, para los demás seguirás muerta

—Para los demás y para ti, tu silencio es lo mínimo que puedes hacer después de tanta traición

—Espero que un día lo entiendas —veía como la maestra se limpiaba las mejillas llenas de lágrimas al momento en el que comenzaba a escuchar nuevamente—, Iridia, vete a tu clase

Y Con esas palabras me liberé del trance, no sabía lo que había dicho, no sabía que había pasado; pero definitivamente no me está gustando—. Pero, ¿Qué fue lo que...?

—Solo vete o llegaras tarde, ya ha pasado lo suficiente como para tener una falta

—¿Qué...?

—¡Vete! O no querrás que te de una falta académica en mi clase —sabía que eso no era posible pero no quería ponerla a prueba—, aun puedes asistir a la mitad de la lección

Caminé con el papel en mis manos, antes de ir al salón tenía que pasar nuevamente a asuntos escolares para que me validaran el nuevo club al que asistiré.

Otra situación se anexo a la serie de sucesos inesperados en esta semana, no sabía lo que le había dicho a la maestra durante los últimos diez minutos, no sabía por que ocurrían este tipo de cosas y no sabía que haría con esto.

Pero tuve la oportunidad de saberlo y así como llego la deje ir, sabía que tarde o temprano iba a descubrirlo, pero no por ahora; en estos momentos tengo otras cosas por las que preocuparme.

¿Cómo voy a manejar la empresa de mis padres si voy a estar todo el día en el instituto?

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