8. Dolor.
-Dime por favor que no es una broma -pido para ver si realmente escuché bien.
-100 porciento real, no fake -responde mi padre- Ya estás en la lista de los Miller's y tu abuelo te consiguió a alguien que pueda entrenarte.
-¿Cuándo empiezo? -pregunto con la alegría recorriendo todo mi cuerpo.
-Hoy mismo -Mira el reloj sobre la pequeña chimenea- En 3 horas para ser exacto.
-¿3 horas? -Intento calcular el tiempo- son 45 minutos al pueblo, unos 15 minutos en prepararme, necesito comer y reposar un poco para no vomitar, y eso me dejaría apenas 10 minutos para descansar.
-Hey, relájate. Eres el nieto del alfa, no te pasará nada si llegas tarde.
-No. No lo haré -me pongo de pie rápidamente- Gracias pa -grito al tiempo que bajo las escaleras para servirme un plato de espagueti.
(...)
Llego al pueblo con 5 minutos de sobra, y me dirijo a aquella casa donde llevé a Roody a su entrenamiento. Y lamentablemente, el mismo hombre que me juzgó aquel día, se encontraba parado en la puerta.
Me ve acercarme y frunce el ceño.
-No puedes entra...
-Sí, si puede -me volteo contento al escuchar la voz de mi abuelo detrás de mi- Parece que estás haciendo mal tu trabajo. Está en la lista -apunta una libreta que tenía en el bolsillo.
-Alfa... -responde este algo avergonzado. A pesar de que el abuelo suele salir de su lugar de gobierno y pasear por el pueblo, todos le tienen un enorme respeto- Lo... Lo lamento mucho, no estaba al tanto de...
-¿Ya llegó tu hijo? -le pregunta, y luego se dirige a mí- Su hijo te hará el entrenamiento. -Asiento con una sonrisa conforme.
-Está en camino -mi abuelo asiente y se despide de mi con un apretón de hombro antes de seguir su camino. Me volteo con satisfacción hacia el hombre de la entrada. Este rueda los ojos y se hace a un lado.
-Entra. Ve a la 3A. Mi hijo llegará pronto.
-Gracias -digo antes de adentrarme a la casa.
Camino por el pasillo con paredes de maderas, y abro la puerta corrediza que tenía un cartel de 3A. Inesperadamente, me encuentro con una sala similar a un gimnasio.
En el piso había varias colchonetas rojas, en la pared que daba frente a la puerta algunas lanzas con y sin punta colgadas, y en los costados, unas pequeñas gradas de dos escalones. No eran muy grandes. Estimo que caben unas 20 personas por lado.
Entro cuidadosamente y observando todo. Estaba completamente vacío y en silencio, salvo algunos gritos de lucha y golpes a través de las paredes por parte de las otras habitaciones.
Según lo que Roody me cuenta de esta casa, aquí abajo hay 4 de estos mini-gimnasios, y en el segundo piso algunas máquinas que sirven para agudizar algunos poderes que poseen los hombres lobo.
Oigo la puerta abrirse detrás de mí, y me volteo para recibir a mi futuro instructor. La emoción me estaba inundando, hasta que vi de quién se trataba.
-Ismael -suelto de mala gana. Frente a mí, estaba el mismo chico que aquella vez fue a casa de Kyle, y terminó por hacer que me fuese por mi propia cuenta. En otras palabras, estaba frente a mi competencia.
-¿Lucas Miller? -pregunta con diversión leyendo la hoja en su mano. Asiento y este la deja sobre el banco al lado derecho, para acercarse a mí con superioridad.
Era bastante alto. Me pasaba seguro por una cabeza entera. Y tampoco es como si yo con mi metro ochenta fuese tan pequeño.
-Me presento, soy Ismael y seré tu entrenador de lobo.
-Si se quién eres -respondo de manera antipática. El frunce el ceño y ladea la cabeza confundido, tal cual lo hace Ros- Fuiste a casa de Kyle esa vez.
-Ah, me sonabas mucho. Así que eres tú el imbécil que gusta de Kyle y que ella no tiene como deshacerse de ti -sonríe inocentemente al final.
-¿Qué? -siento una punzada en mi pecho.
-Lo que oíste -pasa por mi lado y se dirige a donde estaban las lanzas. Escoge una sin punta y comienza a caminar lentamente hacia mí- Ella sabe perfectamente lo que sientes, pero no tiene como decirte que no te quiere de la misma manera. Es más, luego de nuestra sesión de besos intensos y de disfrutar un poco su cuerpo, me dijo que quería que me acercará más a ella frente a ti para demostrarle que no estaba interesada en alguien como tú -la decepción y la rabia me inundan. Siento mi corazón romperse en mil pedazos con solo imaginarme a Kyle besando a este imbécil.
Intento evitar sentirme así para que Ismael no pueda notarlo, y sepa que soy un debilucho.
-A mí no me interesa Kyle -digo sin siquiera créemelo yo- Pero como quieras creerlo. Ahora, ¿vamos a empezar? -Asiente y se acerca rápidamente a mí para golpear la parte trasera de mi rodilla izquierda con el palo, y hacerme caer- ¡Hey!
-Se supone que deberías defenderte antes de que te golpee -ríe.
-Se supone que tú deberías enseñarme eso -me levanto molesto, y me posiciono en forma de defensa, con ambas manos a la altura de mi rostro.
-¿Qué es eso? -Ríe ante mi posición- ¿crees que esto es boxeo? -comienza a caminar rodeándome, y me giro con él para esper cualquier cosa- Somos lobos. Nosotros no atacamos con golpes tan simples que podrás esquivar con eso -me apunta.
-¿Y cómo se supone que debo? -vuelvo a una posición normal.
-Brazos a los lados y separados un de tu cuerpo. Codos un poco fletados, garras fuera, y ojos brillantes para mejorar los reflejos.
-No sé si mi abuelo te lo dijo pero yo no tengo, ni garras, ni ojos brillantes.
-Eres una completa basura -me da un golpe en las costillas con la lanza, haciéndo que me doble un poco- Así no sirves para nada -otro golpe en mi muslo- No sé qué esperas aprender sin habilidades sobrenaturales -otro en el brazo-. Con razón Kyle no te quiere -levanta la lanza para golpearme una vez más, pero lo tomo en el aire. Este me sonríe con sarcasmo y en un rápido movimiento, patea mi estómago y me pega con el palo en la nuca, haciéndome caer.
Quedo en el suelo algo resentido, y se me dificulta un poco ponerme de pie.
-¿No piensas enseñarme nada? -tomo fuerzas y comienzo a pararme lentamente, mientras lo veo reemplazar su lanza sin punta, a una con punta.
-No. No vale la pena perder mi tiempo con alguien como tú -se acerca a mí con rapidez y pisa mi espalda evitando que me pare. Suelta una pequeña risa, y entierra la lanza un poco más abajo de mi hombro izquierdo, y comienza a deslizarla diagonalmente, hasta llegar a mi pantalón. Suelto un enorme grito de dolor.
-¡Basta ya! ¡Por favor! -suplico con todo el ardor en mi espalda. No puedo siquiera moverme. Estoy ahí en el suelo, y puedo ver cómo una gran laguna de sangre se forma a mí alrededor, y bajo los zapatos de Ismael. Este parece no importarle eso, y saca una de sus garras y la comienza a pasar por la herida que hizo con la lanza, para aumentarle la profundidad- ¡Ismael! -grito entre lágrimas. Nunca había sentido un dolor tan horrible como este.
Quiero moverme, quiero pararme y huir de aquí, golpearlo, lo que sea. Pero no puedo. Estoy demasiado adolorido y no puedo hacer nada más que llorar y suplicar. Soy un débil, un inútil.
-¿Te duele? -Pregunta inocentemente- Lo siento, no lo sabía -quita su garra y se para frente a mí para que pueda verlo. Su mano estaba llena de sangre. La vista cada vez se me pone más y más nublada.
-¡No puedes hacer eso! -oigo la voz con furia mi abuelo, y siento su mano sobre mi cabeza. Me gustaría ver la cara de Ismael, pero las energías se fueron hasta para poder levantar la mirada- ¡Tú eres el profesor, tienes que tener cuidado, ir lento! ¡No puedes tratarlo así de brusco, sabes que Luke no es como uno de nosotros, el no sanará tan pronto, ni podrá luchar con tanta facilidad! -dice, y siento como sus palabras duelen más que la herida en mi espalda. Y sin más, me desmayo.
(...)
Abro los ojos con lentitud, y me doy cuenta que estoy boca abajo. Intento darme vuelta, pero el dolor en mi espalda es enorme. Levanto mi brazo derecho para poder palpar la zona, y noto que tengo un paño húmedo en todo el largo de la espalda. Lo levanto un poco para poder tocar, y noto como estoy lleno de costuras desde la parte inferior hasta la superior de mi espalda, formando una gran diagonal.
Levanto la cabeza con dificultad, ya que al hacer ese movimiento la piel de mi hombro izquierdo se estira. Miro a mi alrededor, y desconozco donde estoy. Decido bajarla por el dolor.
-Luke... -oigo a mi madre pero no puedo mirarla, ya que está parada a mis pies. Siento su mano en mi pierna y mi corazón comienza a acelerarse con el simple hecho de imaginarme la reacción que tubo al ver mi gran herida.
-Al fin despiertas, campeón -la voz de mi padre me tranquiliza, al saber que mamá no está sola.
-Me duele -es lo único que logro sollozar.
-Lo sabemos, hijo. Lo sabemos -responde mi madre con la voz débil.
-No llores ma, quien debe sufrir soy yo. Tú estás sana y salvo. ¿Puedes pararte a mi izquierda? -pido. Ladeo mi cabeza y aparece a mi lado de la mano con papá. Una sonrisa débil se forma en mi rostro.
Quiero demostrar que soy fuerte, y que no me duele. No quiero verlos sufrir por mí, pero es imposible disimular este enorme dolor. Soy realmente débil.
-¿Qué fue lo que te hizo ese estúpido? -Pregunta papá irritado- porque no le creo nada el cuento ese de que fue un accidente, y caíste sobre las lanzas. Hay que ser bastante tonto para creerlo.
-No... No fue nada. Solo estábamos entrenando -no quiero decirles que lo hizo con maldad. No quiero meterlo en problemas para que exista alguien más en contra de nosotros.
-Bueno, cuando quieras me cuentas lo que realmente pasó. Lo bueno es que papá ya lo echó del gimnasio para siempre, no podrá nunca más portar armas, y tiene a su padre en vigilancia.
-¿Qué? -intento voltearme un poco para mirarlo bien, además que el cuello ya me estaba doliendo.
-No te esfuerces -me detiene mi madre- Ese chico está donde debe.
-No -intento una vez más levantarme, pero el dolor lo impide- Pa, no sabes lo que haces. No puedes seguir tratando así a los habitantes de la manada. Cada vez habrá más furia contra nosotros y más personas se unirán para acabar con nuestras vidas- mi padre frunce el ceño, y luego lo relaja con preocupación.
-No serían capaz. Conocemos a su padre y a ese chico desde hace mucho tiempo. Su familia ha sido un gran apoyo desde el gobierno de mi abuelo.
-Las cosas pueden cambiar de un día para el otro. Con una simple acción, una simple palabra, o con un deseo de venganza. Pa, no debieron haber hecho eso -la preocupación y el miedo me invade- ¡Roody! -logro levántame con la ayuda de mis brazos en una flexión, pero el dolor me obliga a volver a mi posición anterior, con los brazos a los costados.
-Hijo, quédate tranquilo por favor -pide mamá- Roody está a salvo con Andy y tu abuelo. Ahora cálmate para que pase luego la media hora y podamos llevarte a casa.
-Hazle caso a tu madre, campeón. Necesitamos volver a casa para resolver algunas cosas.
La puerta se abre y mamá le sonríe a la persona que entró.
-La morfina comenzará a hacer efecto, pero no porque no duela significa que estás bien -se oye la voz de una mujer, que supongo es la doctora- Debes agradecer que el alfa estaba ahí, o seguro te hubieras muerto desangrado -alzo las cejas por la sinceridad de la mujer- Lucas, aprovecha el calor del verano e intenta dormir destapado y sin camiseta. Es peligroso si se te enreda algún punto en las telas. Utiliza un parche cuando lo veas necesario, bebe mucho líquido y descansa sin moverte. Tu abuelo me dijo que hacías natación. Me temo decirte que la deberás suspender por unos 2 o 3 meses según como valla tu recuperación.
-Gracias -digo sin siquiera poder voltearme a decírselo de frente.
-Control en una semana más. En una hora más menos podrás volver a casa para un descanso absoluto, boca abajo.
-Gracias doctora -agradece mi padre.
~~~~~~~~~
Hola!
Me acabo de dar cuenta que nunca le he puesto nombre al papá de Tyler. O por lo menos no recuerdo cual era.
Si alguno vio por ahí que tenía nombre me lo puede decir??
Y si no, alguna idea de nombre? Piensenlo como un nombre potente, que imponga respeto ;D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top