45. La resurrección

—¿Do... dónde está? —Tyler llora, al igual que yo— Papá... Por qué hiciste esta mierda... —se sienta en las bancas, completamente roto.

—Fue para protegerlos. Luke estuvo de acuerdo porque sabía que en su momento era la única solución. Tu sabes cómo es el. Siempre pone a la familia primero, incluso antes que a él mismo —Tyler baja la mirada triste. Está ansioso y quiere ver a su hijo. Lo que aún no le he dicho, es que Luke está muerto, y que estamos intentando revivir.

—Alfa, le traje algo para comer...

—Tu... —Tyler toma a Ismael del cuello de la camiseta amenazante.

—Hijo, basta —le detengo apurado. Este me mira molesto— Ismael no es malo. Salvó dos veces a Luke, y fue el quien lo ayudo esta vez a que no lo mataran —lo fulmina con la mirada.

—Aun no me dices quién secuestró a Luke —me dice soltando al chico.

—Te lo diré, pero esperaré a que esto se calme, a ver si Luke logra salir de esta —las últimas palabras salen suaves. Espero con ansias a que mi nieto esté bien.

—¿Y Roody? —Tyler corre hacia Alvin, quien salía de la sala de urgencias.

—Está descansando. Fue mucha sangre y le inyectaron suero para que no se debilite. Pero tranquilo, está bien —Tyler le abraza, y el chico a mi lado me mira.

—Espero funcione —me sonríe débil, con más fe que yo— Usted me lo dijo. Luke es fuerte —me entrega una caja con unas medias lunas, y un café.

—Muchas gracias. Lo necesito —alzo un poco la comida y le regalo una sonrisa. Suelto un largo suspiro y espero.

(...)

Me remuevo con un enorme dolor en mi cuello. Es la segunda noche que paso aquí en el hospital, y con mi edad ya no ayuda mucho dormir en unas sillas duras en el frío pasillo.

Miro a mi lado y no había nadie. Alvin se había ido con su esposo, Ismael fue a casa porque se lo rogué, y Tyler fue con Emily, a quien ya le habían dado de alta.
Le pedí por favor que no le dijera nada, ya que no sabía si Luke sobreviviría. Ya ilusioné a mi hijo, y no quiero ilusionar a una mujer embarazada.

Me estiro y siento como mis huesos crujen completamente. Miro la hora en mi teléfono. Es bastante temprano.

Decido ir al baño del hospital y pasar por algo de comer. Últimamente he dejado de lado todo lo de mi gobierno, pero Andy y su padre me han ayudado bastante sin siquiera preguntar por lo que estoy pasando.

Como en la cafetería y una vez listo me dirijo a las sillas donde antes estaba. Comienzo a desesperarme cuando veo a muchos doctores entrar a la habitación de Luke. Luego pienso un poco. ¿Qué más puede sucederle a un muerto?

Había perdido todas mis esperanzas, hasta ahora.
Mi corazón late rápidamente y ruego porque todo esté bien.

Los minutos pasan y nadie sale, hasta que luego de media hora donde una enfermera me llama. Entro rápidamente y espero las noticias con el corazón subiendo por mi garganta.

—Alfa, ya tenemos noticias sobre su nieto... —comienza a hablar lentamente esperando mi reacción. Yo no digo nada y espero a que continúe— Lucas Miller ha resucitado gracias a la limpieza sanguínea —me sonríe e inconscientemente salto a sus brazos lleno de alegría.

—Lo lamento, yo... —la suelto y mis lágrimas de felicidad no tardan en salir— Dios mío... ¿Lo puedo ver? ¿Está bien?

—Lo mantendremos en observación por dos días para confirmarlo. Lo puede ver, pero está dormido y por su impacto corporal con la resurrección, no creo que despierte hoy —asiento y la sigo por donde me indica.

Subimos hasta las habitaciones del sector del sanatorio y entramos a la de Luke. Ya se veía con más color en su rostro y en sus labios, y su cuerpo se veía más relajado.

Suelto un largo suspiro entrecortado y tomo su mano mientras acerco una banca y sentarme a su lado. Le observo muy angustiado.

—Lo lamento tanto, Luke... —un nudo se forma en mi garganta impidiéndome hablar bien— Tu no perteneces a este mundo, y aun así todo recae en ti —suelto un gran suspiro— Te prometo que apenas abras tus ojitos azules, todo se resolverá. Te alejaremos de esto y podrás vivir tranquilo tu vida. Regresarás con tus amigos, tendrás más citas con Lexy, ganaras todas tus competencias de natación, tu familia estará a salvo, y serás feliz. Te lo prometo —aprieto un poco más el agarre en su mano y le regalo una sonrisa que sé no puede ver— Tu hermanito es increíble... No lo pensó dos veces cuando le dijimos que lo haría para recuperarte. Él te ama, él te necesita. Todos te necesitamos, Luke.

Luke's POV:

Abro lentamente mis ojos, y mi cabeza arde como nunca. Mi cuerpo pesa y duele, y mis intentos de movimientos son un fracaso. Me mareo no estando del todo consiente con el presente.

Siento a alguien a mi lado, y como puedo giro mi cuello para encontrarme a papá durmiendo en un sofá junto a la camilla. No recuerdo que pasó, no sé dónde estoy, ni mucho menos por qué él está aquí.

Intento emitir algún sonido para llamar su atención, pero nada sale de mi garganta. ¿Estaré muerto? Quito esa idea de la cabeza e intento hacer alguna otra cosa.

Miro fijamente a mi padre para intentar comunicarme telepáticamente con él y, como por arte de magia, este comienza a abrir lentamente sus ojos, acompañado de un gran bostezo lobuno.

Apenas me ve abre sus ojos como plato y se pone de pie para abrazarme.
Comienza a llorar descontroladamente y me encantaría poder devolverle el abrazo pero mi cuerpo se dificulta para moverse.

—¿Cómo estás? —limpia rápidamente sus lágrimas y me mira esperanzado. Intento abrir la boca pero nada. Lo único que puedo mover en estos momentos es la punta de mis dedos de la mano y pies, y ojos— ¿Luke? ¿Estás bien? —su voz se oye preocupada y sale de la habitación para llamar a una enfermera que entra enseguida.

—Oh, despertó —me sonríe amablemente— Señor Miller, le pido por favor que se calme, o puede alterar a su hijo. Si quiere avísele al alfa que ya está despierto. Le pido que me deje un rato con el muchacho para que pueda hablar con el —mi padre la mira poco convencido pero termina asintiendo.

—Nos vemos, hijo —sonríe preocupado y sale de la habitación.

—Pestañea dos veces seguidas si es sí, y una si es no. ¿Entendiste? —Pestañeo dos veces con lentitud— ¿Te sientes bien? —pestañeo una, y la enfermera frunce el ceño— ¿Físicamente? —una vez— ¿Emocionalmente? —dos, y la mujer sonríe comprensiva— ¿Estás asustado? —dos veces— Confundido —dos veces más. Asiente y se dirige a los cajones a mi lado.

Saca una máquina para tomar la tensión y corta el flujo de la bolsa de suero que tenía a un lado.
Luego de esto hace que me calme un poco, cosa que logra, y me prepara para contarme cómo llegué aquí.

—Te habías muerto, pero gracias a la sangre lobuna de tu hermano menor, pudimos limpiar el veneno en la tuya y hacer milagros para reanimarte. Corrección. Resucitarte. El pequeño es realmente valiente. Donó unos 5 litros, y sigue recuperándose por eso. Créeme que con donar apenas medio litro te lleva casi dos meses de recuperación —mi corazón se encoge al oír eso. ¿Habrá sabido Roody para que era toda la sangre? Lo amo muchísimo, y necesito verlo lo antes posible— Tranquilo, está bien —me sonríe amablemente.

—Uh... —intento hablar, pero solo sale un balbuceo.

—Mira, ya estás casi hablando. Intenta de vez en cuando moverte un poco. Pero no abuses que puede hacerte daño. Esto es normal, prácticamente tu cuerpo está recibiendo la sangre y la información de a poco. Lo primero fue tu corazón y tu cerebro, y ya con el tiempo podrás moverte como antes.

Me encantaría poder preguntarle cuanto me demoraré, pero no tengo como. Me gustaría poder ir lo antes posible a ver a mi familia y amigos.
No sé si papá ya les habrá dicho la verdad, pero aun así quiero que esto termine luego.
¿Cuántos días llevaré aquí?
Mil preguntas brotan en mi mente que, lamentablemente, no podré resolver en este momento.

(...)

Tardé exactamente 28 horas con 17 minutos en recuperar la movilidad completamente. Lo siguiente que logré hacer fue mover mis manos y hablar, cosa que me permitió comunicarme con papá y el abuelo para que respondieran mis preguntas.

Pasaron 3 días desde que Ismael me salvó de Joshua, quien actualmente la está pasando realmente mal en el calabozo del pueblo. Estuve un día entero muerto, y tarde casi dos en despertar, más uno en movilizarme, aunque aún tengo mis debilitaciones cuando intento caminar sin la ayuda de una caminadora de cuatro patas, de esas que usaba el anciano de la película Up.

Hoy me darán de alta para poder descansar en casa, y estoy muy ansiosa por ver a mamá. Papá no le ha dicho nada aun, y hasta está algo molesta porque últimamente su esposo ha pasado mucho tiempo lejos de su familia.

—Con cuidado —papá me ayuda a bajar del auto y a avanzar con la caminadora de anciano para detenemos frente a la puerta de entrada— Espera un momento —asiento y espero.

En verdad esto se siente muy extraño. Estar aquí fuera de mi añorado hogar, a punto de volver a mi familia que extraño más que a nada, me hace sentir muchas cosas.

Papá entra a casa, y me esfuerzo por intentar mantenerme en pie tanto rato, mientras escucho hacia dentro.

—Hola, amor —Oigo que mamá saluda a su esposo con un beso, pero con un tono no tan animado como solía serlo— ¿Cómo estás?

—Mejor que nunca, ¿y tú? —papá se oye divertido.

—Aquí, respirando para crear vida —responde mamá desinteresada.

—Uhm, ¿Emily? —Silencio, donde supongo que mamá le respondió— ¿Extrañas a Luke?

—Más que a nada en la vida —su voz se quiebra un poco y mi corazón se encoje. Ya quiero verla. La extraño mucho.

—¿Qué harías para recuperarlo?

—Tyler, ya basta. En serio quiero superar esto. La pena no le ha hecho nada bien a Evelyn, y la verdad es que a mí tampoco —dice un poco molesta.

Esperen. ¿Evelyn? Una ola de felicidad me inunda al saber que mis padres escogieron el nombre que yo les di para la bebé.

—Vamos, Emily, lo mejor para superar no es olvidar, sino que aceptar —se oye papá— Ahora respóndeme, ¿Qué harías para recuperar a nuestro hijo?

—Ugh, no lo sé Tyler. Haría de todo, incluso sería capaz de entregarme al diablo para que el viva a cambio de mí. Ya no soporto la angustia, y no me gusta ver tan triste a Roody y a ti —silencio— Aunque veo que para ti ya no es tanta angustia. ¡Tyler, deja de retire, es un tema serio!

—Bueno, amor. Te comunico que el diablo tendrá que esperar por tu vida —se oye papá contento, y lo siguiente que pasa es que la puerta principal se abre dejándome ver a mamá. Observaba a su esposo con una expresión triste y cansada, con ambas manos sujetando su vientre un poco más abultado.

La mujer me observa completamente estática y sin expresión, luego frunce el ceño y cierra con fuerza los ojos para volver a abrirlos. Una vez que lo hace y se da cuenta que sigo ahí, sus ojos comienzan a inundarse en lágrimas. Lleva sus manos a su boca, impactada, sin poder creer lo que está viendo.

—Bueno, ma. Como vez estoy algo complicado, así que te agradecería que fueras tú quien se acerque para poder abraza... —las palabras se quedan a medio camino, ya que esta corre y me abraza como nunca lo había hecho, transmitiéndome todo lo mucho que me extrañó. Un enorme nudo se forma en mi garganta y ambos comenzamos a llorar.

—Luke... —solloza y me aferro completamente a ella. Me siento tan protegido en sus brazos, tan amado y tan feliz— Luke... —intenta nuevamente decir alguna frase, pero lo único que logra son sollozos— Mi amor... —acuna mi rostro en sus manos sin poder dejar de llorar. Me ayuda a caminar hasta el sillón, y ahí me vuelve a abrazar. Se recuesta en mi pecho sollozando, y yo solo intento no volver a llorar mientras acaricio su cabeza para calmarla.

—Emily... —papá se agacha para quedar a su altura y le acaricia el rostro— Nuestro hijo está vivo, esto es real —ahora los ojos de papá son los que se humedecen— Nunca lo perdimos, todo fue un estúpido plan de papá para protegernos. Estoy algo molesto, pero según lo que en dijo, está todo bien.

—No, papá. No debes estar molesto —le miro aún con el nudo por mamá— Yo acepté esto, yo quise hacerlo para protegerlos. Era la única opción para que no les hicieran nada a ustedes. Y mira, ya sabemos quién es el que enviaba todas las amenazas.

—¿Cómo? —mamá se levanta y se limpia las lágrimas para sujetar mi brazo. Beso su cabeza antes de apoyar la mía en la de ella.

—Bueno amor, creo que necesitas ponerte al día un poco —papá sonríe con los labios fruncidos y se sienta en el sillón frente a nosotros.

(...)

Mamá sube mi caminadora, mientras papá está detrás mío atento a que no me caiga mientras intento subir las escaleras.
Han pasado dos horas desde que llegué, y no he visto a Roody. Según lo que me dice mamá, él ha estado todos estos días encerrado, y ni siquiera quiere jugar con Ros. Me da mucha pena saber que la estaba pasando muy mal mientras yo solo estaba sentado esperando que esto pase para poder volver a casa.

En verdad lo extraño mucho.

Me despido de mis padres, y tomo la caminadora para avanzar lentamente hacia la habitación de mi hermano. La puerta estaba un poco abierta y simplemente la abro sin tocar.

—Hola, Luke. Hoy has llegado más temprano —miro a mi hermano que me habla sin despegar la vista del techo, con ambas manos cruzadas sobre su estómago. Frunzo el ceño— La verdad es que te extraño muchísimo. Me haces falta todos los días y realmente quiero que vuelvas. Mamá ya me ha dicho mil veces que eso no sucederá, y que debo salir a jugar con mis amigos o con Ros, pero no puedo, no quiero. Yo quiero jugar contigo, quiero reír contigo y quiero abrazarte a ti —un nudo se forma en mi garganta y aguanto las lágrimas que estaban por salir. Dios, extrañe tanto a Roody que ni siquiera puedo reaccionar— Te amo, Luke. Eres lo mejor de mi vida... —Y esas palabras bastaron para soltar el caminador y correr a mi pequeño hermano.

—Te amo, Roody —el nudo se deshace y deja paso a las lágrimas. Roody abre los ojos sorprendido, e instantáneamente estos comienzan a derramar lágrimas con desesperación.

—¡Luke! —me grita como si estuviese lejos, como si me fuese de nuevo. Salta a mi cuello y me abraza con sus pequeños brazos. Le aprieto fuertemente y no puedo dejar de llorar— ¡Hermanito, estás vivo, estás aquí!

—Lo estoy, lo estoy —me separo un poco y acuno su rostro en mis manos mientras limpio con mis pulgares sus lágrimas— Estoy de vuelta gracias a ti —le abrazo nuevamente y nos quedamos así por un largo rato hasta que ambos nos dormimos. Definitivamente una de las cosas que más extrañe en mi soledad, fue el estar con mi hermanito y sentir su aroma.

Si alguien algún día me preguntase cual es mi lugar favorito en este mundo, definitivamente escogería el estar los pequeños brazos de Roody.

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Hola! Tan solo quedan 6 capítulos para el final jiji

A los 20k, habrá doble actualización, así que por favor no olviden seguir apoyando la historia con sus lecturas, votos y comentarios que tanto amo leer.

Nos vemos! <3

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