41. Tristeza y miedo.

Despierto a las 5 de la mañana, muy nervioso y con el estómago apretado. Apenas he dormido 2 horas, ya que me quede hasta las 3 de la madrugada pensando en todo lo que hoy podría pasar. Intento seguir descansando pero nada, puesto que mi mente no deja de dar vueltas.

Me gustaría despedirme de todos, pero me es difícil. La última vez que vi a los chicos fue ayer en el instituto, a Lexy en la cita, y a mis tíos ya hace bastantes días. Ayer me sentí tan bien en los brazos de mamá, que me imaginé muriendo feliz en ellos. Pero no será así. Fingiré mi muerte, y será lejos de ellos.

Me levanto de la cama y camino hasta la habitación de Roody. Abro un poco la puerta y sonrío al verlo tan acurrucado durmiendo. Me acerco a él lentamente, pero piso un juguete chillón haciéndolo despertar.

—Lo siento, lo siento. Soy yo, sigue durmiendo —le susurro. Este frota sus ojos y se sienta lentamente en su cama.

—¿Tuviste una pesadilla? —dice con voz somnolienta sin siquiera poder abrir completamente sus ojos.

Con la luz que entraba desde afuera, podía ver que su cabello estaba todo despeinado, y con la almohada marcada. Sonrío ante lo tierno que es, y al mismo tiempo se forma un nudo en mi garganta.

—Si... —me acerco a él y me siento a su lado.

—Duerme aquí conmigo. Yo te protegeré —se hace a un lado en su cama —aprovecha que tengo cama nueva —ríe ronco por acabar de despertar. Efectivamente. Ayer mis padres me compraron una cama nueva, y le pasaron la que yo tenía, también de dos plazas, a Roody.

—Gracias —me adentro en sus sábanas, y este pasa sus brazos por mi cuello y afirma su cabeza en mi pecho quedándose dormido enseguida.

Recuerdo que desde que Roody era un bebé, cuando nadie lo podía calmar, cuando lloraba sin razón, el único que lograba tranquilizarlo era yo. Lo acurrucaba en mis brazos y este ponía su cabeza en mi corazón y se agarraba firmemente de mi camiseta para evitar que lo soltara. Desde ese día mamá predijo que la relación que tendríamos sería muy fuerte. Y actualmente puedo darle la razón.
A pesar de nuestros 11 años de diferencia, es como si fuéramos iguales.

Limpio las lágrimas que habían brotado de mis ojos, y le doy un beso en la frente a Roody para seguir intentando conciliar el sueño con este enorme nudo en la garganta.

(...)

Termino mi almuerzo y miro la hora en el reloj sobre en microondas de la cocina. En dos horas más el abuelo comenzará con su plan. Suelto un suspiro y recojo todos los platos ya vacíos de la isla para dejarlos en el lavaplatos.

—¿Vas a salir a alguna parte? —me pregunta papá apenas doy un pie fuera de la cocina. Me detengo con algo de miedo. Intento calmarme e inventar algo para ocultar, sin mentir, lo que voy a hacer. Papá tiene muy buen sentido para reconocer las emociones.

—Sí —le sonrío tranquilo— Iré al pueblo.

—Yo voy en unos cinco minutos más. Debo ir a entregar una ficha de que finalicé mi trabajo comunitario de la semana, y retirar el de la próxima. ¿Te llevo? Me cambio los zapatos y voy —se pone de pie y se me acerca.

—No, descuida. Tomaré un bus —le sonrío y este asiente confundido— Será algo rápido, no necesitaré la moto.

—Está bien. Cuídate campeón —me desordena el cabello, y antes de que pudiera seguir su camino, le abrazo. Este me corresponde enseguida.

—Parece que alguien anda más cariñoso de lo normal. Anoche y hoy en la mañana también me abrazó eufóricamente —ríe mamá.

—Es que tuvo una pesadilla —le responde Roody y yo lo miro con una sonrisa. Asiento triste y le doy un beso a los tres para salir.


Tomo mis llaves pensando que volveré pronto, y doy un largo respiro antes de salir a tomar el bus. Intenté dejar mi habitación ordenada, y llevarme la ropa que tenía guardada que hace tiempo no ocupaba porque no me gustaba como me veía para evitar que se note la falta de mis cosas. En fin, da lo mismo lo que ocupe, si el único que me verá será el abuelo.

(...)

—¿Estás preparado? —me pregunta mi abuelo. Mi corazón comienza a latir con fuerza y siento unas enormes ganas de llorar— Tranquilo, Luke. Todo estará bien.

—¿Y si no? —Mis ojos comienzan a humedecerse— No quiero que los que me aman sufran por mi culpa, por algo irreal.

—Es por el bien de todos, créeme. Según las estadísticas que hicimos, y la información que recolectamos, fingir tu muerte es una buena solución —Una lágrima se resbala por mi rostro, y mi abuelo se apresura a abrazarme.

—Abuelo, tengo miedo —lloro— Tengo miedo de lo que puede pasar con mamá, con papá, con Roody, con mis amigos, mis tíos, primos, todos... —no dice nada, pero no deja de abrazarme.

—Debes prometerme que pase lo que pase, no dirás nada. Los muertos no hablan ¿Okey? —Asiento triste— Ya tengo el lugar donde te quedarás. No es la gran cosa, pero te servirá.

Dominic's POV:

Dejo a Luke en mi antiguo escondite de mi juventud: Una especie de Loft, con una cama grande, un mueble, un pequeño comedor, cocina, y baño.
Decidí remodelarlo, ya que a veces cuando quería descansar de todo esto del gobierno, me venía aquí. Nadie sabe de su existencia, y por eso es un buen lugar para mi nieto.

—Se me va a hacer algo extraño vivir solo. Creo que tendré que vivir como un fantasma —intenta bromear, pero está tan nervioso que con cada palabra que dice le tiembla en labio inferior.
Me da lástima verlo tan asustado, pero sé que esta es la mejor forma.

—Bueno, llegó la hora —digo también nervioso. No sé cómo reaccionarán sus padres, y tampoco sé si podré controlar bien mi organismo al decir una mentira tan grande como esta. De seguro Tyler exigirá saber quién fue, donde está el cuerpo de Luke y, claramente, terminara destrozado. Al igual que Emily, al igual que Roody. Luke asiente triste— Siéntete como en casa. Vendré a dejarte comida más tarde, y quizá venga uno que otro día

—¿Uno que otro día? —Se altera— ¿Cuánto tiempo durará esta mentira?

—Lo que sea necesario —digo firme. No puedo dejarme debilitar por las emociones tan fuertes que está sintiendo en estos momentos— Ahora debo irme —digo, y salgo rápidamente antes de que pueda protestar.

Espero que Cristian se crea todo esto, y se lo haga llegar lo antes posible a su dominante.

Lo primero que hago es ir al hospital y sacar lo que sobró de los exámenes de sangre de Luke. Rompo el frasco y me esparzo su contenido en la ropa, manos y rostro. Me miro al espejo y ensayo mi expresión. Estoy muy nervioso. Necesito que esto salga bien, pero tampoco quiero dañar tanto a todos.

Me dirijo a la casa de Tyler, y toco el timbre y la puerta repetidas veces para sonar desesperado. Emily es quien abre, y me mira con el ceño fruncido. Mira la sangre y alza las cejas sorprendida.

—¿Qué...?

—Necesito hablar con ambos —finjo estar dolido, y asiente rápidamente para hacerme pasar a la sala. Segundos después, llega con su esposo.

—¿Papá? Que pas... —frunce el ceño y se acerca un poco más para oler la sangre. Su rostro palidecer completamente— Luke...

—¿Qué pasó con Luke? —pregunta Emily preocupada, mirando a mi hijo.

—Es su sangre... —el corazón de Tyler comienza a latir velozmente, al igual que el de su esposa— ¡Papá, dime que le pasó a Luke! —comienza a desesperarse. Respiro hondo para calmarme internamente.

—Luke... —cierro los ojos con fuerza. No quiero decir esto, pero debo hacerlo si quiero salvarlos— Luke murió —me atrevo a decir.

Mi hijo abre su boca asombrado, y su rostro se palidece aún más de lo que ya estaba. Sus ojos no tardan en llenarse de lágrimas que no se molesta en limpiar. Por otro lado, Emily cae de rodillas al suelo con ambas manos en su cabeza. Sus corazones sonaban muy fuerte, tanto que no tengo ni la necesidad de agudizar mi oído para sentirlos.

—¿C... Cómo? —solloza Emily.

—Lo... Lo asesinaron. Trate de ayudarlo pero no pude hacer nada...

—¡Dime quién fue el maldito! —Los colmillos y ojos de Tyler salen a la luz. Está muy rabiado— ¡Lo voy a matar! ¡Y no me importa si paso la vida entera en la cárcel, merece morir! —las lágrimas caían como cascadas mientras intentaba controlar sus impulsos. Estaba completamente histérico, muy a diferencia de su esposa que ni siquiera respiraba.

—Emily, ¿estás bien? —Me agacho para estar a su altura— Por favor mantente bien, puede hacerle mal a la bebé.

—¿Cuál es la idea de tener un hijo si perdí a otro? Esto no reemplazará jamás a Luke... —llora con desesperación.

—Mami, ¿qué pasa? —Roody baja las escaleras inocentemente mientras se frota los ojos. Acaba de despertar. Se me rompe el corazón tan solo verlo.

—Roody... —dice Emily triste. El pequeño se acerca a ella preocupado y la abraza para empezar a llorar sin siquiera saber que sucede— Tu hermano, Luke... Luke... —intenta hablar, pero las palabras no salen de su boca.

—Luke murió —dice Tyler de forma directa y seca. Ambos lo miramos con reproche y la única expresión que tenía en su rostro era desagrado y rabia— ¿Qué? Debe saber la verdad. Debe saber que no verá jamás a su hermano. Que nos abandonó. Que un estúpido lo mató —su voz se quiebra completamente con las últimas palabras. Sin decir nada más, sube hasta su habitación. Mi corazón comienza a destrozarse cada vez más a medida que todos reaccionan.

—¿Mamá? —Roody la mira desesperado y con las lágrimas saliendo, esperando que sea una broma. Emily niega triste y Roody queda estático y pálido.
Se quedó parado frente a su madre, con ambas manos a sus costados y los ojos llenos de lágrimas.

—Roody... —me acerco y pongo mi mano en su hombro. Este me mira y no puedo sostener por mucho tiempo su mirada.

—Luke... —llora y abraza a su mamá, quien estalla aún más— ¡No! ¡Mamá, él no se podía ir! Teníamos muchas cosas que hacer... —grita con desesperación, deshaciéndose por completo. No puedo creer que alguien tan pequeño como el entienda a la perfección el sentimiento de muerte.

—Emily yo... —intento hablar. La mujer me mira con todo su maquillaje corrido y ojos hinchados— Debo terminar algunas cosas. Necesito resolver esto lo antes posible. No se puede quedar así —me excuso para irme. No soporto estar más aquí. Me duele verlos de esta manera.

—¿Puedo verlo una vez más? —intenta pararse pero la angustia le pesa. La tomo del brazo y la ayudo a que se siente en el sillón.

—Prefiero que no. No está en muy buen estado.

—No me importa... Necesito sentirlo a mi lado una vez más. No pude despedirme de esa manera. Quiero verlo, por favor... —suplica.

—Veré lo que puedo hacer —le regalo una sonrisa triste y asiente.

Salgo de la casa antes de que puedan decirme algo más.

Doy un largo respiro para deshacer el nudo que se formó en mi garganta. La reacción de todos realmente me partió. Sabía que sería difícil, pero nunca pensé que sería tan doloroso para mí, que sé que está vivo. Doy otro respiro, y me dirijo a casa de Cristian.

—Alfa... —dice Kyle sorprendida cuando me abre la puerta. Huele la sangre y me mira con el ceño fruncido.

—¿Está tu padre? —digo molesto. Ambos hicieron cosas muy malas, y no se merecen un buen trato. Asiente y me hace pasar.

—¿Esa es la sangre de Luke? —pregunta preocupada.

—Hablaré con tu padre —digo serio ignorándola. La chica solo asiente y espera a que Cristian llegue.

Apenas el hombre aparece en mi vista, me acerco molesto y le golpeo con todas mis fuerzas en la mandíbula. Su rostro gira bruscamente y me mira sorprendido con la nariz y labio sangrando. Sé que él no responderá de la misma manera.

—¿¡Qué mierda te pasa Dominic!? —escupe molesto. Le tomo de la camiseta y lo obligo a mirarme. Estoy tan molesto por lo que hizo, que no necesito ni fingir rabia por lo que le diré.

—¡Mataste a mi nieto, estúpido! —este frunce el ceño. Le suelto con un empujón— A Luke, imbécil. No te hagas, sé que fuiste tú.

—Luke... —oigo a Kyle sorprendida.

—Yo no lo hice, pero créeme que estoy feliz de que haya pasado —sonríe y le vuelvo a golpear el rostro.

—No te saldrás con la tuya tan fácilmente... Conseguiré pruebas de su asesinato y te pudieras en la cárcel. Tú y tu hija —le apunto amenazante. Miro a la chica que estaba con la cabeza agachada aguantando las lágrimas— No te victimices, Kyle. Tu también estás involucrada en esto. No te alejas de ser la segunda sospechosa del asesinato —oigo una risa y me volteo molesto a Cristian.

—Lo siento, hace tiempo no estaba tan contento —limpia la sangre de su nariz con su antebrazo— Bueno, con mis manos limpias me sentaré aquí tranquilo. Después de todo, ni que haya sido tan importante el estúpido ese —se sienta en el sofá poniendo los pies en la mesa de centro. La sangre me hierve al escuchar sus palabras, pero me controlo de matarlo. Porque sí, quiero asesinarlo ahora mismo.

Doy un respiro y decido irme no sin antes detenerme al lado de Kyle, que estaba parada junto a la puerta.

—Solo recuerda lo último que le dijiste, y lo mierda que lo hiciste sentir —la chica me mira horrorizada por mis palabras— De esa forma te recordará en la eternidad. Y con la culpa de que no te perdonó morirás tú, porque yo sé que en el fondo te arrepientes de lo que hiciste, porque sabes lo increíble que era mi nieto —finalizo antes de salir.

—Ignóralo, hija. No hiciste nada que no se mereciera —oigo a Cristian, y tuve que contenerme las ganas de volver.

Intento calmarme camino a mi Loft. Le puede hacer mal a Luke si me ve tan enojado.

Cuando se me va la rabia, vuelve la tristeza. Recuerdo los ojos de mi hijo llenos de rabia e impotencia. Los ojos de Emily, una mirada vacía que decía de todo, su desesperación, la pena, la rabia... Y Roody, la forma en que se deshizo en los brazos de su madre, su corazón estrujado y sus pequeños labios gritando el nombre de su hermano.

Suelto un suspiro cansado antes de entrar. Luke ya estaba instalado. Cuando oye la puerta se gira rápidamente y se me acerca. Nota mi expresión y me mira preocupado.

—¿Cómo... resultó todo? —sus ojos comienzan a humedecerse. Niego triste y este asiente— Quedaron destrozados, ¿cierto? —asiento y el nudo que me estuve aguantando en todos este rato se deshace y es reemplazado por una ola de llanto.

—Reaccionaron muy mal... Tu papá estaba molesto, rabiado de impotencia, de tristeza. Tu mamá quedó shockeada, por suerte se movía, y Roody... Roody quedó muy mal. Tyler le dijo todo de golpe y de mala forma. Estaba tan roto que no le importó romper siquiera a su hijo menor —limpio mis lágrimas.

Luke solo me observa sin expresión. Una única lágrima cae por su rostro. Intento sentir sus emociones pero no puedo, no logro sentir nada. Da un respiro y limpia la lágrima. Asiente con una sonrisa triste.

—Espero que esto realmente funcione —dice sin titubear, sin mostrar algún rastro de tristeza— Iré a descansar —se da media vuelta y sube las escaleras hasta la habitación. En el camino intento sentir algo, pero nada. Está frío y completamente ajeno a emociones.

Pienso si debería ir a hablar con él, pero creo que lo mejor que puedo hacer es dejarlo solo para que se relaje y piense un poco.

~~~~

Sip, lo siento, dos días tarde. Lo bueno es que de igual forma actualizaré el domingo, por lo que no tendrán que esperar tanto. Je.

¿Qué creen ustedes? ¿Era esta la mejor solución para salvar a los Miller?  Y si no, ¿Cuál habría sido una buena idea?

Me gustaría saber como piensan ;)

-Maca.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top