—¿Querrás perros calientes o hamburguesas? —me pregunta mamá anotando las cosas para mí cumpleaños de mañana.

—Uhm, creo que las hamburguesas alimentan más —respondo, y enseguida el timbre suena y mamá se levanta a abrir mientras reviso el resto de las cosas.

—Hijo, te buscan —me levanto del sillón y voy a la puerta para encontrarme con Brett.

—Vamos a mi habitación —aviso rápidamente al notar la expresión de mi vecino. Mamá frunce el ceño al notarla también, y subo con Brett. Cierro la puerta para evitar que Roody o alguien nos interrumpa.

—Veo que ya notaste que no vengo muy contento —dice con voz seca. La última vez que lo oí hablar así fue para aquella vez que terminó con su novia.

—Si. Y me gustaría saber por qué estás así, y por qué me hablas de esa forma —suelta una risa sarcástico, y con obviedad.

—Estoy así por ti. O más bien por dejar de esa manera a Lexy —automáticamente frunzo el ceño.

—¿Por mí? ¿Dejar a Lexy cómo? Brett, no sé de que estás hablando, y por favor si vas a estar dirigiéndote a mí con esa actitud, voy a pedir que te vallas. No quiero generar discusiones.

—¿No sabes lo que hablo? —Puedo ver el enojo en sus ojos, pero al mismo tiempo puedo sentir la decepción de su voz— Ayer Lexy llegó a casa llorando sin siquiera intentar ocultarlo. Estaba destrozadísima.

—¿Qué? ¿Qué le pasó? ¿Está bien? —me preocupo enseguida cuando oigo eso.

—Eres un estúpido —escupe de mala gana. Frunzo el ceño— ¿Sabías acaso que mi hermana estaba enamorada de ti?

—Me había dicho que le gustaba... —me encojo de hombros.

—No solo eso. Enamorada —modula bien la palabra— ¡Eres un maldito insensible!

—¿Insensible? Yo no he hecho nada para dañarla.

—¿Ah, no? ¿Para qué la ilusionas si vas a ir por ahí besándote con una cualquiera? —me habla algo enfadado. Es muy poco común verlo así.

—¿Ilusionar? —pregunto confundido—Dios, Brett. Madura.

—¿Madurar yo? Madurar tu que no sabe la única regla de no meterse con la hermana de su mejor amigo —suelto un suspiro ya harto de la situación.

—¡Yo no me involucré con ella!

—Peor. La ilusionaste, le dijiste que tenías novia y te besaste con ella en frente de MI hermana.

—Yo no ilusioné a nadie, ni he dicho nada. Si Lexy se confundió, ya ella.

—¿Disculpa? —niega molesto y se voltea para salir.

—Espera —le tomo del brazo impidiéndoselo— Brett, hablemos. No podemos discutir por esto.

—Claro que no. Es una pérdida de tiempo discutir contigo sabiendo que Kyle te tiene cegado y comiendo de la palma de su mano.

—Estas diciendo estupideces.

—Hombre, esa chica te está manipulando con un amor que no veo muy real. Ella no es la chica buena que tú te imaginas.

—No la conoces como yo.

—No, no lo hago. Y créeme que no me gustaría hacerlo. Lucas, Kyle es una interesada —dice seco. Comienzo a hartarme a medida que habla. Una cosa es defender a su hermana, pero otra muy distinta insultar a Kyle.

—No te atrevas a hablar de mi novia de esa manera —le apunto con mi índice en su pecho.

—¿Vas a defenderla a ella antes que a mí, o que a Lexy?

—Sí —sigo con seguridad.

—Eres increíble... —escupe con sarcasmo antes de irse y cerrar la puerta con un gran portazo que hizo rebotar las paredes y los marcos en ella.

—¡Creo que no se cerró bien! —le grito con burla.

Suelto un gruñido de histeria y golpeo la pared fuertemente haciendo que se hunda un poco.
Jalo mi cabello suavemente mientras tomo respiraciones largas para calmarme. Necesito hablar con Brett otra vez, pero para eso necesito que ambos estemos calmados.

Bajo las escaleras y me dirijo la cocina por un vaso de agua. Me siento de muchas formas, con una combinación de enojo y tristeza. Nunca había discutido de esta forma con él, y estoy seguro que no se resolverá en menos de 5 horas como siempre sucede. Se trata de su hermana, la luz de sus ojos.

—No quiero ser entrometida, pero me gustaría saber que pasó para ayudar —dice mamá apenas entro a la cocina. Estaba sirviéndose un batido junto a tío Mathias— Es bastante raro ver a Brett enojado.

—No es nada —intento restarle importancia, pero un nudo se forma en mi garganta y siento que tengo la necesidad de hablar con alguien ahora— Bueno, quizás sí.

—Somos todo oídos —Tío Mathias abre la silla a su lado y me indica que me siente, mientras él me sirve del batido.

—Brett se enojó conmigo, porque según el soy el culpable de que Lexy esté sufriendo.

—¿Y por qué sería tu culpa? —mamá ladea la cabeza.

—Porque dice que ella está enamorada de mí, y que fue muy cruel de mi parte haberle dicho que era novia con Kyle y haberme besado en frente de ella. ¡Pero no lo hice! Quizás a Kyle se le salió, y me habrá dado un pequeño beso, pero no es para tanto.

—¿Estás de novio con Kyle? —Pregunta mamá sorprendida y yo asiento inocente— Okey, felicitaciones, creo —se encoje de hombros— Y con respecto a Lexy, yo creo que tiene algo de razón en ponerse de esa forma. Es decir, cualquiera le dolería ver de quien has estado enamorada por años irse con otra chica.

—¿La vas a defender?

—No. No estoy defendiendo a nadie, solo doy mi opinión. También, creo que deberías hablar con Brett, y si quieres con Lexy para que le dejes tus intenciones más claras.

—Concuerdo con tu madre —dice tío Mathias— Lo mejor de las cosas es conversar para resolverlo todo —pone una mano en mi hombros— Luke, te doy un consejo. No cambies a tus amigos por una chica. Los amigos son irremplazables. Te lo digo de la experiencia.

—¿Pasaste por algo similar? —asiente.

—Créeme que si no hubiese decidido conversar las cosas, ahora no sería amigo de ninguno de los chicos.

—Pero yo no estoy reemplazando a nadie. Yo puedo convivir con ambos perfectamente. Brett simplemente se volvió loco y me está culpando, pero esto no tiene nada que ver con que Kyle se lleve mal con los chicos. Al contrario, le caen muy bien.

—Luke, tú sabes que a mí siempre me ha caído bien Kyle, pero siento que algo está mal —frunzo en ceño ante las palabras de mamá— Lo vi en sus ojos.

—¿Lo vi en sus ojos? —suelto un suspiro— No sé qué piensas que viste, pero no la conoces tanto como yo para saber que está bien o que está mal en ella —frunzo el ceño recordando algo— Aunque ahora que lo recuerdo, Kyle me dijo que estaba pasando por un mal momento.

—Ves. Quizá eso le está afectando —mamá se encoje de hombros— Si quieres ve a hablar con ella. Intenta ayudarla, y luego cuando se calmen las aguas vienes a hablar con Brett.

—Si... —digo poco confundido.

—Recuerda que mañana es tu cumpleaños y deberías pasarlo feliz con todos tus amigos —me recuerda tío Mathias. Me paso las manos por el rostro.

Se me había olvidado completamente eso. De alguna forma creo que sería mejor que no invitara a los Harrison. Kyle estará ahí y puede ser incómodo.

Me despido de mi madre y su mejor amigo y me voy a cambiar ropa para ir al pueblo a visitar a mi novia.

Su padre no estaba, y apenas llego Kyle me sirve un vaso de jugo para ir a sentarnos en la sala. Ella toma asiento a mi lado y se sienta como indio para girarse y quedar mirándome de frente. Yo ladeo un poco mi tronco para mirarla.

—¿Dijiste que habías venido a algo específico? —pregunta con una sonrisa y el ceño fruncido.

—La verdad es que si —esta asiente para que continúe— Tu el otro día me dijiste que estabas pasando por un mal momento —Kyle baja la vista y vuelve a asentir— ¿Te gustaría hablar de ello?

—No, Luke. No quiero hablar de esto —puedo sentir la tristeza de sus palabras.

—A veces es mejor que digas las cosas para quitarte ese peso.

—¿Y por qué quieres saberlo?

—Porque te quiero ayudar. Quiero ayudarte como tú siempre lo has hecho conmigo —pongo mi mano sobre su rodilla. Hay un largo momento de silencio en el que ninguno dice nada, pero ambos mantenemos nuestra vista fija en la del otro. Kyle da un largo suspiro antes de comenzar a hablar.

—Es... Es mi padre —dice con miedo— Él está algo enfadado conmigo por algo que hice y... Y me ha estado maltratando un poco. Física y psicológicamente —frunzo el ceño. El señor Aguilar puede ser un imbécil con todos, pero con hija nunca lo ha sido.

—¿Te ha estado maltratando? —Asiente— ¿Qué mierda hiciste, Kyle? Tu papá siempre te ha amado, eres su ángel. No puedo creer eso.

—Lo hace. Está muy distinto y no sé qué le pasa —su voz se quiebra y la abrazo enseguida.

—Esto no puede quedarse así, Kyle. Eso está mal, si sigue te prometo que lo voy a denunciar.

—No —me corta con temor— Me lo merezco.

—Nadie se merece el maltrato de nadie, menos alguien tan increíble y buena como tú.

—Lo hago, Luke. Lo merezco. Le mentí y saqué a la luz algo que no debí haber hecho —su voz comienza a temblar con ganas de llorar— Lo traicioné. Traicioné a mi propio padre. Me odia, está enojado y siento que ya me volví una completa decepción para el —me duele verla de esta manera. A la chica que siempre sonríe, llorando. La abrazo con fuerza y la acuno en mis brazos.

—Si quieres puedes ir a vivir conmigo para que te sientas más segura, o para que a tu papá se le pase un poco lo molesto —se separa un poco y me mira sorprendida por mi propuesta— Lo digo enserio —limpio sus lágrimas con mis pulgares.

—Gracias, Luke. Pero prefiero intentar arreglar las cosas lo antes posible —asiento poco seguro de su decisión— Pero te pediría que mantuvieras tu propuesta en caso de que no lo logre y necesite escapar. Ahí aceptaría con gusto.

—Se mantendrá por el tiempo que quieras —le sonrío para intenta transmitirle seguridad. Esta me abraza entrelazando sus manos detrás de mí cuello.

—Gracias, Luke. Gracias por haberte quedado a pesar de haber sido una mierda estos días.

—Kyle, no tienes nada que agradecer. Solo estoy devolviéndote todas las veces que estuviste a mi lado a pesar de mi negatividad, de mis malas caras, de todo. Me has soportado siempre. Y créeme que estar a tu lado no me importa en la situación que estemos —me regala una hermosa sonrisa que había extrañado estos últimos días.

—Hablando de eso, de tu pasado negativo. Has estado más alegre y más agradable desde que te enteraste que eras uno de nosotros.

—La verdad es que si —me encojo de hombros— Y no es por ambicioso, pero creo que seré mucho más feliz cuando aprenda a sacar mis garras y a iluminar mis ojos.

—Debes tener paciencia, Luke. Yo, que soy mujer lobo de nacimiento, pude recién a los 13 años. Y tú qué te convertiste a los 17, quizás te costará más tiempo. Solo debes ser paciente y esperar a que todo pase. Cada cosa con su respectivo tiempo.

—¿Cómo nuestra relación? Porque créeme que tuve que tener mucha paciencia contigo —me encojo de hombros divertido.

—Si yo hubiese sabido que gustabas de mí, todo habría pasado antes.

—Creo que está bien como está. Así aprendí a valorarte mucho más.

—Me encantas, Luke —me sonríe.

—Y tú a mí, Kyle —se acerca y acorta distancias completa entre nuestros labios. Me besa delicadamente, y yo la tomo de su cintura para acercarla más. Se separa un poco para sonreírme.

—No puedo creer lo afortunada que soy —me abraza con fuerza. Y yo no puedo creer que alguna vez alguien diría eso refiriéndose a mí.

Si tan solo todosconocieran a Kyle como yo, y nuestra historia, me entenderían perfectamente.
Ella me conoce más que nadie, y siempre ha sabido cómo hacerme sentir bien.Esta chica tiene un corazón de oro, y no espero la hora de que todos logren vereso

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Hola! Qué tal va su cuarentena?

Espero que todos estén muy bien, y por favor les pido que se cuiden y hagan caso a todas las instrucciones para poder acabar de una buena vez con este maldito coronavirus. 

Muchas gracias por todo el apoyo que le están dando a esta novela. Ya pronto alcanzaremos los 10k :)