19. Fuerza del corazón.

Emily's POV:

No entiendo lo que está pasando, y me duele saber que Tyler no confía en mi palabra. Se está dejando llevar absolutamente por la impulsividad que lo deja ciego para aceptar la realidad.

—¡Tyler, escúchame por favor! —lo sigo fuera de la casa. No sé dónde pretende ir, pero no lo dejaré hasta que me escuche.

Yo lo amo con todo, y sería incapaz de serle infiel. Sería la persona más estúpida, ya que como dijo Luke, Tyler es el hombre más increíble que puede existir en esta puta vida.

—¿Escucharte Emily? —pregunta indignado, con un tono extremadamente duro— ¿Escucharte? —se rompe.

—Tyler... —me acerco a abrazarlo, pero este se aleja impidiendo que lo toque.

—¿En serio creerás enseguida una suposición que nuestro hijo hizo? —Hago mi mayor esfuerzo en mantenerme firme—. No tengo la menor idea de cómo llegó eso ahí, pero yo jamás he pisado esa casa. Mucho menos he hablado con Cristian. Sabes lo mal que nos llevamos por la manera en la que me habla.

—Lo sé —dice hablándole al suelo.

—¿Entonces? Tyler, yo no te soy infiel. Ni con él ni con nadie. Yo te amo y sería incapaz de dañarte. Toda la vida me he preocupado de que seas el hombre más feliz dándote mi amor y sinceridad —tomo su mano y la llevo hasta mi corazón para que sienta mis latidos y vea que todo lo que dije es cierto.

—Pero el anillo, que...

—No lo sé, Tyler. Quizás es otra de las amenazas. Quizás lo que intentan ahora es debilitar la familia para entrar a atacar.

—No podemos dejarnos vencer tan fácilmente.

—Exacto, Tyler. No podemos dejarnos llevar por las primeras palabras que entren en nuestros oídos.

—Pero no sé quién pudo haber hecho esto.

—Quizá la misma persona que ha estado dejando las amenazas. Tyler, es una persona que sabe lo que hace. No deja rastro, llega sin avisar, y sabe muy bien nuestros movimientos. ¿Cómo sabía que Luke iría a ver a Kyle al pueblo?

—Luke... —habla mi esposo tomando mi rostro entre sus manos— Luke está enfadadísimo contigo. Necesito hablar con él y decirle todo —asiento dándole la razón— Hay que volver a casa.

—¿Hablas con él y me avisas por favor? Necesito también hablarle unas cosas.

—Claro, amor —deposita un pequeño beso en mis labios y toma mi mano para caminar de vuelta a casa.

Es impresionante como nuestras discusiones duran tan poco. Creo que una de las mejores ventajas de estar casada con un hombre lobo es que puede sentir mis emociones, descubrir si miento, o simplemente sentirme protegida con él.
Fue realmente estúpido al pensar que podría reemplazarlo tan fácilmente. Creo que eso nunca será posible. ¿Alguien mejor que Tyler? Imposible.

(...)

—Esta apenadísimo —Tyler baja lentamente las escaleras, con una sonrisa débil en el rostro— Cree que te enojaras con él por haberte hablado de esa forma y hacer que discutiéramos.

—No sabe que nunca podré enojarme con él.

—Bueno, díselo —me sonríe en forma de apoyo— Ya hablé con él, y ahora te toca a ti —asiento, subo las escaleras, y camino a la habitación de Luke.
Toco la puerta, y al no escuchar nada entro.

Me lo encuentro con su rostro entre ambas manos, y con una respiración agitada. Se siente muy culpable y triste por lo que pasó. No lo culpo. Yo igual siempre fui algo impulsiva, sobre todo si se trataba de proteger a los que quiero.

Me siento a su lado y noto que estaba con audífonos. Cuando nota que el colchón de hunde a su lado levanta la mirada. Su rostro cambia enseguida a uno apenado cuando nota que soy yo.

—¿Qué escuchas? —le pregunto con una sonrisa amable, para que sepa que no estoy molesta. No lo suficiente como para enojarme.
Sí me molestó que haya desconfiado de esa manera en mí, pero todos al fin y al cabo cometemos errores.

Rise de Jonas Blue —se quita los audífonos y los envuelve en su teléfono para dejarlo a un lado y mirarme de frente— Ma, perdón. En serio no pensé lo que hice y...

—¿Terminaste de escuchar la canción? —le interrumpo. Este niega lentamente sin entender el propósito de la pregunta— Ven, dame uno —me extiende un audífono y se pone el otro. Pone play a la canción.

—Mamá, que... —pongo mi índice en mis labios para indicar que haga silencio— Necesito hablar para pedirte perdón, no entiendo que...

—Los padres deben estar muy orgullosos, ellos lo saben todo —comienzo a traducir la canción—. No hablan nuestro idioma, dicen que somos demasiado salvajes. Ya no nos importa. Vamos a elevarnos hasta que caigamos —me mira atento— Rise, rise, rise.

—Elevarnos —repite.

—Luke, últimamente hemos tenido problemas todas las semanas. Nuestra relación está empeorando, y son por puras estupideces. No hablamos el mismo idioma, pero créeme que yo una vez comprendí el tuyo —baja su mirada a sus manos— Tu eres mi hijo, te amo con mi vida y, con toda sinceridad, moriría si te perdiera de mi lado. No quiero que tengamos más discusiones tontas. Si tienes alguna duda sobre algo que haya pasado, pregúntame. Si es así, okey, enójate todo lo que quieras. Tienes el derecho de odiarme.

—Nunca te odiaría, ma. Yo te quiero mucho.

—Y yo también —vuelve a levantar la mirada y me sonríe— Y te perdono —no terminaba siquiera la palabra cuando se lanza a mis brazos.

—Gracias. No me lo merezco, pero gracias.

—Sabes, desde que obtuviste lo que querías te has vuelto alguien diferente. No sé si para bien o para mal, pero de qué has cambiado lo has hecho —deshace el abrazo para mirarme.

—Quizás solo necesitaba eso para poder continuar mi vida, cambiar, madurar o evolucionar —se encoje de hombros y se pone de pie para quedar frente a mí. Pone ambas manos en sus bolsillos delanteros— Y si te soy sincero, he tomado más confianza, y tengo miedo de admitir que estoy cambiando para mal.

—¿Qué dices? —me paro frente a él, y hago a un lado un mechón que colgaba en su frente. Al ser más alto que yo, debo ponerme un poco en puntas— No creo que haya sido para mal, simplemente es diferente. Pero si tú crees que es así, deberías hacer algo al respecto. Yo no quiero que nada te falte, yo quiero que seas un hombre feliz, que pueda hacer su vida tranquilo y en paz.

—Y lo hago —afirma con una sonrisa ladeada.

—No, Luke. No siento que realmente seas feliz —esquiva mi vista— Mírame —pido, y él lo hace— Todo lo que sea que te hunde está aquí —pongo mi índice en su frente— Y todo el poder que tienes para elevarte está aquí —llevo mi dedo a su pecho, en el lugar donde está su corazón— No dejes que los pensamientos negativos te lleven a un lugar que no podrás salir. Aprovecha el corazón de acero que tienes, y úsalo para iluminar tu mente, tu camino. Amate, Luke. Eres increíble.

—Gracias —una lágrima se desliza por su mejilla, y un nudo se forma en mi garganta. Odio que sufra tanto por su baja autoestima. Sigo sin entender lo que sucedió ese día en primaria que lo cambio tanto. Nadie ha logrado sacar eso de su cabeza, ni siquiera sus amigos, ni siquiera Levin, que estaba presente.

—Te amo, hijo —tomo su rostro y beso la punta de su nariz.

—Yo también te amo, ma —me envuelve en sus brazos.

Luke's POV:

—¿Estamos listos? —pregunte a tío Andy mientras tomaba agua de la botella.

—Creo que sí. Entrenamiento de hoy finalizado —me confirma, y me hace una seña de que entremos. Pasa su brazo por mis hombros y entramos a la sala desde la cocina.

—¿Cómo estuvo? —pregunta papá cuando nos ve, mientras acaricia el estómago de Ros. Ya cayó en los irresistibles encantos de la mancha negra.

—Llegamos —avisa mamá entrando con Roody, y con dos bolsas enormes en sus manos.

—Te ayudo —dice tío Andy antes de recibirle las bolsas— ¿Qué es todo esto? —pregunta echando un pequeño vistazo al interior.

—Decoración para la despedida de Alvin.

—¿Ya se va?

—Andy, ayer te mandé un mensaje con la invitación —le regaña papá.

—Ah, cierto. A Italia.

—Recuerda no decirle nada, que es sorpresa. Emily se ha esmerado mucho para preparar esto.

—Exacto —dice mamá dejando su bolso a un lado y lanzándose al sofá— Que no se repitan los 21' de Tyler.

—¿Qué fue lo que pasó? —pregunto curioso, y con diversión. Siempre me ha gustado escuchar los relatos de mis padres cuando eran jóvenes.

—A tu tío Andy se le olvidó por completo que la fiesta de cumpleaños que le estaba haciendo era sorpresa, y le pregunto a Tyler a qué hora era su fiesta, la cual no tenía idea que había —mira a tío Andy rodando los ojos, y este sonríe con inocencia.

—Pero igual me sorprendí cuando me enteré que tenía una fiesta —papá se encoje de hombros. Ríe y abraza a mamá de la cintura.

—Ustedes chicos me ayudarán a armar la decoración hoy. Quiero dejar todo listo para el jueves. Es solo pegar, doblar o amarrar algunas cosas —nos avisa mamá a sus hijos.

—Claro, mami.

—No tengo nada que hacer —me encojo de hombros.

—Alvin se los agradecerá —sonríe— Y tú amor, me ayudarás con la comida —papá asiente— Y tú, Andrés, me ayudarás a cerrar la boca.

—Que no me llamo Andrés —rueda los ojos.

—Es que quien en su vida se llama como un apodo. Andy.

—Lo dice la que se llama Emily, Emilia.

—Emily existe. Es gringo, pero existe.

—Y Andy también —vuelve a atacar. A veces me da risa lo inmaduro que son ambos.

—Son unos niños —ríe papá.

—Tú cállate, Tomás —le responde su mejor amigo.

—¿Qué? Eso ni siquiera tiene concordancia —ríe.

—Lo sé, pero ambos empiezan con T —se encoje de hombros. Todos reímos por la locura que dijo.

—Okey, okey. No es por arruinar el momento, pero quiero terminar con esto hoy —interrumpe mamá— ¿Vamos? —nos pregunta y nosotros asentimos.

—Me doy una ducha y te ayudo —aviso antes de subir por una toalla y ropa limpia.

Terminada la ducha ayudo a mamá con unas banderas, y estuvimos gran parte de la noche revisando mi ropa para tener preparado lo que usaría el jueves. Quedan 4 días, pero mamá es bastante organizada y le gusta que todo se haga antes de tiempo, para así si hay algún inconveniente, se tenga el tiempo suficiente para resolverlo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top