Mamá entra a mi habitación y cierro el libro, no sin antes haber marcado la página en la que quedé con el marcapáginas que hice plastificando la hoja que Kyle me dio aquel día.

—Felicidades, ya no eres como yo —dice de mala gana al tiempo que lanza algo sobre mi cama. Frunzo el ceño y dejo el libro a un lado para acercarme al sobre que ya estaba abierto. Saco el papel de dentro y me doy cuenta que era el examen de sangre. El nuevo.

Esta vez, lo que necesitaba saber estaba destacado con un marcador amarillo. Rápidamente viajo con los ojos al porcentaje y el mundo se me detiene.

Canidae, Canis lupus sapiens→0,07.

Mis ojos se abren sorprendidos. El porcentaje que antes tenía aumentó en un 4%, lo que quiere decir que ya puedo ser parte de la especie.

—¡Mamá! —salgo de mi habitación corriendo, y me la encuentro en el pasillo, afirmada en la pared triste— Ma...

—¿Eso era lo que querías? —puedo sentir hasta aquí el nudo en su garganta, y me lo traspasa a mí. Me lanzo a sus brazos.

—No. No es lo que quiero si tú te pones de esta manera —la voz me sale débil. No me gusta verla de esa forma. Escondo mi cara en su cuello—. Perdóname ma. Nunca quise tratarte de esa forma.

—Perdón hijo —sube sus brazos hasta enrollarlos en mi cuerpo.

—¿Qué? —Digo incrédulo, separándome un poco para mirarla.

—Lo lamento. No sé por lo que estás pasando realmente. Sé que la adolescencia es una edad difícil, y quizás no me puse a pensar lo importante que es para ti ser hombre lobo.

—No, mamá. Perdóname a mí. Te trate muy mal sin razón alguna. Me cegué por la ambición de querer ser más, de buscarme algún propósito, y no me di cuenta de mis palabras. Tú no tienes la culpa de nada —asiente lentamente aceptando mis disculpas— Gracias.

—Y Luke, todos tenemos un propósito en esta vida. Solo debes encontrarlo.

—Lo sé —le sonrío.

(...)

Seco el sudor de mi rostro antes de tomar mi teléfono.

Ya finalizó mi tercer entrenamiento de lobos. Mis tíos ya se enteraron del aumento de mi porcentaje, y ya hablé con mi padre respecto a mi discusión con mamá.
Todo está funcionando de maravilla, ya siento que cada día soy más feliz.

No sé qué más puedo pedir: una familia nuevamente unida, una oportunidad de ser hombre lobo, el amor correspondido de la chica que me gusta, y una herida ya cerrada que me permitirá hacer las cosas que me gustan nuevamente.

Me meto al WhatsApp y noto que hay muchos mensajes del grupo que tengo con los chicos.

Brett👽: Si, y podemos llevar alguna tabla de surf. No sé surfear, pero puedo aprender.
El sector que da a la casa siempre está vacío. Los vecinos nunca van a la playa, así que tendremos un gran espacio para aprender 🏄

Camile🐾: Si, sería genial 🤷🏻‍♀️

Brett👽: Milagro que me hayas apoyado en una idea 🙌🏻

Levin😎: ¿Luke, cuando te sacan los puntos? Hay que empezar a dar una fecha para esto.

Camile🐾: Lukeeee, respondeee!!

Levin😎: Lukee

Brett👽: ¡Lucas! ¡Te invoco!

Luke🌊: Aquí estoy, aquí estoy.

Brett👽: El brujo me dicen.

Luke🌊: Mañana me los sacan.

Levin😎: Mmm... 🤔 La próxima semana es Navidad, y la próxima próxima año nuevo. La idea es que no sean tan pocos días.

Luke🌊: Exacto, además tengo la despedida de mi tío Alvin.

Camile🐾: ¿Dónde se va?

Luke🌊: A Italia 🇮🇹🍝

Camile🐾: 😯

Luke🌊: Nuestro viaje.

Camile🐾: Sisi. Yo digo que el 2 de enero nos vallamos, y estemos hasta el 9, y podemos celebrar ese último día el cumpleaños de Luke adelantado.

Levin😎: Bastante adelantado jajaj

Brett👽: Ni mucho, es el 14. ¿Cierto 🙃?

Luke🌊: Si, Brett.

Camile🐾: Okey, ¿entonces en eso quedamos?

Levin😎: Sep👌🏻

Luke🌊: Me parece perfecto 👍🏻👍🏻

Brett👽: Le voy de encéfalo🤸

Camile🐾: Me encanta hacer planes con ustedes 😊

Brett👽: Le aviso a mamá entonces.

Guardo el celular, y me despido de mis tíos antes de ir a darme una ducha rápida.

Una vez listo, salgo con la toalla a la cintura y me dirijo a vestirme en mi habitación.
Cierro la puerta, y cuando me volteo quedo extrañado al ver un cuchillo enterrado en mi mesita de noche, bastante grande e impregnado en sangre.

Camino con lentitud al centro de la habitación, ya que quien puso eso ahí, aún podría estar aquí.

Miro con detenimiento y noto que la sangre está bastante fresca, y el cuchillo enterrado con gran fuerza.

Me visto con rapidez y salgo en busca de mi padre.

—¡Pa! —Bajo las escaleras de prisa al no verlo en su habitación— ¡Papá! —Vuelvo a llamarlo.

—Está arreglando su chatarra —me avisa Roody que, con dificultad, intentaba servirse un vaso de limonada.
Me dirijo al garaje y me encuentro a papá agachado, echándole aceite a su motocicleta. Voltea rápidamente a mi cuando me ve alterado.

—¿Pasó algo? —Se limpia las manos en su jeans, y se acerca a mi— Luke, estás pálido —dice con expresión preocupado. Le hago una seña para que me diga hasta mi habitación— Hijo, me estás preocupando.

—Alguien entro nuevamente a la casa y dejo esto —abro la puerta y apunto el cuchillo con la sangre. Frunce el ceño y se acerca con rapidez.

—No tiene aroma. Esto no es sangre —dice acercando su rostro al cuchillo— Ni siquiera aroma de pertenencia —frunce el ceño bastante confundido.

—Por lo menos sabemos que no es sangre, así que nadie salió herido por esto.

Baja a buscar una bolsa, y cuando vuelve, desentierra el cuchillo de mi mesita de noche, lo envuelve en papel de diario, y lo mete a la bolsa. Yo mientras, con un paño húmedo limpio aquel líquido rojo, que resultó no ser sangre.

—De seguro es simplemente otra de las amenazas —intenta restarle importancia para calmarme.

—Pero ya van tres. ¿No crees que deberíamos conseguir algo para protegernos? No lo sé, algún guardia o algo.

—Para algo estás entrenando, ¿No? —Le miro poco convencido— No tienes nada que temer. Son simples amenazas para asustarnos. Si realmente quisiesen hacer algo malo, ya lo habrían hecho.

—¿Pero quienes? ¿Gente de tu manada?

—Creo que te puede interesar esto.

—¿Qué cosa? —pregunto confundido al notar su seriedad.

—He estado investigando a fondo con tu abuelo, y me enteré de algo muy importante —deja la bolsa a un lado y me hace una seña para que nos sentemos en mi colchón. Espera a que diga algo, pero no lo hago así que continúa— Tiene que ver con Ismael, el chico que te dañó en tu entrenamiento —frunzo el ceño. ¿Qué tiene que ver Ismael en lo que sea?

—¿Ismael?

—Bueno, no directamente con él, pero si con sus generaciones anteriores.

—¿Qué fue lo que pasó?

—Okey, ¿Sabes tú como los Miller's se hicieron Alfas? —Niego— Bueno, todo esto comenzó hace unos 200 años, con el tatarabuelo de mi madre.

—¿De la abuela? —pregunto confundido y este asiente.

—Quien seguía con el legado familiar era mamá, pero bueno, ya sabes la historia.

—¿Entonces tu abuelo Roody era papá de mi abuela? —asiente con diversión— ¿Y por qué cuando cuentan historias y eso el abuelo le dice papá?

—Por el cariño y los años. Pero ignora esa historia y centremos nos en esta —asiento— Entonces, todo comenzó hace unos 200 años, con el tatarabuelo de mamá —se acomoda más en su lugar—. Él era un simple beta en el pueblo, que trabajaba de herrero para la construcción de las lanzas y todo tipo de armas.

—Espera —le interrumpo— ¿Entonces por qué le dicen la generación de alfas, "Miller"? —Me mira con cara de ¿Es en serio?— Lo siento, es que quedé con muchas dudas.

—Cuando quieras te cuento toda la historia —responde divertido— Pero te adelanto que se le empezó a decir así desde que mamá murió.

—Ah —asiento— Sigue. Entonces era un beta herrero, común y corriente.

—Si. Un simple herrero, amigo del Alfa —suelta un gran suspiro para comenzar a hablar— Un día, Carl, el tatarabuelo de mamá, recibió una carta de su mejor amigo Bruno, el alfa del pueblo. Esa carta era una petición de ayuda. Bruno había matado a un civil inocente, y sabía que el castigo, aparte de perder su puesto de gobernante, en ese entonces era el encierro de por vida.

»Lamentablemente ese civil inocente era el cuñado de Carl. Se llevaban muy bien, incluso mucho mejor de lo que él se llevaba con Bruno. La cosa es que luego de muchas discusiones, el alfa se molestó con Carl por no darle su apoyo, y lo decidió echar de la manada. Sin decir ningún argumento válido al jefe de los alfas. Carl se molestó y fue rápidamente a informarle lo que había pasado al jefe, y luego de muchas pruebas, logró culpar a Bruno.

—¿Y qué pasó con el puesto, cómo fue que llegó a manos de Carl?

—Bueno, no había descendencia inscrita ni hermanos, así que fue por una votación —papá saca un papel algo amarillento de su billetera, que me lo entrega— Esos son los resultados de las elecciones.

—¿Un 81%? —exclamo sorprendido.

—Para que veas que lo que realmente importa no es el dinero ni el poder, sino que la bondad, la astucia y la justicia. Carl, según lo que cuentan los libros, era un hombre muy querido por todos. Tenía muy poco poder, pero en las elecciones fue ganando más, al igual que las habilidades de alfa y los ojos rojos.

—¿Y qué pasó con Bruno Bartha?

—Nadie se preocupó más de él. Murió en prisión, su esposa que estaba esperando un bebé, lo tuvo y crío sola, pero con algo de recelo y odio hacia Carl. Intentó muchas veces sacarlo del puesto, pero no lo logro. Su hijo creció, se enteró de la historia e intento a ayudar a su madre. Solo hasta que nacieron los mellizos Bartha, y decidieron alejarse de lo sobrenatural. Aunque el nieto de Bruno se volvió algo ambicioso, y género un odio de envidia con los Miller. Su hijo, el bisabuelo de Ismael, fue amigo de Roody, mi abuelo.

—¿Y entonces?

—La historia volvió a salir a la luz, y la sed de poder también.

—No entiendo por qué luchan tanto por eso.

—Luke, ser alfa es algo muy importante, que te trae muchos beneficios, aunque estando ahí, te das cuenta que también muchos problemas.

—Como este.

—Como este —reafirma— Y bueno, Roody siempre fue una persona pacifica, así que logró mantener la calma con el Bartha del momento. Su amistad se mantuvo, y las familias siguieron sucediendo.

—¿Entonces por qué crees que alguno de ellos quiere vengarse, si ya todo se resolvió?

—La ambición la poseen todos. Solo es necesario un pequeño motivo para sacarla a la luz. Algunos la pueden tener más a la superficie que otros. Quizá si alguno se entera que pudo tener la posibilidad de tener todo el poder de un pueblo, tal vez, solo tal vez, haya ganas de recuperar eso.

—¿Crees entonces que sea Ismael quien envía las amenazas como forma de vengar su apellido? Después de lo que me hizo, no dudaría en que él quiera asesinar a una generación completa para recuperar lo que le pertenece a su sangre.

—Me iría más por la idea de su padre. Ismael todavía es muy joven —asiento lentamente reteniendo la información. ¿El señor Bartha?

Me cuesta creer que una persona como el, que sirve al pueblo como guardia sea capaz de irse en contra del alfa. Mi abuelo no lo trata mal, y se supone que solo los que le son fieles al alfa, y quieren trabajar con él pueden ingresar al servicio al pueblo.

La traición también existe, Luke. Y tú lo sabes a la perfección.

—Pa —pregunto desviando este silencio incómodo que se formó— ¿Tu alguna vez has matado a alguien por obtener algún bien? —este se voltea sorprendido ante mi pregunta.

—¿Qué? No, Luke —su rostro automáticamente se cambia a uno serio. Le ofendió un poco que pensara así de el— Sabes por todo lo que hemos pasado como familia con este tema, y créeme que no sería capaz. He perdido a muchas personas por asesinatos, y no está en mis planes quitarle a alguien a una familia.

—Lo lamento por la pregunta.

—Descuida —se pone de pie, toma la bolsa y me da un golpecito en el hombro— Llevaré esto donde papá para ver si consigue saber de quién es.

—Está bien —le regalo una sonrisa antes de que se valla y cierre la puerta— Eh, pa —le llamo, y vuelve a asomarse— ¿Puedo ir a casa de Kyle?

—Obvio, hijo —me guiña un ojo y se va.

Tyler's POV:

Salgo de la habitación con el pecho apretado, y me dirijo rápidamente a nuestra habitación para evitar que alguien me vea así.
Nunca pensé que Luke me haría esa pregunta. Quizás no lo hizo con alguna intensión, pero yo sí me lo tomé a pecho.

Cierro la puerta, pero esta enseguida se abre. Emily me mira con extrañeza, y me obliga a sentarme en la cama. Cierra con llave y se para con los brazos cruzados frente a mí. Ladea su cabeza y espera a que diga algo.
Es increíble cómo esta mujer me conoce tan bien.

—¿Y ahora qué pasó?

—Luke —me limito a decir.

—¿Sucedió algo con él? —Niego y agacho la cabeza culposo al recordar su pregunta— Me estás preocupando, Tyler.

—Me preguntó si he matado a alguien —le cuento directamente. Se sorprende y rápidamente se sienta a mi lado, con las piernas cruzadas.

—¿Y qué le dijiste? —lleva su mano a mi espalda y comienza a hacer círculos con su palma.

—¿Qué más le iba a decir? —siento como el nudo de la culpa de forma en mi garganta— No le pienso confesar que asesiné al padre de dos hijos pequeños para protegerlo —mi voz se debilita, al igual que los recuerdos.

—Tyler... —Emily intenta consolarme, pero sabe que no lo logrará. Esto es algo con lo que he tenido que cargar por unos 14 años. Un peso que me dificulta avanzar— Hiciste lo correcto para salvar a nuestro hijo.

—A cambio de que una familia perdiera a su padre —una lágrima se desliza por mi mejilla, pero mi esposa la limpia antes de que baje.

—De todos modos se iba a ir a la cárcel. Lo hubieran perdido igual. Además, el juez ya te dijo, fue en defensa propia. Y si te sientes culpable, recuerda que ya estás terminando de pagar tu sentencia.

—No considero lo que hago como una. Ayudar al Alfa de la manada con los trámites... Es mi padre, claro que no me molesta.

—Recuerda que no solo fue eso. Yo opino que es justo, y que ya te deberías deshacer de esa culpa.

—Emily, quizás esté salvado, pero al mismo tiempo le estoy dando una condena a mi hijo, mucho antes que lo que debería.

—Dominic es joven aún, apenas tiene 67 años, es fuerte y sabe defenderse. No le pasará nada. Ninguno de tus hijos tomará el puesto de alfa antes de tiempo.

—No puedo creer que haya perdido algo tan importante como el puesto de Alfa —el llanto no se resiste más y sale. Emily me envuelve en sus brazos— Estoy dando a todos una vida de mierda. Todo es mi culpa... Luke está sufriendo todo por mí, tú también sufres por mi culpa, y Roody, el sufrirá luego cuando se entere que deberá tomar por mí el puesto de gobierno.

—Tyler... Sabes que aún puedes cambiar las cosas.

—Pero nunca revivir a alguien.

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Hola!

Soy consciente de que los deje sin capitulo por mucho tiempo, y lo siento :c

Acabo de salir de clases por lo que soy libre al fin :D
Y he estado un poco ocupada remodelando mi habitación.

Este capítulo lo volveré a subir cuando tenga un poco más de tiempo, pero editado. Mantendré lo mismo, pero mejor escrito jeje

Gracias por su paciencia y por su apoyo 💖