11. Más amenazas.

Despierto con una horrible comezón en todo el cuerpo, y siento como toda mi garganta pica cuando doy un largo respiro. Comienzo a toser repetidas veces y mis ojos arden.

Salgo de la cama mientras me rasco los ojos, e intento dar buenas respiraciones.

-¡Roody! -el corazón se me paraliza y corro hacia mi hermano que estaba desmayado en el suelo- Hey, despierta. ¡Mamá!

-¡Luke! ¡Ayúdame! -me grita desesperada. Mis ojos comienzan a llorar por la picazón en ellos y en mi garganta. La tos vuelve.

Tomo en brazos a Roody y lo llevo hasta donde mamá estaba con papá. Agradezco que aún sea pequeño, y no necesite forzar mi espalda para levantarlo.

-Papá... -él estaba tendido en el suelo, intentando pararse con la ayuda de mi madre- Mamá, ¿qué pasa? -toso una y otra vez. Pestañeo repetidas veces para intentar liberarme de la picazón.

-¡Roody! -esta se acerca a mí y me quita al pequeño de mis brazos. Oigo a Ros ladrar desesperado y mi mente va en todas direcciones sin entender que pasa. Me acerco a mi padre y lo siento en la cama.

-Salgamos de... esta habitación -dice con dificultad. Toce de una forma bastante ronca, y siento como su cuerpo comienza a pesar cada vez más a medida que luchaba contra lo que sea que sucedía.

Mi madre y yo hacemos caso, y bajamos hasta donde papá nos indica, que es en el jardín trasero. Ya ahí, siento como mis pulmones volvían a llenarse de aire, y papá lograba recomponerse de a poco. Mientras tanto, mamá intentaba reanimar a mi hermano, y Ros le lamía su mano izquierda para también despertarlo. Aunque sea un cachorro, es muy inteligente.

-Alguien... -intenta hablar mi padre, pero la respiración se le comienza a entrecortar.

-No hables -tengo que carraspear antes de hablar para aclarar completamente mi garganta.

-No entiendo lo que pasa, Tyler -dice mamá preocupada, abrazando a Roody que acababa de abrir sus ojitos.

-Centeno... Abeto... Muérdago... -comienza a nombrar entre largas respiraciones.

-En nuestra habitación había algo raro -dice mamá, y entro nuevamente a la casa para ver a qué se refería.

Apenas doy un paso dentro de su habitación mi garganta pica al igual que los ojos. Intento observar entre la basura que siento en mis ojos, y logro ver algo en la almohada de papá.
Me acerco y noto que hay polvo. Es un polvo gris, con algo de trozos verdes. Lo junto un poco y lo tomo en mi mano, pero no logro mantenerlo ahí por mucho tiempo, ya que siento mi palma arder. Me limpio y salgo de la habitación entre tos y lágrimas.

Voy al baño a limpiarme, y veo lo roja que estaba mi palma, al igual que mis ojos. Tomo agua y me dirijo nuevamente afuera para respirar aire limpio.

-¿Qué pasa con esas cosas, Tyler? ¿Por qué no me afecta? -Oigo preguntar mi madre cuando vuelvo al jardín- ¿Tiene que ver con algo de los de su especie? -mi padre asiente.

-Pero a mi también me afectó, y no soy uno de ustedes -digo volviendo hasta su lado.

-Creo que es algo que debo confirmar -responde comenzando a recuperarse completamente gracias al aire exterior.

-¿A qué te refieres? -pregunto confundido.

-A que necesito hacerte algunos exámenes para ver si tienes algún porcentaje sobrenatural -mis cejas se alzan sorprendido.

-Osea que...

-Puede que tengas algo de hombre lobo en tu sangre -todos, incluyendo a Roody se sorprenden.

-¿Entonces a mí no me afecta en nada? -Mi padre niega mientras toce- No entren. No quiero que nada les pase. Llamaré a Mathias para que me ayude a limpiar.

-Gracias Emily -mi padre le da una sonrisa agradecido, y mi madre se adentra a la casa.

(...)

-Está todo listo, lobito -dice tío Mathias saliendo de la casa, con unos guantes de goma amarillos, un plumero en su mano derecha y Ros caminando a saltos detrás de él.

-Gracias Mathias -mi padre se levanta del pasto, y siento a Roody afirmar su cabecita en mi brazo.

-Emily me contó lo de Luke -susurra, y miro hacia otra dirección para fingir que no estoy escuchando- ¿Puede que estés equivocado y solo sea alérgico al muérdago?

-No lo sé. Prefiero asegurarme con un examen de sangre en el pueblo.

-Intenta no entusiasmarlos mucho con la idea, por si no resulta serlo. Sabes que es algo que siempre ha añorado -dice, y creo que ya es momento de irme de aquí- Luke -me detiene el mejor amigo de mi madre, y me acerco a él- Suerte con tu examen. Pero si algo no resulta bien, recuerda que fueron 17 años con una vida promedio -asiento.

-Gracias -finalizo para volver a entrar a casa, donde mamá se encontraba sacando las sábanas de la secadora. Me acerco a ella y le ayudo a subirlas al segundo piso.

-¿Cuándo te harás el examen? -pregunta mamá tomando la sábana del otro lado, y poniéndola en el colchón.

-Mientras ustedes limpiaban estuve hablando con papá. Le pedí que sea hoy mismo para así obtener los resultados lo antes posible. No quiero hacerme ilusiones con algo incierto.

-¿Por qué tanto interés en ser como ellos? Mírame a mí. Soy muy feliz siendo como soy. No necesito ser nada más. Ambos somos perfectos -lanza un mechón de su cabello hacia atrás fingiendo ego, sacándome una sonrisa.

-No lo sé. Quizás ahí sea útil para algo, o simplemente podré ser diferente a todos -me encojo de hombros inconforme con mi respuesta.

-Tú ya eres diferente, Luke. En estos tiempos es muy difícil encontrar personas que lean libros, que vallan siempre con la verdad por delante, sean cariñosos y fríos a la vez, protectores, valientes, y hermosos -sonríe- Olvida lo último. Eso lo sacaste obviamente de mi -una risa se escapa de mis labios. Amo a mi madre y lo infantil que puede llegar a ser a veces.

-Te... Te quiero, mamá -las palabras logran salir con facilidad, y mamá me mira con sorpresa que intenta disimular. Creo que el último te quiero que escuchó de mi parte fue a los 5 años, para su cumpleaños.
Una parte de mí se siente tan bien al decir eso, pero la otra se preocupa por lo que pueda pensar.

-Creo que compraré muérdago para que comiences a expresarte -bromea y se sube a la cama para caminar sobre ella y volver a bajar para quedar a mi lado. Me abraza y se lo devuelvo con gusto- Te amo mucho, Luke.

-¡Abrazo familiar! -Roody llega a nuestro lado, y siento su pequeña mano abrazar mi muslo.

-¡Yo también quiero! -mi padre se nos une, envolviéndonos a los tres en sus fuertes brazos.

-Aww, son tan lindos -miro hacia atrás, y veo como tío Mathias estaba afirmado en el umbral de la puerta de Roody, acariciando a Ros- Saben, esta criatura me quiere más que ustedes -dice haciendo referencia al cachorro.

-Eso es solo porque eres su doctor -Roody se acerca a él, y le quita el animal.

-Veterinario -le corrige este.

-Lo mismo -dice volviéndose a nosotros, e incluyendo a Ros en el abrazo.

Por alguna razón, estar así con mi familia se siente de maravillas. No sé por qué sabiendo cómo se siente, me retracto tanto a dar cariño.
Quizás sea el "qué dirán" que nunca me deja hacer nada.

(...)

-Okey, respira profundamente y aprieta el puño -dice la enfermera mientras busca la vena en la flexura del codo- Aquí va... -dice al tiempo que introduce la aguja y llena 3 frasquitos- Listo, puedes soltar el puño -me avisa. Limpia con un algodón con alcohol la zona- me gustaría ponerte un curita ahí para que no sangre, pero no tengo. Mis pacientes suelen sanar al tiempo que les quito la aguja -se disculpa.

-No hay problema -digo limpiando con mi pulgar la gota de sangre que había salido. Me pongo de pie.

-Los resultados estarán en cuatro días -avisa antes de que salga.

-¿Todo bien campeón? -le guiño un ojo- Siempre tan valiente tú. Aún recuerdo cuando te ibas a vacunar cuando pequeño, y Emily se ponía más nerviosa que tú.

-Los resultados estarán en cuatro días -le digo sintiendo la ansiedad correr por mis venas. Necesito saber lo antes posible los resultados.

-Perfecto.

-¿Tu cuanto porcentaje de hombre lobo tienes, o tenías antes?

-Uhm... -intenta recordarlo- cuando nací tenía un 12. A tu edad un 47, y ahora tengo un 87 por ciento.

-¿No un 100?

-Solo los alfas alcanzan en 100%. Con cada habilidad que vas agudizando, el porcentaje en tu sangre aumenta. El máximo que puede lograr un beta es un 95%. Los Omega solo un 90%, ya que en su respectiva batalla se deja una parte de uno.

-Tío Alvin es Omega, ¿Cierto? -Asiente- ¿Y cuánto tiene?

-Creo que un 74%. Con todo esto de su matrimonio no ha podido mucho mejorar sus habilidades. Pero de seguro que cuando comience a entrenarte aumentará.

-¿Y tío Andy? -por alguna razón me parece divertido saber cuánto porcentaje tienen todos. ¿Cuánto tendrá Kyle?

-91%

-¿Cómo es posible que tenga más que el futuro alfa?

-Bueno, él ha vivido toda su vida en el pueblo, y fue entrenador de lobos -se encoje de hombros.

-¿Celoso? -alzo una ceja divertido.

-¿Yo? Pff... Claro que no -finge sarcasmo y ríe- Andy es mi mejor amigo. No podría estar celoso de él. Estoy orgulloso.

-¿Qué pasa si los exámenes dan positivo?

-Eso ya dependerá de ti si quieres o no sacar e incrementar tu lobo interior.

-¿Tú me ayudarías?

-Si es que eso te hace feliz, claro que lo haré. Pero no te precipites. Mejor esperemos los resultados para ver qué dicen.

-Cuatro días es mucho -me quejo.

-Cuatro días son suficientes para que pienses lo que realmente quieres hacer con esos resultados.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top