10. Recuperación exitosa.
—Ouch... —Me quejo al tiempo que mamá me quita el gran parche de espalda, el cual duele al tirar algunos bellos pequeños.
—Lo siento —ríe, y miro como papá se aguanta la risa— Oh, está bastante bien.
Luego de una semana del incidente, estamos ya en la clínica del pueblo para que me hagan revisión de la herida.
La doctora fue a buscar los implementos necesarios, mientras mamá debía despejar la herida.
A los cuatro días ya podía caminar sin dolor, a excepción de cuando hacía algún movimiento un poco más brusco de lo normal, y la piel me tiraba. Pero descontando eso, mi recuperación ha estado excelente.
La doctora entra con una bandeja con cosas extrañas, se pone unos guantes de goma y se acerca a mí.
—Veamos cómo va —me hace que me recueste de boca— ¿Te duele?
—Solo cuando me muevo más brusco de lo normal.
—Está mejorando bastante rápido, Lucas. Está ya cerrando en la parte más profunda y no se te ha infectado. Lo del movimiento es normal, así que te recomiendo que no te esfuerces tanto —se quita los guantes y me ayuda a sentarme en la camilla—. Si sigues recuperándote así, quizás en dos semanas más podremos sacarte los puntos. Deberás seguir con vendaje para que no se ensucie ni quede oscura con el sol. Ya luego de sacarte los puntos te iré dando más indicaciones —me sonríe amablemente.
—Gracias, doctora —Mamá toma un parche nuevo, y con la ayuda de la doctora me lo pone.
—No hay de qué —dice volviendo a su escritorio—. Aún recuerdo cuando curé a tu padre de esto mismo —sonríe nostálgica— Fue una de las primeras curaciones que hice en mi carrera —Miro a mi padre y me hace una seña de "después te cuento" y asiento. Terminamos con el control médico y pasamos a saludar al abuelo antes de irnos.
Salimos del pueblo, y me es imposible no sonreír al recordar a Kyle.
No he hablado con ella desde que me fue a visitar a casa, luego de su inesperada declaración.
Agradezco que justo en ese momento haya llegado Brett a buscar su sudadera que se le había quedado, ya que el ambiente pudo relajarse un poco. No dijimos absolutamente nada hasta que mi vecino se fue.
La primera en hablar y romper el incómodo silencio fue Kyle, diciendo que se tenía que ir.
Así lo hizo, dejándome con la palabra a medias. Por alguna razón aún siento la necesidad de responderle algo, pero no quiero hacerlo. No confío en que sus sentimientos sean realmente los que yo creo.
¿Y si solo era un me gustas como amigo? ¿Me gustas así tranquilo? ¿O me gustas como a mí me gusta Kyle?
Ni siquiera he tenido el valor de preguntarle a qué se refería. Tampoco quiero malinterpretar las cosas y hacer de nuestra amistad algo incómoda.
Sigo pensando que Kyle siente cosas por Ismael y, por más que me lo niegue, estoy seguro que terminará con él, y un tercer corazón destrozado: el mío.
—¿De qué herida hablaba la doctora pa? —pregunto desde el asiento trasero del auto, intentando desviar un poco mi mente.
—Primero que nada, quiero que sepas que las personas cambian —me dice y no comprendo— ¿Recuerdas a tía Miriam?
—¿La mamá de Sophia? —asiente.
—Bueno...
Y así fue como mi padre me contó que ambos tuvieron una relación muy bonita, que terminó en una traición no solo para mí padre, sino que para un pueblo completo.
Y fue ahí cuando un hombre, quien resultó ser el abuelo de Kyle, castigó a mi padre haciéndole un gran y profundo corte en la espalda.
—¿Y cómo es que yo nunca vi esa marca? —pregunto.
—Emily la alcanzó a ver —le mira y le sonríe— Con el tiempo comenzó a sanar, con la ayuda de cremas, aceites que me daba mi querida suegra, además del poder de sanar que tienen los hombres lobo —intento disimular mi decepción y papá sigue hablando cuando lo nota— Cuando naciste tú ya se estaba borrando, y años después cuando nació tu hermano, había desaparecido completamente.
—Ah. ¿Y qué pasó con Miriam después de eso?
—Claramente terminamos, nos odiamos, y luego con el tiempo comenzamos a madurar y a aceptar nuestras diferencias —se encoje de hombros doblando el volante para estacionar el auto delante del garaje de la casa.
—¿Es que acaso viene de familia fracasar en el amor? —me desabrocho el cinturón de seguridad y abro la puerta para salir con cuidado de no hacer tanto esfuerzo con mi espalda.
—¿Bromeas Luke? —mis padres salen del auto también— Si no me hubiese pasado eso no me hubiese acercado tanto a tu madre, ni mucho menos enamorado tanto como lo estoy —mi padre mira a mi madre por sobre el capó, y sus ojos brillan como siempre lo hace cuando la mira.
Su relación es realmente magnífica, aparte de todo lo que tienen que pasar por nuestra vida.
Admiro a mamá y lo valiente que tuvo que ser para aceptar a papá con toda esta vida.
—Iré a buscar a Roody y a Ros donde Mathias —avisa mamá yendo para el lado contrario de nosotros.
—Bien amor. Cuídate —mi padre se despide y yo me despido agitando mi mano con una sonrisa.
Entramos a la casa y mi padre se deshace de su chaqueta dejándola en el perchero detrás de la puerta. Yo decido ir a mi habitación para ponerme ropa más cómoda.
—Luke, ¿podemos hablar un momento? —me detengo en la mitad de las escaleras y vuelvo a bajar.
—¿Pasó algo? —pregunto preocupado. Este niega y me hace una seña para que vallamos a la cocina.
Me siento en la isla frente a mi padre, y este me sirve un vaso de jugo.
—¿Quieres que sea directo o le pongo algo de rodeo? —Pregunta sabiendo perfectamente mi respuesta— Es broma, sé que eres un enojoncito.
—Ay, pa. Es que no entiendo a las personas que hablan y hablan y no se van al punto.
—Bueno, hijo. Entonces seré directo contigo. ¿Te gustaría continuar con tus entrenamientos de hombre lobo? —me esperaba todo menos eso. Además, suena bastante extraño que entrene como un lobo, no siendo uno.
—Uhm... No lo sé. La verdad es que si me gustaría. Quiero proteger a mi familia, pero no quiero aprender con alguien como Ismael —confieso.
—A eso quería llegar —me mira con una sonrisa esperando a que diga que si a lo siguiente que dirá— Hablé con Andy, y le conté la situación por la que estábamos pasando, y lo que te hizo ese maldito, y se ofreció a ayudarte para que continúes con tu entrenamiento —un brillo de esperanza y felicidad me llena.
—El...
—Él te quiere entrenar —finaliza por mí, y me es imposible no abrir los ojos y boca sorprendido y muy feliz— Claro, si es que quieres —agrega con diversión al ver mi reacción.
—¡Claro que quiero! —las ganas de abrazarlo me inundan, pero me freno. Odio cuando me pasa esto. Quiero que exista la maldita vez que pueda abrazar cuando quiero— Gracias, muchas gracias —digo cuando este se pone de pie, y se acerca a mí para el envolverme con sus brazos.
—Le avisaré.
—No sabes lo feliz que me hace saber que podré proteger a Roody y a mamá.
—Me encanta verte así, Luke.
—Y sobre lo del alfa... ¿sigo yo en la lista, o volvió Roody?
—Sigues tú. Tu abuelo hizo lo posible para agregarte sin que nadie se enterara. Todo salió perfecto —saca el vaso ya vacío del frente mío, y lo lleva al lavaplatos— Que seas más grande y más fuerte que tú hermano no significa que no puedas salir dañado —dice, y recuerdo aquella discusión que tuvo con mamá—. Luke, yo quiero que te cuides. Necesito tu seguridad ante todo. Sé como eres, y te pido que me prometas que si te sientes inseguro, si tienes miedo, o quieres parar, pide ayuda. A pesar de lo sobrenatural, somos humanos y necesitamos siempre el apoyo de alguien —suelto un suspiro.
—Lo haré. Lo prometo.
—Gracias.
—A ti —le regalo una sonrisa agradecido— ¿Cuándo comenzamos con los entrenamientos? —pregunto algo ansioso.
—Hey, relájate. Te recuerdo que apenas llevas una semana de recuperación, y que no debes esforzarte mucho. Yo creo que apenas estés recuperado, pediré que comiences con algo sencillo y sin tanto esfuerzo. ¿Te parece?
—Supongo —me encojo de hombros. Con solo pensar que podré cuidar a Roody me pongo feliz—. ¿Mamá sabe de esto?
—¿Por qué preguntas?
—Oí la discusión que tuvieron ese día por mi culpa.
—Primero, no estábamos discutiendo, estábamos intercambiando ideas —ruedo los ojos ante su respuesta— y segundo, no fue por tu culpa. Estábamos hablando de ti, pero no por algo que hayas hecho. Habrás escuchado ya, que ambos nos preocupamos mucho por ti, porque te amamos.
—¿Me aman porque soy su hijo, o por quién soy? —mi padre frunce el ceño
—¿Qué clase de pregunta es esa? —La verdad es que ni yo sé por qué pregunté eso— Obvio que te amamos por quien eres, además de portar nuestra sangre. Luke, ¿cuándo será el día que te des cuenta lo increíble que eres? Deberías valorarte un poco más.
—Si... —respondo poco convencido.
—Pensé que ya habías superado eso de "soy un desastre", "nadie me quiere", "soy insuficiente" —dice algo triste. Como siempre, estoy dando pena.
—Olvídalo, pa. No sé por qué pregunté eso —hago un ademán en irme, pero este toma mi brazo y me detiene.
—Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Aquí estaré para oírte, aconsejarte, consolarte y protegerte. Lo único que necesito para ser completamente feliz, es saber que mis hijos lo son —un nudo se forma en mi garganta por sus palabras. Amo a mi padre y me da rabia no poder decírselo— Tranquilo, Luke. No tienes que decir nada, lo estoy sintiendo. Yo también te amo —dice y, después de mucho tiempo, soy yo quien me lanzo a sus brazos para quedarnos así por un largo rato.
~~~~~~~~~~
Hoy habrá capitulo doble, ya que ayer se me olvidó subirlo :) jeje
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top