Eran las siete de la mañana y Remus no salía de la ducha con una toalla en las caderas como hacia todas las mañanas, tampoco Peter se apuraba a ser el próximo, ni se tropezaba resbalando con los azulejos mojados. No se escuchaban los ronquidos de Sirius ya que este acababa de despertarse con el ruido producido por su amigo Cornamenta.

James Potter roncaba a pata suelta en su cama. Los tres dueños de las camas vacías se habían levantado un par de horas antes para organizarlo todo, "y es que con este pesado rondando todo el día es imposible planear algo" había dicho Sirius mirando con cariño a su amigo, quien se removía en su cama entre sueños.

- Menos mal que hemos conseguido esa poción para dormir – dijo Remus que salía justamente ese momento del baño con una toalla atada en la cintura y el pelo completamente mojado.

Una hora más tarde, los tres Merodeadores se encontraban en el vestíbulo del castillo.

- Peter, ¿conseguiste la comida? - le preguntó Remus.

- Sí, los elfos están encantados de poder preparar la comida al señorito Potter en su día – rió por su propio comentario

- Y tú Sirius, conseguiste la bebida?

- Por supuesto Lunático. Es que no me crees capaz?

- De ti, me lo creo todo – le contesto Remus – Entonces ya está todo listo para esta noche, vámonos

Volvieron a ocultarse bajo la capa del único ausente y volvieron al dormitorio. Fue imposible no reír al ver la pequeña montaña de regalos amontonada a los pies de la cama de James. Había montones de envoltorios  rosados y con corazones que latían hinchándose y deshinchándose.

- Filtros de amor? - Preguntó Peter divertido.

- Pues a ver quién lo aguanta después... ¿Creen que Lily me haya visto? ¿Qué pensará ahora? ¡¿Por qué no me detuvieron?! - lo imitó Remus. - Faltan nuestros regalos...

Remus sacó del bolsillo de una mochila de su armario tres paquetitos del tamaño de una snitch y tras agrandarlos con su varita, los acomodó encima de todos los otros regalos.

- Llego tarde? – preguntó una voz desde la puerta

- Buenos días pequeña Potter – le dijo Remus

- Buenas – le respondió con una sonrisa – Ya habéis puesto todos los regalos?

- Los nuestros solo son eses tres. El resto son de las admiradoras de tu hermano – le dijo Sirius

- Me lo imaginaba...

- Qué le has comprado? – preguntó Sirius mientras observaba a _____ colocar su regalo encima de todos los otros

- Ya lo veréis – dijo – Debo irme... Les dije a las chicas que bajaría a desayunar con ellas. Ya me iréis contando – dijo guiñándoles un ojo a los chicos

- Chao – dijeron los tres al mismo tiempo

Sirius inhaló con fuerza mientras esbozaba una sonrisa traviesa y se paraba sobre la cama de su amigo.

- ¡DESPIERTA CORNAMENTA, DESPIERTA! ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!! - Gritó con todas sus fuerzas a la par que saltaba sobre la cama.

James abrió los ojos con una enorme sonrisa plantada en el rostro y comenzó a tantear su mesita de noche en busca de los lentes. Una vez que se los puso se incorporó para recibir un abrazo por parte de sus amigos.

- Gracias chicos – nada más dijo eso, saltó literalmente sobre sus regalos de la forma más infantil que puedan imaginar.

- Ese es mío, ábrelo primero - Sirius lo imitó y ayudó a romper el envoltorio color escarlata con snitch revoloteando por todos lados. - Como ya tenías la snitch, pensé que una quaffle sería genial y unos nuevos guantes, los que tienen dan pena - rió.

- Es genial, gracias - le sonrió - La quaffle es magnífica. Y gracias por los guantes pero, Qué tienen de malo los míos? ¡Ni una vez se me resbaló la quaffle de los dedos!

- Lo sé, pero ¿no te dan asco?

James estuvo de acuerdo y le sonrió nuevamente a su amigo antes de seguir con los regalos. El de Peter era una túnica de gala nueva y un libro de Transformaciones. Remus le regaló un equipo de mantenimiento para escobas y una caja de ranas de chocolate. Frank Longbottom un falsoscopio; Finnigan y Evan Rossier, golosinas de Hogsmeade y un libro sobre Quidditch. En cuanto a las chicas, no había mucho que decir. Cartas, dulces y chocolates. Seguramente algunos contenían alguna poción para el amor, de modo que James no se atrevió a comerlos.

- Este lo ha traído tu hermana hace un rato – dijo Peter entregándole el último regalo que quedaba

James desenvolvió con cuidado el regalo de su hermana. Era una especie de poster que al abrirlo, James se encontró una imagen de todos los jugadores del equipo del Equipo Nacional Inglés de Quidditch con las respectivas firmas de cada uno de los jugadores

- La adoro – exclamo James

El regalo por parte de los padres de James se dio lugar en el desayuno. Una "magnífica, perfecta, refulgente y hermosa" Barredora 6 según la definió su dueño, pero en ese momento solo fue capaz de balbucear incoherencias al estilo de "Merlín... mis padres son geniales... volar" y acto seguido, con la escoba bajo el brazo y seguido de Evan Rosier y Longbottom salió disparado hacia el campo de Quidditch.

Remus había decidido quedarse para llevar a cabo su parte del "plan".

- Entonces, vas a venir? – le pregunto Remus a Lily mientras se aseguraba de que James no estuviera cerca - Habrá comida, bebida, música... además sabes que le darás el mejor de los regalos a James con un simple felicidades

Lily abrió la boca para quejarse pero luego la volvió a cerrar

- Por favor Lily - ella suspiró.

- Está bien

- Gracias Lily!!!!

Esa noche, James y Sirius se habían escabullido bajo la capa invisible para colocar una sorpresita  en la sala común de Slytherin. Canuto y Cornamenta se habían quedado esperando hasta que alguien apareciera, intentando adivinar la contraseña de las serpientes, hasta que al fin entraron unos niños de primero y se colaron entre ellos. Los bombones con amortentia de las admiradoras de James, quien supo que se trataba de dicha poción cuando al olerlos pudo sentir el olor de la tierra mojada, el campo de Quidditch y el mejor de todos, el perfume de Lily y los dejaron servidos en bandejas de plata sobre una de las lujosas mesas negras.

Una vez que llegaron a la entrada de la torre de Gryffindor y dijeron la contraseña a la Dama Gorda, al poner James un pie dentro de la Sala Común, al menos medio centenar de voces exclamaron a coro.

- ¡Feliz cumpleaños, James! - De repente, James se llenó de palmadas en la espalda, abrazos y manos que le revolvían el cabello al estilo Potter; no podía más que agradecerlo una y otra vez.

Sus amigos se lo tenían bien guardado, y eso que él pensaba que el festejo sería solo para los cuatro. Entonces, la fiesta comenzó como tantas otras lo habían hecho antes a escondidas de los profesores. Peter sintonizó la única radio mágica que pasaba música muggle y se unió a la muchedumbre amontonada en las mesas donde estaba la comida y la bebida. Sirius bebía Whisky de fuego mientras conversaba con ______ bajo la atenta mirada de su hermano.

James, lleno de felicitaciones y uno que otro regalo de su equipo, buscaba con la vista a quien más anhelaba en el mundo.

Para su enorme felicidad, allí estaba. Ella había ido, había ido a su fiesta. Lily Evans asistía a la fiesta de James Potter.

- Hola, Lily - la saludó James por la espalda quince minutos más tarde. Ella supo al instante de quien se trataba. Reconoció su voz y le dedico una cálida sonrisa

- Hola – le dijo – FELICIDADES!!! Aunque ya te lo habrán dicho muchas veces

- Pero la tuya era la que más esperaba con ansias

Lily no se pudo contener y beso con ganas a James, el cual le respondió el beso

- ¿Lo estás pasando bien? - Preguntó sonriendo

- Sí – le contesto

- Te apetece bailar? – le pregunto James

- Si, pero ahora no esta sonando nada bueno para bailar

- De eso me encargo yo – dijo la pequeña Potter dirigiéndose a la radio para buscar otra canción

- No, no, no – dijo James corriendo detrás de su hermana para detenerla

- Por qué? – Pregunto su hermana confundida

- Tu regalo ha sido uno de los que más me ha gustado y algún día tendrás que decirme como lo has conseguido pero, para que tu regalo sea el mejor de todos, debes de cantar tú la canción

- QUE??? Ni loca – protesto su hermana

- Por mí no lo harías? – dijo su hermano con un puchero

- QUE CANTE, QUE CANTE, QUE CANTE – gritaron todos a la vez

- Ahghdjsk... Está bien

______ saco de su bolsillo su varita para utilizarla como micrófono y, con la ayuda de Remus y Sirius, se subió a una de las mesas que se encontraban en la sala común de la torre de Gryffindor

- Y bien? Que canción queréis? – pregunto a los presentes

- QUEREMOS BACHATA!!! – exclamaron todos

- Está bien

Pensar cómo te pienso es un pecado

Mirar cómo te miro está prohibido

Tocarte como quiero es un delito

Ya no sé qué hacer para que estés bien

Si apagara el sol para encender tu amanecer

Falar en portugués.

Aprender a hablar francés

O bajar la luna hasta tus pies

Yo solo quiero darte un beso

Y regalarte mis mañanas

Cantar para calmar tus miedos

Quiero que no te falte nada

Yo solo quiero darte un beso

Llenarte con mi amor el alma

Llevarte a conocer el cielo

Quiero que no te falte nada

Yeah

James no podía pedir nada más. Rodeado de sus amigos, de su hermana, de Lily... James deseaba con todas sus fuerzas que esto fuera así durante muchos años más pero, a veces, el destino puede más que los deseos de las personas.

Era sábado por la mañana y nadie llevaba los uniformes puestos, a excepción de los cuatro jugadores de quidditch que se encontraban en el campo entrenando.

James, el capitán, no era el mismo que James, el bromista o Potter el conquistador, a Sirius le divertía ver a su amigo adoptar sus múltiples personalidades conforme la situación. 

Cuando se trataba de Quidditch, James se lo tomaba enserio, presumía muchas veces de sus habilidades como cazador, había empezado para impresionar a las chicas y luego se había vuelto una costumbre que utilizaba para impresionar a Lily Evans, aunque ella solo le prestaba atención cuando tenía que gritarle por algo; pero si quitabas esa manía de presumir, se podía convertir en el capitán más exigente del mundo, los agotaba a todos con buen o mal tiempo, quería que su equipo fuera el mejor y a pesar de que muchas veces se quejaban del arduo entrenamiento, tenía sus recompensas, llevaban ganando la copa de Quidditch cuatro años seguidos, y ahora iban por el  quinto.

Sacaron una sola Bludger al campo, y mientras los cazadores dejaban el alma en el campo para ganarse su lugar, aquella pelota que más parecía una bala de cañón descontrolada, les pasaba rozando las cabezas.

Las gradas se habían llenado de gente, muchos se habían acercado para ver entrenar al equipo de Gryffindor porque el desayuno ya había terminado. Siendo sábado, no muchas personas estaban en la biblioteca, solo aquellos que realmente adoraban los libros o estaban muy predispuestos a llevar sus tareas al día. Para Yasmine no fue ninguna sorpresa reconocer a Remus Lupin entre los pocos que ocupaban las mesas; la Señora Pince los vigilaba a todos con su mirada dura, desconfiando de todos los estudiantes que podían llegar a hacerle daño a sus preciados libros. Yasmine la saludó cortésmente con un asentimiento de cabeza y fue a buscar los libros que necesitaba para hacer sus deberes, volvió sobre sus pasos y con los brazos ocupados en sostener los volúmenes de pociones, se dejó caer en el lugar libre frente a Remus, cuando sus miradas se encontraron ella le sonrió amablemente y se dispuso a abrir sus libros y empezar con su redacción.

Hubo un largo período de silencio flotando por encima de ambos mientras los dos se concentraban en sus respectivas tareas, hasta que Yasmine dejó su pluma en el tintero y, con ambos brazos apoyados sobre la mesa, observó a Remus fijamente esperando a que éste levantara la mirada y le prestara atención. Eventualmente él lo hizo y ella lo miró durante unos segundos antes de hablar en un murmullo apenas audible.

- Por qué Sirius se comporta tan estúpidamente con _____?

- A que te refieres? – pregunto Remus sorprendido

- Sabes perfectamente a que me refiero...

- Pues, se puede resumir en que tanto Sirius como _____ le tienen miedo a James

- Pero James no les puede decir nada

- Si puede. Es su hermano y su mejor amigo

- Es igual.

- Ya sé a qué te refieres pero debes dejarles que decidan lo que quieren hacer.

Flashback

Remus estaba muy tranquilo en su cama mientras leía un libro sobre los animales fantásticos. James y Peter jugaban a las cartas explosivas en la cama de Peter.

De repente, Sirius Black entró en la habitación como un rayo, cerró la puerta de golpe, se metió en el baño, salió, volvió a entrar, y volvió a salir comenzando a pasear de un lado para otro. James, Peter y Remus se quedaron mirándole sin comprender qué había pasado, parecía frustrado, estresado, enojado, tal vez se había encontrado con algunos de Slytherin molestos, o con su hermano, no había estado durante la cena y pocas veces se le veía de ese modo. Los Merodeadores comenzaron a preocuparse.

- Sirius, empiezas a marearme, ¿quieres sentarte y decirnos qué te pasa? ­-  le pidió Remus amablemente, dejando su libro a un lado y enderezándose para poder ver bien a su amigo.

Sirius se detuvo de golpe, lo miró, asintió con expresión seria, y se sentó en la cama de James, que estaba frente de la de Remus.

- Empiezo a preocuparme... ­-  murmuró el castaño, mirando a James y a Peter en busca de apoyo, quienes se levantaron y se sentaron en la cama de Remus.

- Habla Canuto, ¿qué te pasa? – preguntó Peter después de un silencio en el que los tres intercambiaban miradas y Sirius los evitaba.

- Estoy saliendo con una chica – murmuró, pasándose las manos por su pelo.

James abrió la boca para decir algo y la cerró al no encontrar palabras para expresar su estupefacción, frunció el ceño contrariado y miró a Remus para corroborar que las palabras que habían salido de la boca de su mejor amigo eran las correctas.

- ¿Qué tiene eso que ver con que estés así?­ - preguntó al fin James, porque nada le cuadraba. Sirius besaba muchas chicas, y en ningún momento lo había visto así de inquieto.

- No debí haber tomado esa decisión – murmuró el moreno, más para sí que para los demás.

James no entendía nada, arqueó una ceja y observó atentamente a su mejor amigo.

- Con quién estás saliendo? – decidió peguntar James

Peter se había quedado tan mudo como Remus. Sirius se estaba debatiendo por decir la verdad y Remus miraba fijamente a su amigo intentando descubrir quién era la supuesta chica misteriosa

- Pues... - dijo Sirius levantando la mirada y mirando fijamente solo a James. – Es...

Remus se dio cuenta de lo que su amigo iba a confesar y lo detuvo antes de que se desencadenara la Segunda Guerra Mágica.

- No nos lo digas – dijo deteniendo a su amigo – Es mejor que esto lo asimiles tu solo y cuando estés más tranquilo nos lo cuentes

James y Peter miraban confundidos a Remus para luego mirar a Sirus el cual se encontraba más tranquilo.

- Está bien – se dio por vencido el moreno.

Sirius sentía algo por _____. Remus estaba completamente seguro.

Fin del Flashback

- No sé en qué estarás pensando pero no estoy de acuerdo contigo– susurró Yasmine con una sonrisa.

Después de esa frase, todo fue silencio. Los dos se concentraron en sus respectivas tareas, era algo que se había convertido en costumbre para ambos; se reunían en la biblioteca, hablaban un poco, y luego compartían su silencio, se acompañaban y así se sentían bien ambos.

Antes de la hora del almuerzo, los dos Gryffindor dejaron la biblioteca, conversando animadamente sobre las clases del profesor Flitwick. Se tomaron su tiempo para llegar al comedor, y se separaron en la entrada para dirigirse cada uno a su sitio,

Remus notó la mirada de su Canuto fija en él cuando éste entró con Yasmine. Remus se rehusó a decir absolutamente nada sobre el tema y también a sostener las miradas insistentes de Sirius. Remus estuvo toda la comida pensando en que debería hablar con su amigo sobre ese asunto. Cuando, por fin, decidió dejar a un lado ese tema, se concentró en el tema que estaban tratando sus amigos. Parecían hablar de Quidditch, por los gestos que hacían con las manos y Remus se dio cuenta de que Sirius, James y Peter hablaban de lo mismo mientras engullían la deliciosa comida que los elfos habían preparado.

Unos asientos más allá se encontraba _____ con sus amigas discutiendo sobre quien le había cogido el maquillaje a Stephany. _____ sabía que había sido Yasmine pero esta no lo confesaba.

Sin embargo, lo que realmente estaba pensando _____ era como sabía a ciencia cierta que Yasmine le había robado el maquillaje a Stephany. Cuando comenzaron a discutir sobre eso, _____ solo sabía que ella no había sido pero se había quedado fijamente mirando a Yasmine pensando si había sido ella la que lo había robado y fue cuando, en su mente, vio a Yasmine coger el maquillaje cuando no había nadie en la habitación. ¿Pero cómo podía saber ella que había sido Yasmine si no se encontraba en la habitación en aquel momento?

- ______!!! Me estás escuchando? – chillo Stephany

- Perdóname.... Estaba pensando – dije mientras intentaba concentrarme en lo que me había dicho Stephany

- Has sido tú?

- Por qué le das tanta importancia a eso? Y no, no he sido yo. Pero no creo que haya sido para tanto...

- Si lo ha sido. Ese maquillaje era muy caro

- Estoy segura de que la persona que lo haya hecho, lo lamenta – dije observando disimuladamente a Yasmine, la cual estaba mirando fijamente su plato vacío.

La lluvia golpeaba con fuerza esa noche. El mes de abril había entrado con fuerza. Llevaba más de una semana lloviendo y el castillo de Hogwarts tuvo que ser declarado en alerta ya que la cantidad de agua que había estado cayendo durante todos estos días había hecho que el nivel de agua del Lago Negro aumentará y por lo tanto, el terreno que rodeaba el castillo estaba inundado. Hagrid incluso había que tenido que abandonar su pequeña casa para refugiarse con los estudiantes asustados debido a la intensidad con la que caía el agua.

Gracias a los hechizos protectores, el castillo se salvaba de quedarse inundado y los estudiantes debían de permanecer en el castillo sin salidas de ningún tipo. Incluso se habían cancelado todas las visitas al pueblo de Hogsmeade. Los Merodeadores incluso habían decidido cancelar su plan de escapar por uno de los pasadizos que conducían al pueblo para evitar cualquier tipo de reprimenda por si eran pillados, lo cual era muy probable ya que tanto Filch como los profesores vigilaban continuamente a todos los estudiantes, sin excepciones.

______ no aguantaba estar más tiempo encerrada en el castillo y decidió aprovechar que esa noche la lluvia caía con mucha menos fuerza para poder escapar del castillo un rato. Tal y como habían informado los profesores, El Profeta e incluso Dumbledore, el terreno que rodeaba el castillo, el pueblo de Hogsmeade y los alrededores se encontraban inundados. _____ decidió que su paseo iba a ser corto y volvería rápido al castillo

Eran pasadas la medianoche cuando Lily Evans decide ponerse la bata y bajar a la sala común. Lily esperaba que la sala común se encontrará vacía pero James Potter ya se encontraba allí. James se encontraba en frente a la chimenea con su pijama y su barita en el bolsillo trasero de este.

Un relámpago ilumino la torre de Gryffindor y la chica bajo el último escalón para dirigirse hacia él.

- James... no esperaba encontrarte aquí ­-  James sonrío de costado

- Como si no supieras que me dan miedo los truenos - ­la pelirroja se encogió de hombro

- ¿La tormenta no te deja dormir? - ­pregunto él

- No, los truenos suenan muy fuerte

Los dos guardaron un rato de silencio. El cielo crujía cada varios segundos y la sala común se teñía de un extraño color plateado con cada relámpago. James tenía la vista perdida en las llamas de la chimenea y Lily lo contemplaba sin decir nada.

Los dos escucharon como el retrato de la Señora Gorda se abria para dejar pasar a alguien a la sala común

- ______? – preguntaron los dos a la vez

_____ Potter había entrado por el retrato de la Señora Gorda dejando un rastro de agua provocado por la lluvia de fuera.

- Que haces empapada? – dijo James acercándose a su hermana mientras esta se quitaba la chaqueta empapada

- Emmmm - _____no sabía que decir en aquel momento

- Es mejor que te quites eso – dijo Lily prestándole su bata a _____

- Se puede saber que hacías fuera? – pregunto James a punto de perder la paciencia

- Yo... - _____ no tenía ninguna excusa

- Tu hermano tiene razón, ¿qué hacías fuera? – pregunto Lily poniéndose de parte de James.

- Que es todo este ruido? – dijo alguien desde las escaleras

Sirius Black había aparecido en la sala común con solamente el pantalón del pijama y frotándose los ojos mientras caminaba hacia las tres personas que se encontraban en la sala en aquel momento

- James... por qué gritas a estas horas? – pregunto Sirius antes de darse cuenta de porque su hermano estaba gritando a aquellas horas de la noche

Sirius vio como Lily y James miraban enfadados a _____ que se encontraba sentada en una de las sillas mojada y tiritando de frío. Llevaba una bata rosa por encima que la ayudaba a entrar en calor

- _____? Qué haces así de empapada? – pregunto Sirius acercándose a ella

- Eso es lo que intentamos averiguar – dijo Lily

- Y bien? – le insistió James a su hermana

_____ no decía nada y no pensaba decir nada. Sirius al ver que James y Lily estaban presionando demasiado a _____ decidió que debía de hacer algo

- Creo que lo mejor es que vayas a tomarte un baño caliente o si sigues así, te puedes llegar a ponerte mala y no es lo que queremos, verdad? – dijo Sirius mirando desafiante a James y Lily

Si tenía que discutir con su mejor amigo lo haría, solo para proteger a _____. _____ asintió y le devolvió la bata a Lily y después se dirigió hacia su habitación no sin antes susurrarle un "gracias" a Sirius. _____ se había librado de momento...

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Hola!!!

Quería deciros que he escrito una nueva novela titulada Severus Snape y Los Merodeadores, la  versión escrita de la película Severus Snape and The Marauders. Os agradecería que os pasases por ahí y la leyerais. 

También he encontrado una curiosidad sobre Romione y es que, en realidad, Ron sabe que su primer beso con Hermione no fue en la guerra. Para Hermione sí lo fue pero ella nunca supo que cuando estaba inconsciente después de la tortura de Bellatrix, Ron se atrevió a besar sus labios rápidamente.

No se si es cierto, pero me parece super bonito. <3

Dadle a Me Gusta y comentad que os pareció el capítulo. Gracias por leer!!! Chau