13. El sauce boxeador
Era una gran noche para volar. El tiempo era magnifico y además era una noche tranquila.
O eso pensaba
Un ruido ensordecedor parecido al que escuché el año anterior perturbó el silencio de la noche. Pero ahora se podía escuchar mucho mejor y no eran gritos ni lamentos, sino aullidos. Y eran los mismos aullidos que llegaron una vez a La Ciénaga y los cuales provocaron la huida de muchas de las criaturas que allí vivían:
Los aullidos de un hombre lobo.
Y en efecto, en el cielo oscuro se encontraba, grande y brillante, la luna llena. La decisión más sensata era volver al castillo, meterme en la cama y olvidar lo que había escuchado, pero la curiosidad mató al gato así que decidí hacer caso a mi instinto de hada y echar un vistazo y es que, lo que más llamaba la atención era que los aullidos provenían, nada más y nada menos, que del sauce boxeador.
El sauce boxeador, una muy valiosa y violenta especie de planta. Ni siquiera la propia Maléfica se atrevía a plantar este árbol en La Ciénaga pues ataca a cualquier persona y objeto que se acerque al rango de sus ramas. Sus extremidades funcionan como brazos y cualquier daño que estos reciban será devuelto de la misma manera o aún peor. Por eso, era improbable pensar que los aullidos vinieran del interior del árbol. Pero así era. No era la primera vez que escuchaba a alguna persona decir que se lamentó de haberse acercado tanto a este curioso y aterrador árbol.
El tronco del árbol se había inclinado casi el doble de lo que estaba antes, y azotaba con sus nudosas ramas pesadas. Los aullidos no habían cesado. Me mantuve a una distancia lejana y oculta para ver que estaba ocurriendo. El árbol seguía agitando sus ramas pavorosamente.
De repente, los aullidos cesaron y el árbol dejó de moverse, como por arte de magia (qué irónico).
Salí de mi escondite aun sin poder creer lo que acababa de pasar. Los rayos del sol comenzaban a salir por el horizonte, lo cual indicaba que la criatura había vuelto a su estado original, así que era hora de volver a la cama.
Aún podía dormir una hora antes de levantarme para acudir a clases.
•
Llegué tarde al desayuno en el Gran Comedor y para mí eso significaba que iba a tener un mal día.
Varios alumnos ya se estaban retirando para dirigirse hacia sus clases. Yasmine, Stephany y Angelina ya estaban acabando de comer cuando me senté junto a ellas.
- Por fin despiertas – dijo Yasmine de mal humor – No tenias que haberle prendido fuego a mi túnica. Ahora tendré que comprar una nueva
- Bueno, así tienes escusa para bajar hasta Hogsmeade y espiar a Nicolás. - le dijo Stephany
- Cállate – respondió Yasmine, la cual se estaba comenzando a sonrojar
- Te compraré otra - le prometí devorando el desayuno
- Vamos, date prisa o llegaremos tarde – dijo Angelina mientras acababa de comer su tostada.
•
Después de las clases, las cuales nunca me habían resultado tan eternas, me dirigí a la Biblioteca poniendo la excusa de hacer los deberes para que así las chicas me dejaran sola unos minutos.
Me senté en una mesa un poco alejada, saqué un pergamino y comencé a escribir una carta para mandársela a Maléfica preguntándole si sabia de algún caso reciente de alguien que había sido mordido por un licántropo. Unos minutos antes había ido a la lechuceria a pedirle a Midnight urgentemente que fuera a buscar a una pixie para que le entregara la carta personalmente a Maléfica ya que a las lechuzas les está prohibido entrar en La Ciénaga.
Sabia que Maléfica no tendría problemas por recibir a Midnight pero por si las dudas...
Un chico se sentó a mi lado en la mesa y yo guardé la carta terminada en un libro que había cogido de la estantería para disimular
- ¿James? ¿Qué haces aquí? – dije en voz baja
- Chist... - dijo en un susurro para que me callara. Me fije en la dirección a la cual estaba mirando y me encontré, para mi no sorpresa, a Lily estudiando en la mesa de enfrente.
- Ya veo... - dije – ¡¡¡LILY, AQUÍ!!!! – grité
Lily levantó la cabeza del libro y me respondió con una sonrisa recogiendo su libros para acercarse a mi. Miré hacia el lugar donde estaba James sentado pero allí ya no se encontraba nadie. Sin embargo, pude notar como una mano invisible me daba en la cabeza como signo de protesta y una silla se movía a mi otro lado donde seguramente James se había sentado para escuchar nuestra conversación usando la capa de invisibilidad. Idiota
- Hola _____ - dijo Lily bajito sentándose en la silla que anteriormente había estado ocupada por James – Parece que a Madame Pince no le hizo mucha gracia que gritaras – dijo conteniendo una risa
- Lo siento – dejo escapar una carcajada seca – ¿qué haces?
- Vine a adelantar deberes para poder tener la tarde libre y bajar a Hogsmeade
Un ruido proveniente del sitio donde estaba James hizo que nos miráramos confundidas, aunque yo sabia perfectamente que había sido James.
- ¿Y a donde piensas ir? – pregunte imaginándome que James le interesaría esa información. Me debes una, hermanito.
- Probablemente iré con Tris a Las Tres Escobas – dijo
- Fantástico – comenté – Bueno, he de irme. Nos vemos.
- Claro – dijo confundida por la rapidez con la que me había despedido – Adiós
•
Nada más cerrar la puerta de la biblioteca, James apareció a mi lado sujetando la capa invisible y con una sonrisa en el rostro.
- Gracias – dijo abrazándome
- No pienses que lo he hecho gratis – dije alejándome de él con una sonrisa
- ¿Qué quieres? - dijo arqueando la ceja
- La capa
- Estás loca – dijo caminando y dejándome atrás
- Si no lo haces, te juro que... - No me dejó terminar la frase
- Está bien, está bien... - dijo acercándose a mí y entregándome la capa – De esto, ni una palabra a nadie – dijo mirándome fijamente. – No sé lo que vas a hacer, pero ten cuidado, vale? – yo asentí con la cabeza – Te quiero
- Yo también – dije despidiéndome de él mientras me dirigía a la sala común.
Por la noche y tras asegurarme de que las chicas ya estaban durmiendo, me levanté de la cama, me puse los zapatos y salí de la torre de Gryffindor intentando no hacer demasiado ruido. Cuando llegue a la entrada del castillo, me puse la capa invisible y con el conjuro "Lumus" encendí la varita para poder ver bien por los terrenos del castillo.
Comencé a caminar hacia el sauce boxeador que era de donde provenían los espeluznantes gritos de la noche anterior. Cuando ya estaba bastante cerca del árbol, este comenzó a moverse, como si supiera que estaba cerca. Me quite la capa y apunte con mi varita al suelo para saber bien donde me encontraba y para después, apuntar hacia el árbol que se movía con violencia.
- Oh vamos... déjame pasar – le grité ofendida. Pero, como pude comprobar, el árbol no me hacia caso. - Debes obedecerme o debo recordarte quien soy - le dije al árbol molesta pero esté no se movió.
Parecía estúpida gritándole a un árbol en medio de la noche.
Al final, desistí y me alejé del árbol lentamente colocándome de nuevo la capa por si aparecía alguien de repente.
De regreso al castillo y hacia el dormitorio, suspiré cansada tras subir los siete pisos. Para la próxima, me lo pensaría mejor antes de salir de aventuras.
Los retratados ya estaban durmiendo en sus cuadros y cuando estaba llegando al ultimo descansillo, sudada y cansada, escuché unas risas. Al mirar hacia arriba, me encontré a Sirius coqueteando con una chica. La reconocí pues era Seth me había hablado de ella, pues era de Hufflepuff. Al verme, ambos pararon de reirse y me miraron, ella molesta por haberlos interrumpido y Sirius divertido.
- ¿No deberías estar en la cama, Potter?
- Podía decir lo mismo de ti - dije acabando de subir los últimos escalones. La Dama Gorda fingía estar dormida así que cuando pronuncié la contraseña, se abrió de inmediato. Chismosa
Entré bostezando a la sala común y al no escuchar cerrarse el lienzo, me giré para mirar. Sirius se estaba despidiendo de la chica con un beso en la mejilla y yo rodé los ojos al tiempo que él me vio.
Quise dejarle atrás pero me pilló antes de subir por las escaleras.
- ¿Puedo preguntar?
- No - respondí y hice que me soltase - Si tu no dices nada, yo no le dijo a James que le rompiste el sujetaescobas el día que volviste borracho
- Fue sin querer - masculló
- James no piensa lo mismo
- Vale, tu ganas - dijo dándose por vencido - ¿Tu también quieres un beso de buenas noches?
- Antes se lo pido a un dementor. - dije y sé que eso le dolió por la cara que puso. Estaba molesta pero no sabia si era por querer amenazarme o por haberlo visto con otra chica.
Me levanté tarde, otra vez, pero esta vez no me dio tiempo de ir al Gran Comedor a desayunar por lo que miré el horario y vi que tenía en primer lugar dos horas de Herbología con Hufflepuff. En esta clase podíamos estar los 6 juntos: Luke, Brian, Yasmine, Stephany, Angelina y yo.
Abandoné el castillo, crucé la huerta por el camino y me dirigí a los invernaderos no sin antes saludar a Hagrid que se encontraba en la entrada de su cabaña de madera.
Al dirigirme a los invernaderos, vi al resto de la clase congregada en la puerta, esperando a la profesora Sprout. Luke, Brian, Yasmine, Stephany y Angelina acababan de llegar cuando la profesora Sprout se acercaba con paso decidido a través de la explanada, acompañada por un alumno de Hufflepuff que traía una pinta horrible. La profesora Sprout llevaba un montón de vendas en los brazos, y sintiendo otra punzada de remordimiento, _____ vio a lo lejos que el sauce boxeador tenía en varias de sus ramas el cabestrillo.
- Ha tenido un pequeño encuentro con el sauce boxeador esta mañana – me dijo Luke al oído refiriéndose al niño que acompañaba a la profesora Sprout.
—¡Hoy iremos al Invernadero 2, muchachos! —dijo la profesora Sprout, que parecía claramente disgustada, lo cual no concordaba con el buen humor habitual en ella. Seguramente estaba enfadada con el chico.
Si supiera lo que hice estas dos últimas noches, le daba algo...
En el Invernadero 2 había plantas mucho más interesantes y peligrosas que en el 1, que era donde habían estado trabajando el último año. La profesora Sprout cogió una llave grande que llevaba en el cinto y abrió con ella la puerta. El invernadero desprendía un olor a tierra húmeda y a abono mezclados con el perfume intenso de unas flores gigantes que colgaban del techo.
La profesora Sprout se colocó en el centro del invernadero, detrás de una mesa montada sobre caballetes. Sobre la mesa había unas veinte plantas extrañas.
—Hoy vamos a trabajar con la Mimbulus Mimbletonia. ¿Alguien sabe que propiedades tiene esta planta?
- La de matar a Sirius Black – comento un alumno de Gryffindor. Los que estaban a su alrededor se comenzaron a reír
- Ese no es un comentario apropiado en mi clase – dijo la profesora seriamente– Es una cosa muy común tener alergia a una planta y lo que le pasó al señor Black nadie lo pudo predecir...
- ¿Qué le pasó exactamente? – preguntó un alumno de Hufflepuff
- Pues, cuando Sirius estaba en primero, tenían clase de Herbología y vieron esta misma planta – dijo un alumno de Gryffindor señalando una de las plantas que se encontraba en la mesa – Se le empezaron a hinchar los ojos y a ponerse muy rojos, por poco se asfixia. Pero vino su prima Andromena y le salvó la vida. Dicen que tiene fantasías sex....
- ¡¡¡SILENCIO!!! – gritó la profesora Sprout roja de la ira– 10 PUNTOS MENOS POR LA IMPERTINENCIA DEL SEÑOR MARTÍN – el chico se puso rojo y no hablo más en toda la clase.
•
- ¿Tu crees eso? – preguntó Angelina cuando nos dirigíamos hacia el Gran Comedor
- ¿Por qué no? – le dije – Yo también tengo alergia
- ¿A qué? – preguntó Angelina
- Al polvo y a Sirius Black – dicho esto comencé a reírme a lo que Angelina me siguió
- ¿Qué es tan divertido? – preguntó James cuando nos acercamos a la puerta del Gran Comedor
- Nada – dije parando de reír. Sirius estaba a su lado y no era bueno que me pillase riéndome de él.
- Yo también me quiero reír – protestó Sirius que estaba apoyado en la pared
- No – dije con una sonrisa y caminando hacia el Gran Comedor acompañado de sus amigos
- Sabías que pequeñaja... – dijo Sirius acercándose rápidamente. Puso uno de sus brazos sobre mis hombros y me acerco a el – Te tengo cariño
- ¿No era que no me hablabas? – le pregunté. Él solo retiró su brazo, me miró fijamente con sus ojos grises y entró por la puerta del Gran Comedor detrás de mi hermano y sus amigos
- ¿Y a este que le pasa? – preguntó Yasmine colocándose a mi lado
- Es insoportable - bufó Angelina
- Te he oído Snape - le gritó Sirius a Angelina y esta tiró de mí para alejarnos de ellos.
Angelina intentó alejarse de Los Merodeadores pero, Sirius estaba bastante interesado en sentarse cerca de nosotras así que Angelina tuvo que conformarse con tener a Yasmine entre ella y Black.
- Odio las uvas – protestó Sirius mirando un plato lleno de uvas cuando apareció el postre sobre la mesa – ¿¿Es qué no hay otra cosa??
- Tú lo odias todo. Las uvas, las serpientes... - comenzó a nombrar James
- Guau!!! – ladro Sirius igual que un perro
Las chicas y yo lo miramos extrañadas pero los chicos comenzaron a reírse.
- Sirius... ¿qué haces aquí?? – le pregunté sorprendida. Había acudido a la Biblioteca temprano para no encontrarme con ninguno de mis amigos y poder hacer mis investigaciones tranquila y sin interrupciones. Lo que no esperaba era encontrarme a Sirius Black sentado en la biblioteca y leyendo.
- Nada – dijo escondiendo el libro que estaba mirando
- ¿Un sábado? – pregunté divertida - ¿Estabas leyendo? – dije conteniendo la risa
- Cállate. No tiene gracia – dijo molesto
- Déjame ver – dije arrebatándole el libro a lo que protestó ganándose una mirada severa de Madame Irma Pince
- ¿Animagos? ¿Qué haces leyendo este libro? – dije y Sirius me lo quitó rápidamente de las manos
- Me pareció... interesante... y tu, ¿qué haces aquí? – preguntó levantándose de la silla
- Vengo a estudiar – mentí
- Pues no estudies mucho o si no te saldrán muchas arrugas o peor, te convertirás en Evans – y dicho esto se marchó de la Biblioteca.
Será imbécil. Arrugas dice...
Me senté en la misma silla donde había estado sentado Sirius, con la extraña sensación de haber querido que se quedase allí conmigo, y saqué la carta que tenía escondida debajo de la tunica. Midnight me había traído la carta a la hora del desayuno y la había escondido para poder leerla a solas. Era la respuesta a la pregunta que le había hecho a Maléfica.
Querida _____:
He leído tu carta y si me preguntas eso será porque un hombre lobo anda rondando por los terrenos de Hogwarts. Te recuerdo que no tienes la capacidad de controlar a un hombre lobo como lo haces con los otros animales. Tal vez puedas llegar a confundirlo si este se tomó la poción antes de luna llena pero, si no lo hizo, no se te ocurra enfrentarte a él o lo que sea que estás pensando hacer. En cuanto a tu pregunta, si he oído que un hombre lobo, conocido con el nombre de Fenrir GreyBack, mordió hace unos años a un niño mago. Tal vez sea ese el niño que anda rondando por Hogwarts o tal vez el propio GreyBack. No obstante, de ser así, Dumbledore habría tomado medidas al respecto. Aun así, intenta no salir las noches de luna llena, ya sabes, por precaución. No creo que te sea muy difícil averiguar quien es el pequeño hombre lobo y estoy segura de que ya lo sabrás antes de que te mande la carta con el nombre del niño.
Ahora que me acuerdo, me gustaría saber si has vuelto a tener dolores de cabeza y pesadillas. La semana pasada me reuní con Dumbledore en Hogsmeade para hablar del tema (siento no haberte avisado antes pero Dumbledore me dijo que no tenías permiso para visitar el pueblo, aunque ya te habías saltado esa norma, y no sé porque me lo ha dicho y no quiero saberlo...) En fin, le comente tu problema y me dijo que si tenías más dolores de cabeza, pesadillas o sueños extraños... se lo comunicaras urgentemente. He estado investigando y creo tener alguna teoría sobre lo que te ocurre, pero como no estoy segura al 100%, no quiero preocuparte. Espero que te esfuerces mucho y tendrás noticias de mi pronto. Recuerda que si necesitas algo, Dumbledore o cualquier otro profesor te ayudara en lo que necesites (Y sino me tienes a mi)
Maléfica
¿Como se habrá enterado Dumbledore de que había visitado Hogmeade? Creo recordar que James ya me había advertido de que Dumbledore sabía muchas cosas que nosotros ni nos imaginábamos... Y en cuanto a los dolores de cabeza, pesadillas o sueños extraños... no había vuelto a tener ninguno desde que regrese de las vacaciones... Y es que el aire de Hogwarts alivia todos los problemas, o casi todos...
Actualizado 10/07/19
Actualizado II 08/09/22
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Cual de las tres amigas de ______ Potter os gusta más? ¿Angelina, Yasmine o Stephany? ¿Con qué estudiante de Hogwarts las emparejaríais?
Respuesta de la autora: Angelina/ A Angelina con Sirius, a Yasmine con Remus y a Stephany con Brian.
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